Capítulo 10. Helio.
Deja de llorar por un pasado que ya pasó, ya deja de sufrir por un futuro que aún no existe. Mejor céntrate en luchar y no darte por vencido en el presente porque es lo único que tienes y que te queda, y aunque las cosas no salgan como lo esperabas... Recuerda que siempre habrá un mañana que estará esperando por ti para enmendar los errores del ayer, vive tu presente y aprovecha cada segundo que el tiempo te da para brillar. Seamos seres extraordinarios, brillantes y dignos del cielo que se reluce ante nosotros, llenemos esta tierra de colores y hagamos de ella una noche estrellada con el polvo estelar que fluye en nuestro torrente. Todos somos seres perfectos de manera inusual, es la imperfección que nos hace únicos y le da la esencia a nuestra existencia. Nunca olvides que eres el resultado de tus lecciones y de tus errores, mereces vivir una vida larga en mundo lleno de fantasías de realidades rosas, azules y doradas, pero, para volar deberás tener tus pies bien puestos sobre la tierra. No importa cuántas veces te quedes sin un feligrés, porque las personas que de verdad valen la pena, estarán allí contigo antes, durante y después de la tormenta sin que nada cambie. La vida nunca yo vi tan bella, mágica y hermosa, nunca miré la noche con tanto amor por aquellos cuerpos celestes que envían su luz en distancias remotas, atravesando la córnea de mis ojos y penetrando directamente la retina, mi pupila se dilata como la superficie oscura de un agujero negro. Pensé que me hundiría en la fosca de aquel furioso océano que de mí hizo ruinas, pero sin ni siquiera nadar estoy flotando en la gracia del presente, y aunque me asusto por lo que aún no puedo comprender, sé que puedo nadar aunque mis miedos y atribulaciones se hagan tan pesados como la gravedad de Júpiter. Llenaré un globo de helio con todos mis sueños y deseos y lo lanzaré a ese cielo azul que brillará por mí en la mañana, y como olas iracundas arrasarán con la delicada arena de las islas que todavía no he conquistado. Soy un gas noble que se dispersa en el cielo y en la tierra, con mi peso molecular me haré reaccionar con el azufre de mis rivales y con ellos haré una nueva reacción a mí favor, me convertiré en una enorme nube de gases combinados hasta llenarme de los colores que me harán lucir como una deslumbrante nebulosa.
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