✵「𝑂𝑛𝑐𝑒.


—Como chingas, Jayce. Déjame estudiar en paz. —Rosslenne llevaba un buen rato tratando de esquivar las preguntas de su amigo de infancia. Lo quería, pero solía ponerse demasiado sobre protector con ella a tal punto que si mencionaba la palabra hombre este entraba en completa crisis existencial.

—¿Acaso te paso algo con Viktor? Si te dijo algo que te incómodo puedo hablar con él. —seguía hablando mientras caminaba de un lado a otro.

—Yo no conozco a ningún Viktor, a Dicktor sí. —dijo con total seriedad tratando de no reír en el proceso.

—Ya sé, seguro esas chicas de la academia volvieron a molestarte. Eso debe ser. —no le presto ni la más mínima atención.

Suspiró. Jayce era brillante pero a veces su cerebro se iba de vacaciones. Mejor dicho, la mayoría del tiempo.

Mordió una de sus uñas intentando pensar con claridad. Estaba nerviosa que el moreno descubriera su enamoramiento con su compañero.

Es decir, era inevitable. Es lindo, inteligente, determinado... Podría hacer una lista con sus cualidades. Lo difícil era acercarse a él sin pasar pena ajena en el proceso.

En todos estos meses solo intercambiaron un par de palabras. Quizás alguna sonrisa que no fue capaz de ver por las ridiculeses que se le ocurrían, diablos, era difícil no intentar hacer que el silencio que compartían cuando no estaba Jayce no fuese tan raro.

—¡Lo tengo! —el joven Talis la tomó por los hombros.

—¡Me vas a matar del susto! Es tu culpa si te quedas sin mejor amiga. 

—Lo siento. —carraspeó su garganta para incorporarse. —Estás nerviosa por el hecho de que te aprueben tu reporte sobre nuestro trabajo, ¿cierto? No tienes por qué preocuparte.

Rosslenne por poco y no se golpea en la cara. Ya entendía porque en todo este tiempo la consejera Medarda fallaba en cada intento de acercamiento. Tenías que ser directa o fallarías en el proceso.

Vaya, que ironía. Parecía una indirecta para ella.

—No tienes que ocultarlo. Confío que harás un excelente trabajo, se te da bastante bien redactar y organizarte. 

Ahora no sabía que decir, mejor dejar que siguiera con su teoría. Estaba tan seguro que provocaba molestarle al respecto pero...

—Tienes razón. Creo que estoy algo agobiada, es todo. —encogió los hombros escondiendo una sonrisita cómplice.

—Podrías hablar con Caitlyn, quiero decir... Si necesitas ya sabes, una amiga. No es lo mismo que estés la mayoría del tiempo en este lugar. 

Mordió un poco su mejilla mirando un punto en la nada. La verdad es que estaba esperando que Viktor apareciera ya que era algo tarde y al menos quería saludarlo. 

No era mala idea. Aparte de personas contadas con los dedos de sus manos en su lugar de estudio no tenía a nadie con quien compartir fuera de ese horario que no fuese en el laboratorio.

Benditas decisiones. ¿Por qué es tan complicado decidirse?

—Vamos, no me extrañarás demasiado. —una sonrisa de parte de Jayce le hizo salir de su trance. 

—Está bien. —se levantó de donde estaba sentada para ir guardando sus cosas.

Se mantuvo ordenando las páginas que llevaba escritas en una carpeta. Hasta tenía dibujos que solía hacer para matar el tiempo, observó uno donde ponía a Jayce con cara de tonto y a Viktor al lado rodeado de corazones.

Ah, ya era demasiado obvio.

Volteó para ver a Jayce trabajando dándole la espalda. Iba a despedirse pero prefirió dejarlo tranquilo.

En otra situación se estuviera aprovechado y le hubiera dado una nalgada por la cochina confianza que se tenían pero estaban en un ambiente laboral, además de que estaba la gran posibilidad de ser atrapados en un juego infantil tan bobo.

Agitó su puño con fuerza al recordar que él le estaba ganando. Estaba demasiado distraída y no tuvo oportunidad de desquitarse.

De nuevo se distrajo por un breve momento que al caer en cuenta se encontró con Viktor frente a frente. Parpadeó un par de veces pensando que se lo estaba imaginando.

—Lo siento. —se disculpó de manera automática. En cambio el oji miel le observaba haciendo que desviara la mirada.

—¿Ya te vas? —el sonido del bastón resonaba en la habitación.

—Eh... Sí. —sonrió algo nerviosa.

Mientras Jayce le saludaba dudaba si escapar de la situación. Después de todo cuando se concentraban en lo suyo no había nada que los sacara de su burbuja.

Fue dando pasos hacia la puerta de manera lenta estando de espaldas. Mordió un poco su labio al estar a nada de salir.

Aprovechó a pesar de que escuchó la voz de su amigo llamarle. Caminó apresurada hasta ver como Heimerdinger le saludaba.

Sería mala educación ignorarlo, además le causaba una ternura inigualable.

—¡Jovencita Ross! ¡Qué agradable verla! —le causó felicidad que usara su apodo como solía hacer su mejor amigo.

—Igualmente... —sonrió para no ser maleducada.

—Veo que estás ocupada, eh... El trabajo duro siempre es importante. —alzó uno de sus pequeños dedos cerrando los ojos. —Me alegra que Jayce pueda contar contigo, la amistad es algo que perdura en el pasar del tiempo.

Siguió hablando pero al escuchar nuevamente que alguien le llamaba entro en pánico.

—Lo-lo siento, profesor, debo irme. —se alejó.

Bendita sea, tanto afán para que fuera donde Caitlyn y ahora la buscaba de vuelta desesperado. ¿Quién lo entiende?

Casi se cae bajando por las escaleras de manera precipitada. Menos mal había transporte para llegar a la residencia.

Los Kiramman la conocían desde que mantuvo su amistad con Jayce, aunque nunca fue tan cercana como lo era Caithyn con su amigo. De alguna manera siempre mantuvo distancia porque se sentía a veces fuera de lugar.

Cuando habló sobre su visita a uno de los mayordomos se le informó que a quien buscaba se encontraba en su turno de guardia no muy lejos en la cuidad. Rosslenne observó las calles para dejar salir un suspiro.

Dar un paseo no sería tan malo. Después de todo le ayudaría a despejar su mente.

Procedo a llorarles porque no pensé en el gran apoyo tan repentino que tendría este libro (ಥ﹏ಥ) Solo quería expresar mi amor por este hombre desde que me vi la serie como tres veces JDASJDK Al no ver contenido en español me decidí de escribir sobre él. 

A veces me pongo a dudar si lo estoy interpretando bien, benditas inseguridades. Solo que es mi personaje favorito y quiero mantenerlo con su esencia pero incluyendo cursílerias?) ASDIJD. 

Dato sin importancia: Me inspiro mucho en la relación que tengo con mi padre para escribir el trato entre Rosslenne y Jayce. En fin, muchas gracias de verdad.  Sus comentarios me han alentado muucho 

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