Capítulo 80 | 𝐓𝐑𝐄𝐒 𝐒𝐄𝐂𝐔𝐄𝐒𝐓𝐑𝐎𝐒
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Las gemelas se miraron mutuamente con el entre cejo levemente fruncido, junto a una gota de sudor frío que resbalaba por la sien de cada una. Tenían frente suyo a la chica más desquiciada que habían visto en su vida, incluso preferían que María fuese la que haya venido a ellas y no la otra zafada de su propia familia.
— Lo Po Bia Croía Zahard. —llamó Káiser a la de hebras rojizas que jugaba con su abanico tradicional—. Pensé que estarías ocupada con tus hermanas.
— Pues ellas están aquí, así que no hay ningún problema con eso, ¿verdad? —habló con inocencia, y dio un ligero salto hasta llegar al lado de sus hermanas. Su sonrisa cínica fue desagradable para las gemelas—. Ahora sí me pueden hablar más a fondo sobre Jue Viole Grace y Venus Yeon Storm-quer, ¿verdad?
A Shilial le dio un tic en el ojo izquierdo, Croía no era una buena visita en realidad.
— Croía, sabemos que quieres cortarle la cabeza a Venus, ¡pero arruinarías los planes con eso! —Lilial apretó los puños e infló las mejillas mientras hacía un puchero. La pelirroja de orbes naranjas gruñó con molestia y le picó en la frente a la rubia.
— ¿Tú al menos viste en vivo y en directo la manera en que apuñaló a mi hermana? No, ¡¿verdad?! ¡Se fue regozijando felicidad cuando acabó con todas las candidatas de la familia Lo Po Bia! Por eso tampoco acepté trabajar con Maschenny. —se cruzó de brazos y les dio la espalda—. Díganme dónde está para sacar los hechos de que está subiendo la torre con una irregular candidato a asesino de FUG, y me iré sin decir que ustedes están aquí.
— Eso nos da igual. No te diremos nada. —Lilial volvió a tomar el mando de la conversación—. Ya verás cómo María pasará de ti, Maschenny le dirá que ya no sea tu amiga. Y, además, si sigues siendo tan terca vas a amanecer muerta en cualquier momento.
— ¡¿Me amenazas a mí?! —vociferó de la nada, mostrando la furia en sus dedos y manos por la manera en que los incrustó en los brazos de Lilial—. ¡Tengo que ver a Maschenny antes!
— Croía, basta. Lilia, Shilial, dejen de amenazarla también. —Káiser empezó a cansarse de las actitudes infantiles de las tres hermanas, por lo que se levantó de su trono y fue en dirección a ellas—. No sabemos dónde se encuentran Jue Viole Grace ni Venus Zahard, si los quieres encontrar deberás hacerlo por tu propia cuenta.
Mil cosas pasaron por la cabeza de Croía, se preguntaba principalmente la razón por la que María no la quiso acompañar, y después pasó a Káiser, registrando el hecho de que no le quiere ayudar en lo más mínimo.
— Bueno. Lo haré por mí sola, así que no me busquen, solo hasta que nos vayamos de regreso con María, ¿entendido? —dio media vuelta y se alejó de las tres féminas que la veían irse. En el camino se topó con Alphine cabizbaja ante su presencia, sonrió con arrogancia por esto y siguió su camino.
Cuando desapareció de la habitación, tanto Alphine como las tres restantes soltaron un gran suspiro de alivio. Era complicado tratar correctamente con Croía, y más si ella se la pasaba hablando sobre Venus, la persona a la que más odia en la torre.
NARRA VENUS
Salimos de la habitación a casi paso apresurado, y Xiaxia cerró la puerta detrás de todos. Miré de paso a mis amigas para asegurarme de que no tuviesen ningún rasguño, y así parecía ser.
— Pensé que llegarían con Venus, ¿pasó algo en el camino? —preguntó Baam una vez que la tensión se esfumó en el ambiente.
— A esta señorita le dieron ganas de pelear con alguien, pero nos fuimos porque nos encontramos con el cocodrilo. —Vlatchka señaló a Asteria, la cual la ignoró completamente por estar viendo a la nada perdida en sus pensamientos.
— Oh, ¿Rak está bien entonces?
— Se supone. —respondió Asteria aún viendo a la nada.
Baam asintió, él confía en Rak tanto como yo, así que no creo que sea necesario preocuparnos por el estado de Rak.
Sentí como una mano recorrió mi brazo hasta llegar a mi mano derecha, entrelazandolas y generando un cálido calor para ambas pieles. Alcé la mirada, notando que se trataba de Baam con un sonrojo bastante tierno que le adornaba las mejillas, me evitaba la mirada mientras sonreía con pena. Acaricié uno de sus cabellos con ternura y aseguré el agarre de nuestras manos.
— Gracias. —murmuró aún con pena.
— No agradezcas, no podía permitir que Endorsi te hiciera algo...
— Hey, Khun, ya te peleaste a sangre con Hatsu, y Venus seguramente golpeó a Endorsi por el moretón que le quedó en el rostro, así que... Oficialmente somos sus enemigos, ¿ahora qué sigue? —preguntó Vlatchka.
— Creo que eso queda en decisión de Baam y Venus. —nos miró a los dos—. Y gracias por recordarlo, me hace pensar que todo terminó enredandose... Nos llevamos por el calor de la situación.
— Lo siento por haber actuado sin pensar. —me disculpé de inmediato. Estuvo mal que mi reacción haya sido llegar a golpear a mi hermana, no era lo correcto.
— Tranquila, Venus. Ya pasó y no podemos hacer más. —intentó tranquilizarme el ojiazul.
— ¿Tu brazo está bien, Khun? —intervino Baam.
— Ah, sí. Solo me corté un poco. —nos sonrió con ligereza—. ¿Entonces? ¿Qué hacemos?
Baam y yo nos miramos, pero la verdad es que no quiero influir en los planes de Baam, siento que él ya tiene idea de lo que deberíamos hacer. Creo que él lo comprendió con tan solo verme el rostro, así que tomó las riendas y asintió determinadamente.
— Primero, tenemos que robar el nombre de Káiser... Y, después, debemos hallar la manera de que Endorsi sobreviva. Aunque no podemos hacer mucho... Si a Endorsi no le gusta la idea...
— ... Tienes razón. No se me ocurre nada. Pero, al menos, debería considerarlo, sería una pésima idea convertir a Endorsi en enemiga. —confesó Khun muy entrado pensando en alguna idea viable.
Tiene razón, especialmente no creo que yo me lleve bien con Endorsi apartir de ahora, se veía muy molesta conmigo desde que llegaron a la habitación en Bong Bong. Solo espero que esto no sea más grave más adelante, sería un infierno total.
Después de eso, subimos a la roca flotante que nos trasladaría, ahí me di cuenta de que Baam se encontraba decaído y pensativo, pero dejé que hablara con Khun, ellos dos también necesitan tiempo a solas para hablar.
Pero por alguna razón... Siento que está triste por no poder ayudar a todos a la vez. Por no poder ser un ser omnipotente o un Dios que ayuda a cualquier por igual. Baam es muy bondadoso, no se me hace difícil leer sus pensamientos gracias a sus constantes cambios de muecas.
Lo quiero hacer feliz... Pero no quiero que sienta esa presión sobre sus hombros.
Sentí como Asteria y Vlatchka se sentaban a mis costados, dejando que sus piernas colgaran en el vacío tal como yo estaba postrada. Las miré con una sonrisa de apoyo y seguí en mis pensamientos.
— Tú y la princesa egocéntrica sí que tienen una rivalidad extraña. —comentó Vlatchka, moviendo sus piernas de atrás a enfrente—. ¿Estás bien, Venus?
— ¿Yo? —entre abrí los labios—. Supongo, aunque creo que tengo un poco de miedo.
— ¿Por qué? —esta vez la que habló fue Asteria.
— Me gustaría hacerlos felices a todos. Estuve pensando en lo que ha de sentir Baam sin poder ayudar a todos sus amigos a la vez, así que me puse a pensar en ustedes, Yuri, mamá, Aurora... Baam... No quiero que estén tristes nunca. En realidad nadie. —tomé las orillas de mi vestido rosado y jugué con este. Era complicado este sentimiento de impotencia, porque no era como si yo quisiese ser algún tipo de Dios para hacerlos felices, solo quiero lograrlo con mis actos humanos—. Estas cosas no sucederían si los seres que habitan la Torre fuesen felices.
— No sabía que te preocupaba eso. —opinó la ojiazul—. Pero, Venus, si en realidad piensas en tus amigos y en los seres de la torre, debes seguir escalando para que te conozcan a ti y al brillo inigualable que reflejas con tu presencia.
— ¿Crees que podría hacer algún cambio? —hundí mi entre cejo—. Siento que con todo lo que he pasado no soy capaz de crear algo así.
— Pasaste la prueba de Aurora, ahora sigue una más. —Asteria puso su mano sobre mi cabeza, por lo solté una sonrisa—. Tú me hiciste ver que las amistades existen de verdad, yo antes solo pensaba en matarlas para escalar al siguiente piso. Tú y Baam cambiaron a Daniel para bien, y créeme que faltan muchas más cosas.
— Tienes razón... —subí la mirada al cielo, y aproveché para abrazar a mis dos amigas por encima de los hombros, ellas correspondieron sin dudar—. Sin embargo, me pregunto por qué estos sentimientos florecieron de repente.
— Porque eres un ser de luz, Venus.
La luz se había apagado, dando lugar a la oscura noche en toda la estación. La roca flotante nos dejó en el punto elevado donde nos encontraríamos con los demás, pero lo que nos recibió fue un humo extraño sobresaliendo entre la maleza del bosque a la lejanía.
— Eso es... ¿Humo? —Baam y el resto quedamos perplejos, ¿sucedió algo malo en nuestra ausencia?
Rápidamente nos preparamos para correr lo más rápido posible, para encontrarnos con el primero de nuestros amigos y que nos explicara si había pasado algo malo en especial. Atravesamos el bosque y llegamos a la raíz de donde provenía aquel humo. Sachi, Boro y otro ser de piel grisácea yacían en el centro del lugar.
— ¡Sachi! —lo llamó el castaño mientras terminábamos de llegar.
— ¡¿Baam?! ¡¿Dónde han estado?!
— ¿Q-Qué pasó...? ¡¿Qué es todo esto?!
— Parece que hubo una pelea mientras estaba yendo a la residencia. Creo que los atacaron los diez jefes... —informó.
— Aquí... —Asteria pasó a nuestros lados, llevándose toda nuestra atención—. Aquí fue donde estaba el cocodrilo apunto de pelear contra Arie Inieta... Pero no interferí porque él me lo pidió, y yo confié en que lo acabaría...
— Asteria... —di unos pasos hacia ella, podía distinguir el tono de arrepentimiento con el que estaba hablándonos.
— No es tu culpa, Asteria. —Sachi puso una de sus manos en el hombro de la albina para brindarle apoyo—. También se llevaron al espadachín y a la chica de la familia Yeon.
— ¡¿Qué?! —todos gritamos preocupados.
¡Se llevaron a Yihwa! Tengo que saber dónde está e ir a rescatarla, no puedo dejar a mi prima en esta pestilente estación.
Fuimos a la residencia nuevamente para esta vez platicar sobre lo que haremos en esta noche, ahí aprovechamos para reencontrarnos con el equipo que estaba en busca de Casano; Ran, Dann, Xiaxia y Nobic. Dado a que ellos compartían lugar con nosotros, Vlatchka se incomodó al tener a su hermano menor a su lado, ambos se mandaban miradas fulminantes y de poco aguante entre los dos.
En cambio, Nobic volvió a saludarme y a Asteria también, pues ellos se llevaron bien cuando sucedió lo de la Mano de Arlene.
Khun se tomó la cabeza, pensando en que no creía que fuesen a secuestrar a Rak o alguien más. No quedó de otra más que explicar lo que pasó con nuestros otros amigos, y el cómo Endorsi quería usar a Baam.
— ... Ya veo. Así que ustedes también vinieron a robar el nombre de Káiser... Si hubiese sabido, no habría cooperado con ellos. —Nobic bajó sus ojos al suelo, pensativo.
— Tampoco es para tanto, estuvieron bien porque le debían una a Isu de salvarlos. —dije, intentando calmarlo.
— Entonces... ¿Arie Inieta capturó a Yihwa y a Rak? Es de la familia Arie como... Él. —habló Baam sentado a mi lado, me imagino que se refería a Blanco.
El hombre de piel grisácea y con cuernos rojos que ayudaba a guiar a Sachi y a Boro, se dio el tiempo de explicarnos quien era Arie Inieta.
— Llegó a este lugar hace unos cien años y logró convertirse en uno de los Diez Jefes. Existen muchos rumores sobre cómo llegó aquí... Pero lo que sabemos con seguridad es que es extremadamente fuerte. No sé si es porque a la familia Arie no le interesa sacarlo de aquí o porque no quiere irse, pero se quedó en esta estación. De los Diez Jefes, es el único cuyo talento es reconocido incluso por Káiser.
— ... La familia Arie. Es la misma familia de Hoaquín y Asteria. Tienen el linaje más poderoso de las Diez familias, quitando por en medio a las Storm-quer que se volvieron activas. —Khun se cruzó de brazos—. Debemos tener cuidado con él, pero... Asteria, ¿no te enfrentaste a él?
— Sí, es muy fuerte, inclusive pudiendo reaccionar rápido para detener mi primer golpe. —acarició el mango de su katana, y habló con total tranquilidad—. Él es fuerte, pero no más que yo, así que si me lo vuelvo a encontrar estará hecho puré por haberse llevado al cocodrilo y a la prima de Venus.
En ese preciso instante, un enorme y extenso temblor sacudió el lugar, haciéndonos saltar de nuestros lugares y caer algunos al suelo.
— ¡V-Venus! —Baam me tomó de la cintura y me atrajo a él en lo que pasaba el temblor, yo me sujeté a sus brazos sin más.
— Gracias, Baam. —me toqué el pecho en espera de que la agitez se me pasara. Le di un suave beso en su mejilla y sonreí, él solo se sonrojó y evitó mi mirada con los nervios llegandole hasta la cabeza.
— ¿La galería se está levantando? —Vlatchka preguntó puesta de pie al igual que todos los demás, miramos por la ventana y confirmamos las palabras de la ojiazul—. ¿Qué está sucediendo allá? —miró al de cuernos rojos para obtener una respuesta.
— Significa que están preparando el festival. —respondió—. El día en que lo celebran, la galería desaparece de la estación y se convierte en una isla apartada. De esa forma, los regulares que no estén calificados para participar en el festival... Ni siquiera pueden acercarse a la galería...
Compartí miradas con Baam. Me preguntaba si yo estaré calificada para asistir al festival, pues que yo sepa, nadie me ha visto ni la sombra en lo que he llegado a la estación. Solo escucharon mi nombre al bajar y los del bosque en la entrada.
— Siento que Káiser sabe que estás aquí. —confesó el morocho mientras miraba atento a la roca azul que flotaba bajo la enorme piedra—. Pero... No entiendo por qué no ha hecho nada, es sospechoso. No te pidió una batalla como lo fue con Endorsi.
Entre cerré los ojos con cansancio, — No te preocupes, Baam. No me hará daño alguien como ese vejestorio, yo no soy igual de impulsiva que mi hermana.
— Eso lo sé, pero...
Sonreí de lado y le pellizqué una mejilla, — Sé cuidarme sola. Mejor concentrémonos en robarle el nombre y en rescatar a nuestros amigos. —el joven se sobó su cachete mientras asentía a mi petición.
El mismo guía que nos informaba sobre la estación, nos comentó que esa piedra flotante será en la que se llevará acabo la subasta, ahí personas de familias vienen a comprar nombres de regulares que se les hagan valiosos.
Básicamente es una subasta humana, algo turbio de escuchar, y que hacen solo los supremos. Esto también lo hacen personas de grandes familias...
Pero... Esa frase que dijo... Me deja con la piel rígida.
“Nadie ha desafiado a Káiser durante los últimos mil años.”
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