Chifuyu había matado a Taiju frete a tus ojos.

Estabas temblando, no era eso a lo que te referías cuando pediste que terminará con esto.

El cuerpo estaba colgado mientras sangre recorría su cuerpo creando un charco bajo sus pies.

— Ama, no llore, por favor — escuchas decir al humanoide.

Su voz no era la misma dulce de siempre, se escuchaba cansado, como si necesitas algún arreglo en su sistema.

— ¿Chifuyu te sientes bien? — preguntas

— Si... Si te tengo a ti no necesito nada mas

Te dice, lo miras discretamente a los ojos, sus pupilas tenían corazones, sabias que aún estaba fuera de si.

Tu aun seguía con los ojos bien abiertos debido al miedo.

Chifuyu camino hacia ti, sentándose en el piso, tomó de tus muslos jalandote a la orilla de la cama, y dejando recostar su cabeza en tus piernas.

— Mi linda ama, no intente huir otra vez, si no me veré en la necesidad de cortar sus lindas piernas — dice el con una voz sádica mientras depositaba besos en tus muslos.

— Chifuyu, no volveré a intentar huir, pero necesito que mis tobillos se curen pronto, me duele...

Viste tus piernas donde estaba recostado Chifuyu, estas estaban manchadas de sangre de Taiju.

Todo es por que el cuerpo de metal de Chifuyu estaba lleno de sangre que terminó manchándote a ti.

— Shh, yo le dije que habría consecuencias, ahora no se queje, yo cuidare con las mejores intenciones — responde acariciando de tus rodillas hacia abajo.

Hasta que llegó a tus tobillos, los sostuvo entre sus manos, dejando pequeños besos en ellos.

— Lamento haberla lastimado, pero si no hacia esto, se hubiera ido de mi lado — murmura el

El chico we levanta para después tomarte de la cintura, juntando su cuerpo al tuyo y verte directamente a los ojos.

Era impresionante la forma en que podía cambiar su mirada, sus pupilas aún seguían con formas de corazón, pero su mirada te intimidaba.

— Eres mía, solo mía, y de nadie más me perteneces solo a mi ¿entendiste? — dice el.

— S-si

Chifuyu sonreí dejando un pequeño beso en la comisura de tus labios, para después acostarte en la cama.

Fue hasta tuvo que levantarse para bajar el cuerpo colgado de Taiju  y salir del sótano para deshacerse del cuerpo.

Viste la habitación como había quedado llena de sangre, daba asco.

Al cabo de una hora, llegó Chifuyu ya limpio, ahora le tocaba limpiar la habitación donde estabas.

Cuando abrió la puerta te encontró dormida en la cama, el chico se quedó un rato admirando cada facción de tu rostro.

Le parecías especialmente hermosa, estaba locamente enamorado de ti.