2. ➷ ❝Aɴᴅᴀɴ Dɪᴄɪᴇɴᴅᴏ❞
❝Aɴᴅᴀɴ Dɪᴄɪᴇɴᴅᴏ❞ –
Ventino / Lalo Ebratt / Yera.
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Pᴀʀᴇᴊᴀ: Haromantha/Samanorld.
(Díganme cual nombre es mejor
o si tienen otro es bienvenido)
Dᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴀ: Tonystark_16
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☆ Advertencia: Creo que ninguna. ★
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L͓̽a relación de Samantha Strange y Harold Stark no había iniciado de la mejor manera.
Desde el primer día de la Academia de Héroes, donde se conocieron en persona en el auditorio, la atracción había sido instantánea y el muchacho definitivamente había hecho todo lo posible por acercarse a la joven hechicera, quien había sido su cómplice en la fiesta no autorizada de la noche.
La velada no había sido lo esperado para ninguno de los dos, pero Harold no había dejado de apoyarla sin importar cuantos problemas se hubieran presentado.
Le había mostrado una faceta completamente diferente a lo que Samantha conocía por los medios de chismes que siempre envolvían al más joven de los Stark.
Mentiría si dijera que no le había agradado bastante y, como sólo ella podía ser, tomó lo que le gustaba sin muchas vueltas.
— ¿Con Stark? —inquirió Rosalie Lokisdottir, luego de que Samantha les dijera sobre su reciente relación con el muchacho—. Sabía que habías bailado con él en la fiesta y que estuvo contigo el resto de esa noche, pero no es nada serio ¿Verdad?
— Yo espero que sí.
— Yo no estaría segura. —Altaír Maximoff inclinó la cabeza mientras jugaba con un mechón de su cabello teñido de verde—. Es Harold Stark, Samy. Tiene una muy mala reputación.
Samantha sonrió, divertida por la actitud de ambas. Desde que las había conocido las dos menores habían demostrado ser unas buenas amigas y unas excelentes compañeras para practicar magia, pero en ese momento no estaba de acuerdo con ellas.
— ¿Y eso que? Cualquiera puede hacer explotar una armadura en Nueva York.
— No hablábamos de esa parte de su reputación —aclaró Rosalie, luego sonrió con su aire travieso—. Aunque un chico destructivo siempre es lindo.
No pudo evitar reírse al ver a Altaír pincharle el costado a la asgardiana para que se concentrara, después la mutante se volvió hacia la hechicera, muy seria.
— Tiene una lista enorme de chicas con las que salió, y probablemente haya muchas más que no pasaron de una noche.
Samantha se encogió de hombros, eso no era ningún secreto, pero ahora estaba con ella y sería diferente.
Rosalie seguía segura de sus palabras al agregarle a la idea de Altaír;
— Sólo decimos que deberías tener cuidado, un chico así debe tener muchas estrategias para convencerte y después romperte el corazón de la peor manera.
La joven Strange no lo tomó enserio, todo le sonaba sumamente tonto. Ella solía ser la que rompía los corazones de los chicos normales, no al revés. Claro que Harold no era un chico común y corriente, y al ser conocido por todos los rumores se esparcieron con rapidez.
La mayor parte de los estudiantes en la Academia habían visto al pelinegro pasar tiempo con Aria Parker.
A Samantha no le hubiera importado en lo absoluto en otras circunstancias, pero Harold no mencionaba a la chica cuando estaba con la hechicera y ella tampoco había visto personalmente a los dos juntos, parecía que siempre se ocultaban, aunque la desaparición de ambos era notable y la verdad era que fingir que no le afectaba se estaba volviendo un tanto difícil por todo lo que decían los demás.
La paciencia se le empezaba a acabar, y cuando eso ocurría su magia tomaba el control de una mala forma, porque por nada en el mundo dejaría que la engañaran.
D͓̽espués de escuchar por una semana los rumores, habían tomado una simple decisión; hablar de frente con él.
No sería una de esas novias celosas que revisaban mensajes o que seguía al chico por todas partes hasta que lo viera engañándola, no era su estilo y tampoco caería tan bajo.
Quería aclarar algunos puntos y ya, pero su idea cambio mientras caminaba por el pasillo del tercer piso hacia el laboratorio usado por los estudiantes. Harold pasaba parte de su tiempo libre allí, por lo que Samantha tenía la esperanza de encontrarlo sin necesidad de escribirle un estúpido mensaje cliché.
Estaba a unos metros de la puerta, podía verla perfectamente y jamás esperó a que se abriera para que saliera una muchacha bajita de cabello cobrizo. Caminó en sentido contrario, por lo que no se dio cuenta de su presencia, ni de que el ambiente cambiaba a su alrededor por la magia desbordada de Samantha.
No atacaría a la chica, por supuesto, iría por el culpable directamente.
Entró al laboratorio, quizás demasiado rápido, porque Harold se volvió sobresaltado al instante, aunque le sonrió al verla y se apoyó en el mesón.
— Samy. No sueles venir aquí. ¿Pasa algo, amor?
— Sólo caminaba. —Se cruzó de brazos mientras se acercaba, haciendo resonar sus tacones más de lo necesario—. He visto a una chica salir de aquí.
Notó el nerviosismo del muchacho, por mucho que se esforzara en ocultarlo, su aureola de magia le haría ser sincero, al menos hasta que tomara acciones.
— Sí, era Aria. —Harold tanteó el mesón detrás de él, como si buscara algo que Samantha no podía ver—. Te la presentare después, es una amiga de la familia.
— ¿Amiga de la familia? ¿Cómo lo son Francis y Luna?
El joven Stark tardo un momento en comprender a lo que se refería, su confusión paso por su rostro en un instante siendo reemplazada por una expresión herida, como si él fuera la víctima. Samantha refunfuñó entre dientes.
— No pensé que fueras a hacerle caso a lo que dicen los demás.
— Duele, Harold. Duele lo que hablan y duele aún más saber que todos tienen razón —Le vio abrir la boca, pero ella ya había alzado una mano—. ¿Alguna vez has escuchado de la dimensión espejo, Stark? Porque vas a desaparecer allí en este instante.
Sólo necesitaba un movimiento de muñeca para cumplir su amenaza, pero el muchacho se había adelantado, extendiendo su mano con una cajita violeta, estaba sin tapa por lo que se podía ver el brazalete dorado con diseños de círculos entrelazados.
¿Acaso era…? Samantha sacudió la cabeza para calmar cualquier pensamiento, esperando una explicación del muchacho, quien suspiraba aliviado de haberla detenido a tiempo.
— Es un regalo. Le pedí a Aria que lo compara por mí. Me estaba ayudando a hacerte una sorpresa.
La Strange miró la caja en manos de Harold y luego otra vez al muchacho, era un detalle sumamente lindo, pero seguía sin comprenderlo.
Stark siguió hablando un tanto encogido.
— Soy un poco nuevo en esto de ser romántico. Galán sí, soy todo un galán. —Se aclaró la garganta al ver la mirada fulminante de la hechicera sobre él—. Pero no muy bueno en una relación y quiero hacer las cosas bien contigo. No te estaba engañando como todos creían y pensé que no les harías caso a los demás.
Se mordió el labio de forma inconsciente, sintiéndose culpable ahora que el enojo y la magia habían disminuido.
Comprendía todo, Harold se había quejado varias veces porque no le daban permiso para salir de las instalaciones de la Academia y si Aria era una amiga de la familia del chico seguramente sería una de las pocas a la que no le desagradaba el Stark.
Había dejado que le enredaran la mente con todas esas habladurías y había estado a punto de cometer un gran error.
Sentía que disculparse no sería suficiente, y lo entendería si las cosas entre ambos terminaban allí por su violencia al tratar el asunto, pero Harold negó antes incluso de que ella pudiera hablar y tomó su mano tras dejar la cajita en el mesón de nuevo y colocarle el brillante brazalete en la muñeca.
— Seré totalmente sincero contigo, me tienes completamente loco por ti y si llego a portarme mal alguna vez puedes lanzarme a esa dimensión espejo, sea lo que sea.
— Ten por seguro que lo haré. Por ahora ven.
Se soltó de su agarre para abrazarlo por el cuello y poder besarlo. Stark no dudo en corresponderle, tomándola de la cintura.
Al menos las cosas no habían terminado mal para ninguno de los dos.
Samantha fue la primera en separarse, con una sonrisa inocente y una idea rondando su cabeza.
— ¿Y cuál era el resto de mi sorpresa?
Harold rio de inmediato asegurándole que después se la mostraría, a lo que Samantha encogió los hombros y volvió a besarlo.
Quizás no habían empezado de la mejor manera, pero gracias a eso la Strange había comprendido que no siempre tenía que creer en lo que se andaba diciendo.
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Fin del segundo One Shot. 🙈
Sé que la canción (y el vídeo oficial de la canción) si narran más o menos que el chico la engaña, pero ninguno de mis lindos niños es capaz de tal cosa y quise torcer un poco la historia, porque se lo merecen estos dos que son muy adorables.
Espero que les haya gustado, y díganme si ustedes cambiarían algo de está mini historia.
¿Lo harían?
Hasta la próxima, bye bye 😘
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