El día después de aquella reunión de la ToMan. Takemichi había decidido ser el guardaespaldas de Draken y Hikaru, para así tratar de salvarlos de su muerte.

Para suerte de Takemichi había podido encontrar a Hikaru y Draken juntos, así que él no dudo en hacer su petición de convertirse en su guardaespaldas personal.

Pero lo que Takemichi no sabía era que su idea sería completamente rechazada.

__ ¿Guardaespaldas? Ni loco_  habló Draken al escuchar tal absurda idea.

__ ¡Gracias! ¿Eh? ¿Que dices?_ preguntó Takemichi confundido y desilucionado.

__ ¿Por qué querríamos un guardaespaldas?_ preguntó desinteresado Kenchin.

__ Lo siento, Takemicchi, pero no creo que tú puedas protegernos_ se disculpó Hikaru culpable.

__ Hikaru tiene razón ¿De qué nos servirías tú?

__ Pero no lo digan así_ habló Takemicchi deprimido.

__ Si quieres puedes ser mi nuevo ayudante de medicina_ ofreció Hikaru sonriendo.

Pero Takemicchi lo negó cuando vió la mirada horrorizada de Draken.

__ Huye mientras puedas Takemicchi_ susurró Draken, sabiendo perfectamente lo que pasaba en la mente del pelinegro.

Takemichi no se rindió, paso al plan B y empezó a seguir a aquellos dos, pensando que ninguno se daría cuenta de esto.

Gran equivocación.

Hikaru parecía dejar pequeñas carcajadas.

__ ¿Que sucede, Hikaru?_ preguntó Draken curioso.

__ No es nada, Takemicchi es un obstinado.

__ ¿¡Qué significa esto!?_ gritó Manjiro.

Luego de que Takemicchi los siguiera, llegaron a un restaurante. Donde se juntaron con el rubio de ojos negros.

__ ¡Esto es más que imperdonable!_ volvió a gritar Mikey.

Hikaru ya sabiendo lo que va a pasar fue a la caja a buscar un banderita.

__ ¡No le pusieron la banderita! ¡Me gusta el menú infantil porque le ponen una bandera!_ se quejó Mikey apuntando a su plato.

__ Lo lamento enseguida le-

__ Ten Mikey_ hablaron Hikaru y Draken al mismo tiempo, poniendo dos banderitas en el plato del rubio.

Ahora brillitos salían por los ojos del rubio que veía encantado como había quedado su almuerzo.

__ ¡Gracias, Hikaru-chan! ¡Gracias, chicos!_ habló Mikey, dándole un pequeño beso en la mejilla al ojiceleste sentado a su lado.

Hikaru se sonrojó hasta las orejas por ese gesto.

Draken suspiró, esperando que ellos se dieran cuenta solitos.

__ ¡Ah! ¡Ya me tienes harto! ¡Hikaru deja de seguirle sus juegos!_ exclamó Draken enfadado.

El otro rubio que los veía a la distancia se giró pensando que aquella si era la pelea interna.

__ Pero Draken-

__ ¡Parece que un anciano durmiendo después de comer!_ gritó Kenchin viendo como Mikey dormían en el regazo del chico y este acariciaba su cabello.

__ Es que ¡Se ve muy tierno!_ exclamó Hikaru viendo al rubio dormir en su regazo.

__ Demonios, ustedes no tienen remedio_ suspiró Kenchin maldiciendo al dios de los ciegos.

Al salir empezaron a caminar hacia un lugar específico que solo Draken sabía. El de trenza traía a Mikey en su espalda.

Los ojos de Hikaru viajaron a las manos de Draken, las cuales estaban en los muslos de Mikey.

El de ojos celestes se desesperó pensando en la incomodidad que debía sentir Mikey.

__ Draken, déjame llevar a Mikey_ habló Hikaru con una sonrisa y un aura oscura a su alrededor.

El mencionado se le quedó viendo un un segundo, los cuales parecieron horas.

__ ¡Estoy harto!_ gritó Draken lanzando a Mikey por los aires.

Hikaru pudo atraparlo gracias a su gran precisión.

El más alto se alejó maldiciendo a quien se cruzará en su camino.

__ ¡Malditos ciegos!_ se podía escuchar que murmuraba.

__ Tranquilo, Draken. Ves, que le pudo haber sucedido algo a Mikey_ habló Hikaru pegando su mejilla a la de su amigo.

Un golpe en su frente fue lo que recibió el pelinegro.

__ Hikaru, despierta a Mikey_ pidió el más alto.

__ Mikey, vamos despierta. Ya llegamos_ dijo Hikaru con voz calmada cerca del oído del rubio.

__ ¿Qué hacemos aquí?_ preguntó Mikey cuando abrió sus ojos, sin separarse del chico.

"Se ve tan lindo cuando recién despierta_ pensó Hikaru, pequeñas flores rosas de podían ver a su alrededor.

__ No tardaremos.

__ ¿Quién es?_ preguntó el rubio más bajo viendo a una chica llena de golpes conectada a distintas máquinas.

__ La novia del amigo de Pah.

Mikey cerró sus puños fuertemente ante la impotencia.

Hikaru tomó la mano de Mikey para relajarlo.

Desde otra pared Takemichi los observaba analizando todo lo que pasaba.

__ Lleva cinco días en coma_ habló está vez Hikaru.

__ ¿¡Que diablos hacen aquí!? ¡¿Cómo se atreven a venir?! ¡Largo!_ gritó un hombre histérico junto a su esposa.

Los tres se giraron a verlos, pero solo Draken y Hikaru se inclinaron ante aquellos dos adultos.

__ ¿Qué pretenden? ¡Mi hija casi muere por escoria como ustedes! ¡Inclinarse no sirve de nada!

__ No bajen la cabeza, chicos. No hicimos nada malo ¿Por qué se queja con nosotros este viejo?_ gruñó Mikey.

__ Mikey_ llamó Hikaru, el nombrado volteo a verlo. Él negó con su cabeza en señal de que no siguiera.

__ ¡Son como ratas! ¡No son más que basura! ¡Causan problemas todas las noches!_  gritó el hombre.

__ ¿Ah?

__ Causan problemas, lastiman a otros ¿Y creen que pueden salirse con la suya solo por ser menores de edad? ¡Malditos mocosos!

__ Tks ¿Sabes a quién le hablas?_ gruñó Manjiro.

Pero antes de que Manjiro siguiera hablando la mano de Draken se puso en su cabeza para obligarlo a inclinarse.

__ ¡Oye! ¡¿Que haces?!_ se quejó el rubio.
el cual se calló al sentir la mano de el ojiceleste ponerla en su cabeza también.

__ Asumimos la responsabilidad_ dijieron ambos adolescentes inclinados a la vez.

__ ¡Oye!

__ ¡¿De qué le sirve a mi hija que tres buenos para nada bajen la cabeza?!_ exclamó el hombre.

Eso había hecho enojar a Manjiro.

Había insultado a Hikaru. Eso no lo iba a perdonar.

__ ¿¡Ah!?

__ ¡Silencio, Mikey! ¡Hikaru tranquiliza a tu novio!_ gruñó Draken.

El pelinegro ignoró las últimas palabras de Draken y se giró hacia Mikey.

__ Manjiro_ lo llamó por su nombre,  haciendo que Mikey quedara de piedra y dejada de forcejear __ Guarda silencio, por favor.

__ Mi hija a estado en coma desde entonces, con su rostro y su cuerpo golpeados ¿¡Qué fue lo que les hizo mi pequeña!? Era tan dulce y tierna ¿Por qué desfiguraron a mi niña?_ exclamó él hombre sollozando.

__ Asumimos la responsabilidad de los actos. Sentimos todo lo sucedido_ habló Draken serio.

__ Váyanse. No quiero volver a verlos por aquí_ dijo el hombre dando media vuelta.

Aun sin levantar la cabeza, los tres sintieron como sus mayores se alejaban de donde estaban ellos.

__ Pronto pelearemos contra Moebius. Nuestros asuntos se resuelven en nuestro propio mundo. Todos nuestros compañeros tienen familia y seres queridos. No podemos involucrar a inocentes ni hacer llorar a quienes los rodean_ habló Draken.

__ No tienes que bajar la cabeza si no quieres_ habló está vez Hikaru __ Pero piensa en los demás.

__ Son muy buenas personas, chicos_ les respondió Mikey __ Lo siento, Hikaru-chan, Kenchin. Yo... Me alegro de tenerlos a mi lado.

Mikey abrazó a Hikaru de forma cariñosa.

Takemichi, quien se encontraba en una pared empezó a entender la razón del cambio tan drástico de la forma de ser de Mikey.

Baji Hikaru y Ryuguji Ken.

Eran el corazón de Sano Manjiro.

No solo Draken era su mejor amigo, era alguien que lo cuidaba y lo aconsejaba igual que un hermano. Recompensado la perdida de su hermano mayor.

Hikaru era la luz en su oscuridad, su pilar y su guía hacía el buen camino. Él lo había presenciado.

Como Baji Hikaru era su razón de vivir.

Y lo mismo al revés, Mikey era el corazón de Hikaru.

__ Diablos, que hambre tengo_ dijo el rubio de ojos negros caminando a la salida y siendo seguido por sus otros dos acompañantes.

__ ¿Qué? Pero si acabas de comer_ se quejó Draken.

Que dependía completamente de él.

__ Me da hambre después de comer_ le respondió Mikey simple.

Había visto, lo tan importante que eran ellos para su vida.

__ ¿Cómo funciona eso?

Había visto.

__ Ten Mikey, pase a comprar una bolsa de dorayakis antes de venir_ le entregó la bolsa el de ojos celestes viendo como los ojos de Mikey se iluminaban.

__ ¡Hikaru-chan, eres él mejor! ¡Te adoro!

Lo tan importante.

__ Hikaru, deja de malcriarlo_ lo regañó el más alto.

Que era Baji Hikaru para su corazón.

Ya saliendo del hospital esperaron a que la moto de Mitsuya llegara, él cual no tardó mucho, para posteriormente estacionarse frente a estos tres.

__ ¿Puedes llevar a Pah mañana?_ le preguntó Draken viendo como Mikey se sentaba en la parte trasera de la motocicleta.

__ Si. Tambien llevaré a Pe_ le dijo, para luego voltear a ver al chico que miraba las nubes __ Hola, Hika-chan.

__ Hola, Mitsuya, ¿Como estás?_ preguntó el chico saludando al de cabellos plateados.

__ Muy bien, gracias por preguntar_ le sonrió Mitsuya para volver su vista a Draken __ ¿Esta bien el almacén junto a la Secundaria 2?

__ Si.

__ Hmm. Nos vemos, Mitsuya.

__ ¿No vienes, Hikaru-chan?_ le preguntó el de ojos negro, él negó.

__ Tengo unas cosas que hacer antes, nos vemos allá.

Luego de decir aquello Mitsuya encendió la motocicleta para dar vuelta y volver por donde vino.

__ Nos vemos_ se despidió Mikey alzando su mano.

Draken luego de eso dió una mirada hacia atrás, mirando el poste donde estaba escondido Takemichi.

__ Draken ya me voy llendo, nos juntamos allá luego_ le dijo para luego empezar a caminar por el sentido contrario.

Alguien alguna vez se ha preguntado.

¿Quien era Hikaru Baji antes de conocer a Mikey?

¿Cómo era su personalidad? ¿Cuáles eran sus gustos? ¿Que peso traía en su espalda?

Hikaru aún recuerda cada detalle del peor día de su vida.

El día en que se perdió en medio de un barrio yakuza, peligrosamente cerca de un orfanato.

El día en que los conoció.

Tenía apenas unos cinco años y solo estuvo allí unas semanas.

Pero sus recuerdos son tan vividos como una pesadilla.

Recuerda como fue forzado a ver cómo los yakuza torturaba a personas para su propia diversión.

Recuerda como escapó de allí, en medio de la nieve con sus dedos ensangrentados.

Y recuerda chocar contra una especie de iglú, conociendo a su rayo de esperanza.

Eran dos amigos, uno tenía una cicatriz extraña y el otro era de piel morena.

Allí conoció a su primer rey.

Izana Kurokawa.

Años atrás

Hikaru lloraba tirado en el suelo, la daga se encontraba ahora unos metros más lejos de él.

Un cuerpo sin vida estaba tirado a solo centímetros que el niño.

Las manos de Hikaru estaban llenas de sangre del hombre sin vida a su lado.

"No es mi culpa, yo no fui, nadie tiene la culpa_ pensaba el niño una y otra vez, su cuerpo estaba lleno de moretones y su cara estaba repleta de pequeños cortes.

Hikaru comenzó a correr con la poca fuerza que le quedaba, pero su visión cada vez está más borrosa.

Su débil cuerpo chocó contra un pequeño iglú, este se derrumbó por el golpe.

__ ¡AHH!_ un grito de terror se escuchó en los restos de nieve que antes era un iglú.

Dos niños más grandes que el salieron entre la nieve.

__ ¡Mocoso! ¡Fíjate por dónde vas!_ exclamó el niño de cicatriz rara.

__ Ayuda_ murmuró Hikaru mientras temblaba de miedo y frío.

El niño apenas tenía una polera manga corta estando en medio de la nieve.

__ ¿Te encuentras bien?_ preguntó el de piel morena.

El pequeño Hikaru se desmayó en ese preciso momento.


__ Formaremos un reino, yo seré el rey, Kakucho será el guerrero y tú Hikaru, serás el doctor_ habló Izana, los tres niños estaban en un nuevo y mejorado iglú.

__ ¿¡Porque tengo que ser el doctor!?_ reclamó el más pequeño haciendo un puchero.

__ Eres el tipo de persona que salva a los demás, eres amable y de gran corazón_ habló Izana con los ojos cerrados.

__ Además, un doctor es fundamental para que el reino sea próspero_ comentó Kakucho con una pequeña sonrisa.

__ ¡Whoaa! ¡Seré el mejor médico entonces! ¡Yo haré que Tenjiku sea próspero!_ exclamó Hikaru emocionado.


Hikaru estuvo unas semanas en ese lugar, la directora del orfanato no le creía que tenía padres y estuvo a punto de ser adoptado por una familia.

Su madre llegó justo en ese momento, su hermano lo regañó por perderse en medio del festival.

Aún recuerda la cara de la directora, la cuál se disculpo repetidas veces por su equivocacion.

Luego de eso visitó el orfanato varias veces más, pero luego de unos meses Izana y Kakucho habían desaparecido.

La directora dijo que habían sido adoptados.

En ausencia de ambos niños, Hikaru creó un gran lazo con la directora.

Aún seguía visitando el orfanato para hablarle de su vida y otras cosas.

Hoy era ese día.

__ ¡Directora-san! Me alegro que estes bien_ gritó feliz Hikaru, abrazándola con cuidado.

__ Es una alegría verte, mi pequeño Hikaru_ murmuró la abuela contenta.

__ Ya soy más alto que tú, directora-san.

__ Tienes mucho que contarme ¿El chico del cuál siempre me hablas y tú ya son pareja?_ preguntó entusiasmada.

__ Él es mi mejor amigo ¿Por qué siempre me preguntas lo mismo?_ preguntó suspirando.

La anciana suspiró y negó con su cabeza.

__ Me preocupa tu definición de amistad.

Ella sabía lo que sentía el pelinegro por Manjiro, a la vez que sabía que él no había descubierto los sentimiento que llevaba cosechando tantos años por Mikey.

__ Ire a hacer un té, ha empezado a hacer frio_ habló la directora levantándose rápidamente.

__ Con cuidado, a su edad no es recomendable pararse muy brusco_ habló Hikaru tomando a la ancianita de los brazos para que está no se cayera.

__ No me pasara nada, esta viejita aún puede. También me prometí no irme sin haber visto a mi Hikaru y a Manjiro juntos_ habló la directora y se cruzó de brazos.

__ Entonces vivirás mucho tiempo, directora-san_ bromeó Hikaru riendo.

La de cabellos grises se quejó de manera infantil, haciendo reír al menor quien ya había ido a preparar el té.

__ Llegara el momento en el que ustedes por fin terminen juntos, esta anciana nunca se equivoca.

Y con eso volvió a recostarse para ver por la ventana.

Ellos dos se amaban.

Aunque ninguno era consiente de ello.

• Apareció Izana *grito de fangirl*

° ¿Será que Hikaru tiene el síndrome de Kazutora o realmente él no mato a ese hombre? Nunca lo sabremos.

• Hikaru es más terco que una mula.

° Vimos un poquito el pasado de Hikaru antes de conocer a Mikey.




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