CAPÍTULO VEINTICUATRO: LA PAREJA DE LEE KNOW

— ¡SEÑOR LEE, no puede ser! ¿Qué está pasando aquí?— gritó Ye-ji.

Ha-ri aprovechó el momento donde sus amigos estaban peleando con Lee Know y se escondió detrás de él para que no la vieran. Por suerte, se estaban besando de espaldas a la puerta y, al ser él más alto que ella, su rostro no se veía mucho. ¿Ahora cómo diablos va a salir de esa situación? No pueden dejar que se enteren de que no son simplemente un jefe y su secretaria.

— No sabía que tenía novia, señor Lee, y mucho menos que hacía estas cosas en la oficina. De verdad nos ha dejado sorprendidos — exclamó Christopher riendo junto a Hyunjin. 

El mayor se mantuvo en silencio, mirando por encima de su hombro a su omega quien tenia una expresión de susto, sabiendo no debía contarles. Cambiarían su manera de ser con ella por ser cercana a él, pronto los medios se enterarían de la noticia y la tratarían de interesada, escribirían artículos y empezarían a atacarla ¿Quién iba a creerles si decían la verdad sobre lo que pasó? Nadie. Dirían que es una zorra por meterse con su jefe a días de haberla contratado.

Así que, por primera vez, Lee Know pensó en el bienestar de Ha-ri y no en su propia reputación. No lo dejaría dormir el hecho de que saliese lastimada por su culpa.

— Callense ¿de acuerdo? No tengo por qué darles explicaciones pero... Sí, es mi novia ¿algún problema con eso? — confesó, eso tomó por sorpresa a sus empleados, incluso a Ha-ri. Abrió sus ojos sin poder creer que haya usado esa palabra que para ellos no aplica, pero en parte, sonó reconfortante.

— ¡No, ninguno! Enhorabuena, señor Lee, estamos muy felices por usted— la pelirroja sonrió emocionada.

— Gracias— agradeció sin más. Se quitó la chaqueta y la puso encima de la cabeza de la mujer.

— ¿Podemos conocerla? — preguntó Jeongin intentando ver.

— Sé que son cercanos a mí, pero prefiero mantener mi relación en secreto por los medios. Ella y yo no queremos que nadie se entere por el momento. Si me disculpan, debo irme. Pónganse a trabajar — tomó a su omega de los hombros llevándola a la puerta, para después salir de la oficina de Kats lo más rápido que pudieron.

Llegaron hasta el estacionamiento con las miradas de los demás trabajadores encima de ellos. Subió a la pelinegra al auto y después él hizo lo mismo en el asiento de copiloto.

— Ya puedes quitarte eso — permite el alfa. Ella hizo caso y observó alrededor con precaución — no te preocupes, los vidrios son polarizados, no nos verán.

Ella asintió y arregló su cabello tratando de mirarlo directamente. Durante el camino a su casa, estuvieron en silencio, escuchando la radio de la mañana sin mucho qué decir. Sin embargo, Ha-ri se siente curiosa y debe salir de sus dudas.

— Minho ¿puedo hacerte una pregunta? — murmuró la omega una vez que estuvieron frente al edificio de su apartamento. Él la miró expectante— ¿por qué no nos delató? Ni siquiera le habrían dicho nada. Que yo sepa, usted continuamente me repetía que si alguien se enteraba, sería la única en verse mal frente a la gente. No le importaba.

— Tú misma lo has dicho, es pasado— Suspiró y apagó el auto, volteándose a ella — no lo sé, tu celo ha sido muy diferente al mío. Nunca había sentido esto.

— ¿Qué cosa?

— La necesidad de estar cerca de alguien — contesta sincero. Ella alzó sus cejas un poco.

— ¿Quién eres y qué le hiciste a Lee Know? — preguntó sorprendida, haciéndolo reír— Igualmente, muchas gracias por no haberlo hecho. Solo quiero que tengamos más tiempo para conocernos ¿sabes?

— Ha-ri y Minho se están conociendo apenas — aclaró. Ella sonrió y asintió dándole la razón— De casualidad ¿Tienes labial rojo que siempre te pones?

La omega buscó en su bolso y sacó el cosmético, mostrándole sin entender para qué lo necesitaba. De pronto, la tomó de la mandíbula, jalándola hacia él.

— Siempre he tenido un fetiche con los labiales, me gusta cómo pintan y dejan su marca en cualquier cosa... Dicen que la boca es el centro del rostro, es por eso que considero que es una de las mejores armas que tienen las mujeres — explica en voz baja, delineando sus labios gruesos con el color. Una vez terminó, sonrió satisfecho y la miró a los ojos — me gusta tu boca. Algún día, podrías devolverme el favor con ella.

Ha-ri parpadeó un par de veces en shock ¿Qué diablos le había hecho el celo? ¿Dónde quedó el Lee Know que ni siquiera la miraba para darle los buenos días?

— ¿Podemos ir a visitar a su abuela después del trabajo? A decir verdad, quisiera hablar con ella sobre algo importante— cuestionó.

— Sí, claro. Le avisaré a Seungmin para que nos espe...

— No le digas nada, dile a tu abuela. Después de todo, no vamos a verlo a él, sino a ella. Si no me deja entrar, le daré una paliza a ese idiota.

Ha-ri rodó sus ojos con diversión. Solo había sido una farsa de que era su novio y ¿ya lo odia? Bajó del automóvil y de inmediato arrancó.

—No ha cambiado nada— susurró, soltó una risa y subió las escaleras.


(—🍓—)



Ha-ri llegó a la oficina ese medio día, con el corazón en la garganta y pasos apresurados. Rogaba para que sus amigos no se dieran cuenta de que ella era la famosa "novia" de Lee Know, por eso, se cambió de ropa e incluso de bolso por si acaso. No iba a correr riesgos.

— ¡Ha-ri, no vas a creerlo! — Ye-ji dejo su puesto y corrió hacia ella apenas la vió entrar— a que no adivinas a quién encontramos dándose besos con una chica cuando los chicos y yo llegamos a la oficina esta mañana.

— Eh... ¿Christopher y Jeongin hicieron un trío? — murmuró tratando de no parecer nerviosa.

— ¡No, el señor Lee! Pero no hizo un trío, en realidad lo hallamos con alguien— la omega simuló una expresión de asombro. Aunque, si las circunstancias no fuesen como lo son ahora, realmente le hubiese sorprendido ¿Lee Know haciendo cosas ilegales que tienen que ver con amor, en su empresa? Un mal chiste — así que, hemos llegado al momento en donde nuestro querido presidente ya tiene novia. Jamás pensé que diría eso.

— ¿Y... Pudieron saber de quién se trataba? — caminaron en dirección a la oficina del alfa.

— No dejó que la conociéramos, además, nos pidió que lo mantuvieramos en secreto. Si es así, debe ser una chica muy conocida a nivel nacional. Una modelo, tal vez, y ha de ser preciosa porque el señor Lee no tiene malos gustos para nada.

— En vez de estar chismoseando, debería ir a trabajar, señorita Hwang. No le incumbe nada de lo que pasa en mi vida. — regañó Lee Know apareciendo de repente por la puerta.

Ye-ji hizo una reverencia como disculpa y se fue de regreso a su escritorio.

— Señorita Jung ¿puede acompañarme a firmar un contrato? La invito a almorzar de paso, tengo mucha hambre. No me aguanto.

— Sí, señor— le sonrió captando su indirecta. Que sus compañeros sepan que se fueron a comer juntos sin un negocio en medio, parece sospechoso.



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