Capítulo tres ﹙departamento compartido﹚


— ¿Por que todos se ríen cuando cuento eso? — Lo decía con incredibilidad y no de manera chistosa.

Spencer se encontró ahora recostado un poco en el mueble, Para poder estar tan placido como sea posible sobre su herida.

El joven doctor leyó para Maeve aquel libro que ambos conocían, pero este no fue citado al pie de la letra sino que narrado con palabras del propio Spencer, siendo interrumpido por sus propis comentarios, observaciones, o cualquier dato curioso que este haya recolectado con el paso del tiempo.

En algún punto ambos sintieron hambre por lo que decidir compartir una pizza, Maeve se encontró en el piso cubierto por la alfombra, cruzando ambas piernas riendo, escuchando a Spencer hablar.

— ¿Cómo no reírse de algo así, Reid?

El castaño contaba como celebraba su cumpleaños en su época universitaria, No poseía tantas amistades como ahora pero ha recordado salido con un par de amigos. El cumpleaños de Spencer era la excusa perfecta para disfrazarse.

— No veo por qué Albert Einstein es chistoso.

— ¡Lo hiciste por tres años seguidos! — Maeve soltó una carcajada.

— ¿Tú nunca te has disfrazado de alguien? — Trató Spencer de excusarse.

Maeve siempre estaba disfrazada.

— Una vez. — Admitió.— Me disfracé de Mulán. 

Spencer no iba a reírse de ello, pero estaba apretando su boca como si esta fuera a traicionarlo. 

— ¡Yo sí tenía tres años cuando hice eso, eh! Ríete todo lo que quieras Reid.

— No me estoy riendo, Mulán es una mujer muy fuerte.

— Salvó toda china.— Ambos rieron por la observación. 

— Salvó toda china.— Estuvo Spencer de acuerdo.

— Y yo te disparé. — El chico hizo una mueca con sus labios, Como si tratara de explicar que ella  no posee la culpa.

— Fue un accidente.

— ¿Lo cree?

—¿Por qué me dispararías a propósito? 

—¿Haz escuchado alguna vez de personas que hacen cosas que no pueden recordar? 

—¿Amnesia disociativa? 

— No, Hablo mas de liberar tu conciencia de culpa y fingir que lo ha hecho otra persona...cuando tú tratas de ser quien resuelve el problema buscando el culpable y resulta ser el villano la historia de la cual creías ser el héroe.

—¿Club de la pelea?— Pregunta Spencer al relacionar el síndrome con aquel título debido a su descripción. A lo cual Maeve asiente.— Maeve, Esto no es una película de David Fincher.

— Eso lo sé, o ya estaría Brad Pitt entrando por esa puerta.

Tres toques a la puerta del departamento de Spencer.

— Yo abro. 

Se adelanta Maeve en hablar cuando ve que Spencer se puso de pie. 

La sonrisa de Morgan se borró al ver la cabellera color chocolate que abría la puerta.

— No eres Reid.

— Y tú no eres Brad Pitt.

— Soy mejor que él, Amor.

Morgan empuja la puerta para adentrarse en el departamento.

— ¿Qué hace la  Teenage Dirtbag aquí?— El mayor echa un vistazo a Maeve y este solo sonrió de lado por el apodo dado esta vez, Parece que ha escuchado la música de la chica, ya que no tardó en reconocer la letra.— García me envió aquí y no quería creerlo cuando me lo dijo.

— Que chivata García... 

— Hey, No hables así de mi chica.— Maeve alzó las manos en defensa, excusándose.  

— Maeve vino de visita.

Morgan vio la caja de pizza a medio comer en la mesa y las botas de Maeve junto al sofá. Esto le hizo arquear la ceja. 

—¿Visita?

—Sí y ya me iba. — Estaba apunto de recoger su calzado.

— No, no te vas. —Dijo Morgan.

—¿Por qué te vas? — Cuestiona Reid, este un tono mas emocional.

— Tengo planes. — Colocaba ambas botas con prisa.— Reid. — El susodicho sonrió ante el llamado.— Gracias por la pizza.

Derek la observaba por el rabillo del ojo y cada movimiento suyo.

Recoge su mochila y trata de irse sin ser detenida.

— Adiós, hombre de chocolate. Adiós,  Chico bonito. 

— Está robando tus apodos. — Menciona Spencer con diversión.

La chica abrió la puerta y la perdieron de vista.

— Reid. Vendré a verte mas tarde lo prometo.

Fue lo ultimo dicho por Morgan antes de salir al pasillo, el cual ya se encontraba vacío, bajando tan rápido como pudo las escaleras y siguiendo a Maeve en la calle en cuanto la vio. 

— ¿Así que ibas a huir sin despedirte?— Dijo cuando ya estuvo a su lado, metió las manos en su chaqueta mientras caminaba.— Maeve no pudo ocultar la sorpresa en su rostro pero trató de parecer calmada con la información.

— Gideon pensó que para estas horas ya estarías en nueva york. Pensamos que te irías la misma noche del disparo.  

— Dispararle a un perfilador, Planes de huida, Suena como suficiente material legal para detenerme ¿Por que no lo hicieron? 

— Lo de Reid fue un accidente. Y Gideon y tú tienen un acuerdo. Eres libre de irte cuando te plazca. Si soy honesto no pensé que estarías aquí tanto tiempo. Entonces de repente García llama diciendo que quieres la dirección de Spencer.

— ¿García te cuenta todo acaso?

— Es mi chica.— Se encoge de hombros.

— Quería disculparme con el chico antes de irme. Soy una mierda pero jamás herí a nadie.

— ¿A donde vas ahora?— Ambos detienen su caminar.

— No lo sé. Lejos de aquí supongo.

— ¿Es lo que haces siempre?¿Huir?

— A veces.

El silencio estuvo presente unos pocos segundos en donde solo se escuchaba el fuerte viento.

— Me estaba comenzando a encariñar contigo. 

— Hey, No voy a morir. — Ríe Maeve.— Tengo amigos en todas partes, Ahora tú eres uno de ellos.  

Siempre recolecta amigos. Uno que otro en peor o ligeramente mejor estado que ella, que le ayudan cuando lo necesita siempre y cuando ella haga lo mismo.

— García te echará de menos.

— Ustedes serán los únicos.

Y era verdad en parte, los demás podían ser amables con ella pero no tuvo tiempo de formar un vinculo, de hecho era la primera vez que se atreve asegurar haber pasado tiempo con Reid al menos a solas. 

Pero así está bien, entre menos cosas bonitas tengas es menos probable que las pierdas. 

— ¿Quieres que te lleve? — Maeve arrugó la nariz pensándolo un rato.

— No. Creo que estaré bien.

Morgan palmeó su hombro y le sonrió.  

— Cuídate, niña. 

— Lo haré. Oh, y si preguntan, Tú no me has visto.

— Tú a mi tampoco, eh.

Maeve comenzó a alejarse asegurándose de que este no la siguiera. Abre la mochila en busca de su abrigo para pasar desapercibida si lo necesitase. Viendo como ''Como matar un ruiseñor de Harper Lee.''  reside en el fondo de su mochila.

Spencer seguro lo ha puesto ahí cuando no miraba.


Quería que vieras lo que realmente es el coraje. 

El coraje no es un hombre con un arma, 

es saber que estás en desventaja desde antes de empezar, 

pero sigues adelante sin importar nada.

Harper Lee.


Es la frase marcada en cuanto Maeve abre el libro.


— Ay Spencer...

La chica devuelve el libro a su interior y saca su teléfono  mientras avanza una vez mas por las calles. Marca unos números en la pantalla y espera una respuesta a través de la linea.

— Hey. — responde ella primero.— ¿Sabes guardar un secreto?


Los días de recuperación de Spencer fueron tardíos, sabiendo que era una herida superficial o al menos así lo sintieron todos con la ausencia del mismo.  Creyendo que tal vez el evento fue traumático para el chico pues todo lo que hacía desde su reintegro era ir temprano a casa.

Ha estado distante en retrospectiva. 

— Chico bonito. —  Spencer quien ya tenía su abrigo en mano listo para marcharse, se jira al escuchar a su compañero.— Iremos a beber algo, ¿Vienes con nosotros?

Ni siquiera era de noche aun, fue uno de esos días ligeros, pero a pesar de ello, el joven doctor se ve obligado a decir no.

Morgan lo mira algo extrañado y solo asiente con su cabeza dejándolo ir.  

Era viernes. Cada viernes se acostumbraba a pedir una pizza familiar y llevarla a casa,  como cualquier  persona con razonamiento, el auto de Morgan llegó primero que Spencer en metro a su casa.

El moreno se encontraba recostado en la pared esperando por su llegada, siendo esto algo que el genio no esperaba.

—M-Morgan.— Pronunció su nombre con voz temblorosa.

— Espero que no te moleste que pase a cenar. — Respondió en tono calmado y una sonrisa.

— Para nada. — Este aprieta el agarre de la pizza, lo que hace que sus manos tiemblen torpemente.

— Déjame ayudarte con esto. — Morgan de manera servicial ofrece sostener la pizza por él, quitándosela de las manos para que pudiera abrir la puerta.

Spencer rebusca sus llaves torpemente en el bolsillo de su pantalón. Cuando las encuentra hace una pausa para observar a Morgan y ambos sonreír.

Abre la puerta con algo de miedo y ambos se adentran al departamento.

But for now this is my song, and it's goodbye--

— goodbye to love. — Termina Morgan la estrofa de la canción por Maeve quien se encontraba de espaldas a ellos, y esto hizo que se asustara. — Hello, Carpenter. — Saludó con ironía, y parodiando una vez mas las canciones que escuchaba Maeve.

—¡Me asustaste!— Esta se gira a Morgan y luego a Spencer.— ¡Reid! ¿¡él que hace aquí!?

— ¡Yo no lo traje!

— ¡Yo vine solo jovencita! ¿¡Por esto haz estado actuando raro, La escondías!?

— ¡Oye no le grites a Spencer él no tiene la culpa!

— No le grites a Morgan, Maeve...

— ¡Tú no me grites Reid, Te estoy defendiendo!

—¡No te estoy gritando!

—¡Hunter no le grites a Reid!

Y ahora se gritaban entre los tres.

Spencer decide cerrar la puerta para no llamar la atención de los vecinos.

Maeve, quien estaba detrás del sofá gritando. Sale de este para seguir gritando enojada pero al menos con un pedazo de pizza en la boca.

Es entonces cuando Morgan deja de gritar y se percata que la chica está usando un suéter de Reid. Ninguno de los dos entiende hasta el momento el por que del silencio repentino, pero Spencer es el primero de los dos en notar lo que pasa por la mente de su amigo.

—¡No es lo que piensas!— grita Spencer tratando de excusarse.

—  ¿Ya no eres virgen?— No era una de sus preguntas burlonas, era una genuina, la cual ansiaba por una respuesta. 

Maeve se atraganta con el trozo de pizza que comía y Spencer trataba de mantener la postura evitando ruborizarse. 

— No estamos saliendo. — Es Maeve quien decide aclarar la situación. 

— ¿Es solo sexo entonces?  — Casi puede ver una sonrisa incrédula asomarse a su rostro mientras ve a Spencer.

—¡No!— Gritan Maeve y Spencer al unísono.

—Interrogatorio. Ahora. 

Morgan dividió a ambos como si interrogara una pareja de asesinos. 

Maeve estaba en el comedor sentada mientras ordenó a Spencer irse a la habitación para evitar que interrumpiese.

— ¿Por que tengo que ser yo la primera?

— Eres capaz de huir por la  ventana o algo así, Sé que Spencer debe estar como un cachorro con la cabeza abajo esperando a que abra la puerta.

— Me ofende que pienses eso de mi. — Maeve se cruza los brazos  y gira la cara fingiendo enojo. 

— Niña. —Morgan llama para que esta lo mire, pero no lo hace.— Hunter.

Suelta un suspiro de pesadez y decide dirigirle la mirada. 

— Hace dos semanas te vi alejarte de esta calle, y me dijiste que estarías en otro estado,   ¿Algo que decir?

— ¿No tienes un déjà vu haciendo esto? Haces preguntas, Yo no las respondo.  — Dice Maeve haciéndole recordar a la primera vez que se vieron, no fue hace tanto tiempo, él la recordaba a detalle.

— La diferencia es...— La chica se pone de pie, caminando hasta el pasillo y abrir la puerta de la habitación de Reid.— Que no estoy esposada ahora.

Maeve arruga las cejas al ver que Spencer estaba justo como Morgan lo había descrito minutos atrás: Cabeza abajo sentado en la cama esperando a que alguien abra la puerta

— Eso fue rápido.  ¿Sobre que hablaron?

— Pasaron... — Morgan observo el reloj en su muñeca. — Cuatro minutos, Reid. ¿Qué pudimos hacer en ese tiempo?

— Conozco personas que hacen muchas cosas en la mitad de ese tiempo.

Morgan quería reírse pero no lo demostró, debía ser la autoridad ante esos dos.

— Hunter. Si no me dices por que sigues aquí tendré que llevarte con Hotch y vas a ser procesada.

— Arrésteme oficial. — Ella extendió las manos burlándose.

— Hablo en serio. — Morgan mantenía su cara seria.

— Bien, Te voy a contar. 


— Hey. — responde ella primero tras el teléfono.

— Maeve. — Spencer responde. Se incorpora en su asiento tras oír su voz, pues verla marcharse así cuando estaban pasando un buen rato fue algo que considero raro.

— ¿Sabes guardar un secreto?

Maeve se encontraba mirando hacia atrás, asegurándose de que Morgan no estuviese cerca, y dio la vuelta a la manzana solo para encontrarse en donde estaba en un comienzo: El departamento de Spencer Reid.

— Gideon dice que no soy bueno con los secretos, ¿A que viene la pregunta?

— Quiero contarte algo. 

Maeve ya se encontraba subiendo las escaleras cuando finalizó con la llamada.

Spencer abre la puerta con rapidez al escuchar el sonido del timbre.

— Usé la puerta esta vez.  — Menciona lo obvio, mientras sonreía viendo al chico.

Se adentró al lugar asegurándose ella de haber cerrado la puerta detrás de si. 

— ¿Querías contarme un secreto, fue lo que dijiste?

— Me voy de la ciudad.

Las cejas de Spencer se elevan en confusión. 

— ¿Regresas a nueva york?

— Es una posibilidad.

Reid, Escucha. Hay algo que solo Gideon, Hotch, Morgan y García saben.

El joven genio escuchó atentamente la conversación y sobre como le explicaba lo sucedido aquella mañana.   Maeve no era una perfiladora, y menos una agente mas de ellos, Su aparición en la UAC fue solo un evento que pasó. Spencer procesaba la información que estaba recibiendo su cerebro y varias imágenes vinieron a su cabeza haciendo sentido a aquellas ocasiones que Hotch parecía molesto por la presencia de la chica.

¿No eres real?

Si soy real, Spenc-

Pero mentiste.

Spencer, Yo nunca mentí. 

Interferiste en casos. Fuiste parte de ellos.  Su voz era calmada pero no parecía sentirse a gusto con la situación.— En teoría eres una criminal en potencia. 

Sin pelos en la lengua, ese era Reid.

El chico comenzaba a replantearse esa palabra: Criminal en potencia.

Ella estaba armada,  él lo sabía. 

— Si lo que intentas decir es que soy iguales a las personas que atrapan, No lo soy. — No es que tratase de defenderse pero comenzaba a sentirse atacada.

— Yo nunca dije eso.

Y Spencer también sabía que aquella chica era Maeve. Era la chica que le llevaba café a García todas las mañanas, Veía como Morgan le proporcionaba cariño del mismo modo que a él. Es la chica con quien acababa de leer.

Ni siquiera tiene puntería. 

Oh, y su rostro de culpa cada que veía al castaño. 

Maeve no era una criminal. Se dijo así mismo.

El rostro de Maeve se relajó al ver como Spencer no trataba de atacarla verbalmente. Ambos se sentían contra la espada y la pared como si uno de los dos fuese atacar al otro, pero ambos conocían el comportamiento del otro, y no había maldad en ninguno de los dos.

Cuando se calmaron las aguas, Maeve explicó aquel trato que hizo con Gideon. 

Estaba contándole todo esto al chico pues, fue amable con ella hoy, no muchas personas habían sido amables con Maeve en su vida. Pensó que el chico merecía la verdad.

— Así que, perdón por dispararte y mentirte. Ya no tengo idea de cuantas veces me he disculpado contigo, pero aprovéchalo porque no vuelvo a decir.

— ¿Así que solo huiras?

Eso he hecho por el resto de mi vida.

Rascó su nuca pensando toda la situación, pues ni en sus mas locos sueños se veía compartiendo habitación con alguien, considerando como le gustaba mantener un orden especifico en casa. No recordando la ultima vez que había vivido con alguien.

 ¿Spencer? Le llamó cuando sentía que este miraba al vacío por mucho tiempo.

— Podrías quedarte aquí. —Fue lo que dijo.

— No. 

— Temporalmente. Hasta que me recupere, y se calmen las cosas. E-estoy seguro que Virginia o cualquier otro lugar, te puede ofrecer una mejor vida de la que haz tenido. Tu expediente criminal no ayuda mucho, pero tienes un doctorado...mala combinación por cierto. — Spencer se gana una mirada incrédula de Maeve.  Pero eres de las doctoras mas jóvenes, —Spencer arruga el entrecejo recordando un dato.— Eres  mas joven que yo, de hecho. 

Maeve no parecía convencida por ninguna de las palabras del castaño, La esperanza no era algo que él ni nadie pudiesen darle. 

Spencer suspiró.  

— Gideon puede ayudar a darte una mejor vida si se lo pedimos.

— Dijo algo similar cuando hablé con él, Spencer. Me estaba chantajeando con esa mejor vida.  ¿A que viene tanta insistencia, eh?

Ayudamos a las personas, Maeve. Puedes ser el siguiente ignoto por el cual alguien nos contacte. El chico carraspea con nerviosismo por sus palabras.—Tienes altas posibilidades y no querría ver como le disparan alguien que conocí. 

Spencer Reid no posee el poder persuasión, pero de algún modo Maeve cayó en sus palabras. 

La primera noche fue extraña para ambos. 

 — ¿No me vas a decir que duerma en tu cama y quedarte tú en el sofá?

No entiendo, ¿Por qué haría eso?

— Caballerosidad.  — Spencer se queda callado sin respuesta.

Es...mi cama. —Aprieta los labios en una de sus sonrisas incomodas.—  No es apropiado compartir camas con otras personas, es una cuestión de ácaros. El cuerpo human-

 — Ya entendí, Ya entendí.  Dormiré aquí.


¿¡Nunca te fuiste!?grita Morgan mientras escuchaba los sucesos de los hechos.

Shh. Silencio interrumpes mi historia.


Maeve se acomoda en el sofá mientras ve a Spencer desaparecer su campo de visión, Cuando esta recuesta su cabeza en la almohada ve como el joven se acerca envuelto en una manta y se sienta en la silla de al lado.

— ¿Qué estás haciendo?

— Caballerosidad. Me quedaré aquí hasta que te duermas. 

La castaña suelta un suspiro observando el techo. 

¿Qué estoy haciendo aquí? Pensó. 

 ¿Ya te dormiste?Maeve echa un vistazo sobre su hombro viendo como Spencer parecía dormir.— Por su puesto que lo hiciste, Te he visto dormir en el jet en menos de dos minutos.

Sigo despierto. — Habla este con los ojos cerrados.

Maeve no vuelve a responder si no es que después de varios segundos.

¿Por qué pusiste el libro en mi mochila?

— Pareció gustarte y yo ya no lo leería. 

La frase marcada, ¿Por qué?

¿Siempre tienes insomnioSe incorpora Spencer al notar como sus preguntas no parecían parar cuando él intentaba dormir.

No. A veces solo pesadillas. —Chistó ella.

él pensó que se sentaría y quizás quisiera platicar, pero lo ultimo que escuchó de ella, quedándose dormido sin siquiera notarlo.

En algún punto de la madrugada Spencer se despierta, nota que no fue a su cama y el sueño le venció, por lo cual se pone de pie, al hacerlo nota que Maeve no estaba acostada en el sofá. 

El primer pensamiento en la cabeza del joven fue que huyó, probablemente por la ventana. Dirigió su mirada hacia ella esperando encontrarla abierta, o con algún indicio de que su compañera se haya ido.

Supone que no habrá forma de contactarla mas, pero resolverá el asunto cuando tenga al menos siete horas de sueño en el cuerpo. Entabló camino hasta su habitación. Gracias a la luz proveniente de la calle pudo ver un bulto en la cama el cual identifico rápido como Maeve.

Maeve pensó que ya que él dormía cómodamente en aquel sofá,  alguien debía ocupar la cama, ya que seria estúpido que nadie lo hiciera. 

Maeve , noooo . —Se quejó Reid, pero ella dormía y no le escuchaba.

Podría molestarse con ella en la mañana así que se resigno yéndose al sofá a pasar  lo que quedaba de la noche.

La mayor parte de sus días solían ser iguales. La cama era de quien llegara primero, para mala suerte de Maeve, Spencer solía ganar porque es quien se duerme mas temprano.  Ella le ayudaba a curar con gasas la herida de bala, esta parecía estar por recuperarse pronto.

Maeve quería ser útil, por lo que de vez en cuando le hacia creer  a Spencer que buscaba dinero de su cuenta bancaria y compraba algo de comida para ambos. Pero la verdad es que Maeve sabe como funcionan las cosas en las calles. Ella jamás apuntaría a alguien con una pistola y le diría que le de su dinero, o entrar a una casa y sacar cosas de ella, Pero sabia que la gente era despistada, especialmente en las mañanas por lo que sentarse en el metro, chocar accidentalmente con ellos y bajarse en estaciones  un par de veces recogía par de billetes, a veces bastaba con quedarse sentada y la otra persona olvidaba sus pertenencias, para cuando esa persona volvía ya no había nada, ni siquiera Maeve.

Ya era monotonía pero ninguno parecía aburrirse de ello. 

Maeve no tuvo otra opción que comenzar a usar viejos suéteres que ya no pertenecían al guardarropa de Spencer, en su mayoría estos eran de Star-wars, o con patrones de figuras geométricas. 

Las tardes eran lo mas difícil pues ambos trataban de mantener la cordura y no aburrirse. Intentaron jugar ajedrez pero Maeve no conocía las reglas del juego. Spencer intentó explicarle las reglas, ella se durmió. 

Los libros de Spencer no eran realmente la literatura a la que Maeve acostumbraba, es entonces cuando el chico descubre que ella es totalmente una geek encubierta con toda esa ropa negra que la hace ver cool. Palabras de Spencer.

Pues la chica tenia fascinación con cierta saga de fantasía, y numerosos cuentos para niños. 

Dando espacio también a los gustos musicales de Maeve. No porque esta quisiera introducirle sus gustos al doctor reid, sino porque tarareaba cuando estaba aburrida. La mayoría de canciones Spencer no las conocía, ni siquiera reconocía los artistas en su mayor parte.

Pero se le hizo fácil identificar cuales eran los principales en su cabeza cuando repetía las mismas melodías siempre: Carly Simons, Green day, Carpenters, AC/DC, y unos cuantos mas que descubriría con el paso del tiempo.

Días mas tardes la recuperación de Spencer ya estaba presente, el labor llamaba.

Tener el departamento para ella misma por primera vez le dio tiempo de husmear en las cosas del chico.  

Espera, ¿Revisaste mis cosas? — Es Spencer ahora quien interrumpe la historia.

Mhum. — Hizo un sonido que lo afirmaba.

— ¿Y que encontraste ? — Le pica la curiosidad a Morgan distrayéndose un poco.

Maeve señala el estante de libros y apunta a la columna mas alta.  

Tiene fotografías besando a una rubia.

— ¿Qué?  —Morgan parece impactado por la información proporcionada.

Está  hablando de Lila Archer. — Spencer se pone de pie para justificar su inocencia y va en busca de aquellas fotografías.  

— Tú no besaste a Lila Archer.  — Dice Maeve, ya que esto le parece algo imposible.

Sí  lo hizo. —Confirmó su amigo los hechos, por lo que Maeve arrebata la fotografía de las manos de Spencer para verlas con mas detalle ahora. En efecto, él había besado a aquella actriz.

No sabía que Reid era de los que sujetaban el rostro mientras besa. — Suelta Maeve el comentario al aire, Spencer parecía titubear como si fuese a decir algo pero guardó silencio.


Maeve siguió con la narrativa.

Spencer fue a trabajar en su primer día, ambos acordaron que seria Maeve quien hablaría con Gideon por lo cual Spencer nunca dijo nada, el equipo notaba que había algo distinto en su comportamiento. Parecía de alguna manera distante a su realidad, y estuvo así durante días. Morgan siendo quien lo detuviese esta vez, llegado al departamento y encontrando a Maeve en casa siendo atrapados ambos. 


N/A:  No recuerdo si lo comuniqué antes pero aquí  lo digo otra vez y es que la historia no tiene un día especifico para ser actualizada sino que es actualizada con capitulo por semana. dicho esto espero que les este gustando la historia, no es slow born según yo,  de hecho siento que todo avanza rápido pero antes de entrar al romance estoy introduciendo la historia de base de todooos los personajes y simplemente espero que de verdad, de verdad, les guste, de hecho de apoco he dejado varias interacciones entre Maeve y Spencer para que estos puedan tener una buena relación para la historia. Por ahora que piensan de la dinámica y sus interacciones?

















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