En una mansión, vivía la familia "Edwards", la cual estaba compuesta por una mujer llamada "Rose", un hombre llamado "John" y el único hijo de la pareja "Louis", o como siempre lo llamaban "Lou".

El pequeño rubio, era bastante serio, trataba de no hablar mucho y ser bastante perfecto todo el tiempo. Sus padres, no lo obligaban, pero el quería estar bien en todo.

Lo único en lo que lo iban a obligar era en las notas de la escuela. Los padres sabían que era muy joven para exigirle en algo así, pero querían que el tenga un futuro exitoso, dinero para vivir cómodo y una buena familia.

Por otro lado...

En una casa normal y corriente, vivía la familia "Dubois", la cual estaba compuesta por una mujer llamada "Amelia", un hombre llamado "Esteban" y el único hijo de la pareja, llamado "Nolan".

El pecoso, era bastante bueno y agradable, por fuera era una persona bastante feliz, demostrando que es una gran persona. Sus padres eran bastante buenos con el y lo querían mucho, siempre cuando necesitaba apoyo, ellos lo ayudaban. Lo único malo de ellos es que, al igual que los padres de Lou, lo iban a obligar a tener buenas notas, para tener un buen futuro...

Hoy, era el primer día de escuela, y los dos estaban bastante emocionados, por fin, podrían tener amigos para poder hablar.

-¿Estás contento Nolan?. - Le dijo su mamá.

- ¡Si, mamá! ¡Ya quiero conocer a muchos chicos y que se vuelvan mis amigos!. - Dijo, sonriendo.

- Bueno, pero, no es lo único en lo que vas a hacer en la escuela, recuerda que tienes que concentrarte en la tarea. ¿Okey?... - Le preguntó.

- Si. Ya lo se. Me lo dijiste miles y miles de veces. - Dijo, rodando sus ojos.

*Con Lou*

- Muy bien, ya sabes lo que tienes que hacer, por favor, no me defraudes. - Le decía su mamá, mirándolo a sus ojos y arreglando su ropa.

Lou asintió con la cabeza.

- Tal vez, tu padre te irá a buscar después de la escuela. Puedes hacer amigos, pero no más de 3, te pueden distraer de tus estudios. Te cuidas, ¿Si?. - Le dijo, besándolo delicadamente en la mejilla.

- Está bien mamá, gracias.

Los dos pequeños, iban caminando hacia la escuela con sus mamás. Lou por fin podría hablar con alguien, sus padres no le hacían mucho caso y sus amigos del barrio no le hablan.

Mientras las dos mamás iban caminando hacia la escuela, las dos se chocaron sin querer...

- Ay, perdón, no fue mí intención. - Dijo Amelia, apenada.

- No, no te preocupes, ¿Estás bien?. - Contestó Rose.

- Si, si, gracias por preguntar... Oye, ¿Ese es tu hijo?. - Le preguntó.

- Correcto, se llama Lou.

Los dos pequeños, se quedaron mirando confundidos, luego, Nolan, lo saludó con una cara tierna, haciendo que Lou se sonroje y se enoje consigo mismo.

- Guau, que lindo. Este es mí hijo, se llama Nolan. - Le comentó, Amelia.

- Es muy lindo, ¿Adónde van?.

- Nos vamos a la escuela 34, a la que va Nolan ¿Y ustedes?.

- Oh, Lou también va a esa escuela. - Contestó, Rose.

- Que coincidencia... Soy Amelia. - Dijo, extendiendo su mano.

- Mucho gusto, Amelia, soy Rose. - Contestó correspondiendo.

- Que bonito nombre, bueno, mejor vámonos, que llevamos tarde a nuestros hijos el primer día de escuela jeje. - Dijo Amelia.

- Si, vamos rápido.

Las mamás, llevaron a sus hijos a la escuela y las dos se fueron juntas, para hablar...

Nolan, quería hablar con Lou, pero, el rubio lo ignoraba. "¿Por qué será?", Se preguntaba, el pecoso.

Los dos entraron a clase y vieron que les tocó juntos, hasta las mesas.

- ¡Hola!. - Saludó, Nolan a Lou.

- Am, hola. - Dijo Lou, sin mirarlo.

-¿Por qué no me miras?. - Le preguntó.

El rubio no dijo nada y empezó a sacar sus útiles de la mochila.

- Ohm, está bien... - Dijo, al darse cuenta de que él no quería hablar.

La clase, fue bastante corta, y de una, había tocado el primer recreo.

- ¿Quieres venir conmigo?. - Le propuso pecoso.

- *Suspiró* Okey...

Fueron caminando por todo el patio de la escuela, Nolan la pasaba hablando, pero, Lou no lo escuchaba, solo miraba el lugar y, en pocas ocasiones, lo miraba a el, apreciaba mirarlo a sus ojos bicolores, un leve sonrojo aparecía cada vez que lo veía.

El rubio, solo dudaba, "¿Por qué miro a Nolan así?... No entiendo, ¿y por qué me pongo rojo? ¿tendré fiebre?"...

Iban caminando, hasta que, dos nenas aparecieron, y una les preguntó...

- ¡Hola! ¿Ustedes son los nuevos?.

- ¡Hola! Si, yo soy Nolan y el es Lou.

- Mucho gusto, soy Kitty y ella es Tuesday. - Les dijo.

- ¡Hola!. - Saludó, Tuesday.

Cuando Tuesday, vió a Lou, se enamoró inmediatamente. Era normal de la pequeña enamorarse así de rápido,

El rubio, solo las miraba con seriedad, no quería socializar, además que le costaba mucho...

- Bueno, ¿A qué clase van?. - Les preguntó Nolan.

- Nosotras vamos a el salón 3, ¿Ustedes?. - Preguntó Kitty.

- Ah, no, nosotros vamos a el salón 4, que mal...

- Ay, no, que mal... - Dijo Tuesday.

- Nolan... Me parece que tenemos que irnos... - Le susurró el rubio.

- ¿Por qué?.

Lou no dijo nada, solo dijo que "no", con la cabeza.

- Está bien... - Le susurró - Bueno, me alegra haberlas conocido, pero, nos tenemos que ir... - Dijo Nolan, despidiéndose.

- Oh, okey, nos vemos en el siguiente recreo, ¡Bayy! - Saludó Kitty.

- ¡Bay!. - Saludó Nolan, yéndose.

El pecoso, agarró la mano del rubio para que lo acompañe, Lou quedó sorprendido y un poco sonrojado...

- Amm, Nolan... - Le dijo, susurrando.

- ¿Qué pasó?.

- ¿Podrías soltar mi mano?...

- ¿Eh? Ah, okey. - Dijo, soltándola. - Perdón si te incomode...

Los dos se dirigieron al salón y les fue muy bien en todas las tareas y actividades.

Se volvió la hora en que se tendrían que ir a sus casas, así que, salieron afuera de la escuela a esperar a sus mamás.

Esperaron un rato más y sus madres aparecieron, lo que les hizo preguntarse es que vieron que las dos venían hablando juntas. Y Lou no entendía nada, ya que su padre siempre lo viene a buscar...

- ¡Hola ma!. - La saludó, el pecoso.

- ¡Hola Nolan!, ¿Cómo te fue en la escuela?.

- Todo bien ^^. - Contestó.

- Hola Lou, ¿Te fue bien en la escuela?. - Le pregunto, su mamá.

- Hola mamá, si, todo bien... - Contestó un poco serio.

- Bueno, la señora Dubois y yo, hemos hablado y trabajará para nosotros en la
casa...

Al pequeño rubio no le dio interés y solo asintió con la cabeza.

La madre y el hijo Dubios, se fueron a la mansión de los Edwards.

- Guau, que bonita mansión la que tienes,
Rose. - Le comentó Amelia.

- Muchas gracias, mí marido la compró hace unos años...

Los cuatro entraron y Rose, le dió todo lo que necesitaba a Amelia para empezar a trabajar, ¿En qué trabajaba la mujer? Pues sí, limpiaba la casa.

- Okey, ¿Esto es todo lo que necesitas?. - Le preguntó, Rose.

- Si, no te hagas problema. - Contestó, Amelia.

- Está bien.

*Con Lou y Nolan*

El rubio, solo se quedó mirando a la madres y, sin decir nada, se fue a su habitación, dejando solo a el pecoso.

- ¡O- Oye!, ¿A dónde vas?.

Lou no dijo nada, se fue a su habitación y Nolan lo siguió.

- Oh, ¿Está es tu habitación?... - Le preguntó.

- Si, lo es.

- ¡Es muy bonita!, veo que tienes muchos juguetes y cosas...

- Exacto, mi mama me vivía comprando juguetes, pero, ahora quiere que madure y me concentre en mis estudios... - Dijo, sin mirarlo y sentándose en una silla.

- Eso... Es muy feo...

- Pues, la verdad no me molesta.

- Esta bien... Oye, ¿Me puedes ayudar en una tarea que no pude entender?. - Le preguntó, el pecoso.

- Okey...

Los pequeños se la pasaron estudiando en la habitación del rubio, mientras las mamas, se la pasaban hablando mientras Amelia limpiaba.

Las horas pasaron y la familia Dubois, debía irse a su casa, ya que era un poco tarde...

- Bueno Rose, ya he terminado, creo que ya debería de irme a mi casa, por que tengo cosas que hacer y la verdad me siento cansada... - Le dijo, Amelia.

-Ah, si claro, te puedes ir, no hay problema, pero, muchas gracias por limpiar mi casa, me sirvió de mucho.- respondió.

- Ay, no fue nada Rose, tu me puedes pedir los días que quieras.

- Esta bien...

-¡NOLAN! ¡VAMONOS!. - Lo llamó, Amelia.

- VOY MA. - Gritó el pecoso desde el cuarto del rubio.

Nolan saludó a Lou, bajó del cuarto, se fue con su madre y los dos se fueron.

-¿Que estuvieron haciendo con Lou en su cuarto, Nolan?. - Le preguntó su madre.

- Me estuvo ayudando en una tarea que no entendía en la clase, solo eso. - Contestó.

- Okey, pues me alegra saber que te pueda ayudar con tus tareas.

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Los días se volvieron iguales a como este, los pequeños al salir de la escuela se dirigían hacia la casa del rubio, la mama de Nolan limpiaba la casa de los Edwards y los chicos solo estudiaban en la habitación de Lou.

Las dos madres se volvieron "amigas del alma", se querían mucho y se habían agarrado confianza rápido. Pero, algo que podría arruinar esta amistad, fue lo que hizo Amelia.

Un día, la mama de Nolan, pidió un adelanto a sus pagos diarios del trabajo al limpiar la casa de Rose. Como eran grandes amigas, la mama de Lou, acepto darle el adelanto con gusto, pero, no sabia que Amelia llegaría a pedirle demasiado y tantas veces.

La mujer castaña, llamó a Rose para decirle que hoy iría a limpiar su casa. La rubia aceptó y cortó la llamada...

Cuando Amelia se fue, limpio la casa, pero esta vez, lo hizo mas rápido y con menos ganas. Rose lo notó, pero, supuso que hoy se encontraba un poco cansada. Al terminar, la castaña hablo con la rubia para un adelanto más, pero eso, hizo que Rose ya se enoje y no aceptara darle lo que pedía.

Discutieron, bastante rato, eso hizo que casi terminaran golpeándose, ya que, decían cosas malas de sus hijos y maridos, lo cual hacia que la pelea sea BRUTALMENTE exagerada.

La mujer Edwards, se canso, echó a Amelia y a su hijo de su casa y cerró la puerta con fuerza...

-¿Que paso madre?. - Le preguntó su hijo.

- ¿Acaso estas sordo?, *suspira* la madre de Nolan y yo discutimos, por temas de grandes que no entenderías, pero, por esta discusión, temo que ya no podrás hablar más con ese niño. - Le dijo, seriamente.

- Esta bien...

-¿Sabes qué? Mejor sera que nos mudemos...

-¡¿QUE?!, ¿POR QUE?. - Preguntó el rubio.

- POR QUE YO LO DECIDO... Hablare con tu padre y, tal vez, ya mañana partimos de este lugar...

Lou al escuchar que ya no se podría juntar con Nolan, no le afecto tanto a lo que le afecto de mudarse, pero no de casa, si no que se mudarían del pais.

El rubio a el pecoso, no lo consideraba como un gran mejor amigo, solo más como un amigo, no era tan importante para él, pero, sabía que lo extrañaría. Lo único que quería saber, era lo que le pasaba cuando lo miraba. Ignoró ese pensamiento por qué no quería afectar su mente...

Al día siguiente, cuando la familia Edwards se preparó para irse, Nolan justamente iba a buscarlo...

*Flashback*

El pecoso, se encontraba con su madre, estaban desayunando para irse a la escuela. El pequeño le pregunto si irían a la casa de Lou, lo cual, Amelia respondió que "no" por la discusión, y también le comento que, JAMÁS lo dejaría verse con él de nuevo.

Esto a Nolan no le gustó, eso hizo que se enojara y salga corriendo hacia fuera de la casa...

- NADIE NI NADA ACABARA CON NUESTRA AMISTAD. - Gritó, el pequeño, cerrando la puerta fuertemente y salió corriendo hacia la casa del rubio.

Corrió por las calles, mientras su madre lo perseguía, era MUY peligroso, podría ser chocado.

Cuando Nolan llegó a la casa de Lou, vió camiones de mudanza, la casa vacía y a los familiares afuera.

El pequeño, se dirigió hacia el rubio y le preguntó...

- ¿Lou?...

-¿Ah?, ¿Nolan? ¿Qué haces aquí?. - Le preguntó, extrañado.

-¿Que está pasando?.

- Nolan, tu no puedes estar aquí. Te tienes que ir...

-¿Por qué? Por favor, solo dime lo que está pasando...

-¿¡Nolan!?, ¿¡Que haces aquí!? ¿Y tu madre?.- Le preguntó Rose.

- Am, no lo sé... - Contestó.

- Vete de aquí, no queremos ver a gente horrible e Imperfecta. - Dijo, echando al pecoso.

- ¡NO DIGAS ESO, ROSE!. - Le gritó Amelia.

- Sal de aquí, Amelia, no soporto ver tú cara una vez más, agh...

- ¡Me iré de aquí, cuando le pidas disculpas a mí hijo!.

-¿A ésa cosa? JAJAJA, eso hizo que mi hijo no pueda hacer su tarea, por ayudar a el.

Amelia la miraba con rabia, estaba muy mal que diga todo eso de Nolan, hizo que se enoje aún peor.

- No sé si lo que está pasando aquí es que te vas a mudar, pero si es así, espero que te vayas ahora.

- Bien, a mí me alegraría que te vayas lejos de mí y a mí familia.

- Pues, va a estar fácil, ¿No sé mudaban? Digo, por qué así sería un poco más fácil.

Rose gruñio de furia y entró al auto sin despedirse.

El pecoso se fue hacia el rubio y lo abrazó...

- Te voy a extrañar, Lou...

El rubio correspondió al abrazo, pero no dijo nada, solo empezó a soltar leves lágrimas.

- Vámonos Nolan. - Le dijo su madre, agarrándolo de la mano y llevándoselo.

Los dos pequeños se miraban como cada vez estaban más y más lejos...

Fin Del Cap 1...