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Takemichi se acercó a ti, para quitarte las sogas que sujetaba tus muñecas y tobillos.

Te levantaste de la silla y trataste de salir corriendo pero el te detuvo tomando de la muñeca haciendo fuerza en ella, si de por sí ya estabas lastimada debido a la presión de las sogas, Takemichi te estaba lastimando aún más.

— Me duele Takemichi, detente — súplicaste

— Te dije que no intentes huir

Lleva tu mano a tu boca para evitar que grites y empieza a caminar contigo hacía el sótano de la gran casa.

No podías hacer mucho para huir, ya que estabas lastimada y la fuerza que ejercía Takemichi para detenerte no ayudaba.

Viste como varios hombres trabajaban en ese preciso lugar, era una cámara de tortura.

Trataste de huir en cuanto Takemichi te soltó, pero dos hombres, subordinados de Takemichi te tomaron cada uno del hombro.

Y a unos dos metros de donde estaba la camilla, la cámara de tortura, había una caja de cristal de unos dos metros de altura, uno de ellos abrió la caja para luego meterte en ella y encerrarte.

Estabas encerrada en una caja de cristal, que en la parte superior tenía agujeros pequeños para que lograrás respirar. Y en una de las caras de la caja, había una pequeña ventanilla donde podías escuchar todo lo que afuera y viceversa.

— ¡Takemichi! ¡Sacame de aquí! ¡No me gusta estar aquí! — exclamas

Te sentías ansiosa, estar encerrada te empezaba a poner ansiosa.

— Linda~ tendremos una invitada, así que pon tu mejor sonrisa — dice Takemichi

Paso media hora, Takemichi se había cambiado su ropa, y la cámara de tortura estaba totalmente limpia.

La habitación estaba rodeada por adentro de los subordinados de Takemichi, todos parecían soldados parados sin decir nada más.

Poco después, por la puerta pasaron dos hombres escoltado a una chica.

Hina

Esta venía con un vestido de noche y con la mirada llena de terror, en cuanto te vio sus ojos se llenaron de lágrimas.

— ¡_____! ¿Qué está pasando? Tengo miedo... — escuchas decir de los labios de Hina.

— ¡Hina! Te estaba esperando — dice con diversión el chico

— Takemichi... — los ojos de Hina se llenaron de ilusión y alegría al ver como había vuelto a ver a la persona que tanto ama.

La situación era, que ella no sabía las verdaderas intenciones de Takemichi, y el ya no la amaba más.

— Sueltenla — ordena Takemichi

Sus dos subordinados sueltan a Hina, y ella corre hacia Takemichi para abrazarlo.

Takemichi nisiquiera correspondió al abrazo de ella, en cambio la vio con desdén.

— ¿Comenzamos? — sugiere Takemichi alejando a la chica

— ¿comenzar? ¿Con que? Takemichi qué está sucediendo — pregunta desorientada Hina

— Mi linda _____, decidirá tu futuro o el mio

Hina mira confundida a Takemichi y luego a ti, solamente agachas la cabeza, no podías verla a los ojos.

— ¿Qué está sucediendo? — pregunta Hina.

— Hina, lamento decirte esto, pero ya no te amo, lo deje de hacer hace mucho, lo siento, ahora a la única persona que necesito en mi vida es _____

— . . . — Hina guarda silencio y una lagrima roda por su mejilla mientras tenía una sonrisa triste — Ya lo suponía...

— Que bueno — dice con una sonrisa el peli negro — Por qué ahora mismo, tu vida y la mía está en manos de _____

— Q-que?

— Así es bonita, tu decidirás quien va a morir, si Hina o yo, no podemos estar los dos viviendo en el mismo planeta, así que nuestras vidas quedan en tus manos — dice Takemichi

— Y si no decides, yo decidiré por ti~ — canturrea

El tenía un plan, había hecho que tu amor que sentías hacia el se volviera dependencia emocional.

Por qué siempre amaste a Takemichi, ese sentimiento no iba a irse, pero también Hina era tu amiga.

Tenias que matar a uno de los dos, ya que si no era así, Takemichi mataría a Hina, pero tampoco querías matar a Takemichi.

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