13
Takemichi seguía sin decirte que es lo que le había pasado en el rostro, estabas tú curándolo con lo que tenías a la mano.
— Eso duele, sabias — dice el quejándose.
— Si me dijeras que te paso, podría tener un poco más de delicadeza — le respondes.
Takemichi siguió en silencio, viendo tu rostro de cerca, tu tratabas de no ponerte nerviosa por su cercanía.
— Hoy fue a hacerme un examen médico como dijiste, me dieron nuevos medicamentos... — explica el
— Y el golpe te lo dio el doctor de gratis?
— No... Ese fue otro...
Volvió a quedarse callado, si bien Takemichi decía la verdad, pero a medias, ya que si fue a hacerse un examen médico.
También como le habían dado nuevas y más dosis de sus medicamentos, pero para irse a hacer sus exámenes médicos primero tenía que ir a recoger sus papeles donde anteriormente estaba.
Claro, el chico llegó con una identificación falsa pidieron información de el mismo, el hospital al estar en renovación por los estragos causados, ni siquiera le preocupo si era o no un familiar.
Pero al salir se encontró con Draken que iba a entrar al lugar que rápidamente reconoció a Takemichi.
— ¿Takemichi? — menciono Draken
— Se equivoca de persona — dice el
— ¿Dónde está _____? — Pregunta el más alto tomándolo del cuello de su playera — ¿Están viviendo una vida de romance juntos mientras nosotros nos preocupamos por ustedes?
— ¿Y que si es así?
Takemichi estaba provocando a Draken y estaba funcionando.
Claro, el mas alto ya estaba enojado, y sin más le proporciono un golpe en la mejilla del chico.
— Mas te vale devolver a _____, Hina no estará feliz con esto y Mitsuya necesita de su ayuda en su trabajo — le dice Draken
— Yo mismo me asegurare de que ella no vuelva a verlos, así que ni te molestes en buscarla...
Dijo Takemichi para soltarse de el irse nuevamente a la casa donde estaban viviendo. Durante todo el camino iba pensando como ocultar el golpe.
Claro, no sabia maquillarse, pero tampoco quería perder tiempo en ellos, y sin había llegado a la casa.
Su corazón dio un brinco de felicidad al ver como te preocupabas por el, por lo que le había pasado, posiblemente si se auto lastimaba, así podría mantenerte a su lado.
Después de todo, cuando mirabas a alguien lastimado, te costaba dejarlo sufriendo, siempre fuiste de un corazón puro, queriendo apoyar a los demás, aunque estos no te dieran nada a cambio.
Y eran aun mas sensible cuando se trataba de Takemichi, un amor imposible de tu adolescencia, que ahora mismo pasas el tiempo con el como pareja, te era irreal.
Claro, todo lo que había pasado se iba a negar a decírtelo, lo único que quería en ese momento es que no te fueras de su lado.
— _____, mañana vendrán unos hombres a dejar los muebles de la casa, dime di quieres algo para ti, te lo conseguiré — dice el tranquilo.
— Pues si me vas a mantener encerrada aquí — dices jugando con tus dedos — Una máquina de coser, maniquíes de costura, una cinta métrica, telas-
— Es decir un set de costura — te interrumpe al ver que tu lista podría ser aun as larga
— ¡Si!
— Bien, mañana me acompañaras a comprar todo lo que quieras, recuerda no escatimar en gastos, todo lo que quieras de lo daré — dice el para abrazarte por la cintura
— Gracias...
Takemichi poco a poco te iba ganando, consintiéndote, comprándote todo lo que quisieras, todo con tal de que no te fueras de su lado.
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