"Paciencia"

Había pasado 48 horas desde que Toji te encontró y te llevó nuevamente con los hechiceros, al parecer todo pintaba bien pero no era así.

Después de que abrazaste a Nanami, te dormiste en sus brazos, te llevaron a tu habitación y de ahí no habías salido.

Solo estabas acostada durmiendo y cuando no, simplemente soltabas en llanto, llorabas y llorabas hasta quedar dormida.

Cuando Gojo, Nanami o Yaga entraban a tu habitación para hablar contigo simplemente no salían palabras de tu boca, y cuando querías decir algo, tu estómago se revolvía y unas inmensas ganas de vomitar aparecían.

No comías en lo absoluto, si acaso una comida al día pero era una porción muy pequeña. Todos estaban muy preocupados por ti.

Yuuji y Megumi trataban de hacerte reír entrando a tu habitación y hablando contigo, pero no funcionaba.

Toji por el otro lado, ya le habían pagado del rescate, pero había decidido quedarse un tiempo más, solo por Megumi.

Y nuevamente, ahí estaba el sonido de tu puerta de madera siendo tocada por algunos de los estudiantes o maestros.

— ¿Puedo pasar? — la voz angelical de Yuuji

— Adelante...

El chico pasa en silencio y cierra la puerta a sus espaldas, ve dentro de la habitación y como esta estaba totalmente oscura.

— _____, si estas todo el día en la oscuridad te hará mal — habla preocupado el chico

No respondes a lo que el te dice y el de cabellos rosados se acerca hacia donde estabas tú y se sienta en la orilla de la cama.

— Vamos _____, no me gusta verte así...

— Lo siento, no tengo ganas de nada

Un silencio se apodera del lugar y ninguno de los hace lo mas mínimo por cambiar el ambiente o romper el silencio.

— ¿Puedo... acostarme contigo? — pregunta el chico

— Si, esta bien...

Respondiste con duda, y seguido de eso te moviste un poco en la cama y alzaste tu colcha para dejar que el se tape con ella.

— No te da calor esto? — pregunta el chico con una risilla

Una pequeña sonrisa se logra ver en tu rostro, pero como todo la habitación estaba oscura, Yuuji no la pudo ver.

Los dos estaban acostados sin moverse o decir algo, solo lograbas escuchar su respiración tranquila junto a la tuya.

— Lo siento... — murmura Yuuji

— ¿Por qué te disculpas?

— Debía cuidarte mejor, esto no debió pasarte a ti, no sabes lo culpable que siento sabiendo que pude hacer algo para evitar todo esto — explica el

Llevaste tu mano a la mejilla de Yuuji sintiendo como tu mano se mojaba, el rosita estaba llorando.

— Nada de esto es tu culpa Yuuji...

— ¿Tu que sabes? Pude hacer algo por ti, pudimos hacer algo, pero en vez de eso mandamos a alguien por ti, me parte el corazón solamente de pensar todo lo que te hicieron... — el chico estaba siendo sincero contigo — No debiste pasar eso, para eso estaba yo, para que tu no sufrieras...

Te sentaste en tu cama para ver la silueta de Yuuji, este al igual que tú se sentó en la cama y seguido de eso lo abrazaste.

— Nada de esto es tu culpa, pero debería hablar con él director Yaga...

Yuuji asiente con la cabeza y seguido de eso se separan del abrazo, el chico estaba enfrente de ti, estaban totalmente a oscuras.

El de cabellos rosados llevó su mano a tu rostro para acariciar tu mejillas y luego llevar su pulgar a la comisura de tus labios.

Se acerca a ti, sus labios estaban rozando con los tuyos, sentías su respiración muy cerca de la tuya pero ninguno de los dos se movía para hacer contacto.

— ¿Puedo, besarte? — pregunta Yuuji

Y como respuesta, llevas tus manos a la nuca de Yuuji en un rápido movimiento y juntas sus labios con los tuyos en un tierno y lindo beso.

Con el pulgar de tus dedos limpias las lágrimas de Yuuji, se separaron para tomar aire y luego seguir besándose cuando llaman a la puerta.

— _____, ¿estas dormida? — Megumi

De inmediato te separas de Yuuji, luego logras escuchar como el chico te murmura un "no respondas, por favor", pero eso no fue lo que hiciste

— Amm no, pasa — terminaste por decir

Megumi abre la puerta, iba a hablar cuando logra visualizar una silueta junto a ti, eso hizo que de inmediato sacara uno de sus lobos y de inmediato encendiera las luces.

Su rostro que reflejaba preocupación cambió a una de alivio al ver que el que estaba contigo era Yuuji

— Megumi, podrías apagar la luz, lastiman mis ojos... — murmuras

— Oh si, disculpa — responde el apagando la luz — ¿Qué haces aquí Itadori?

— Vine a hablar con _____... — responde tranquilo el rosita

— Ya veo... ¿Cómo sigues _____? ¿necesitas algo? — pregunta amablemente el azabache

— No, gracias — respondes bajo — Pero, ¿puedo pedirte un favor?

— Claro, lo que quieras — responde de inmediato

— Podrías, llamar al director Yaga, Nanami y Gojo a una reunión en media hora, me gustaría hablar con ellos... — dices tranquila

— ¿Estas segura? — dice con preocupación Yuuji

— _____, nosotros te vamos a esperar el tiempo que sea necesario, no tienes por qué presionarte para hablar — continúa el azabache

— Esta bien, las palabras de Yuuji me hicieron ver que no puedo seguir así...

Megumi se acerca a la orilla de la cama para tomar ambas manos tuyas entre sus manos y hablarte suave

— Esta bien, entonces te dejamos para que te arregles si, también come algo por favor — pide amablemente el chico, lograbas sentir si mirada penetrante en ti — Dejaré uno de mis lobos contigo, para que te cuida ¿si?

— Gracias...

Murmuras, Megumi te suelta y toma del cuello de la playera a Yuuji para sacarlo a rastras y dejar a uno de sus lobos contigo, y convocar a una junta.

Estaban ambos chicos caminando para hablar con sus superiores cuando Megumi decide hablar la platica.

— ¿Qué fue lo que le dijiste? — pregunta el azabache

— Nada...

El menor de los Fushiguro le da una mirada rápida a Yuuji para luego no decir nada y seguir avanzando dejando atrás al chico. Las cosas entre estos iban a estar tensas.