Amelia se encontraba durmiendo plácidamente, hoy era su cumpleaños y podía dormir todo lo que deseara, pero ese dulce sueño se vio interrumpido por unos gritos.

— ¡Feliz cumpleaños Meli! ¡Levántate! —Amelia observó con los ojos entrecerrados a Steve dando vueltas por la habitación—. ¡Hoy es nuestro cumpleaños!

— Dame 10 minutos más. —Amelia acomodó la cobijas arriba de ella pero Steve se las quito con brusquedad.

— Nada de eso, hoy es nuestro día, levántate, ¡Cumplimos 19! Y alguien te mando unos enormes ramos de girasoles. —Amelia se puso sus pantuflas de pato para luego empezar a bajar las escaleras y ver cómo habían muchos ramos de girasoles.

— ¿Quien mando esto? —Amelia miró a Steve el cual se encogió de hombros—. Quizás te lo mandan a ti, quizás hay algún hombre que le parezca lindo y esté enamorado de ti, solo espero que tenga mucho dinero, para que me mantengas.

— Sigue soñando, además los girasoles no son mis favoritos, ósea que no son para mi. —Amelia sonrió levemente al apreciar mejor los ramos que se encontraban frente de ella, sin duda alguna eran una maravilla.

— ¿Donde están mamá y papá? —Steve se encogió de hombros.

— Cuando me levante ya se habían ido y los girasoles llegaron unos minutos después de que me levantara. —Amelia frunció el ceño.

— ¿No te dijeron de quien eran? —Steve negó—. Que extraño, pero tenemos que arreglarnos, se nos va a hacer tarde.

Amelia se encontraba caminando hacia su casillero hasta que alguien se puso al frente de ella, la castaña pudo observar a su amiga, la cual sonreía con emoción.

— ¡Feliz cumpleaños Amel! —Amelia sonrió para luego abrazar a Lily—. Te ves hermosa hoy.

— Gracias, ¿Enserio crees que me veo bonita? Siento que me veo extraña. —Lily negó para luego sonreír.

— Tonterías, te ves hermosa, de verdad lo digo. —Amelia dejó de sonreír al ver como Olivia se acercaba a ellas.

— Feliz cumpleaños Amelia. —Amelia le sonrió falsamente para luego agarrar el regalo y entrarlo en el casillero—. Te ves muy guapa.

— Gracias.. —Amelia giró un poco su cabeza para ver a Billy con un regalo en la mano, Amelia sonrió levemente para luego volver a mirar a Olivia—. Me tengo que ir, tengo muchas cosas qué hacer.

Amelia cerró su casillero para luego empezar a caminar hacia los bancos del bosque, al llegar pudo ver como estaba la caja arriba de la mesa, la castaña sonrió para luego agarrar la caja y abrirla, se sorprendió al ver como en ella había un hermoso collar con la letra " B " ligada con la "A", de repente sintió como alguien resopló detrás de ella y la chica sonrió al ver que se trataba de Billy.

— ¿Te gusto? —Amelia sonrió para luego asentir—. ¿Te la pongo?

— Claro. —Amelia se volteo para luego recoger su pelo, el rubio pasó la hermosa cadena por su cuello para luego ponérsela y dejar un beso en el cuello de la castaña—. Esta hermosa, gracias.

— Se que no es como los regalos que estás acostumbrada a recibir, pero que bueno que te guste. —Amelia beso a Billy para luego sonreírle.

— Está hermoso, gracias. —Billy la volvió a besar, pero lo que los dos no sabían es que alguien los estaba observando....