Fin
— ¿Segunda luna de miel y siguen sin llevarnos? — preguntó Taehyung, con una mueca molesta en el rostro—. Ya no sé qué es eso de los amigos...
— Te abofetearía— dijo Jungkook, con tanta seriedad y tan directamente que hizo a Jin y a Jimin reír.
Pero Taehyung sólo le hizo burla y lo ignoro, comenzó a caminar más rápido, alejándose de ellos.
— Ya, Tae— habló Jimin, al ver que su chico seguía ignorando a Jungkook—. No lo invitaremos a nuestra luna de miel y listo.
Taehyung sonrió ante esa idea.
— La venganza es dulce— dijo el castaño—. Como la miel— hizo un giño esperando que sus amigos captarán su pésimo chiste, aunque los tres permanecieron con la misma expresión monótona.
— Jimin, haz que se calle— rogó el rubio—, no sé, bésalo más y muérdele la lengua.
Taehyung golpeó el brazo de Jungkook, para que dejara de decir estupideces
El castaño abrió sus brazos, sin saber qué hacer.
— Cuando pueda pararme lo callaré con un beso, hasta entonces, soportarlo— dijo, y tiró de sus ruedas para avanzar un poco más, hasta quedar junto a su novio.
Jungkook suspiró.
— Estoy muy viejo para la secundaria— murmuró, sólo Jin pudo escucharlo, porque los otros dos estaban más alejados—. Por más que sea un pesado... Taehyung se hace querer.
Jin sonrió con ternura por la confesión del rubio.
— Pero no te pongas celoso, que te quiero más a ti— Jungkook pasó un brazo sobre los hombros de Jin, revolviendo sus cabellos hasta que el pelinegro lo empujó para liberarse.
— ¡Jeon Jungkook, nada de peleas en mi escuela! — habló Hoseok, haciendo su voz más grave de normal para asustarlo, mientras aparecía por su espalda.
El rubio sólo le dedicó una sonrisa sarcástica.
— Habló el que hace trampa en el Uno y luego amenaza con los puños— murmuró Jungkook.
— ¿Suena a que sigues enojado por perder?
— Cualquiera puede ganar si tienes todos los sumas cuatro, idiota.
— ¡Nada de insultar al director! — gritó Taehyung, caminando de espaldas para mirarlo.
Hoseok chasqueo sus dedos, señalando al castaño.
— Tiene razón, más respeto a tus mayores— dijo, mirando a Jungkook, se volvió hacia Taehyung, estirando su mano para chocar los cinco con el chico—. ¡Diez puntos para GryffinTae!
Jungkook los miró con el ceño fruncido, y una mueca de disgusto en su rostro.
Jin rió suavemente por la expresión de su novio, ese dulce y tierno sonido fue captado por el rubio, quién se volvió para mirar su linda sonrisa, sin poder evitar que se le contagie.
Tomó la pequeña mano de Jin, acariciando su dorso con su dedo pulgar.
— ¡Ya de pusieron tortolos, corran! — anunció Hoseok, refiriéndose a ellos dos, se ganó una mirada enojada por parte de Jungkook.
Taehyung vió las mando unidas de la pareja y soltó un grito de miedo que hizo voltear a varios en el pasillo, y Jimin frenó en su silla.
— ¿Pero qué mierda te-?
— ¡Corre, es contagioso! — dijo, dramáticamente, tomando el manubrio de la silla de Jimin y saliendo corriendo, tirando del otro sin importarle los insultos y pedidos del menor para que parara.
Jungkook abrió sus brazos, sin saber qué mierda había sido eso, el ruido de la risa de Hoseok hizo que tanto él como Jin lo miraran.
— Por eso le va tan bien en teatro— comentó el director.
— En teatro sólo hay raritos— murmuró Jungkook, Jin asintió levemente.
— Hablas como si fueras normal, Jeon Jungkook— comentó el mayor, de golpe pareció recortar algo y comenzó a reír de nuevo—. Tengo un vídeo tuyo besando al rarito.
Jungkook escondió su rostro con la mano que tenía libre.
— No me lo recuerdes, mí madre me encerró por ese video.
Hoseok se encogió de hombros.
— Si a esa mujer no le gusta el amor que se aguante— dijo.
Revolvió los cabellos de Jungkook, haciendo que todo su peinado se desacomodara.
— Wow, en serio está hecho un asco, ¿Por qué no vuelves al negro? — comentó.
— Cállate— masculló el rubio, intentando acomodar su pelo sin mucho éxito.
No se dió cuenta cuando Hoseok se fue, pero supo que sus insultos bajos habían sido en vano.
Jin seguía a su lado, mirándolo con expresión graciosa, mordiendo su labio para aguantar una risa.
Jungkook dejó su cabello para tomar por sorpresa las mejillas de Jin y apretarlas, el pelinegro se apresuró a empujarlo para liberarse, pero sus mofletes ya estaban rojizos por el apretón.
Hizo un mohín, frunció el ceño, mientras se frotaba sus adoloridas mejillas.
— Kook— murmuró, mirándolo con enojo.
— Si te vez tan adorable no puedo resistirme— se excusó el mayor, rodeó su cintura para evitar que se vaya, apretando cuando Jin intentó apartarse—. Nop, no irás a ningún lado, bebé— dijo el rubio, negando, lo alzó un poco para llevarlo hacia la pared del pasillo, aprisionado al pelinegro.
Jin supo que no tenía escapatoria, así que se rindió con un suspiro.
Jungkook rió con ternura, soltó el abrazo para poder llevar sus manos a las mejillas de Jin, acariciándolas.
— Lo siento— dijo, sintiendo que estaban calientes, aún por el apretón—, te compraré un helado para compensarte.
Jin sonrió, asintiendo.
Jungkook lo besó con lentitud, Jin respondió con gusto, fue por apenas un momento, pero el beso había calmado a ambos, y se miraron directamente a los ojos con toda la paz del mundo.
— ¡Nada de besuqueos en los pasillos!— Taehyung habló con voz grave detrás de Jungkook, haciéndolo saltar.
— Corre por tu vida— murmuró Jimin, divertido, y el castaño le hizo caso, volviendo a correr por los pasillos, aunque están vez, seguido por Jungkook, quién ya estaba cansado de su amigo.
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