[Narra Hisako]

Estamos viendo el partido entre el Musashi y el Hitachi, el que gane será nuestro rival en la semifinal, aunque es obvio quién ganará este partido...

─Hay que prepararse para el partido contra el Musashi─ nos dice Tsubasa.

─Oye, no creas que ya tienen la victoria asegurada─ le advierte Yuri─: van perdiendo dos goles a uno.

─Espera, espera─ me interpongo─, todavía falta que entre Misugi, ahí... ¡sácate!

─Ja, buen punto.

El Musashi hace un cambio: sale no-sé-quién y entra Misugi.

─¡MISUGIIIII!─ gritan las fans del "Príncipe".

─Caramba, Misugi siempre tiene la atención de todas las chicas─ dice Ishizaki. El mono está celosito, jaja.

El Musashi terminó ganando seis a dos, todo gracias al Príncipe.

─¡Muy bien, capitán!─ gritó Yayoi.

Ahora me acordé de lo de la enfermedad del corazón de Misugi. Tengo que decirle a Tsubasa para que tenga cuidado... No sea cosa que le dé un golpe y... se nos muere.

─Tsubasa, tengo que decirte algo─ le hablo mientras me paro del asiento.

─Se quiere declarar─ se interpone el bobo del mono, creyendo que su broma fue graciosa.

─Ishizaki...

─Uy, mejor me callo─ pone una cara de asustado que me hace sentir orgullosa de mi faceta tsundere.

─¿Qué tienes que decirme, Hisako?

─Ah, sí. Te lo diré fuera del estadio. Tendremos más privacidad...

Salimos afuera, y nos sentamos en una banca.

─Escucha, Yayoi me dijo algo muy importante hace rato... y es que... Misugi padece de un problema serio del corazón...

─¿Qué? ¿Enfermo del corazón?

─Así es.

─Con razón nunca juega un partido completo...

─Quiere que juguemos con nuestro máximo potencial a pesar de que podría ser peligroso para él, ya que cualquier golpe en el pecho podría ser un problema para su salud.

─Entiendo...

─Así que vamos a dar nuestro máximo esfuerzo para darle el mejor partido de su vida, ganarle al Musashi y llegar a la final para vengarnos de Hyuga─ le digo, cerrando el puño y sonriendo con mucha confianza y determinación.

─Claro que sí.

Voy a ser honesta: una parte de mí quiere que Hyuga gane para que logre su objetivo de sacar a su familia de la pobreza, pero por otra parte quiero ganar para ir a Brasil con Tsubasa...

Este tema sigue latente en mi cabeza, y no me deja en paz.

El partido entre el Meiwa y el Furano empezó. Hyuga y el capitán del Furano, Hikaru Matsuyama, se pelean por el balón, pero al final Sawada se lo roba y corre hacia la portería a la par de Hyuga, los del Furano tratan de marcarlo, pero el tigresito logra recibir el balón sin ningún problema, dispara y ¡goooool!

Cómo quisiera gritarle: "¡muy bien, tigresito!", pero si lo hago, mi hermano y los demás se van a dar cuenta de mi amor por él.

Una desventaja del estilo de juego de Hyuga, es que si barre a alguien dentro del área y comete falta, sería un penal que les podría costar las cosas, justo como pasó ahora: barrió a Matsuyama dentro del área y el Furano obtuvo un penal que les dio el gol del empate. ¡Maldito Matsuyama, nadie se mete con mi tigresito!

Algo anda mal. Muy mal: Hyuga está bastante rojo, y parece cansado, y Matsuyama parece tener una lesión severa en el pie. No hay modo de saber quién será el ganador.

Una vez comenzó el segundo tiempo, el Meiwa empezó a atacar aún más. Takeshi hace un pase para Hyuga, Matsuyama intenta interceptarlo, pero no lo logró (creo que es por su lesión), y Hyuga anotó el gol de la ventaja.

Y otra vez quiero gritarle. ¡Aaaaaah, maldita sea!

Matsuyama tiene el balón y corre hacia la portería. Uno del Meiwa se barre y lo golpea en el pie lesionado. El árbitro señala falta, y el Furano tiene un tiro libre.

Matsuyama dispara hacia uno de su equipo, quien remata de cabeza hacia su compañero, quien también remata de cabeza hacia la portería, pero Hyuga logra interceptarlo de una patada. ¡Pero el balón va hacia Matsuyama! Sawada trata de detenerlo con una barrida, pero no llega a tiempo y gol del equipo Furano.

Veo a Hyuga. Tal parece que está enfermo, pobrecito.

Matsuyama realiza un pase hacia su compañero, quien lo recibe y dispara hacia la portería, pero el balón pega en la mano de uno del equipo Meiwa.

Es un penal en el último minuto del partido...

Si el Furano anota, mi tigresito se irá derrotado del torneo.

─Hyuga, no...

Matsuyama se prepara para realizar el penal. El árbitro está por pitar, hasta que...

─¡ESPEREN! ¡Vamos a hacer cambio de portero!─ grita un chico de cabello negro largo.

"Cambio del equipo Meiwa: sale Kawaguchi con el número uno, y entra Wakashimazu con el número diecisiete"

Es bastante guapo, y tiene tremenda cintura... ¡Pero nadie se compara con mi tigre, ¿eh?!

El portero se pone en posición. Matsuyama dispara hacia una de las esquinas de la portería, ¡pero Wakashimazu lo detuvo!

─¡Es tu turno, capitán!

─¡Sí!

Wakashimazu despeja y Hyuga tiene el balón. El Furano lo persigue desesperadamente, pero no llega... Matsuyama cae al césped adolorido por su lesión.

─¡A-amigos, confío en ustedes...!

Dos jugadores del Furano bloquean a Hyuga con una barrida, pero la fuerza de el tigre era superior, dispara y ¡anota!

El partido terminó con victoria del equipo Meiwa.

─¡Síiiiiiiiii! ¡Muy bien, tigresito!─ grito, y creo que si no fuera porque Hyuga acaba de caer al suelo, mis amigos me hubiesen mirado raro por haberle dicho eso.

─No es posible, parece que Hyuga está enfermo...─ dice Tsubasa, preocupado.

Esto no me gusta nada.