Capítulo 26: ¡¿HYUGA ESTÁ EN OKINAWA?!
NARRA KEN
Jamás había llorado tanto en la vida. Siempre odié llorar en frente de los demás, porque me hacía sentir que era muy débil. Cuando estaba al lado de Hyuga, siempre me reservaba las lágrimas, para verme fuerte al lado de él, pero eso se acabó cuando él me dijo esto: "Ken, está bien llorar, dejar salir toda esa tristeza que te está carcomiendo de a poco. Llorar demuestra que eres humano. Si no lloras, entonces no eres humano". Desde ese entonces le conté todos mis problemas familiares, y él me compartió los suyos: que su padre había fallecido hacía no mucho tiempo, que él trabajaba día y noche para traerle dinero a su pobre familia, y ayudar a su madre con los gastos de la casa... Empecé a admirarlo aún más. Agradecía tener a alguien como él como amigo. Fue él quien me hizo ser esta persona que soy hoy en día.
Así que está en Okinawa, ¿eh? Tengo que ir a buscarlo lo antes posible.
Necesito relajarme después de llorar así. Voy a tomar una ducha relajante.
Me metí bajo el agua caliente. Iba pasando la esponja por cada parte de mi cuerpo. Dios, es muy tranquilizante.
(1)
Relajaba los músculos tensos del cuello mediante movimientos circulares de cabeza. Esto era lo que necesitaba para estar calmado después de tanto estrés en un sólo día. Ya se me fueron las ganas de llorar. Esa historia me hizo cuestionarme un montón de cosas sobre mí mismo, pero ya se me pasó. Le agradezco muchísimo a mi madre por haberme criado para ser la persona que soy hoy. Siento un enorme rencor hacia papá por habernos hecho tanto daño siempre.
¿Estaríamos mejor sin él?
Salí de la ducha y me envolví de la cintura para abajo con una toalla. Caminé hacia mi habitación, y me encontré con Jenru llorando, sentada contra la pared.
Al verme, entró en pánico, no por estar semi-desnudo, sino por todo lo que pasó anteriormente.
─No te muevas de ahí─ cerré la puerta y le puse seguro─. Hablemos.
─Lamento mucho haber tenido relaciones con Sawaki, ¿okey? Pero por favor déjame salir, le prometí a Sumiye que nos veríamos en la plaza comercial...
─Yo también lamento haber actuado tan frenético. Creo que sólo estaba asustado por lo que podría suceder en el futuro. No quería que papá te echara a la calle. No quería que te fueras de nuevo─ me acerqué a ella y la envolví con mis brazos.
─Ay, Ken, ¡estás todo mojado!─ se quejó.
─¿Escuchaste todo lo que dijo mamá?
─Sí. Sentí demasiada bronca hacia papá, pero me di cuenta de algo: si no hubiera sido por sus insistencias en tener un hijo, jamás hubiésemos nacido.
─Es cierto, pero obligó a mamá, y no la dejó criarnos al igual que a un niño normal, pero con lo poco que estuvo con nosotros, fue suficiente para haber sido felices.
─Por supuesto que sí. Mamá es muy importante para nosotros. Luchó para darme a luz aún cuando parecía que no lo lograría...─ su voz sonó quebrada. Volvió a romper en llanto.
─Ya, Jenru. Tranquila─ estuve largo rato consolándola, ¡tanto rato que olvidé que estaba desnudo, jaja!
Kazuki me mandó un mensaje para preguntarme si quería ir al cine con todos. Sería muy divertido pasar un rato todos juntos. Jenru ya está mejor, por suerte.
Fuimos a casa de Kazuki, donde estaban todos esperándonos.
─Ken, ve al escondite secreto de Sorimachi─ me dice Sawaki─. ¡Te vas a morir de ternura!─ dijo con los ojos de corazón.
Yo ingresé a su escondite, abrí la puerta, y lo que vi casi hizo que vomitara arco iris: Kazuki y Kei, durmiendo abrazados, entre todos los peluches de dango.
─Quise despertarlo, pero me dio penita─ dijo Yui─ detrás de mí.
─Ya saqué fotos─ dijo Hoshiko, mostrando su cámara.
─Después me las pasas─ le dije.
Hoshiko... Ya está por dar a luz, y aún así sigue moviéndose a la perfección... La admiro demasiado.
─¡Kazuki, despierta!─ le grité al oído, pero ni siquiera despertaron, ninguno de los dos.
─Oye, Desuka, ¿quieres un chocolate?─ oí a Takeshi detrás, rompiendo una barra de chocolate, lo que despertó a los hermanos.
─¡¿ALGUIEN TIENE UN CHOCOLATE?!
Todos nos reímos. Ahora ya sé cómo despertar a Jenru por las mañanas, jaja.
─Bueno, ya están todos despiertos─ dijo Inori─. ¿Ya nos vamos al cine?
─¡Sí!
─Recuerdo una vez que fui con Hoshiko y Hyuga al cine a ver una película de terror, y Hyuga era el único que no se había asustado, ¡hasta bostezó todo el tiempo!─ rió Kazuki.
Hoshiko bajó la mirada, como siempre.
─Si tan sólo pudiéramos ir a Okinawa a traerlo de vuelta...─ dije.
Todos me quedaron mirando con los ojos bien grandes.
─¡¿HYUGA ESTÁ EN OKINAWA?!
DATOS:
(1): El de la imagen es Pierre, pero por el enorme parecido con Ken, decidí usar esa imagen para que pareciera Ken.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top