Capítulo 33: Nuestro primer triunfo

NARRA SORIMACHI

Kenny y yo observamos la bandera del campeonato en la vitrina del colegio. 

─Finalmente la tenemos. ¡Tenemos la bandera, Kenny!

─Sí. Fue una ardua batalla por nuestro primer triunfo, pero lo logramos después de mucho esfuerzo─ se pasó un antebrazo por la frente.

─Estuvimos apunto de perder, pero gracias a Hyuga, logramos empatarle al Nankatsu, y ambos ganamos el torneo. Eso sí: cuando estemos en la segunda mitad del año ellos la van a tener en su colegio. Hay que aprovechar mirarla mientras la tengamos.

─Cierto. Oye, ¿recuerdas en el partido contra el Meiwa que Sawaki estaba como loco cuando me anotó, y Jenru ni se sorprendió, se hizo una bolita en el suelo y se puso a llorar?─ preguntó riendo.

─No conozco mucho a Sawaki, pero sé que está loco por Jenru desde la primaria. 

─A ella le gusta el capitán, pero parece que él está con Hoshiko. Ahora ella y Tatsuki se mudaron a su casa para que la madre de Hyuga y sus hermanos cuiden a Tatsuki mientras ellos están en el colegio.

─Siempre que me mencionan a Tatsuki me dan ganas de llorar. Ese pobre niño no se merece lo que le pasó─ me sequé una lagrimilla que se me escapó.

─Tienes razón. Pero sabes que en este mundo pasan cosas malas incluso en las personas buenas, como Desuka, que según nos contó Takeshi sus padres se separaron y tuvo que convivir con una mujer que le causó mucho daño físico y emocional, y no se lo merecía.

O tú con tu padre...

Kenny bajó la mirada.

─¿Recuerdas lo de ese día en la feria?

─¿Cuando casi nos...?

─Sí. Si él nos hubiera visto me hubiera castigado...

─¿Pero por qué es homofóbico?

─Dice que la homosexualidad es una enfermedad y que cualquier persona que salga con alguien de su mismo sexo se considera enferma de la cabeza, y que no merece ser llamada "persona común y corriente". Una vez casi hago lo mismo que hizo Jenru: irme de casa, pero no era justo dejar sola a mamá. Además de mi hermana, ella era la única que me entendía cuando necesitaba a alguien que me escuchara.

─Eso no es justo. Cualquier persona tiene derecho a amar a quien sea, sin importar que sea hombre, mujer o incluso un alien que no tenga sexo definido.

Kenny rió.

─Eres igual de imaginativo que tu hermanito─ acarició mi cabeza.

─Casi me da algo cuando nos interrumpió esa vez. En mi mente pensé: "¡ESPERO QUE TE PUDRAS, KEI SORIMACHI!".

─No digas eso, es una pobre criatura a la que es imposible gritarle. 

─Lo sé. Sé que es un amor si lo miras a los ojos, pero ese momento lo iba a gozar─ bajé la mirada triste─. Quería sentir tus hermosos labios sobre los míos─ hice puchero. Él me tomó de los cachetes y me hizo mirarlo a los ojos.

─Ya, no estés triste, Kazuki. Alégrate que obtuvimos nuestro primer triunfo en el Torneo Nacional. Vamos a graduarnos de la secundaria obtuviendo un título. Ya habrá tiempo para nuestro beso─ sonrió. Yo también sonreí.

Nos quedamos unos segundos mirándonos entre nosotros.

─¡Wakashimazu! ¡Sorimachi!─ esa voz es de Hyuga.

Creo que estábamos por hacerlo de nuevo, pero tenía que venir ese negro a jodernos la vida. Okey no, no soy racista, y quiero a Hyuga.

─Hola, capitán─ dijo Kenny.

Hyuga observó la bandera en la vitrina.

─Los felicito. Jugaron excelente en el torneo. Lo hicieron muy bien sin mi presencia hasta la final.

─Le hubieras pedido permiso al entrenador para ir a Okinawa, en lugar de fugarte así nomás─ le dije.

─Es cierto, pero era probable que no me lo permitiese. No sabía que me iba a prohibir jugar. Por poco y no participo en la final─ se rascó la sien.

─Sin ti no hubiéramos ganado─ dijo Kenny.

─Aún conmigo casi perdemos, de no ser por Takeshi que me ayudó con la chilena del Tiro del Tigre.

─¿Me nombraron?─ Takeshi apareció detrás de nosotros.

─Te estaba agradeciendo por haberte barrido y dejarme usar tu pierna como trampolín─ le dijo Hyuga.

─No tenía idea de que me ibas a pedir eso─ rió─. La idea era evitar que dispararas a la portería del Nankatsu.

─Te lo agradezco.

─Por cierto─ Kenny y yo lo miramos con una mirada pícara─. Tú y Desuka se divirtieron mucho en la feria─ dijimos con un tono pervertido.

─¡¿N-nos vieron?!─ se ruborizó.

─Así es─ no dejamos de mirarlo con la misma expresión.

El pobre se fue corriendo, avergonzado.

─Chicos─ esa voz era de Hoshiko.

─Hola, delegada─ dijo Kenny.

─Hoshi, ¿tus pechos están más grandes o soy yo?─ le pregunté.

─¡SORIMACHI!─ gritó Hyuga.

Yo me escondí detrás de Kenny.

─Les venía a decir algo─ continuó Hoshiko.

─¿Qué es?─ preguntó Hyuga.

─Están invitados al cumpleaños de Tatsuki este sábado.

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