Capítulo Once- Desaparecidos
Samantha Jade

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—Dime princesa Jade.- lo fulmine con la mirada.

—Deja de decirme princesa.- Robin solo sonrió y dejó su servilleta a un lado.

—Claramente es ironía, no eres como creí que serias.- dio una mordida a su hamburguesa.

—¿Cómo creíste que era?.- tomé de mi frappe.

—Engreída, presumida, super insoportable y orgullosa aunque las últimas dos son reales.- le avente una servilleta y el se rio.

—Mentira, si fuera insoportable no me habrías invitado a comer.- alcé mis hombros sonriendo.

—Ahí esta el orgullo y si, te invite por que te tuve lastima.

—Si claro, siempre tienes una excusa para estar cerca de mi admítelo.- en otro momento el lo negaría, pero no fue así, solo sonrió y tomó de su frappe.—Lo sabía.

—Agh ya cállate, lo ves, insoportable.- ambos reímos y continuamos comiendo, a decir verdad tampoco era lo que imaginaba.

Creí que sería un chico frío y sin sentimientos con una enorme seriedad y aunque físicamente lo parece, cuando lo conoces es dulce y de cierta forma amable. Al terminar de comer el pago todo, me sentí ¿culpable? el no pagar algo de parte de un amigo me hace sentir que debo algo y no me gusta deber cosas.

—Que linda cena, gracias.- le dije mientras salíamos del establecimiento.

—No fue nada, me gustó pasar tiempo contigo.- ambos nos quedamos un rato mirando al otro, fue un maravilloso día, vimos una película un tanto de terror, no asustaba mucho pero las bromas de Robin me asustaban más, luego dimos un paseo en donde hablamos de nuestras familias.

Ambos sin alguna figura paterna, su padre murió en Vietnam y el mío en un accidente de auto, irónico.

Seguimos caminado hasta cada quien tomar rumbo a su casa.

—Gracias Samy.- me sonrió.

—¿De qué?.- fruncí el ceño sin entender.

—Por aceptar mi invitación, me la pasé genial contigo.

—No fue nada, también me la pasé muy bien, nos vemos en la escuela.- estire mi puño para chocarla pero el la ignoro haciéndola a un lado para abrazarme, se lo seguí en seguida.

—Cuídate, nos vemos el lunes.- se separó.

-Claro, cuídate tu también.- nos dimos la vuelta y cada uno volvió a su casa.

Al llegar a casa Shean y mi madre estaban en el sofá viendo una película, mi mamá recostada en el hombro de mi hermano.

—Llegaste ¿Cómo te fue?.- preguntó.

—Bien realmente bien, tengo una buena noticia.

—Yo también la tengo.- dijo incorporándose, me hizo ademán que me sentará a su lado, ella en medio de ambos.

—Dilo tu primero.- sonreí y me coloque a su lado.

—Conseguí un trabajo en el hospital de aquí, es algo pequeño por ello necesitan más personal y ahora soy enfermera allí.- abrí mi boca sorprendida, mi madre había estudiado medicina y realmente era buena, dejó de hacerlo en cuanto papá... El accidente.

—Mamá eso es increíble.- la abrace y ella lo siguió, no mucho después Shean se unió a nuestro abrazo.

—¿Y cuál es tu noticia?.- preguntó mi hermano.

—Dijiste que querías conocer a mis amigos ¿no?.- nos separamos.- Mañana Bruce vendrá a comer.

—Que bien, me hablas mucho de ese niño que hasta yo quisiera ser su amiga; ahora a la cama.- asentí y deje un beso en su mejilla, luego ni hermano también lo hizo y subimos a nuestras habitaciones.

—Oye.- Shean tomó mi hombro.— ¿el es la razón por tus preguntas de la otra vez?.

—No, solo tenía dudas y nada más pero no me refería a alguna persona.- sonreí.

—Okay, hasta mañana.- sacudió mi cabello y se fue a su habitación, hice lo mismo.

Saque mi pijama, me cambié y luego fui al baño a cepillarme los dientes, mientras me miraba al espejo, la luz del baño comenzó a parpadear una, dos, tres veces y continuó normal. Decidí no hacer caso y escupí la espuma de mi boca pero al hacerlo no era espuma, ni un poco, era sangre por lo cual me asuste y me aleje de él lavabo pero en cuanto lo hice la luz se apago por completo, no podía ver nada.

—No todavía no vez nada.- se escucho una voz detrás mía, al girar me encontraba en un lugar diferente pero lo conocía, era el mismo de mis sueños, gire de nuevo pero mi baño ya no estaba, me encontraba frente a una puerta enorme de metal.

Me gire de nuevo para ver a un hombre que se encontraba en cuclillas de espaldas y levemente vi una mano a su lado tirado, no sabía si acercarme o no pero lo hice con lentitud, me detuve cuando el hombre se paro aun de espaldas hacia a mi.

—Tranquilo, no te haré daño, ahora bajo para explicarte todo.- se dio la vuelta y me quedé quieta, podría haberse movido hacia a mi pero no lo hizo.

De nuevo las luces comenzaron a parpadear.

—¡FUERA!.- grito y las luces parpadearon de nuevo, en un abrir y cerrar de ojos estaba de nuevo en mi baño, mire el lavabo pero no había sangre, todavía ni cepillaba mis dientes ya que tenia la pasta y el cepillo en mis manos.

—Que carajo.- cerré los ojos y traté de recordarlo todo, el lugar, el olor, todo así que deje la pasta y mi cepillo en su lugar y corrí a mi habitación para tomar una libreta y anotarlo, también algunas cosas que vagamente recordaba de mis anteriores sueños, pero esta vez fue diferente por que no estaba dormida, anote todo lo que pude. Una y otra vez cerraba mis ojos tratando de volver a ese lugar por mi cuenta, necesitaba hacerlo.

Habían pasado dos horas, dos horas tan rápido.

1:25 marcaba mi reloj.

Deje la libreta en mi mueble junto a la cama, me quedé sentada en el suelo recargada de la pared agotada, probablemente si dormía volvería a ese lugar y está vez investigaría más pero estaba muy cansada para moverme, me quedé en el suelo muy exhausta y mis ojos se comenzaron a cerrar lentamente.

(•••)

El sonido de la puerta de mi habitación sonó, alguien la había tocado.

—Sam ¿despertaste?.- dijo Shean.

—Si si yo.- trate de levantarme pero mi hermano entro y le vio tirada en el suelo.

—¿Dormiste ahí toda la noche?.- preguntó y me estiró su mano para levantarme, la tomé y el me ayudo a estar de pie.

—No solo, me caí.- dije.

—Pues que tonta ahora baja, haremos de comer para tu amigo ¿no? ¿Cuál es su comida favorita?.- alcé los hombros.

—No lo sé no le pregunté.- ambos salimos de mi habitación.

Bajamos a la cocina donde mi madre preparaba el desayuno.

—Buenos días.- dije y bese su mejilla.

—Buenos días cariño ¿cómo dormiste?.

—Bien.- mentí.

—Genial, siéntense a desayunar, iré a trabajar mientras los llevaré al supermercado para hacer la comida.- mi hermano y yo asentimos y nos sentamos.

(•••)

—Aceitunas.- hice una cara de desprecio.— No hagas esa cara ni siquiera son para ti, a mamá le gustan.

—Si lo se.- dije y las metí al carrito, nos encontrábamos en el super para preparar todo lo de hoy pero las aceitunas son algo que no tolero en mi plato.

—Puré de tomate y papa.- asentí y fui a buscarlo, al tomarlo mire al otro lado, era un lugar de revistas y periódicos, me acerque ya que me interesaban los cómics pero mejor tomé el periódico de la fecha de hoy.

Me asombra cuantos niños han desaparecido.

—Griffin Stagg, Billy Showalter, Vance Hopper y a ninguno han encontrado.- dijo mi hermano tomando los purés y metiéndolo a la canasta.

—Lo sé, solo espero que Vance sea el último y que los encuentren vivos.- dije y me aleje.

—Eso espero ¿tengo que darte la plática de "no te acerques a ningún desconocido"?.- negué.

—No claro que no y se todo eso, me preocupa que solo sean niños y tu bueno....- me puso el dedo en la boca.

—No te preocupes, soy mayor y si intentan secuestrarme no lo lograrán.- lo abrace.—tranquila.

Nos separamos y terminamos las compras para luego volver a casa y preparar la comida.

Mientras lo hacíamos decidí llamar a la casa de Bruce pero nadie contestó, no sabía a qué hora llegaría pero ya era tarde. Al terminar mi madre llegó y los tres esperamos, esperamos y esperamos.

—¿Si vendrá?.- dijo Shean desde el sofá.

—Estaba emocionado por esto y no me cancelo, no llamo y cuando lo hago yo nadie contesta, supongo que no están en casa, dudo que solo se haya ido así por que si.- dije tratando de aguantar mis nervios.

—Si pero ya es una hora tarde, muero de hambre.

—¡Shean!.- dijo mi madre.

—Lo lamento.- dijo y bajó la mirada.

—Llamaré de nuevo.- dije. Lo hice unas cinco veces pero nadie contestaba.— Seguro surgió algo familiar y no tuvo tiempo de avisarme.

—Esa es una opción.- dijo mi hermano y se levantó de el sofá.

—Comencemos a comer.- dije algo desanimada.

—Tranquila, seguro todo está bien y mañana en la escuela te lo dirá.- dijo mi madre acariciando mi cabeza, se alejo para servir los platos.

Suspiré algo ¿decepcionada? enojada no, Bruce no me dejaría así, algo ocurrió y ni el ni su familia están en casa, mañana en la escuela lo veré y me explicara todo, eso espero.

La tarde siguió tranquila, el sol se ocultaba y la oscuridad empezaba a salir, la luna brillante y grande se hizo presente seguida por una lluvia un poco fuerte, mi hermano y mi madre se fueron a dormir, yo no podía hacerlo pensando en Bruce.

El miedo empezaba a invadirme, mordía mis uñas sin parar así que decidí llamar por última vez, esta vez en cuanto el teléfono sonó alguien contestó.

—¿Bruce?.- dijo una voz de mujer en el teléfono.

—¿Señora Yamada? soy Samantha Jade yo.- no pude terminar de hablar.

—Lo lamento no puedo contestar ahora.- y así nada más colgó.

Me quede pensando, ¿algo malo le habrá pasado a Bruce? espero que no, el es fuerte lo sé pero aún así no podía dejar de pensar si estaba en peligro, incluso no pude dormir, toda la noche di vueltas en la cama, al cerrar los ojos me imaginaba mil cosas horrorosas pero realmente no podía detenerme por más que quisiera.

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Capítulo Once listo ✔︎

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Perdón si le tarde y si este capitulo fue algo aburrido, la verdad no me convence pero aún así aquí lo tienen ❤️💐.