Despertar junto a Jongho se había convertido rápidamente en una de sus cosas favoritas, llevaban tres semanas de novios y todo era lindo.

Haein y Kwangmin habían tomado la decisión de que era momento de que su hijo dejara de vivir con ellos, pues era lógico que necesitarían más privacidad, así que después del desayuno se los comentaron, Yunho por supuesto ya lo sabía y Jongho no supo que decir al respecto.

—Oh— Jongho miro al mayor cuando entraron a la casa donde ahora iba a vivir con Yunho— ¿Aquí vamos a vivir?— El mayor asintió abrazándolo por la cintura.

—Es nuestra casa— Murmuró— ¿Pasa algo?

—No, sólo que sigue siendo una casa grande pero me gusta mucho— Abulto sus labios pensando que era buen momento— Uhm ya quiero ir a casa de mis padres.

—¿Si?— Jongho asintió— Bien, vamos— Junto al menor salieron de la casa.

El camino a la casa del omega era algo largo pues vivía al otro lado de la ciudad, Jongho estaba nervioso y temeroso porque vería a sus padres si es que estaban en la casa o si estaban concientes, también esperaba que sus padres no hayan entrado a su habitación, sería un milagro que su habitación este como la dejo.

—¿Pasa algo?— Jongho miro al mayor.

—Es sólo que tal vez sea en vano ir— Murmuró— Es posible que hayan entrado a la habitación y buscado algo para vender y así tener dinero.

—Tú no sabes que el alfa con el que está tu hermano les da dinero— Jongho fruncio ligeramente el ceño— No lo sabías.

—Bueno era raro que siempre tuvieran dinero si no trabajaban, y de todas formas vendían muchas de mis cosas— Se cruzó de brazos— Pero aún así son mis padres.

—Y es una completa lastima que alguien tan lindo tenga esa clase de padres— Tomo su mano izquierda para besarla.

Jongho se ruborizó y sólo espero a que llegarán, en lo que restó del camino el alfa no soltó su mano y el menor lo agradeció.

Cuando llegaron Yunho sólo bufó, la casa en sí no era pequeña pero tampoco grande, era decente si le preguntaban al menos por fuera, Jongho abrió la puerta pues como siempre sus padres no la cerraban pues para ellos no era lo más importante. Y bueno cuando entraron Yunho quiso pensar que toda la basura tirada era de esos dos meses y que su omega no estuvo en esas condiciones toda su vida, botellas de distintas bebidas tiradas en el piso la mayoría convertidas en pequeño cristales, colillas de cigarro, envolturas de frituras y comidas instantáneas y otras cosas.

—Creo que no están— Murmuró mientras caminaba entre la basura y Yunho por supuesto que lo seguía.

El menor sonrió al encontrar su habitación cerrada tal como la dejo, su habitación era lo más decente de la casa, no tenía la gran cosa pero si lo necesario. Busco debajo de la cama para poder dar con un pequeño cofre de madera que su abuelo le había dado junto con un dije de oro en forma de osito, se sentó en la cama feliz de no haberlo perdido.

—¿Era eso?— Jongho asintió feliz.

—A San también le había dado uno pero no pude cuidarlo y lo vendieron— Musitó decaído.

—¡Choi!¡Al fin te dignas a pisar tu casa!— El menor se levantó de la cama para refugiarse en el alfa. El rubio alzó una de sus cejas cuando la puerta fue abierta bruscamente e impactando con la pared— ¿Y tú quien demonios eres?— Cuestionó aquel alfa— ¿Y tú dónde estuviste metido?

—Y-yo...

—Estaba conmigo obviamente, soy Jeong Yunho— Les sonrió forzado y falso. La pareja por supuesto reconoció el apellido y parte de ellos temieron pero no por Jongho, si no por sus propias vidas, temieron que por culpa del menor ellos pagarán las consecuencias.

—Choi ¿Qué fue lo que hiciste?— Gruñó la omega— Es que acaso no puedes hacer algo bien en tu vida— Yunho fruncio el ceño claramente molestó y pensando que quizás su madre quisiera conocerla.

—¿Y qué les hace creer que Jongho tiene la culpa?— Quería encontrar más motivos para finalmente acabar con las detestables vidas que llevaban.

—Le ofrecemos a nuestro hijo— Yunho alzo una ceja— Con una pequeña comisión.

—Eso quería oír— Jongho miro al alfa— Ve al auto ¿Sí?— Pidió con suavidad.

—Pero...

—Por favor, no tardo— Murmuró, el menor no muy convencido obedeció.

Antes de salir su madre lo detuvo para quitarle el cofre y lo empujó sin demasiada fuerza para que saliera, sin prestar atención a como la mirada de Yunho se oscurecia.

—Así que ustedes venderian a su hijo para salvar sus vidas— Murmuró— Incluso con pocas cosas está habitación es mucho mejor que toda su porquería de casa— Se acercó a la omega haciéndola retroceder hasta que su espalda tocará la pared— Jongho es demasiado para la poca cosa que tiene como padres, no voy a comprar a mí omega, no les daría ni un mísero centavo.

—¿Que mierda?— Gruñó el otro alfa.

—Y en lo que resta de sus vidas, que no es mucho si les soy sincero, no volverán a beber una sola gota de alcohol, de eso me voy a encargar, y después van a desear haber sido unos buenos padres para sus hijos— Les sonrió y le arrebató a la mujer el cofre que le pertenecía a Jongho— Jamás volverán a hacerle daño a mi omega, nos veremos muy pronto.

Salió de la habitación para ir a dónde el menor lo esperaba, llegó hasta su auto y entro para entregarle el cofre al menor.

—Tú...

—No te compré si es lo que te preocupa, no pienso comprar a mí omega— Bufó— Sólo les dije que jamás te van a volver a hacer daño, nunca más— Acarició sus mejillas y le dió un tierno beso— ¿Quieres que te coloque el collar?

—S-si— Murmuró.

Yunho tomo el accesorio y lo colocó al rededor de su cuello, Jongho se sonrojó por el acercamiento pero a la vez se emocionó, cuando terminó beso la mejilla del omega.

—Listo, vamos a nuestra casa— El omega asintió lentamente.

—Gracias por recuperarlo.

—Es tuyo ellos no podían simplemente apropiarse de algo tuyo— Le guiñó y empezó con el camino a la casa que ahora compartía con su omega.

[…]

Jongho mordió su labio, estaba nervioso demasiado, hace unos días estaba rondando por su mente algo que le avergonzaba un poquito, él en sus veinte años jamás había tenido relaciones, no es como si Yunho hubiera comentado algo pero él igual se puso a pensar ¿Debería decirle? Tal vez si, pero le daba vergüenza, quizás era muy pronto, no sabía.

—Jonggie— El menor salió de sus pensamientos— ¿Sucede algo?

—Yo...— Sacudió su cabeza para negar— Me da vergüenza— Murmuró con la cabeza agachada.

—Cielo— Tomo con delicadeza el rostro de su pareja para que lo mirará— Sea lo que sea puedes tener la confianza de decírmelo.

—Es sólo que, yo nunca...— Yunho acarició su mejilla derecha— Nunca he tenido relaciones— Admitió avergonzado.

—Asi que es eso— Murmuró— Esta bien no pasa nada— Besó su naricita y le sonrió cálidamente— No te tienes que avergonzar, a mí me agrada que me hayas tenido confianza de decírmelo.

—¿Y que pasará?— Yunho sonrió, el omega era tan tierno.

—Todo será a su debido momento y cuando tú estés listo— Jongho se sonrojó— Eres tan lindo.

—Ya me gusta que lo digas— Abrazo al alfa escondiendo su rostro en el cuello de este.

—Bebé eres tan tierno— Acarició su cintura— Ahora sé que te tengo que cuidar mucho más— Beso el cuello del omega.

—¿Enserio esperarás a que yo me sienta listo?— Yunho sonrio con ternura y asintió— Sabes había escuchado muchas cosas sobre ti— El alfa alzo sus cejas— Pero no pareces todo lo que han dicho, bueno salvó ese día que nos conocimos.

—Soy casi todo lo que dicen, pero contigo es diferente cielo— Dió un tierno beso a los labios del omega— Tú eres mi omega, contigo no puedo ser grosero o tosco, al contrario debo cuidarte, protegerte, amarte con mi vida.

—Eso es lindo— Murmuró mientras bajando la vista— A mis padres no les preocupó saber que no había estado en casa.

—Ellos creyeron que morirían por tu culpa en cuanto supieron quien era— Bufo— Y después te iban a vender a cambiar de sus vidas— Jongho asintio acurrucandose en el mayor— Pero no te volverás a preocupar por eso, lo prometo nunca más— Jongho lo miro pero no dijo nada al respecto sólo disfruto de las suaves caricias que el alfa le proporcionaba.

—A veces tengo sueños muy feos— Musitó— Y ellos salen ahí, a veces son cosas que en verdad pasaron, pero no sueño feo cuando tú duermes conmigo.

—¿En verdad?— El menor sólo soltó un ruidito afirmativo.

—La última vez soñé de cuando tenía diez años— Yunho beso los cabellos del menor para no gruñir— No me gusta soñar con eso.

—Haremos algo al respecto ¿Ya tienes sueño?— Jongho asintió lentamente— Entonces es momento de descansar— Se levantó junto con el menor para acomodarse en la cama.

Mimo a su omega para que se quedará dormido aunque ya estaba a casi nada de eso, escucho la llegada de más de un mensaje así que dejó su tarea para ver qué era.

Alzo una de sus cejas y una pequeña sonrisa se apareció en su rostro, llamo a su madre para que sólo por esa noche ella se encargará, ya al día siguiente él iría personalmente.