Dejaste pasar a Baji a tu casa, como siempre este se fue al sofá de la sala mientras tu entrabas a la cocina.

Como ya era tarde y Baji no tomaba café decidiste preparar un té.

Llevaste las dos tazas, una la colocaste frente a el y otra frente tuyo.

- Sabias de la enfermedad de Chifuyu y aún así no hablaste con el -

Empezó la conversación Baji

- Me entere por Kyoko -

- Y no preguntaras como esta? -

Lo viste por un momento a los ojos y los bajaste nuevamente a tu taza.

- Agh contigo - fijo frustrado Baji mientras se agarraba la cabeza - Chifuyu pudo salir de la enfermedad -

Lo miraste incrédula, se suponía que no había manera de recuperarse amenos con una operación.

- Se operó? -

- No, simplemente hable con el, sobre tu enfermedad, cuando se entero que por el estabas sufriendo acepto que tu le gustabas y poco a poco se fue esfumado la enfermedad -

- Mentira... - murmuraste -

- Que? -

- Mentira!! - exclamaste - A él le gusta Chifuyu yo lo eh visto... Cada vez que la ve pasar, sus ojos brillan... Es un espectáculo para sus ojos -

De pronto nuevamente las ganas de toser se apoderaron de ti, corriste a la cocina y empezaste a escupir en el lavabo de esta misma.

Lo malo era que esta vez no eran sólo pétalos, si no que también seré había ido el aire por unos segundos.

Y para cuando lo recuperaste viste a Baji recargado en el marco de la puerta d la cocina viéndote con una cara de desaprobación.

- Escucha!! - te dijo este mientras te sujetaba de los hombros - a Kyoko le gustaba Chifuyu, y ella estaba sufriendo esa enfermedad, cuando se declaró Chifuyu le había dicho que tu le gustabas... Desde entonces Kyoko se ofreció a ayudar a Chifuyu a enamorarte -

Parecía que todo lo que dijo Baji era mentira, estabas tan aferrada a pensar que no le gustabas a Chifuyu.

Tu mente se aferraba a aquel pensamiento tan negativo que te era imposible soltarlo.

- Solamente mirate! - dijo mientras te soltaba - Eres un asco, tienes ojeras, el cabello hecho un asco... Donde quedó mi peque que tanto quería? -

- Mi peque - repitió Baji - Te extraño, no te quiero perder, y Chifuyu mucho menos... Por favor -

"Peque" ese apodo con el que te bautizaron Baji y Chifuyu.

Hacia tiempo que no escuchabas ese apodo de ninguno de tus amigos.

- Recuerdas, el día que dejamos de ser dos para convertirnos tres - volvió a hablar refiriéndose a cuando su amistad se volvió de tres personas - Eras tan pequeña, siempre te cuidamos... Deja e cargar con todo tu sola -

Y esa fue la gota que derramó el vaso, lloraste mientras te aferras a Baji.

Todos aquellos que sentimientos que habías enterrado en lo profundo de tu corazón habían salido a flote con unas simples palabras.

Todo el tiempo estuviste sufriendo, evitando llorar y reprimir cualquier sentimiento.

Todo el llanto que no habías podido sacar antes, ahora estaba hay.

Baji te aferro más a su cuerpo mientras te cargaba colocando una pierna de cada lado y te llevaba al sofá.

Este camino hacia el sofá y se sentó dejándote encima, acarició tu cabello al ver que no cesaba tu llanto.

- B-Baji yo... -

- Shh - te callo - llora, para eso estaba los amigos -

Trataste de alzar la vista pero este te detuvo y te volvió aferrar a él

Y era impresionante ver como sus palabras tenían gran impacto en ti, ya que nuevamente seguías llorando.

Este coloco su cabeza en tu hombro y poco a poco sentiste como tu hombro se estaba humedecido.

- __-_____ - mencionó tu nombre entre sollozos - No vuelvas a dejarme solo -

Y al cabo de una media hora los dos habían dejado de llorar.

Pero nadie dijo nada, los dos fueron a tomar agua para tratar de hablar más tranquilos.

- Te conté el secreto de Chifuyu - habló Baji - Que piensas hacer ahora -

- Yo... - dudas te mientras jugabas con tus manos - No.. lo.. se... -

- Mírame - dijo este mientras te agarraba de las mejillas - Tu le gustas okey? Metelo en esa cabeza tuya -

Dijo para después dar un leve golpe en tu frente y tu única reacción fue reír.

Desde que se separaron Baji no te había hablado, y mucho menos regañado por cualquier cosa que hicieras.

Era bonito el revivir ese sentimiento de ser regañada por tu mejor amigo.

- Bien, ahora vamos a cada de Chifuyu! - exclamó Baji - Pero antes date un baño -

- Bien bien -

Ibas a subir las escaleras para ir al segundo piso cuando volvieron aquellas ganas de toser.

Corriste al lavabo de la cocina y empezaste a toser.

Aunque está vez era diferente, ya que tu tos no cesaba, es mas aumentaba cada vez.

Cuando de repente el oxígeno deja d pasar por tus pulmones, empezás a golpearte el pecho ibara poder recuperar oxígeno.

Pero era imposible, Baji igual estabas ayudandote, tu vista se empezó a nublar.

Y de repente todo era negro y solo se escuchaba los gritos de baji de fondo.