Empezó una mañana, la mañana en que las flores despertaban de su letargo, cuando la primavera inundaría los días del mes de marzo con millones de colores resplandecientes después del colorido azul que el invierno trajo consigo. 

Aquel sonido que tanto odiaba levanto a la chica, aun entre las sabanas saco su mano directo a la mesita de noche que estaba alado de su cama, con la intención de apagar su despertador. 

Aunque fue en vano. ya que estaba tocando y tocando y aun no lo encontraba, juraba por un instante que estaba en esa mesa de noche, ya harta se levanto en busca del despertador que perturbaba sus sueños. 

Cuando logro localizarlo, estaba arriba de de sus libros de la escuela, lo agarro y lo aventó haciendo impacto contra la pared, ya era el tercer despertador de la semana que destruía así. 

- _____!! Peque!! Ya despertaste!! - Se escucho la voz de su amigo Baji gritarle directo a la ventana de su habitación - 

Ya era costumbre que el pelinegro la levantara a gritos, apenas faltaba una hora para ir al colegio pero el siempre llegaba temprano ¿la causa? que a el mismo le daba flojera hacer su desayuno que siempre va a casa de su amiga a que su madre prepare su desayuno. 

Bajo aun con el pijama y le abrió la puerta a su amigo dejándolo entrar. Ya era casi rutina que mientras el estaba abajo en el primer piso chismeando con su madre, ella estuviera arreglándose para el colegio. 

Una vez bajo, lista con el uniforme y su mochila fue a la mesa donde estaba su madre y Baji hablando de gatos. 

- Buenos días - hablo _____ mientras se servia una taza de café - 

- No desayunaras? - pregunto su madre - 

- No, yo solo funciono si tomo café - 

Baji soltó una risa al escuchar la respuesta de su amiga, sabia lo mucho que eras adicta al café, tanto que no le sorprendía. Ella ya iba por su tercera taza de café cuando tocan el timbre de su casa. 

- Llego Chifuyu!! - aviso Baji mientras le abría la puerta - 

Dejaste la taza en el lavabo y subiste al baño a cepillarte los dientes para ir a la escuela, una vez bajaste saludaste a tu amigo rubio para ir los tres caminando al instituto. 

Y antes de entrar Baji amarro cu cabello como era costumbre y se puso sus gafas, solté una carcajada al verlo, todavía no me podía acostumbrar a sus cambios radicales de aspecto. 

Aunque paraste de reír al ver a tu amigo rubio embobado al ver a Kyoko que recién había bajado del auto de sus padres, si bien no era un secreto que a este le gustaba la peli negra. pero jamas se animaba a hablarle. 

De repente siente un dolor en el pecho que te hace quejarte bajo mientras maldecías en murmullos, no era la primera vez que se sentía así, pero solo pasaba específicamente cuando se percataba que Chifuyu estaba viendo a su compañera de clases. 

Sin tomarle mucha importancia recobro la postura directo a su clase, los tres amigos se dirigieron a su primera clase, gimnasia. 

Esa era una de las clases que mas odiaba, el por que, simple el profesor los ponía a hacer trabajos muy pesados, algunos ya se habían acostumbrado y otros obviamente no. Como era costumbre empezaron calentando mientras los tres amigos se la pasaban hablando de cosas triviales. 

Como primer ejercicio el profesor de deportes los puso a escalar una cuerda y en la cima tendrían que tocar una campana, sin duda alguna este era el deporte que mas odiaban, para muchos era muy difícil llegar hacia la campana.              

Ella con un poco de dificultad empieza a escalar, iba a también pero a escasos centímetros de tocar la campana sus ojos fueron hacía otra dirección, la imagen no le gusto.

 Chifuyu estaba uniéndose a Kyoko quien sonría en su charla tan amena que sintió envidia pues jamás había visto al chico estar así.

La distracción la hizo caer hasta el suelo llamando la atención del profesor de deportes y obviamente a sus compañeras, postrada en el suelo y con el dolor en el pecho quedo quieta ahí.

- ¿Se encuentra bien? - repgunto el profesor - 

- Si.. eso creo - respondiste aun tendida en las colchonetas - 

- Bien, quiero que haga un chequeo y me lo trae mañana para verificar que este bien - hablo el profesor mientras la ayudaba a levantarse - Por ahora valla a cambiarse - 

A regañadientes te fuiste al baño con tu uniforme formal, entraste a las duchas para quitarte todo el sudor que estaba en tu cuerpo, una vez acabaste de cambiaste y fuiste al lavamanos. 

A tu memoria vino la escena de Chifuyu con Kyoko, el dolor nuevamente se hizo presente en tu pecho, mojaste tu cara para tratar de calmarlo pero fue en vano. 

Unas fuertes sensaciones de querer toser llegaron a ti, y sin reprimirlo empezaste a tose mientras mentesanas los ojos cerrador; al abrir tus ojos notaste como había pétalos de las flores de cerezo manchadas con sangre. 

Como reflejo llevaste tu mano a tu boca ya que esos pétalos no estaban hay, nuevamente sentiste las ganas de toser y colocaste tus manos en tu boca, para cuando abriste nuevamente los ojos otra vez estaban hay los petalos. 

Saliste del baño rápido, no sin antes limpiar la sangre y los pétalos.

Trataste de evitar y olvidar lo que había pasado en el baño, el problema era que posiblemente todo iría empeorando.