𝕮𝖆𝖕 8 ❱ 𝖆𝖑𝖌𝖚𝖎𝖊𝖓 𝖈𝖔𝖒𝖔 𝖞𝖔 🌷༉
Misaki prepara una leche chocolatada, como le pidió Tsubasa, y saca de un frasco de vidrio unas galletas surtidas, de las favoritas de Tsubasa, para ponerlas en un plato bien decorado y entregárselas al azabache.
─Muchas gracias─ dice Tsubasa.
─De nada, la leche ya va a estar lista. ¿La quieres con azúcar o con edulcorante?
─Me da igual, jeje.
─¿Le pongo edulcorante, entonces?
─Bueno.
─Bien─ el sonido del microondas indica que la leche con chocolate está lista─. Me llama la atención que la pongas solamente un minuto a calentar, apenas queda tibia─ comenta.
─Es que yo soy de tomar muy rápido, y si la pongo más de eso, queda muy caliente y me cae mal al estómago.
─Ahí el tema es que bebes muy rápido, jaja. Las bebidas calientes son para disfrutar con tranquilidad.
─Supongo, pero yo soy muy inquieto e impaciente─ ríe levemente.
─De todas formas la leche tibia y con mucha chocolatada sabe muy rico, en eso sí te apoyo.
─Gracias, jaja─ recibe la taza─, y gracias por esta mini merienda.
─No agradezcas, es lo menos que puedo hacer por ti, Tsubasa─ se sienta en la mesa con él─. Oye, ¿y si en este ratito que tengamos nos hacemos preguntas para conocernos más? Hay muchas cosas que quiero saber sobre ti, también voy a comer contigo.
─Me parece genial─ le responde con una sonrisa. Luego toma una de las galletas y se la lleva a la boca para morderla y saborearla, inmediatamente sus papilas gustativas se sienten a gusto con el sabor de las galletas─. Mmmm, están deliciosas, mejores que las que compro en el supermercado.
─Eso es porque son caseras, mi mamá las hacía, y luego me pasó la receta. Yo cocino muy bien, jaja.
─Te quedan sensacionales, con mejor aspecto que las compradas, y por supuesto con mucho sabor. Pásame la receta, así mamá las hace, y ya no tenemos que comprar más paquetes, que salen carísimos.
─Después te digo, ahora quiero hacer este "juego": cada uno le hará preguntas al otro, intercaladas. Supongamos que empiezo yo, te hago una pregunta, luego tú me haces una, y así sucesivamente, ¿te parece?
─Sí, pero primero quiero saber tu nombre, tú sabes el mío, pero quiero saber yo el tuyo, me está comiendo la ansiedad por saberlo.
─Uy, cierto, lo había olvidado, discúlpame. Yo soy Taro Misaki.
─Taro Misaki...
─Bueno, ¿empezamos?
─Está bien─ sonríe. Se siente tan cómodo con la presencia de este niño, y eso que apenas lo conoce. Él estaba decidido con que las personas le provocaban miedo e incomodidad, pero Misaki es la excepción, con su sonrisa tranquilizadora, su voz suave y su amabilidad, cualquiera se sentiría a gusto estando al lado de él─. Quiero hacerte yo la primera pregunta.
─Adelante.
─¿Cómo es tu familia?
─Verás, yo soy hijo único, tengo a mi padre viviendo conmigo en esta casa, junto a dos chicas a las que papá les paga para cuidarme mientras él está trabajando. Él es pintor, y tiene que salir mucho, pero no confía en que yo me quede solo en casa, por eso le paga a estas chicas para que se hagan cargo de mí, aunque yo ya soy bastante independiente desde pequeño, gracias a las cosas que me enseñó mamá. Ella se divorció de papá cuando tenía cinco años, y se fue a vivir en Tokio, yo elegí quedarme con mi papá aquí, no sé, yo quería mucho a mamá, quiero a los dos por igual, los amo, pero algo muy dentro de mí me dijo: "Quédate con papá", y pues, le hice caso.
─Ya entiendo, ¿y dónde están esas chicas ahora?
─Las niñeras me dejaron solo porque querían ir a comprarse ropa, pero ni me afecta, disfruto mucho mi soledad, además ya me sé hacer la comida solito─ sonríe─, por mí que demoren hasta las dos de la mañana, jaja.
─Jeje, es bueno que disfrutes tu soledad, yo lo he intentado, pero a veces no funciona─ mira hacia abajo, con una sonrisa agridulce.
A Misaki le llaman la atención esas palabras, así que decide usar eso para hacerle a Tsubasa su pregunta:
─Bueno, ahora me toca a mí, ¿cómo es tu vida, Tsubasa?
─¿Mi vida?
Misaki asiente.
─B-bueno, no sé por dónde empezar, pero no es una historia tan feliz.
─¿Ah, sí? ¿Por qué?
─Pues verás, yo soy muy solitario debido a que nadie quiere estar conmigo, a ningún compañero de los que he tenido en la escuela le gustaban los niños que hablaban con objetos, yo tengo un balón de fútbol, que aparte de mis padres y mis abuelos, es lo más preciado para mí, pero por culpa de eso sufrí bullying.
─Oh, Tsubasa, eso no es lindo, no le veo sentido a criticar a la gente solo por ser distintos, la verdad es que tus compañeros han caído muy bajo.
─Sí...
─¿Entonces no tienes amigos?
Tsubasa niega con la cabeza.
─Los pocos que llegué a tener fueron amigos falsos y tóxicos.
─Qué mal─ dice con algo de pena.
─En fin, sigo, no sólo sufro bullying por compañeros de clase, sino también presión por los maestros. No soy muy inteligente porque me cuesta bastante aprender, la verdad, y los maestros se enojan, dicen que soy un malagradecido por no valorar el esfuerzo que hacen para enseñarnos y cosas así, y eso me deja muy mal la verdad. Cada vez siento que las personas me incomodan más.
─Vaya, eso me parece una falta de respeto. ¿A esos maestros no se les pasó por la mente que tienes traumas por culpa de personas tóxicas que no te dejan prestar atención?
─Se ve que no, se vivían haciendo las víctimas, hasta mi maestro particular me abofeteó.
─¡¿En serio?!
Tsubasa asiente, un poco serio.
─¡Es un criminal!
El azabache se ríe por la manera a la que se refirió Misaki al maestro.
─Criminal─ dice, riéndose.
─¡Es que sí! ¡¿Qué clase de maestro agrede a su alumno así?!
─Fue mi culpa, le grité viejo puto porque me estaba agrediendo emocionalmente, dijo que si no podía resolver operaciones combinadas, no iba a lograr nada en la vida, y otras cosas, y bueno, me pegó.
─Tsubasa, qué espantoso... Yo nunca insulté a nadie, pienso que no vale la pena, pero ese maestro necesita una buena cucharada del karma.
─Cierto. Y otra cosa, aparte de estar triste porque nadie me quiere, otro trauma que tengo es el de la muerte de mi abuela paterna, la quería mucho, era gran parte de mi vida, pero murió cuando yo tenía nueve años, estuve mucho tiempo yendo a terapia para superar de alguna forma ese hecho, pero hasta el día de hoy me sigue afectando un poco.
─Qué pena. Que en paz descanse tu abuela─ junta las manos como si estuviera rezando, y cierra los ojos por unos segundos─. Listo.
─Gracias, Misaki. Y lo otro que me pasó fue que tuve un accidente automovilístico hace seis meses que me dejó tres meses en coma en el hospital...
─¡No puede ser! ¡¿Sufriste mucho daño?!
─No pasó nada grave, por suerte, lo único es que no puedo recordar muy bien la gran mayoría de acontecimientos de mi vida previos a los seis o siete años.
─Ya veo... Qué mal que hayas pasado por todo eso, Tsubasa, no tenía idea...
─No te preocupes, Misaki. Fue duro e injusto, pero ya estoy bien, a partir de hoy voy a cambiar mi vida totalmente.
─¿Ah, sí? ¿Qué vas a hacer?
─Me voy a cambiar de escuela este lunes, conoceré gente nueva que espero y le rezo a Dios porque sean buenas personas.
─Estoy seguro de que así será─ le asegura con una sonrisa.
─También voy a unirme al equipo de fútbol de esa escuela, ya que amo jugar fútbol, mi sueño es ser jugador profesional algún día.
─Es un lindo sueño, yo también amo el fútbol, de hecho, esto no me di cuenta de decírtelo cuando dijiste que hablas con tu balón, pero yo suelo hacerlo también.
─¡¿Es en serio?!─ pregunta, realmente sorprendido.
─Sí, mi balón de fútbol fue muy importante para mí durante toda mi vida. Yo tengo muchos amigos, pero cuando estoy solo en casa es una gran compañía.
─Misaki, tú eres alguien como yo, somos exactamente iguales─ dice, con los ojos brillosos, sin perder el asombro.
─¿Ves? Ya encontraste a alguien con tus amigos gustos─ le guiña el ojo.
─Quizás es por eso que me siento totalmente cómodo contigo, y eso que apenas te conozco.
─Gracias, me halagas, jaja─ le acaricia la cabeza.
─Eres tan cariñoso, Misaki.
─Te lo agradezco, todos me dicen lo mismo. Estaba pensando que la próxima vez que vengas aquí, podemos jugar un poco de fútbol, hay una zona del vecindario que da al mar, y hay un gran espacio verde para jugar, podemos ir ahí si quieres.
─¡Será un placer! ¡Va a ser muy divertido!
─Muy bien, jugaremos ahí entonces, ¿cuándo volverás?
─¿Puedo venir mañana?
─Claro que puedes, yo estoy siempre aquí.
─De acuerdo, nos veremos mañana entonces.
─¿Ya te vas?
─La lluvia ya paró, mi mamá debe estar preocupada por mí. Será mejor que me vaya. Muchas gracias por todo, Misaki...
─Espera, Tsubasa, antes de que te vayas, ¿puedo hacerte una última pregunta?
─Claro, lo que tú quieras.
─¿Has estado en este barrio antes?
─¿E-eh? ¿Si he estado aquí antes...?
En eso, la imagen de Misaki sonriendo empieza a desvanecerse y a alejarse de él. Tsubasa empieza a ver borroso, y a los pocos segundos, esa vista borrosa pasa a ser negra. El azabache se queda dormido por un motivo que le será difícil entender.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top