Capítulo 23: Yo y mi vampirito
MINAMI' S POV
Ha pasado un tiempo desde que Onii- chan y yo nos reconciliamos. Y después de tantos años tratando de averiguar si él estaba enamorado de Kisugi, pude saber la verdad. Siento como si el mundo estuviera de mi lado ahora.
El Nankatsu logró conseguir el tri- campeonato hace pocos días, pero Tsubasa terminó hecho mier...
─¡Minami!─ escucho que Onii- chan me llama.
─¡¿Qué pasa?!
─¡Ayúdame a limpiar las ventanas! ¡Y trata de no romper ninguna y que te salga sangre como la otra vez!
─¡Está bien!─ salto de la cama como un resorte y voy corriendo a la cocina para ayudar a mi hermano.
Estoy yendo al colegio nuevamente. Me siento más animada ahora que el ambiente en casa está mejor. Y las cosas con Nitta también van geniales. Le he presentado a papá y a mamá y me dijeron que era mi tipo, y también le presenté a Hotaru, quien siempre mueve la cola feliz cuando lo ve, y se le tira encima a lamerle la cara. Esa es la vida que quería desde hace tres años cuando Wakabayashi se fue...
Aun así, no puedo dejar de pensar en él...
Fue una jornada larguísima en el colegio. Este año empecé la secundaria, pero extraño la escuela, donde tenías un solo maestro y no te mandaban tanta tarea. En primaria, es otro mundo. Ahora creciste y no tienes tiempo para relajarte, y no quiero ni pensar en cuando esté en la preparatoria...Dios mío...
Veo a Nitta a lo lejos...Creo que voy a hacerle una bromita...
Me subo al autobús escolar y él logra subir también. Me busca con la mirada y me ve sentada al fondo.
─Oye, nena, ¿tratabas de esconderte de mí?─ me preguntó, y se sentó a mi lado.
─¿Cómo voy a esconderme del vampirito más lindo del mundo?─ le doy un piquito en sus labios perfectos.
Ahora a poner en marcha el plan B:
Me paro del asiento y camino hacia la puerta de salida.
─¿A dónde vas?
─Olvidé mi almuerzo en el gimnasio...
─¡Puedo darte el mío...!
Yo ya me había bajado.
─Maldición...─ camina hacia la ventana y me grita─: ¡Oye, ¿acaso sabes a dónde va este autobús?!
─Ni idea, nunca tomo el autobús.
─¡¿QUÉ?!─ el autobús arrancó─¡ME LAS PAGARÁS, MINAMI IZAWA!─ me gritaba mientras el autobús se iba alejando cada vez más.
Espero que no termine en otra ciudad...
Más tarde, lo invité a tomar helado de agua en mi casa mientras Onii- chan se fue a lo de Kisugi para un proyecto del colegio. Dentro de pocos días tenemos una exposición todos los grupos y tenemos que ponernos al día con los proyectos. Aunque estoy 100% segura de que luego de que terminen, se van a poner a intimar en la cama de Kisugi, jeje...
Nitta y yo nos sentamos bajo el árbol del fondo y nos pusimos a tomar el helado.
─Tienes una linda casa, nena.
─Lo sé. Onii- chan y yo trabajamos duro de lunes a viernes mientras nuestros padres trabajan doce horas al día en la inmobiliaria. Solamente pueden hacer las labores los sábados y domingos porque tienen libre, y nosotros quedamos deshechos tras trabajar tanto─ suspiré─. Así fue mi vida siempre.
─Pero a la vez es bueno para practicar, así ya sabes prepararte para cuando seas más grande─ pasó un brazo por mis hombros.
─Sí, aunque honestamente no sé a dónde debo ir─ reí─. Jamás pensé qué voy a hacer con mi vida...Mi mayor sueño es viajar por el mundo.
─Algún día lo lograrás. Yo lo único que quiero es tener vampiritos─ acarició mi panza.
─¡Oye! Nunca pensé en tener hijos, porque es mucha responsabilidad, pero creo que cambié de parecer al iniciar una relación contigo, Nitta─ le sonreí─. Tenemos que comernos el helado antes de que se derrita.
─¡Es verdad!─ se metió el helado en la boca, pero Hotaru llegó y se lo sacó. Nitta lo miró furioso y lo persiguió por todo el fondo de mi casa como si fuera un perro. Usó la cerca para impulsarse y cayó encima de él. Hotaru le lamió todita la cara─¡Basta, me haces cosquillas!
─Ay, Nitta...
KISUGI' S POV
Después de tanto trabajo, finalmente logramos terminar el proyecto para la exposición.
─Uff, por fin podemos descansar, Kisugi.
─Síp.
Nos tiramos en la cama y nos miramos, muy enamorados.
─Eres lo más dulce y tierno que puede haber en este mundo, Kisugi─ acaricia mi cabeza.
─Izawa- kun─ me pongo rojo.
En ese momento, mamá entró a mi cuarto con el celular en la mano.
─Teppei, hijo, tengo buenas noticias...
Abro los ojos como si fueran dos platos.
─Tu papá volverá a Japón la semana que viene...
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