KISUGI'S POV

Fue la pijamada más loca que tuve en mi vida. Izawa me dijo que al final me trajo a su cuarto para dormir ahí y no en el sofá. Cuando me enteré, me puse rojo como un tomate. ¡¿Enserio me quedé dormido en la misma cama que él?!

─¿Alguien se enteró? Por favor dime que no─ le dije.

─No, no...Cerré la puerta con traba para que Minami no entrara.

─Qué genio. Gracias por dejarme a dormir en tu cama.

─No agradezcas. Eres mi mejor amigo─ me sonrió.

Le devolví la sonrisa.

Hoy voy a ir con Izawa y con Mei al parque a aprovechar la tarde...Hablando de Mei, tengo que decirle las malas noticias. Misaki se irá a otra escuela en estos días. Lo que pasa es que el padre de Misaki es pintor, y siempre están viajando justamente por eso. Pobre Mei. Me imagino el sufrimiento por el que pasará cuando él se vaya. No quiero verla triste, no ahora que tiene a su primer amigo en la vida.

─¡Onii-chan!─ entra por la puerta y me abraza─¿Ya nos vamos?

─Ahora en la tarde. Primero Izawa vendrá a almorzar con nosotros, y después iremos caminando─ acaricio su cabeza.

─Está bien. ¿Quieres ir a mi cuarto a dibujar?

─Sí, es una buena idea...─ le sonrío. Ella también sonríe y va a su habitación.

Me apena verla sonreír para luego verla destrozada por la partida de Misaki. Rezo porque no se ponga mal.

Estuvimos una hora dibujando en su habitación. Luego vino Izawa, y vimos una pequeña serie antes de que estuviese listo el almuerzo. Cuando terminamos de comer, fuimos caminando al parque.

Durante el camino, Mei iba de las manos entre los dos, y ella saltaba largo, haciendo que contáramos con ella: uno...dos...¡tres! Yo iba pensando en que Mei se veía como si fuera hija de Izawa y mía. Y ese pensamiento hizo que fuera con la cara hecha un tomate hasta llegar a un campo de girasoles...

─Wow─ Mei mira impresionada el campo de girasoles.

─¿Quieres corretear por ahí un rato, Mei?─ le sugiero.

─¡Síiii!─ corrió hacia el campo.

─¡Pero no te alejes demasiado, porque me moriría si te pasase algo!

─Tú la proteges mucho. Dominas muy bien el papel de hermano mayor─ me dice Izawa.

─Sí. Como ya sabes, la quiero demasiado. ¿Debería contarle lo de Misaki?

─Pues sí. Si alguien debe decírselo debes ser tú. También me apena, pero es lo único que podemos hacer─ baja la mirada.

─Cuando nos vayamos a casa. No quiero arruinar esta tarde...

─¿Quieres sentarte en la banca que hay ahí?─ señala una banca que hay debajo de un árbol.

─Sí. Tengo ganas de ver a Mei divertirse.

Mei corretea como loca entre los girasoles. Me gusta verla así: sonriente.

Luego fuimos al parque, donde habían unos juegos para niños. Empujé a Mei en los columpios mientras Izawa le mandaba un mensaje a Minami, quien estaba en lo de Wakabayashi otra vez. Yo miraba el cielo mientras Mei se divertía. Era un hermoso paisaje.

Estaba anocheciendo. Empezamos a caminar nuevamente. Mei iba trotando delante de nosotros, muy sonriente. Esas muestras de felicidad hacen que me sintiera más nervioso cuando llegara el momento de contarle la verdad.

─Onii-chan, ¡me divertí muchísimo! ¡Gracias por todo!─ se lanza a abrazarme.

Llegó la hora. No puedo esperar más tiempo.

Me separo de Mei. La agarro de los hombros y la miro directamente a sus tiernos ojos celestes.

─Mei, tengo que decirte algo súper importante─ le digo, serio.

─¿Qué pasa?

─¿Recuerdas a Misaki?

─Sí.

─¿Viste que te conté que él suele mudarse seguido?

─Sí.

─Bueno...

─Él se irá en unos días a otra escuela. Ya no lo vas a ver más─ terminó Izawa.

La cara feliz de Mei cambió a una triste.

─No, no, Onii-chan, no...

─Lo sé. Sé que duele, pero no hay nada que podamos hacer.

─No, no, no...─ sigue ella, mientras las lágrimas mojaban su vestido.

En unos segundos pasó a ser un llanto ahogado.

 Mi primer movimiento fue abrazarla y acariciar su cabeza para tratar de consolarla.

─Tranquila, chiquita. Tranquila...

Nos fuimos a casa, muy tristes. Lo primero que hizo Mei cuando llegó, fue irse a dormir a su cuarto. Yo podía escuchar sus sollozos desde mi cuarto. Cuando quería acordar, yo también estaba llorando.