37 - p.c

"SO BABY PULL ME CLOSER IN THE BACKSEAT OF YOUR ROVER, THAT I KNOW YOU CAN'T AFFORD, BITE THAT TATTOO ON YOUR SHOULDER, PULL THE SHEETS RIGHT OFF THE CORNER, OFF THE MATTRESS THAT YOU STOLE, FROM YOUR ROOMMATE BACK IN BOULDER, WE AIN'T EVER GETTING OLDER"

NARRA ALAIA

Sigo tecleando en mi computadora intentando recordar las palabras de mi última reunión beneficiaria. Hoy es un día de trabajo, donde me quedo en casa todo el día en mi portátil intentando adelantar un poco de la economía de la empresa para tener el resto de los días libres. Amo los fines de semana por ello, puedo estar tranquila sin problemas. Estuve pensando un poco sobre que Peter mañana se va definitivamente para Nueva York, admito que me pone un poco nostálgica, estos tres días se ha portado bien conmigo a pesar de los problemas y enserio le agradezco que me haya defendido de Blake, nunca debí iniciar una relación con él, sabía que no funcionaría para nada. Peter aún sigue en mi corazón y eso no lo olvido fácilmente.

Tomo una vez más de la taza de café y como de las galletas de vainilla que hay a mi lado, miro mi reloj dándome cuenta que son ya casi las seis de la tarde. Continúo con mi trabajo pensando qué cenaré hoy, quizás macarrones con queso o pizza a domicilio. Tocan el timbre del apartamento por lo que detengo lo que hago y me voy a abrir, encontrando a mi madre, que se ve muy seria. Pasa sin decir nada y la sigo a la sala. Me mira.

- ¿Por qué saliste con ese chico? ¡te dije que es un daño para tí! - me reclama. Inmediatamente caigo en cuenta de quién habla.

- Mamá, Peter no es malo conmigo, al contrario, se portó como todo un caballero. Fue muy lindo... - murmuro lo último tomando el collar en forma de corazón que hay en mi cuello.

- ¡Basta de tonterías! además de eso terminaste con Blake ¿cómo se te ocurre? ¡él era el futuro de tu empresa!

- Él no me hacía feliz, es un idiota. Si hubieses visto cómo me trató antes de ayer, hubieras lamentado lo que estás diciendo ahora, ¿y desde cuándo me exiges que salga con él? ¡cuando comenzamos a salir ni siquiera te importó!

- Eso era antes, ahora lo necesitas si quieres seguir con tu empresa.

- No necesito ayuda de alguien más para salir adelante.

Rueda los ojos y se cruza de brazos. - te prohíbo que vuelvas a ver a Peter después de todo lo que te hizo, ¡te engañó! se metió con Olivia y...

Se calla la boca al darse cuenta de lo que dice. Frunzo mi ceño lentamente. Nadie sabe eso y jamás le conté si Peter me engañó. Camina a mi lado para irse pero no la dejo, presiono mi reloj y el traje aparece colocándose al frente de la puerta para que no se vaya. Ella gira a verme con una sonrisa en su cara muy malévola.

- ¿Enserio quieres saber por qué lo sé?... Eres muy lista cariño, pero aveces no lo suficiente... Yo engañé a Olivia para que se metiera con tu ex.

La miro sin creerlo completamente anonadada y sin decir ni una palabra.

- Fue muy fácil hacerlo con los regalos enviados como si fueran de él y el enamoramiento ciego de una chica de dieciocho años... Esa noche no era una fiesta para celebrar que se casaron como él creía, solamente era una reunión de la facultad donde se ejecutó el plan. Todo fue gracias a mí.

- ¿C-cómo pudiste ser tan cruel? - pregunto sintiendo un nudo en mi garganta.

- Ahí me dí cuenta que ustedes son muy fáciles de separar, pero he de admitir que se quieren bastante y eso es un gran obstáculo. Solo bastó una pastilla para que tu ex noviecito comenzara a imaginar cosas.

- ¿Cómo pude confiar nuevamente en tí? ¡eres un monstruo y siempre lo serás!

- ¡Claro que no, cariño!... Intenté alejarte de él porque simplemente él era el monstruo para tí. No pude alejar a tu padre pero sí puedo alejarlo a él. No voy a dejar que te metas con nada que tenga que ver con tu padre.

- Ya sé por qué él te dejó ¡estás loca!

- ¡Loca por verte feliz! lástima que Peter no llegó a otro extremo, si no, hubiese sido más doloroso.

Aprieto mi mandíbula completamente enojada con ella, pero más conmigo misma. Eso significa que Peter no me engañó, solamente fue parte de un juego el cual él no tuvo nada que ver. Me siento una estúpida. Jalo mi cabello y me doy la vuelta apoyando mis manos en la encima tratando de evitar tener un ataque de pánico.

- ¿Y sabes qué fue lo mejor? logré separarlos por un tiempo, fue lo mejor de mi plan... Él se veía tan triste, sin vida y desalado sin tí... Ahogándose en el alcohol y la soledad sabiendo que no fue su culpa perderte.

- ¡Vete, ahora! - le grito.

Suelta una risa. La empujo por la espalda hasta la entrada donde la saco del apartamento y cierro la puerta de un puertazo. Me apoyo en ella y seco mis ojos un poco para evitar llorar. Voy de regreso a la sala donde tomo mi celular, marco un número y espero un poco a que contesten.

- ¿Hola?

- Peter, te necesito.

NARRA PETER

Detengo el auto al frente del edificio una vez que llego y me quedo ahí. Alaia me llamó hace un rato, se oía muy extraña, no entiendo el por qué pero si necesita de mi ayuda es por algo y obviamente no me negaré ante ello. Estaba comprando los tiquetes de avión para el día de mañana, viajaré a las dos de la tarde con los chicos, después del almuerzo para ir más relajados. Aunque todavía no sabemos si nos iremos mañana mismo ya que ellos planean quedarnos unos días más para seguir con la reconquista de Alaia, pero les negué porque me pareció que ella necesita su espacio sin mí.

Aparece la chica en mis pensamientos saliendo del edificio, me bajo del auto y hago lo mismo de siempre, ponerme a su frente. Hoy lleva un vestido beige muy lindo. Iba a saludarla pero se tira a mis brazos fuertemente, admito que no lo esperé para nada, rodeo su cuerpo.

- ¿Estás bien? - pregunto sin saber qué más preguntarle, ella niega con la cabeza enterrada en mi pecho.

- Quiero hablar contigo, pero en otra parte.

Se separa y se sube al coche sin darme tiempo de abrirle la puerta, me voy nuevamente a mi sitio y ella me indica dónde podemos hablar. Doy la vuelta a la calle estacionando en un callejón algo oscuro, apago el auto y me quito el cinturón para estar mejor. Veo la hora y ya son cerca de las siete.

- ¿Qué pasó esa noche? - es lo primero que me pregunta, yo quedo un poco confundido - esa noche, Peter, la de la fiesta.

- ¿E-enserio quieres saberlo?

- Si te lo estoy preguntando es porque obvio quiero saberlo.

Trago en seco por su respuesta directa y suspiro comenzando a contarle.

Eran cerca de las once la noche y estaba más tomado que quién sabe qué, me sentía diferente, tal vez por estar muy ebrio. Me encontraba bailando con los chicos en una pista de baile sin control alguno. Pronto les dije que debía irme ya que le prometí a Alaia que estaría solamente hasta las once. Me alejé de la pista caminando afuera.

- ¡Hola Peter! ¿irás a tu casa, quieres que te lleve? - pregunta Olivia acercándose con una sonrisa.

- ¡No, gracias, tengo mi coche! - niego sacando las llaves de mi camioneta con un poco de torpeza

- Vamos, puedes decirle a Harry que se lo lleve.

Me jala del brazo sin dejarme otra escapatoria y me veo obligado a seguirle. Nos acercamos a un auto pequeño, no tan grande, pero lindo. Me subo como puedo al copiloto siendo perseguido por la chica, ella se sube al piloto. Mis ojos dan vueltas y giro a mi izquierda encontrando a mi hermosa esposa mirándome con una sonrisa. No pierdo tiempo y la beso. Se sube en mis piernas comenzando a tocarme por completo, beso su cuello oliendo un perfume que jamás había olido. Seguro es nuevo. Bajo la cremallera de su vestido azul eléctrico sin parar de besarla, bajo mi mirada a mi pantalón donde ella intenta quitármelo y obviamente que no me niego.

Alzo el vestido de sus piernas viendo un tatuaje de mariposa. Esperen... Alaia no tiene tatuajes. La miro de nuevo, esta vez encontrando a Olivia y la tiro al asiento de piloto asustado. Limpio mi boca con mi camisa y me arreglo el pantalón bajándome del auto para irme rápidamente de ahí. ¿Qué había hecho?

Alaia me mira estando un poco en shock por lo que le acabo de contar, no sé por qué no me ha interrumpido o no me ha pegado diciéndome que la engañé si al principio no quería ni verme o hablarme.

- Mamá... Ella es la que...

- Sí, lo sé - afirmo viendo el volante del coche, ella me mira en plan "¿por qué no le lo dijiste?" - intenté explicarte millones de veces, decirte que no había sido mi culpa pero no querías escucharme. Me limité a respetar tu decisión.

Suspira y gira su cuerpo completo en el asiento mirándome.

- Peter, yo... Realmente lo lamento tanto, fuí una ciega, ni siquiera sé cómo puedes quererme por tanto que te hice sufrir. Debí haber adivinado que era mamá la que quería separarnos.

- Descuida, te perdono.

- No es cuestión de perdonar fácilmente... Fuimos engañados injustamente y yo misma, por no tratar de escucharte, arruiné todo... ¿Por qué no insististe más cuando nos encontramos?

- ¿Qué importaba ya? estabas con Blake, podrías seguir tu vida con él sin problemas, te veías tan feliz que no quería arruinar eso.

Bajo mi mirada. Ella me mira durante unos segundos para después tomar mi mano que está en el volante, toma mi mentón obligándome a mirarle. Se acerca.

- Blake no puede hacerme feliz. Tú sí. Y voy a demostrarlo de ahora en adelante. Perdóname por todo lo que te hice pasar.

Parpadeo varias veces intentado pensar pero nada se me viene a la mente, se acerca a mí hasta unir sus labios con los míos en un beso muy apasionado. Le sigo. Tenía tanto tiempo sin besarla que había olvidado lo que se siente. Y ahora lo disfruto más sabiendo que ha vuelto a ser mía por completo. Me importa un carajo que hayamos cometido errores de los cuales nos arrepentimos, solo quiero sentirla contra mí otra vez. La cosa se pone más caliente a medida que me besa más. Deja su celular tirado en los asientos de atrás y besa mi cuello, cierro mis ojos disfrutando de sus labios carnosos que hacen marcas en esa zona. Se acomoda en su asiento. Desabrocha mi pantalón, quita el bóxer y de inmediato mete mi miembro en su boca empezando a chuparlo.

- A-alaia... Ah... - gimo tomando su cabeza para guiarla mejor en los movimientos que me proporciona.

Recojo su cabello en una coleta para que esté cómoda. Definitivamente no es lo mismo masturbarse a que ella me dé un oral. Muerdo mi labio cerrando mis ojos y sigo gimiendo. Acaricia con su mano libre mis testículos, mi piel se eriza, aprieto su nuca para que no piense en parar y aún así ni siquiera voy a hacer que lo haga. Comienza a jugar con su lengua y la punta, haciendo que salga una pre-eyaculación. Carajo, si hubiese recordado que lo hacía tan bien, jamás hubiese dejado que se acercase a Blake. Menos mal y los vidrios son oscuros porque si no, ya alguien nos hubiese visto acá adentro.

Se separa de un momento a otro evitando que pueda acabar, se quita las bragas y se sube en mi regazo. Retrocedo el asiento un poco para darnos más espacio. Mueve sus caderas chocando su braga contra mi amigo y echo mi cabeza hacia atrás tocando su cuerpo.

- ¿T-te gusta?

- Bebé, no pares...

- No planeo hacerlo.

Me besa esta vez muchísimo más placentero. Tomo un condón de mi chaqueta y me lo pongo como puedo. Me quito la camisa por el calor que siento y acaricia mi torso y brazos musculosos. Lamo su cuello y al mismo tiempo succiono dejándole unos buenos chupones.

- ¿Eres mía? - susurro, le doy una nalgada demasiado fuerte que la hace saltar de la impresión para después hablar entre un gemido quejumbroso.

- S-soy toda tuya.

Se alza un poco y mete mi miembro en su interior, suelta un jadeo muy alto comenzando a dar saltos secos haciendo que el coche se mueva a nuestro ritmo. Quito los botones delanteros de su vestido y chupo sus pechos. Me deja hacer lo que me plazca con ella y eso es lo que más amo de cuando hacemos el amor. Paso mis manos por su silueta admirando su bello cuerpo que está completo a mi disposición.

- P-Peter... - gime saltando. Gruño cuando sus paredes se encogen contra mí, haciendo que surja una sensación más cerrada.

- Dios, nena, lo haces tan bien...

Toco su trasero otra vez dándole varias nalgadas haciendo que grite mucho más, se agarra del asiento saltando más fuerte haciendo que entre mucho más profundo. Acaricio su zona para darle mayor satisfacción. La beso tomándola de la cadera. Su lengua se mete en mi boca y desordena mi cabello sin detener sus movimientos que me volvían loco.

Y esa noche hubo más que un simple sexo en el auto.










































































































Como dicen por ahí; lo mejor de una pelea es la reconciliación ahreeeee








Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top