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"AL FINAL, ÉL ERA DE ELLA, Y ELLA DE ÉL"

Dos días después
NARRA PETER

— Cariño... ¿No crees que son muchas cosas solamente para cuatro días de viaje? — pregunto a mi esposa sacando las maletas del baúl del auto

Y sí, hoy es nuestro viaje para nuestra luna de miel, estamos muy emocionados ya que es la primera vez que viajaremos juntos oficialmente sin nadie más (no como el viaje a Europa hace años que fue todo nuestro salón de clases). Literalmente estábamos esta mañana en el apartamento de aquí para allá buscando todo, porque no pudimos hacer nuestro equipaje con anticipo por andar trabajando para dejar todo listo y no preocuparnos de nada.

— Peter, llevo dos maletas de ropa porque sabes que tengo un montón y a cada rato debo cambiarme, una maleta que tiene maquillaje, zapatos y uno poco de accesorios que son como unos treinta o quizás más. Ah, y también la maleta pequeña donde llevo el traje por si acaso pasa algo... En fin, debo estar preparada.

— Okey, ya entendí, son cosas de mujeres, mejor no me meto en eso.

Suelta una risita. Termino con todas las maletas de una vez por todas y bajo la mía, que simplemente es una. Nos acercamos a Happy que nos trajo al aeropuerto en su coche.

— Bueno, chicos, diviertanse mucho pero no tanto, recuerden que todavía deben ser precavidos. Pepper y May me dijeron que las llamaran apenas lleguen, sabes cómo son de mamás protectoras.

Nos despedimos de una vez de el guardaespaldas que nos da consejos, advertencias y todo eso para un viaje agradable ya que ha viajado mucho ya sea con Alaia o con el señor Stark.

Nos vamos juntos de una vez llevando las maletas rodando, y llegamos a los lugares para abordar el avión donde justo llaman nuestro vuelo. Entregamos nuestros pasajes y vamos a subirnos. Decidimos ir en un vuelo como cualquier otro, no primera clase, principalmente porque queremos comportarnos como personas "normales", por así decirlo. Además de que en esa clase de vuelos nos tratan como si fuésemos millonarios o algo así, bueno, la chica lo es en parte, yo no. Me sentiría raro. No estoy acostumbrado a esas cosas.

Buscamos nuestros lugares correctos, las maletas están en el maletero así que iremos cómodamente en todo el vuelo, todas nuestras cosas personales están en nuestras mochilas que las tenemos con nosotros. Me siento al lado de la ventana.

— Iré un momento a buscar algo de comer a la primera clase, ya vuelvo. — me avisa Alaia levantándose

Asiento sin problema, obviamente la dejarán entrar porque es una Stark y la conocen. Busco mi teléfono en mi bolso para andarlo, pero me detengo al escuchar la risa de mi esposa, volteo un poco hacia atrás viendo a la nombrada en mi mente hablando sonrientemente con un hombro casi de nuestra edad ¿quién rayos es? minutos después ella regresa a su sitio, le miro con una ceja alzada.

— ¿Qué? — pregunta mirándome — oh, es un socio de la empresa que fue hace como un año. Se volvió un muy buen amigo mío. Nos llevamos bien. Está en el vuelo de turistas para disimular su presencia.

—Es raro... — murmuro activando mis audífonos y colocándolos en mis oídos

— Créeme, solamente es un socio.

Asiento ignorando un poco el tema. Alaia me mira y deja un beso cerca de mis labios — Eres un celoso, ¿sabes?

— Lo sé, pero es que es imposible verte hablando con otros chicos con o sin conmigo cerca.

Sigo viendo mi teléfono, ella se pone a ver películas en la pequeña televisión que hay en el asiento del frente con sus audífonos inalámbricos. No tardamos mucho en despegar rumbo a Brasil. Son diez largas horas metidos aquí, será un viaje muy largo y ni siquiera sé qué haremos en ese tiempo. Llegaríamos a nuestro destino a las dos de la mañana, una hora no muy apropiada para andar en la calle y menos en una ciudad diferente. Estuve leyendo que es un poquito peligroso por los ladrones y esas cosas, pero estoy seguro que no nos pasará nada ya que bueno, somos una pareja de superhéroes y sabemos defendernos.

Me acomodo por séptima vez en mi asiento tratando de dormir porque ya son las nueve de la noche. Alaia, por su parte, simplemente está en su laptop terminando algunas cuentas de su empresa.

— Si te soy sincero, me molesta un poco que estés trabajando... Estamos en nuestra luna de miel, amor. — murmuro mirándole algo adormilado recostado en mi lugar

— Lo siento es que estoy terminando unas cosas que no quiero que me molesten cuando estemos allá, sabes que molestan a cada rato sobre las cuentas y todo eso— responde sin apartar la vista

— ¿Por qué no te recuestas un rato....— digo cerrando lentamente la pantalla de la computadora — y te olvidas de eso?

Asiente haciéndome caso. Necesita descansar, anoche no durmió casi por acostarse a la una de la mañana haciendo de todo. Se acomoda en su asiento para dormir, nos tapamos ambos con la manta pequeña que trajimos por el incesante frío que hace. Recuesto mi cabeza en su hombro para descansar.

[...]

Trato de quitar lentamente a la chica de mi hombro para no hacer que se despierte. Son las doce de la noche y tengo un hambre que me mata, y estoy segura que ella también porque solamente se comió una bolsa de cacahuates hace muchas horas. Le acomodo la manta. Intento salir de los asientos como puedo, casi me caigo por saltar como si nada. La mayoría de personas están dormidos. Tomo la tarjeta de mi novia donde está su nombre y todos sus datos y me dirijo hacia la cabina de la primera clase.

Abro la cortina y me sorprendo al encontrar un bar muy elegante, más atrás muchos mas asientos donde hay personas de alta clase. Me acerco al pequeño buffet que está a un lado.

— Disculpe, ¿qué hace aquí? esta parte es para personas de primera clase — escucho detrás mía, volteo encontrando a una azafata que me mira confundida sin entenderme. Me delaté a mí mismo por mi tarjeta que dice "pasajero turista"

—Eh... Bueno... Mi esposa es Alaia Stark y dijo que les mostrara su pasaje, necesita algo de comida. — digo algo apenado

— Oh, si, usted es el señor Parker. Nos habló de tí. — me sonríe amigable — puede tomar lo que quiera, no se preocupe.

Asiento y le agradezco, ella me pone una etiqueta en el pecho que dice "invitado de Alaia Stark". Se va dejándome solo con el gigante buffet y el bar. Tomo algo de comida, lo suficiente, no quiero abusar. Vuelvo al otro lado del avión, entro como sea y me siento. Muevo el hombro de Alaia.

— ¡Bonita, conseguí comida para los dos! — susurro sonriéndole, ella abre sus ojos adormilada mirándome, con su cabello algo alborotado.

— ¿Sí? qué bien, con mi pasaje seguro... — se incorpora en el asiento estirándose y después me mira

— Te traje una ensalada de frutas con una limonada natural por tu dieta porque me dijiste que no puedes comer nada de grasas, yo me cogí un sándwich y un refresco.

Me agradece tomando su comida, se recoge el cabello y comienza a comer. Mientras comemos hablamos un poco sobre lo que haremos, también oímos algo de música y vimos una película de Star Wars para quemar el tiempo. La verdad pensé que viajar en avión durante muchísimas horas, sería mucho más divertido, pero no es aburrido si estoy con Alaia.

Estimados pasajeros, en muy poco tiempo llegaremos a nuestro destino y aterrizaremos en el Aeropuerto Internacional de Galeão, abrochen sus cinturones, por favor.

Hacemos caso a la mujer en los altavoces y nos ponemos los cinturones por seguridad. El teléfono de Alaia suena y ella contesta, me doy cuenta que es Morgan. Comienzo a jugar con el mío para distraerme. Mi esposa cuelga.

— Era Morgan y Pepper, preguntando sobre cómo íbamos y eso... Dijeron que tuviéramos cuidado con todo. Mañana nos llamarán a primera hora junto con May.

Asiento. Dejamos nuestros celulares cuando nos avisan que ya vamos a aterrizar, pasan varios minutos hasta que nos avisan que ya podemos empezar a bajarnos. Recogemos nuestras maletas y nos vamos a bajarnos del avión, caminamos un poco hasta el interior del aeropuerto que es muy elegante y lindo, no hay nadie por ser las dos de la mañana. Alaia llama un taxi por una aplicación. Nos quedamos afuera con otras personas.

No tardamos mucho esperando hasta que el taxi asignado llega por nosotros, montamos la maleta en el baúl y nos subimos al auto. Mientras tanto en el camino, planeamos lo que haremos mañana ya que tenemos muchísimos planes que no nos alcanzan para hacer ni en dos días. Nos detenemos en nuestro destino, le agradecemos al conductor y nos bajamos con las maletas. Veo arriba viendo el nombre del hotel que es Sheraton Grand Rio Hotel & Resort.

— ¿No pudiste buscar algo más refinado? — pregunto sarcástico a mi novia entrando al hotel que se ve que es caro.

— Es casi cinco estrellas ¿qué más quieres?

Ruedo mis ojos con una sonrisa. Consultamos nuestra reservación como podemos, fue un leve problema porque ni ella ni yo hablamos portugués, tuvieron que llamar al gerente que al menos hablaba nuestro idioma. Nos dieron las llaves, subimos por el ascensor hasta el décimo piso. Llegamos a nuestra puerta y la abrimos, dejamos las maletas en la entrada.

— Guau, es una cama muy grande. — dice la chica tirándose en ella con los brazos abiertos, literal caben cinco personas ahí.

— Estoy súper cansado. — me quejo quitándome los zapatos y tirándome a su lado

— Me dió flojera de cambiarme de ropa y ponerme la pijama...

Me mira con una sonrisa maliciosa, yo la miro igual. Me da un beso lento. Nos quitamos nuestras vestimentas quedando solo en ropa interior, prendemos el aire acondicionado y nos arropamos con las sábanas entre nosotros. No nos importa no cepillarnos los dientes esa noche, después de todo, hicimos un pequeño lavado bucal antes de salir del avión. No tardamos mucho en dormirnos solamente los dos juntos.














































































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