12

"PORQUE LOS DOS NOS QUEREMOS, Y ESTE AMOR QUE COMPARTIMOS, ES BELLO Y ESTÁ LINDO, COMO AYER NO TENGO MIEDO. YO TE QUIERO Y PARA SIEMPRE TE AMARÉ"

NARRA ALAIA

—Peter, quédate aquí, enserio. No vas a venir conmigo porque sé que harás un desastre. — le detengo tomándolo del brazo para regresarlo adentro del callejón

— Tengo que entrar contigo, no voy a dejar que esa mujer se salga con la suya así como así. ¡Casi te da una dermatitis atópica muy grave, casi te mata! — exclama

— Oye, tranquilo, estás muy angustiado y lo entiendo pero no puedes entrar y decirle como si nada. Te recuerdo que todavía no estamos confirmados sobre si fue ella quien hizo que eso pasara. Así que lo que vas a hacer es quedarte aquí, vigilar que no pase nada malo, ¿de acuerdo? no te vas a entrometer. 

Rueda los ojos y se cruza de brazos como un niño pequeño. Suspiro y me doy la vuelta saliendo del callejón, cruzo la calle llegando al restaurante al cual cité a mi madre. Entro pidiendo la reservación que hice, me indican donde está mi mesa y me siento ahí para esperarla. Veo un poco por la ventana viendo a mi novio con su traje montado en el edificio del frente vigilando, activo mi comunicador en el oído para hablar con él cuando pueda.

Fue fácil citar a mi mamá, ella no dudó en aceptar y me dijo que estaría aquí en un santiamén. Peter tiene muchísimas emociones encontradas, sobre todo enojo porque no puede creer que mi propia madre haya sido capaz de hacer algo así. Le he dicho un montón de veces que no asegure nada todavía ya que no sabemos nada sobre eso.

Dirijo mi vista a la entrada donde veo a la mujer, que habla con la recepcionista y señala donde mí para después caminar hacia acá con una inmensa sonrisa en el rostro. Conozco esa expresión, es como si dijera: "logré mi objetivo y nadie me va a parar jamás".

— Hola hija, me alegré mucho cuando recibí un mensaje tuyo, nunca pensé que me escribirías de nuevo desde lo que pasó en el restaurante chino. — habla, se sienta y me mira sonriendo

— No vine a hablar contigo sobre eso, y mucho menos sobre los tratos que me harás.

— Nena, tienes que escucharme. Deja Nueva York, regresa conmigo a Londres, y...

— Ya te dije que no. — le interrumpo mirándola seria, ella quita su sonrisa — y si no quieres entenderlo, te repetiré: Nueva York es todo lo que tengo, las personas de este lugar confían en mí por su bienestar y nada de lo que me digas hará que vuelva a la fosilga que haces llamar mi hogar.

— Oh, cariño, nada de lo que dices es en realidad lo que sientes. Sé muy bien que estás siendo controlada por la gente de este lugar.

— ¿Qué mierda estás diciendo? — pregunto molesta

— Sin malas palabras, siempre te lo dije, pero veo que tu padre no te educó de esa manera... Trato de decir que solamente quiero lo mejor para tí.

— ¿Y lo mejor para mí es provocarme una alergia que me dió una dermatitis atópica hasta el punto que casi muero por una alergia de mayor grado? — pregunto. Ella me mira confundida. — no te hagas la que no sabes, solamente cuatro personas que conozco saben que soy alérgica al calamar. Eres mi única opción. 

— ¿Y acaso soy la única con intenciones de hacerte algo así? quizás fueron los demás.

—Peter se enteró desde que me conoció, mi mejor amiga cuando estaba en el hospital ayer, mi madrastra cuando me dió una alergia en un restaurante donde cenamos y TÚ.  Desde que nací lo sabes.

Chasquea su lengua y me mira con una sonrisa malvada. — eres tan inteligente como tu padre... Pues sí, yo fuí. Entré a tu apartamento cuando estabas con tu amiguita, hasta te escribí una nota de parte de tu noviecito para que se viera más real y no puedo creer que no lo hayas descifrado antes.

— No puedo creerlo... ¿Y así te haces llamar mi madre? eres un monstruo.

Me levanto tomando mi bolso para irme pero ella me toma del brazo fuerte. Miro a Peter quien quiere venir pero le hago una seña para detenerlo.

— Lo siento, cariño. Solamente era una forma para decirte que no me daré por vencida hasta que vuelvas conmigo a Londres. Y si tengo que matar a tu gran amor, lo haré.

— Puede que sea tu hija y me conozcas a la perfección pero no sabes con quien te metes.

Me zafo de su agarre y me voy del restaurante lo más rápido que puedo. No puedo creer que haya sido capaz de hacerme algo así, puede parecer un angelito pero es todo lo contrario. Llego al callejón donde Peter baja enseguida.

— ¿Estás bien? ví que te agarró muy fuerte, ¿no te duele? — pregunta revisando mi brazo

— Estoy bien. Ya tenemos las suficientes pruebas para saber que ella fue quien entró e hizo esa "travesura" — lo calmo y miro mi reloj para después presionarlo pidiendo mi traje — van a ser las doce, tienes que ir a trabajar. Me iré a casa en el traje, no te preocupes. Te veo en la cena a las siete.

Asiente y me da un beso dulce en los labios para después irse en sus telarañas. Mi traje llega poniéndose en mi cuerpo y me voy volando hacia mi hogar. Mamá inició una guerra y no voy a dejar que la gane.

[...]

Estaciono mi auto al frente del restaurante donde Peter me dijo que cenaríamos. Me puse el mejor vestido que tengo ya que tenemos mucho tiempo sin salir a cenar a estos restaurantes finos, aunque no me gusta tanto ya que siempre paga él y no me deja pagar a mí. Me bajo tomando mi bolso y camino a la entrada de Meo Japanese Hibachi, un lugar japonés que me encanta mucho porque para mí venden eñ mejor sushi de Queens. Además de que queda muy cerca del apartamento.

Me saludan varias personas con una sonrisa, yo igual lo hago, ya saben de mí por lo hecho de que soy famosa y también porque vengo cada semana aquí. Me pongo en una mesa la cual me dan un vino, le agradezco y se va. Me dispongo a esperar a Peter. Miro a mi alrededor viendo a varias familias pequeñas cenando, también algunas parejas que se ven divirtiéndose mucho y sobre niños comiendo el delicioso menú japonés.

Veo la hora después de un buen rato, ya son las siete y treinta. Quizás a Peter se le hizo tarde en el trabajo y por eso tardará. Ojeo la carta para ver si pedir algo nuevo o lo de siempre, añadieron una sopa que se ve muy rica. Dejo el menú en la mesa y seguir esperando.

Una hora después.

Muevo mi pie al darme cuenta que después de una hora Peter ni siquiera aparece por la puerta. Reviso mi celular para ver si alguna llamada o mensaje pero nada. Hago una mueca comenzando a ponerme algo triste. Decido llamarlo. Marco su número el cual tengo agregado como "Spidey🕷🕸", espero tres tonos, hasta cinco, pero me manda al buzón de voz. Una señora se acerca.

— Disculpa, ¿vas a pedir algo? ya casi vamos a cerrar, señorita — me informa amable

— No, descuide, creo que ya me iré... Gracias — murmuro dándole una pequeña sonrisa, ella asiente yéndose.

Entro a los mensajes y le escribo a mi novio. "Peter, llevo aquí casi dos horas, ¿dónde estás?" Se lo mando pero no tiene internet, guardo el teléfono. Pongo mi bolso en el hombro y me levanto para irme. Salgo del restaurante, me monto a en mi auto para irme de una vez a mi casa. En el camino no paro de pensar. ¿Le habrá pasado algo grave o me ha dejado plantada sin una razón? sé que no lo haría a propósito, debe haber alguna excusa en específico.

Minutos después llego al edificio, donde entro en el, saludo a Stan sin muchas ganas y subo por el ascensor hasta mi piso. Me quito mis tacones dejándolos en mi mano, quedando descalza. Las puertas se abren y voy hasta mi puerta, la cual, después de abrirla, paso y mi gato me recibe enseguida. Dejo mi abrigo en el perchero y volteo, viendo a Peter, con su ropa algo mal arreglada, viniendo hacia mí con una expresión angustiosa.

— Cariño, enserio perdóname, estaba haciendo patrulla y se me olvidó por completo nuestra cita. Fuí al restaurante pero cerraron y tuve que venir aquí a buscarte— dice rápidamente — te prometo que nunca quise dejarte ahí sola.

— Admito que estoy algo decepcionada... — susurro bajando mi vista

— Lo sé, tienes mucha razón al estarlo. Soy el peor. Perdón. Es la primera vez que se me olvida que tengo que salir contigo.

— Te perdono porque es la primera vez que pasa algo así, Peter. Sabía que nunca harías eso pero aún así me quedé como una tonta esperándote durante dos horas.

—Te juro por mi vida que compensaré lo que pasó. — se acerca más y me da un abrazo, el cual le correspondo — te amo.

No le respondo pero cierro mis ojos y lo abrazo más fuerte sintiendo su calidez. Perdoné a Peter principalmente porque sé que está muy dolido consigo mismo, y también que no quiero estar enojada con él a estas alturas de la vida.


































































PREGUNTA: definan a Alaia en una sola palabra y si quieren pueden decirme por qué esa palabra.


Miren el edit que hice 🤭, está en multimedia por si quieren verlo. Creo que estaré haciendo algunos para distraerme 🖤



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top