11

"WALK FOR ME, BABY. I'LL BE DIDDY, YOU'LL BE NAOMI, WHOA-OH. LET'S LOSE OUR MINDS AND GO FUCKING CRAZY. AH YA YA YA YA. I KEEP ON HOPING WE'LL EAT CAKE BY THE OCEAN"

Marica me vuelvo lesbiana por esa mujer, ¿alguien más? :'v

Harry y yo llegamos a su casa, aunque no podría llamarlo así por la semejante mansión de madera que tengo al frente. Es entendible, su padre tiene dinero por su empresa, es como un reino. La reja al frente de nosotros se abrió y comenzamos a caminar por el camino rodeado de césped muy bien cuidado, al llegar a la puerta el rubio la abrió y ambos pasamos. Era gigante, tenía unas inmensas escaleras, una sala grande y una cocina del mismo tamaño.

Harry subió las escaleras por lo que le seguí, llegando a un pasillo de habitaciones y entramos a la última que era la suya. La cerró detrás nuestra. Su cuarto era el triple del mío, tenía los últimos videojuegos y consolas, un armario grande donde tenía todo tipo de ropa y zapatos, y una ventana donde entraba la luz.

- Puedes sentirte en tu casa, mi padre está en Alemania y las personas de servicio en descanso. El chef es el único que viene pero para hacer el almuerzo y ya se fue como hace una hora. - me habló dejando su mochila en la silla de su escritorio

Nos quedamos hablando de cualquier cosa, desde nuestras vidas hasta nuestros juegos favoritos. Teníamos una confianza entre los dos. Ned quedó en qué vendría después para ayudarnos también, ya que al parecer, nosotros tres éramos uña y mugre.

- De acuerdo, si quieres que Alaia se fije en tí por lo menos una noche, tenemos que actuar bien. - exclamó al frente mío, yo estaba sentado en su cama - primero, no puedes estar nervioso. Las chicas aman a los chicos directos

- Pero Alaia odia ese tipo de chicos- alzó una ceja - bueno... Lo sé porque odia a Flash y él es muy directo con ella, le dice que estén juntos y eso.

- Tienes razón, entonces sé nervioso pero tampoco tanto. Por lo general las chicas con dinero son odiosas y presumidas, créeme, lo sé porque he estado con varias. Aunque Alaia es algo... Tranquila, pero sin quitar el hecho de que llegue a ser algo atrevida.

En eso sí tienes razón, querido amigo.

- Lo primero que debes hacer cuando llegue es hablarle antes de que alguien más lo haga. Después poco a poco se va haciendo la conversación y... ¡BUM! - me sobresalté por lo último - pierdes lo que debes perder.

- Harry, no voy a acostarme con ella - le negué

- ¿Por qué? si ella quiere, no pierdas el chance. La oportunidad de acostarte con una chica como ella no cae del cielo todos los días - rodó los ojos, me levanté - pero si no quieres, allá tú. Yo sí tendré mi noche de conquista.

- Más te vale usar condón si no quieres meterte en problemas - le pegué en la frente haciendo que se tambalease un poco

- Descuida, al menos no sigo siendo vírgen. Que eso sí es una decepción teniendo ya dieciocho años.

- Mejor cállate solo quiero ir lento. En cambio tú, ves a una chica linda y enseguida vas como un perro faldero a coquetear con ella y terminan la noche en un cuarto.

- A las chicas les gustan que las persigan y les inciten, yo solo hago el trabajo mucho más fácil

Ruedo mis ojos. Se fue a su armario donde empezó a buscar ropa, supongo que quiere que impresione muy bien a Alaia, está muy empeñado en eso. Me tiré en su cama boca arriba viendo el techo, no sé ni qué más hacer más para acercarme a ella, es muy difícil. Me pongo muy nervioso al mismo tiempo que no sé qué decirle sin cagarla.

[...]

Habían muchas personas en la mansión de Harry una vez que se hicieron las ocho de la noche. Tenía puesto unos jeans, mis zapatos y una camisa de cuadros azules manga larga, y si se preguntan, sí, es ropa de mi amigo. Al parecer somos de la misma talla. Yo caminaba un poco por el lugar oyendo los cumplidos de las chicas diciéndome que me veía guapo, ¿enserio? guau. Creo que la esencia de Harry se me ha pegado y por eso llamo la atención de todas.

Alaia no ha llegado y lo sé porque no la he visto por ningún lugar. Me vestí para ella. Supongo que estoy muy interesado. Ned anda por ahí con Harry buscando mujeres, mientras yo simplemente no tengo ganas de hablar con más nadie que no sea mi novia, bueno, la de Spiderman.

Llegué a la cocina donde habían chicos y chicas tomando ponche, ví a Harry hablando con una chica rubia por lo que me acerqué a él. Lo jalé del brazo llamando su atención, no me hizo caso pero le pegué en la cabeza muy fuerte. Me miró.

- Oye, Alaia no ha llegado, creo que ya no vendrá. - murmuré bajando mi mirada algo triste

- Ay, amigo, no te deprimas. Mira, bebe un poco y se te pasará muy rápido - me dió un vaso, eché un vistazo y el contenido era del mismo color - ella vendrá. Nunca te dejaría plantado.

Le dí un trago a la bebida pero sentí algo muy amargo pasar en mi garganta, hice una mueca mientras tosía como si me estuviera ahogando. ¡Esto sabe horrible! pero aún así tiene un leve sabor a refresco de fresa que es aceptable.

- ¿Qué mierda es esto? ¿tiene alcohol? - pregunté, Harry asintió y me guiñó un ojo - Dios, estás loco, nunca en mi vida volveré a probarlo

Me quedé con el vaso, soy un mentiroso. Me puse a caminar por toda la mansión para buscar o ver a la chica que me trae loco, la cual no hallaba por ningún maldito lugar. Llegué a la sala viendo a los adolescentes tomando, jugando o charlando.

Me giré hacia la puerta para irme de una vez a casa. Pero ví a Alaia entrando. Tenía el vestido color mostaza que le compré para su cumpleaños, le queda a la perfección, junto con unas sandalias blancas y su cabello castaño y largo suelto. Se veía muy linda. Me miró un poco y se despidió de la persona con la que estaba hablando, para después empezar a caminar hacia acá. ¿Qué hago? ¿hacerme el interesante cómo si estuviera hablando con alguien? ¿o simplemente esperarla aquí como idiota? atinarle a la segunda opción se me hace más fácil.

- Hola - saludé una vez que estuvo un poco cerca mío, le sonreí nervioso. - te ves bonita, digo... El vestido te queda muy bien.

- Gracias, creo que tienes buen ojo para mi ropa - sonrió mostrándome sus dientes blancos. Claro que tengo buen ojo para tu ropa, te conozco como si fuese mi vida - vaya fiesta, supongo que invitaron a media ciudad aquí

- Solo son algunos conocidos de Harry... - murmuré, miré un poco mi vaso pero después regresé mi vista hacia ella - ¿quieres ponche? te advierto que tiene un poco de alcohol.

- No, gracias... Si Pepper o Happy descubren que tomé me castigarán de por vida por beber siendo menor de edad, pero tan solo me falta un año más para ser mayor - reí.

- Alaia, qué bueno que llegaste, ¡te estaba esperando! - habló Betty llegando donde nosotros con una sonrisa - venga, te tengo que presentar a unos amigos que te encantarán. Uno no deja de preguntar por tí - me miró - oh, hola Peter, ¿me dejas llevármela un momento?

- Ummm... Sí, no hay prob...

- No quiero hablar con nadie ahora Betty, ¿podrías por favor decirles que estoy ocupada? - me interrumpió Alaia haciendo una mueca

- Claro, no pasa nada. - aceptó encogiéndose de hombros - les veo luego.

Se fue. Alaia suspiró y puso un mechón de su cabello detrás de su oreja. No quise preguntarle por qué rechazó conocer a otros chicos, supongo que no quiere tener más problemas con hombres por ahora sabiendo que tiene novio. Es entendible.

- ¡De acuerdo, gente! ¡presten mucha atención! - gritó Harry apagando la música, todos lo miramos - ustedes saben que en todas mis fiestas siempre hay un juego tradicional, y es el "siete minutos en el cielo". Ya saben las reglas, dos personas en el armario durante siete minutos. Y lo que pase ahí será cuestión de ellos.

Todos gritaron emocionados por el juego. ¿"Siete minutos en el paraíso"? suena como un juego con mucho doble sentido que realmente no me llama mucho la atención. Harry me miró y alzó sus cejas rápidamente. Este era su plan para que me acercase a Alaia, pero creo que no voy a seguirlo.

Unas seis o diez personas se sentaron en el suelo en círculo incluyendo a Betty, Harry, Ned, Flash y Felicia. Sí, había llegado a la fiesta. Ni siquiera sé qué hace aquí. Alaia y yo nos quedamos parados mirándolos, creo que pensamos lo mismo sobre este juego.

- ¿No vas a jugar, Peter? podría ser divertido - me dijo Ned incitándome, todos le apoyaron.

- Déjenlo, seguramente está muy asustado porque nunca ha pasado tanto tiempo solo con alguien en un mismo lugar - le habló Flash con una sonrisa burlona

- Sí jugará, ni siquiera lo dejaste responder, Flash - habló Alaia a mi lado, tomando mi brazo, la miré con el ceño fruncido

Me jaló, pero antes de sentarnos, Felicia me jaló muy fuerte del otro brazo y me obligó a sentarme a su lado. Alaia tuvo que sentarse al lado del moreno por obligación, el cual la miró con picardía. Giré hacia Felicia y ella me sonrió maliciosa al mismo tiempo que me tiraba un beso, rodé los ojos.

El juego comenzó. Primero pasó Ned con Betty, los cuales yo sabía que no harían absolutamente nada y ni siquiera hablarían, ya que Ned es muy tímido o nervioso con las chicas. Después fue Harry con la misma chica de la cocina con la que estaba hablando, apuesto a que se besaron mucho. Salieron del cuarto y pude ver a mi amigo con sus labios hinchados, alzé una ceja mirándolo y él me sonrió con malicia.

- De acuerdo, siguiente pareja - habló rodando la botella que había en el centro para escoger

Dió muchas vueltas mientras poco a poco se detenía, ví que estaba parando en la dirección de Alaia con otro chico que supongo que es el que estaba preguntando por ella. No, no puedo dejar que entre con él. Miré a Ned y le hice una seña secreta que tenemos ambos cuando queremos una distracción, él comprendió.

- ¡Miren, un chico se está tomando todo el ponche que hay en la mesa! - gritó señalando hacia atrás de él, todos inmediatamente miraron

Tomé con una telaraña la punta de la botella y la hice girar de nuevo hacia otra dirección. Todos volvieron su concentración al juego como si nada pasase. Felicia comenzó a jugar con su pelo de forma seductora, hice una mueca de frustración.

- Uhhh - exclamaron todos en el lugar

Miré la botella para ver quién era la siguiente pareja en pasar, me había tocado a mí con... ¿Alaia? abrí mis ojos a más no poder. ¡No quería que me tocase, simplemente hacia que nadie le tocase a ella y tampoco a mí! ¡Maldito karma! Felicia bufó.

- Bueno, ya saben lo que deben hacer para que el reto sea válido. Siete minutos, si es menos y no lo aguantan, tendrá un castigo. - habló Harry orgulloso, esto era lo que él quería

Ví que Alaia se sonrojó un poco y por inercia yo también lo hice, no quiero entrar en ese lugar con ella. Podría pasar algo de lo que después me arrepentiría. Ella se levantó y caminó hacia mí extendiendo su mano, me hizo una seña con su cabeza y la tomé levantándome. Caminamos hacia la puerta de madera, donde ambos entramos. El espacio era bastante pequeño, dejando nuestros cuerpos casi unidos, ya que era un armario lleno de chaquetas. Y ni hablar de la iluminación. Apenas podía ver su rostro.

- Mmm, lamento meterte en esto, es que era peor si no lo hacíamos. He oído que los retos de Harry son demasiado fuertes- murmuró mirándome

- Bueno, supongo que lo son... De todas formas nunca me ha tocado hacer alguno de ellos.

No dijimos nada. Realmente no tenemos temas de conversación, siempre hablamos pero no es lo mismo es un ambiente como éste donde no tenemos una confianza muy buena. Mordí el interior de mi mejilla mientras sentía el frío del aire acondicionado llegando a mí, a pesar de estar bien abrigado se siente demasiado. Alaia acarició sus brazos indicando lo mismo.

- ¿Tienes mucho frío? - le pregunté, ella hizo un leve movimiento de cabeza en señal de "más o menos"

Miré a mi izquierda viendo más chaquetas colgadas gracias a los percheros, reconocí mi camisa de lana que estaba entre ellas ya que la había guardado aquí. La tomé y se la extendí a Alaia.

- Póntela, no te quitará el frío pero al menos no tendrás tanto como ahora... - susurré

Ella asintió. La tomó y se la colocó, le quedaba algo ancha pero se le veía muy bien. Me recordó a la vez que casi la atropella Kraven en la otra línea del tiempo, se la puso también por el frío, se ve adorable con ella. Siempre me gusta cuando utiliza mi ropa.

- Gracias, Peter - agradeció mostrando una sonrisa sin dientes

El silencio volvió con nosotros, estos siete minutos en el paraíso eran lo peor, ni siquiera sé por qué me dejé guiar por ella y tampoco sé por qué estoy en esta fiesta, todo fue culpa de Harry. Comencé a mover mi pie con desesperación, quiero salir de aquí, me siento tan incómodo, nervioso, tengo muchos sentimientos y emociones encontrados.

- Peter. - me llamó, la miré a los ojos y ella a mí, se sonrojó un poco cuando lo hice - si no quieres estar aquí conmigo, puedes decírmelo.

- ¿Qué? no, no eres tú, en serio. No estoy acostumbrado a estas fiestas y nunca he jugado este tipo de juegos, me pongo nervioso, ¿entiendes? - asintió

- ¿Seguro? te ves angustiado y no quiero incomodarte. - hizo una mueca

- En realidad, me siento un poco mejor sabiendo que estoy aquí contigo y no con otra persona.

Me sonrió levemente, después se quedó sin expresión mirándome. De un momento a otro puso sus manos en mis mejillas y me besó, abrí mis ojos a más no poder viéndola besándome, pero los cerré poco a poco dejándome llevar por sus labios gruesos que se sentían a la perfección con los míos. Me incliné hacia abajo por la diferencia de altura mientras colocaba mis manos en su cadera acercándola a mi cuerpo, dejándola pegada a mí. Pasó sus brazos por mi cuello y me siguió besando, revolviendo mi cabello y acariciando suavemente mi cuello. Dios, se siente tan bien besarla. Obviamente no perdí la oportunidad y decidí incorporar mi lengua en el juego, ella aceptó gustosa e hizo lo mismo. Mierda, nos estábamos besando cómo si fuésemos a hacer el amor aquí mismo.

Se separó de mis labios con nuestras respiraciones agitadas pero sin alejar nuestros cuerpos, sus ojos verdes me miraron, sentí una descarga eléctrica en mi espalda cuando sus manos bajaron lentamente por mi abdomen, pero se apartó con rapidez.

Abrió la puerta del armario y salió casi corriendo, le seguí. Pasó por la sala donde estaban todos, que al vernos, se quedaron callados, me acerqué rápidamente hacia la chica antes de que corriera.

- Alaia. - tomé su mano deteniéndola, me miró, pude ver sus ojos un poco cristalinos que se posaron en los míos. ¿Acaso la hice sentir mal?

Se zafó de mi agarre y se fue corriendo por la salida de la mansión, me quedé ahí parado, sin saber qué hacer. ¿Yo fuí el que se equivocó y sin querer le hice daño? ¿o ella no quería hacerlo? tengo tantas preguntas en mi cabeza, pero algo sí estaba claro, Alaia me había besado. Ella a mí.





























































































Para la gente que no sabe, Joe Jonas dijo que "Cake by the ocean" es como una connotación sexual, que utilizaban unos productores con los que trabajó, que puede referirse a "Sex on the beach" ("Sexo en la playa" para los no bilingües xd)











Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top