Querido chico suicida:

Hoy estuve recordando los viejos tiempos, mientras viajaba en mis pensamientos gracias a la nueva pastilla de Sanzu, recordé nuestra primera pelea juntos.

Unos idiotas estaban golpeando a unos indefensos gatitos, ambos nos lanzamos a la pelea en completa sincronía, tu me protegias la espalda y yo la tuya.

Sentí mucho miedo cuando ví que uno de los idiotas había sacado un cuchillo en tu dirección.

Mi cuerpo se movió solo en tu protección.

Termine casi matando a ese idiota, estaba en un estado de shock del cuál no podía salir, seguía golpeándolo una y otra vez.

Tu me paraste.

No quiero imaginar cómo se veía la situación que específicamente tú me paraste.

Lamentablemente todos los gatitos huyeron, excepto uno que tenía una patita herida.

Era tan adorable que lo adoptamos.

El era como nuestro hijo, ambos lo sentimos así.

Ese gatito falleció cuatro meses después de adoptarlo, la herida en su patita se había infectado y ya no había nada que hacer.

Me sentí muy triste en ese momento, tu me ayudaste pero estabas igual de triste que yo.

En ese momento recordé nuestra pelea, la impotencia de verte frente a ese cuchillo.

Con la esperanza de que pudieras protegerte, compré una pequeña navaja en el mercado.

Fue la misma navaja que usaste cuando acabaste con tu vida.

Keisuke... No sabes cuánto me arrepiento de eso.

~ Atte tú Yukio.