❝ Decimoquinto Episodio ❞

Fue difícil hacer que el señor Taisho se separara de los restos abollados, del que alguna vez fue el flamante Sacro, pero tenían que alejarlo de ahí para dar comienzo con la investigación.

Esto no puede estar pasando...

Al estar en la comisaría, no tardó mucho en desfallecer por la baja presión, el susto, el bajón emocional. Todo un espectáculo, el equipo de urgencias tuvo que intervenir y llamar a sus familiares.

...

Sí, en algun momento tuvo que levantar su trasero del sofá y largarse de ahí. No sin antes tomar algunos libros y otras cosas que eran suyas que todavía estaban metidas en las cajas.  Se notaba que el departamento no era tan frecuentado como antes. Lo que sería muy difícil cubrir todos sus pasos pero no imposible. Aun con una sonrisa colgando en su rostro, Kagura se preparó para volver a casa de Tsubaki.

El otoño los dejaba para abrir paso al invierno, hacia un frío de locos ahí afuera. La oscuridad de la noche adornada por las luces de la ciudad.
Esta vez elegiría ir en metro hacia la estación más cercana del barrio de Tsubaki.

Todavía es demasiado pronto para contactarse con Bankotsu, piensa en la manera de hacerle saber que está bien. Todo está muy fresco aun.
No ha escuchado noticias sobre el incidente. Posiblemente salga en varios medios de comunicación.

Evitó tocar su celular desde que volvió al apartamento, lo había apagado, de hecho. Todavía no atenderá las llamadas de nadie. A menos que a alguien realmente se interese por llamarla.

Llegó unas horas después luego de decidirse por caminar desde la estación hasta ahí. ¿Qué tan buena idea era aquello? Del cero al diez, un cero. Aunque formase parte del plan de Kagura. Tener tiempo para digerirlo. Tiempo para quitar la sonrisa y su satisfacción, tiempo para volver a ser la misma de siempre.

Poder llegar a la casa de Tsubaki sin prisa alguna y fingir que nada había pasado. Nada que ella supiera. Ella es una chica recién engañada en proceso de separación que vive con su ex madre adoptiva, que sólo se ha dedicado a estudiar para un examen final en vez de planear como destruir propiedad privada. Si. Se aferra a eso. Práctica sus líneas en su cabeza. Recuerda momentos amargos. Todo eso le ayuda y el tiempo que le tomó antes de anunciar su llegada.

El frío no fue buena compañía durante su viaje.
Antes de siquiera saludar, Kagura estornudó.

─ Si no fuera por este frío infernal, diría que están hablando de ti y muy mal de ti. ─ sonó la voz seria de la anciana.

Estaba de pie en la entrada con los brazos cruzados como si fuera realmente una madre a punto de regañar a su hija rebelde por escaparse de la casa y volver a altas horas de la noche.
Para adornar la punta del pastel, Kagura la vio con ojitos fingiendo ser inocente y cara de
》Nosédequéestáshablando,mamá《

─ ¡No te hagas la idiota conmigo! No hay palabra para ti, sádica, maniática, loca, y una terrible hija de puta.

─ ...

─ ¡Y me sigues mirando de esa manera! ─ Exclamó molesta antes de retirarse a la sala, a sentarse en su respectivo sillón frente a su televisor.

El cual estaba encendido, en el canal de las noticias locales.

─ Eres la única en el mundo, la única que haría algo así.

─ No entiendo a que se deben estos insultos y ofensas...

─ ¿Ah no? ─ Tsubaki preguntó sarcastica. ─ ¿No tienes nada que ver con esto? ─ Preguntó refiriéndose a la primicia de la noche.

》¡Así como lo oyen! Reiteramos: El misterio del vehículo fantasma. Un auto de alta gama se estrelló contra un barranco en una reversa natural. ¡Sin piloto!

- Estamos en vivo en el lugar de los hechos, en el gran parque Muryo No Tori una de las reservas naturales más concurridas de nuestra region. El dueño del auto, Taisho Sesshomaru es el lider tras la exitosa revista Veuve. Como dato curioso el coche titulado Sacro fue echo y diseñado exclusivamente para el padre del señor Taisho, Inu No Taisho. -

- ¿Qué quiere decir esto?

- ¡Se ha perdido una valiosa pieza unica en el mundo! Estamos hablando de un valor de más de 200mil euros. Lo más increible de la situacion es que el Señor Taisho se encontró con que el auto pasó de estar estacionado a estar prácticamente destruido mientrás él estaba visitando el parque. No hay testigos, no hay sospechosos. No hay rastros de sangre. ¡El responsable es como un fantasma!

- El parque tiene camaras ¿Por que no tenemos videos?... 《

Luego de escuchar parte del reportaje, la serenidad de Kagura se fue por el drenaje al ver las imágenes de como Sacro quedó destruido. Otra vez esa sonrisa traviesa y malvada. No puede mentirle a Tsubaki. 

─ Sé que es inútil convencerte que no tuvo nada que ver, pero creeme que no quiero que estés involucrada.  Te voy a pedir que fingas que no, realmente no tengo nada que ver. Y que para mañana ya no hablemos del asunto.

─ ¡Pudiste haber muerto! ¿O como diablos lograste algo así? Lo único que se me viene a la cabeza es que saltaste de un coche en movimiento, directo a estrellarse.

─ ...

─ Si lo hiciste... ─ Tsubaki respira hondo, como si se acabara de enterarse de una mala noticia, no muy lejos de la realidad. ─ ¿Qué si quedabas paralítica o se te rompía algo?

─ Riesgos que tomé. ─ respondió con simpleza. ─ No creo que importe mucho, por que ya lo hice, y ya estoy aquí. Puede caminar todavía, aunque admito que me duele en todas partes.

─ ¿Y el bebé?

─ ¿Cual bebé-? Oh mierda.

─ ¿¡Se te olvidó!?

─ ¡Sí! ¡No! Osea. ─ Kagura trato de hablar, no Mentía, si, se le había olvidado luego de lanzarse desde Sacro. Ya que estaba muy ocupada en su carrera para ir a dejar las jodidas llaves antes que preocuparse por su cuerpo.

La mujer tocó su vientre por impulso. No sintió nada anormal al respecto. No le ha sangrado... lo normal sería que lo perdiera por un gran impacto, más cuando es así de pequeño. Pero tampoco fue para tanto, cayó entre arbustos que le costaron golpes por sus piernas, brazos y algunos raspones.

¿Estaría vivo todavía?

─ Bueno, no le ha sucedido nada... todavía. No he pensado en eso en todo el día.

─ Por un momento... pensé que estabas en el hospital por el mismo tema. No entiendo como el mocoso no salió volando con todo eso.

Al sentir el tono burlon de Tsubaki, Kagura se permitió relajarse una vez más. Quedaron en un acuerdo, ya no hablar del tema al día siguiente.

Aquí no pasó nada.

...

Mientras tanto, en la entrada de la estación de policías, tres personas se peleaban por entrar primero por aquellas puertas.

Dos de ellos se conocían, Jaken y Rin llegaron casi casi volando hiper mega contra preocupados por su amado y adorado Jefe. La tercera persona casi los empuja a caerse al suelo. Imponente, dominante, hermosa.

Una aura de poder y grandeza como la de Sesshomaru. No podría tratarse de nadie más que su propia madre: Lady Irasue.

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