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Hamada Asahi era un chico muy "normal"... Básicamente. Un japonés que estudiaba en Corea de intercambio, y su mayor preocupación era sacar las mejores calificaciones posibles para justificar la beca en ese importante instituto al que asistía. Destacaba entre los demás gracias a su apariencia pero él prefería la tranquilidad de estar solo o con sus pocos amigos.
Le gustaba pasar las tardes en cualquier cafetería leyendo libros, dibujando o creando música en su habitación, inspirándose en lo que su alrededor le ofrecía.
Su rutina de siempre se vio interrumpida desde el día que ese chico apareció en su vida...
[FLASHBACK DE ASAHI]
Digamos que me gusta mucho la soledad, o lo que es lo mismo, tener tiempo para mí... Tengo amigos, claro, pero les doy su espacio como ellos me lo dan a mí y lo agradezco.
Justamente ese día me encontraba solo en una de las cafeterías más cercanas al instituto... Leía una historia de ficción y suspenso, mientras tenía una bebida deliciosa y comía pastel.
Realmente estaba tan atrapado en la lectura que ni me di cuenta de que Lisa, una de las meseras del lugar, se encontraba a mi lado sin hacer ni decir nada. Me percate recién de esto cuando en las maldiciones casuales que soltaba por las cosas que me molestaban en el libro, ella soltó una carcajada.
¿Y la privacidad? Nadie más tiene que oír lo que reniego con mis personajes literarios...
-Oh... Lisa. - carraspeé antes de hacer una leve reverencia y continuar hablando- ¿Cuánto tiempo lleva aquí?
Trataba de lucir, o por lo menos sonar, casual.
Porque lo admito, estaba avergonzado.
-Lo suficiente para darme cuenta que eres un lector apasionado- se rio mirándome divertida, luego señaló - ¿Qué lees?
-Un libro- dije obvio, ella rodó los ojos por mi respuesta.
-Eso ya lo sé Asahi, pero de qué es... ¿Cómo se llama? - claro que ella conoce mi nombre, si paso muchas mañanas y tardes en ese lugar.
-Velo por ti misma. - dije enseñándole la portada, se agachó un poco más para estar a mi altura y verlo.
-"El designio del Ángel" de Cynthia Hand- leyó frunciendo el ceño... ¡Ayuda está muy cerca de mí! ¡Qué incomodo! Puedo sentir su respiración detrás de mi oreja- ¿Te gustan estos tipos de historia?
Me parece... ¿O lo dijo con tono de burla?
-Sí, me gustan ¿Tienes algún problema con eso? - uh, soné muy borde...
-Deja de estar a la defensiva hombrecito, de lo contrario no conseguirás más amigos... o una pareja- finalizó estando a punto de alejarse.
-Como si necesitara a más personas. - respondí, pero no dijo más.
Estaba dispuesto a continuar la lectura pacíficamente, pero un sujeto que se sentó en la mesa frente a la mía provocó que la pareja que ya estaba allí llamara la atención de las demás personas del lugar.
Había una chica y un chico sentados allí; la chica se paró aparentemente indignada mientras le gritaba al chico castaño cosas como "eres un idiota" "éste no es mejor que yo"...
Cuando Lisa se dirigió a dicha mesa para tratar de tranquilizar el ambiente observé a la tercera persona que faltaba y al parecer, causante del conflicto.
Estaba sentado de perfil a mí y ya podía decir que éste mismo era perfecto; su cabello negro se encontraba ¿cuidadosamente despeinado? ¿es eso si quiera posible? de cualquier modo, se veía increíble y llamaba a ser apreciado. Él se encontraba con la vista entre los dos que discutían con Lisa, pareciendo aburrido mientras comía de los aperitivos que brindaban gratis en la cafetería. Y eso que recién llegaba...
En un momento, cuando iba a apartar la mirada para regresar a mis asuntos, nuestros ojos se encontraron...
Dios mío, era el chico más hermoso que recordara haber visto antes.
Ese día, en el que vi a un Ángel real, no hice nada para obtener, aunque sea su nombre... Porque en el momento en que nos vimos a los ojos, aparte la mirada avergonzado y volví a leer.
Obviamente que no podía concentrarme y regresé a verlo. Él continuaba observándome...
Cuando la pareja que estaba peleando acabo en una escena donde la chica lloraba y el chico trataba de consolarla, el Ángel se paró, tomó su mochila y caminó hacia mí.
¿Qué? ¿Qué va a hacer?
-No es correcto husmear en asuntos de otros, pero que buen libro estás leyendo, chico guapo. - dijo sentándose unos segundos en la silla frente a mi mesa, como no dije nada seguro se sintió incómodo porque rió evitando volver a mirarme, para luego pararse y continuar su camino- ¡Adiós Lisa! perdón por dejarte con ese asunto. Adiós chico guapo amante del silencio.
Si. Me quedé sin palabras.
Y tampoco volví a leer...
(...)
Al día siguiente, me dirigí a la misma cafetería con la estúpida esperanza de verlo de nuevo. Muy cliché, lo sé, pero bueno, quería por lo menos saber su nombre. Y al parecer Lisa podía decírmelo.
Me sentaría en una mesa diferente, un lugar que me permitiera ver todo el panorama y esta vez aprovechar la oportunidad si es que se daba. Eso requeriría todo el coraje que pudiera tener.
Pero nada de eso pasó...
Porque en el camino, al salir de mi clase de coreano, vi al chico siendo rodeado por un grupo de adolescentes con las hormonas alborotadas. Él se veía feliz mientras... ¿le pedían fotografías?
¿Era una celebridad?
No, de ninguna manera me metería allí.
Me dispuse a irme, renunciando a ese chico que me había llamado la atención. No quería problemas o escándalos de ningún tipo... Por una vida tranquila, sin complicaciones...
Claramente no me esperaba que un mes después, al reingresar al instituto, lo volvería a ver. ¡Era mi compañero de salón!
Y tampoco esperé que esta vez sería ese chico quien me buscaría.
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