𝟬𝟬𝟵 | lovesickness
「𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟎𝟎𝟗」
❛mal de amores❜
...first season...
Los días siguientes transcurrieron con normalidad, incluso parecia extraño que las hermanas no estuvieran envueltas en un nuevo problema vampiro.
Edén estaba en espera del próximo desastre. Ser positiva no se le daba del todo bien, solo claro, en los momentos extremadamente necesarios.
A veces ni en ellos.
Con ayuda de su padre, las hermanas había logrado manejar un poco mejor sus poderes.
Daisy ya dominaba casi por completo la invisibilidad, llegando a provar algun derivado o extra de este.
Otras personas, durabilidad, objetos etc.
La castaña por su parte aún mantenía en secreto sus inusuales habilidades para manejar el aire. Pero con lo que respecta al agua había mejorado favorablemente.
Conseguía lanzar bolas de agua a varios metros de distancia, manipularla a su voluntad y sostener una esfera perfecta sin que se deformara.
Muy pronto lograría utilizarlo a su beneficio.
Ulises aun trataba de averiguar porque ella en específico no necesitaba tomarla de algún lugar, si no que lo extraía de su cuerpo.
Gracias a su conocimiento científico era consciente de que eso no del todo posible, solo por curiosidad deseaba una respuesta...
Tal vez solo era una rareza más en la vida vampira, nada de qué preocuparse.
Pensaba para si mismo para tratar de tranquilizar ese mal presentimiento.
Aquel día por la mañana su amiga Lucía las fue a visitar entusiasmada por el reciente hallazgo de una página sobre horoscopos vampiros.
Edén era más del tipo escéptico, no creía realmente en los astros ni planetas. Ella era más del tipo científico, buscaba hechos.
Como su adorado padre.
── Miss Augurius es lo maximo, sus cartas jamás fallan ── Aseguro Lucia leyendo en el vampicompu ── Vamos a leer tu predicción ── Dijo mirando a Daisy ── Si quieres alcanzar la felicidad, debes decir la verdad, así que se sincera toma coraje y gritale al amor de tu vida la verdad.
Hizo una pausa dramática mientras observaba a la chica. Daisy solo se quedo perpleja.
Edén volte a ver a su hermana, era asombroso que enserio estuviera considerando esas palabras.
Finalmente tomó la decisión de no asistir al colegio por ir al mundo vampiro en busca de esa astróloga, deseaba consultar todo de manera más personal.
No era posible que por culpa de los planetas Daisy estuviera apuntó de confesar su gran secreto.
Drácula, solo pido una semana tranquila. ¿Es mucho para una simple vampira como yo?
── Daisy tu no puedes faltar al colegio ── Advirtió su hermana con un tono represario.
── Si dicen que es tan buena quiero consultarlo ── Dijo de manera rápida antes de salir volando por la ventana.
── ¡Es tan necia! ── Grito Edén desesperada.
Lucia solo se le quedo viendo con algo de pena ya que ella le metió la idea a la cabeza.
Solo esperaba que esto no le dejará consecuencias, y si es que todo esa palabrería era verdad, ansiaba que ayudará a su hermana.
¿Porque la vida vampira tiene que ser tan complicada y misteriosa?, Esa pregunta rondaba en su mente muy a menudo.
Poderes, fórmulas, vuelo, secretos, sangre, amores, etc. Es mucho que asimilar y aprender.
Dos mundos, dos vidas.
Otra vez la misma pregunta le taladro la cabeza... ¿Sus familia biológica también era vampira?
No, Edén, no pienses en eso. Piensa en el ahora. Ellos ya no existen... nunca existieron.
── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚
Ya había pasado un rato desde que Daisy había salido volando de la casa. Literalmente.
La castaña decidió no asistir al colegio tras darse cuenta de que su hermano Vicente se encontraba enfermo de la gripe.
Al menos una ventaja de todo eso es que ella no podia contagiarse de enfermedades mortales.
Odiaba como su nariz moqueaba y su temperatura corporal estaba por las nubes.
── Enano, te traje una taza de té con miel ── Se la acercó a su hermano mientras se sentaba junto a él en el sillón de la sala.
Su abuela acababa de llegar a hacerles compañía. Eso la alegró, se solía llevar muy bien con su abuela.
Claro, cuando no peleaba con si se tratara de dos niñas pequeñas.
Con todos los cambios que estaba sufriendo en su vida, no había tenido oportunidad de convivir mucho con ella.
Además, sentía que actuaba un poco extraño desde que se transformó en vampiro... Entre la familia no era secreto que Edén no había sido mordida.
Un obscuro milagro, lo llamaban sus papás. Ya que bueno o malo, eso la salvó de morir.
Vicente rechazó el te de su hermana soltando un suspiro pesado y cansado.
── No, yo no quiero eso lo que necesito es un whisky ── Declaró el niño.
── Ay por Drácula mi amor, tu nisiquiera sabes que es eso ── Se rio su abuela mientras lo miraba.
Edén tampoco pudo evitar reír tras el comentario de su hermano.
── Bien, no se el sabor pero si se que necesito uno ── Balbuceo nuevamente, luego realizó una pequeña pausa ── Creo que estoy enamorado ── Soltó.
── Enano, tu tampoco sabes qué es eso ── Explicó Edén con un tono risueño.
Su hermano en algunas ocasiones llegaba a ser muy ocurrente y tierno a la vez.
La abuela soltó una risita.
── A si, bueno si no se, entonces expliquenme, ¿que es estar enamorado? ── Sugirió el niño con un tono enfadado.
Que pregunta tan difícil, nunca se había tomado el tiempo de reflexionarla.
Sabía que era estar perdidamente loco por una persona, como era el caso de su hermana, odiaba eso.
Si se habia sentido atraida antes por alguien al punto de decir que le gustaba, pero no era amor.
Ella estaba segura de nunca haber experimentado el enamoramiento, no se permitía sentir ese tipo de emociones y mucho menos tener ese apego con alguna persona.
El amor solo puede ofrecerte dos cosas: Alegrías y amarguras. Basicamente es jugar a la ruleta rusa contra cupido.
── Son los deseos de morder a esa persona, salir a volar por la mañana, tarde y noche juntos, descansar en el mismo ataúd... ── Respondió la abuela con cara de emoción.
Hasta parecia que estaba recordando a alguien. Era poco probable que se tratara del abuelo, ya que siempre evitaba el tema o decía puras cosas malas.
Edén llegó a pensar que no existía, nunca habla de el, ni un indicio, ni una foto.
── ¿Y si uno no es vampiro? ── Cuestionó el pequeño mas confundido que al principio.
── Entonces ahí si no te se decir, porque hace tanto siglos que fui humana que ya no me acuerdo ──Divago Maria.
La abuela un poco aburrida de la conversación se fue dejando solo a los hermanos.
Vicente tras ver la cara de su hermana supo que tampoco tenía ni idea de eso.
Lo había visto en muchas personas... pero nunca lo había experimentado. Y dudaba que algún día lo hiciera.
Pero, el amor llega cuando menos lo esperas, y de quien menos te imaginas.
── Porque no mejor dejamos de pensar en eso ── Sugirió Edén rompiendo el silencio ── Hay algo que quiero enseñarte, un secreto.
La cara del niño se iluminó al escuchar eso, a todo mundo le gusta compartir secretos con los que ama.
── ¿De que se trata? ── Susurro viendo fijamente a la castaña.
── Dos poderes ── Murmuró como respuesta.
Ambos sonrieron al mismo tiempo con algo de complicidad.
Si bien era un tema algo raro y complicado no dejaba de ser divertido...
── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚
Por la tarde los hermanos se encontraban almorzando. Edén le había preparado una deliciosa hamburguesa mortal a su hermanito, mientras ella comía unas alitas de murciélago.
── Es asombroso que tengas dos poderes ── Balbuceo el niño con toda la boca llena de salsa de tomate ── No puedo esperar a ser vampiro y descubrir el mio... ¡Que tal si tambien tengo dos poderes, o tres, o cuatro! ── Vociferó emocionado.
── ¡Shh! Baja la voz, no quiero que mi papá escuche ── Advirtió la castaña.
── No me vuelvas a decir "Shh" ── Mencionó el niño frunciendo el ceño ── Nunca ── Le apuntó con su dedo índice.
Era tierno e inteligente, pero tambien poseía una personalidad fuerte.
Mandón y astuto en ciertas ocasiones.
── Sería más divertido si encontrara una explicación o si lo supiera controlar ── Agregó Edén sin mucho ánimo.
── Conozco a alguien que puede ayudarnos ── Informo el niño con una sonrisa traviesa.
Bueno, ese gesto no le generaba mucha confianza a la castaña, pero sus opciones estaban demasiado limitadas como para negarse...
Arqueo una ceja viendo fijamente al ojiazul.
Antes de que pudiera decir alguna palabra, el timbre de la casa sonó.
── Yo voy ── Anunció Vicente caminando hacia la puerta.
Al abrir se dejó ver una mujer con el pelo rubio y vestimenta gótica. Sabia de quien se trataba pues ya la había visto antes....
Catalina Vladimoff.
La vampireza pregunto por Ulises pero Vicente se negó a dar algún tipo de información, argumentando que su padre no se encontraba en casa.
Mintió, claramente. El vampiro se encontraba escondido en la planta alta de la casa.
No deseaba encontrarse con esa mujer que le coqueteaba cada que tenía oportunidad.
── Dile que no sea miedoso y que me de la cara ── Ordenó Catalina perdiendo la paciencia.
── Señora ya le dije que mi papá no está, salió ── Respondió nuevamente el infante.
── ¡Por favor yo leeo los pensamientos, se perfectamente que tu papá si está! ── Declaró la mujer.
── ¿A si? ¿Y que estoy pensando? ── Cuestionó el niño con una mano en la barbilla.
── Estas pensando que tu papá es un cobarde porque no baja a darle la cara... ── Dijo la mujer viendo los ojos azules de vicente.
En su cara se formo una sonrisa de diversión por eso, mientras que vicente quedaba sorprendido ante su habilidad.
Edén tras escuchar la pequeña discusión salió de la cocina molesta.
Realmente no le importaba el tema, solo deseaba comer en paz.
── ¿Que esta pasando aqui? ¿ustede quien es? ── Pregunto rápidamente viendo a la mujer.
── Catalina, la madre de Mirco y Lamont... tu debes ser ── La mujer trato de leer los pensamientos de la chica.
Pero, sorprendentemente no pudo.
Catalina Vladimoff fue incapaz de leer los pensamientos de Edén O'bryan.
Su poder nunca fallaba, pero lo único que lograba observar dentro de la cabeza de la chica era una gran nube negra que nublaba su vista.
── No tiene sentido ── Susurro lo suficientemente bajo para que los niños no escucharan.
Intento nuevamente haciendo que sus cejas se juntarán por el esfuerzo. La chica comenzaba a sentirse un poco incómoda...
No era posible... solo existían dos vampiros supremos con los cuales su poder era inútil.
Y estaba más que claro que esa chiquilla no era uno de ellos.
── ¿Esta bien? ── Cuestiono la castaña tras ver su cara ── ¿Que intenta hacer?
Catalina trato de articular algunas palabras pero no lo logro estaba mas que sorprendida. Vicente se llevó una mano a la boca para evitar que saliera una carcajada.
── ¡Edén! ¡Vicente! ── Llamó su padre mientras bajaba por las escaleras.
── ¿Y tu cuando llegaste que no te había visto? ── Preguntó el menor tratando de seguir su mentira.
Ulises volteo a ver a Catalina con una ceja alzada. La mujer en cambio no le había despegado la mirada a Edén.
La observó de arriba a abajo, de izquierda a derecha y de pies a cabeza.
Era extraña eso le quedó claro, interesante un poco y muy misteriosa.
Tal vez ocultaba más de lo que aparentaba.
A su parecer no tenia nada de especial, solo era "diferente", pero eso no explicaba como su poder no funcionaba con ella. Sin duda lo averiguarían.
── Así que... Edén ── Dijo finalmente aun prestando atención a cada acción de la chica ── Ella no es tu hija ¿Cierto? ── Soltó de repente volteando a ver a Ulises.
El hombre quedó desconcertado con la pregunta tan indiscreta de la mujer. Volteo a verla de mala manera al igual que vicente.
Edén por su parte le dedicó una mirada más curiosa. Si que era muy observadora para notar eso.
── ¿Disculpa? ── Artículo Ulises.
── No me digas que Ana... ── Señalo con algo de burla siendo interrumpida de inmediato.
── ¡Claro que no! ── Exclamó el hombre ofendido ── ¿Que haces en mi casa? ── Cuestiono de golpe sin sonar tan grosero.
Antes de que respondiera. Ulises le pidió a Edén y Vicente que los dejaran solos.
El niño se fue con una sonrisa en los labios, pero su hermana se quedo con una mal sabor de boca, esa mujer no le agradaba en lo absoluto.
Bueno, la gente no le solía agradar, pero ella tenía algo.
Odiaba la idea de dejarlos solos, se notaba desde lejos que Catalina moría por su padre. Eso hacía que la sangre le hirviera.
Edén tomó a su hermano de la mano para dirigirse a la escalera. La mirada de la mujer siguió a la chica hasta que desapareció.
── ¿Qué es lo que quieres? ── Cuestionó el hombre colocando las manos en los costados ── Como se te ocurre preguntarme eso delante de mi hija.
Esas últimas palabras fueron dichas con más fuerza y pasión. Acentuando que no le importaba para nada el lazo sanguíneo.
La castaña y el ojiazul se quedaron en la escalera para poder escuchar todo lo que conversaban.
No se iban a deshacer de ellos tan fácilmente...
Edén llevo su dedo índice a la comisura de sus labios para indicarle al menor que guardara silencio.
── Fue una inocente observación ── Respondió con un tono falso ── Es diferente ── Afirmó.
── ¿Eso desde cuando es un crimen? ── Contradijo el hombre de manera Hostil.
La mujer se quedó pensando un poco si decirle o no la verdad al hombre, aunque seguramente el le daría una respuesta a lo que acababa de pasar.
── No pude leer sus pensamientos ── Informó Catalina entre dientes ── Nunca me había pasado.
Eso esa lo que trataba de hacer, hija de... Pensó Edén mientras escuchaba.
Ulises se quedó totalmente sorprendido con lo que acababa de escuchar. No era común qué los poderes de un vampiro dejarán de funcionar de la nada.
El como parte de la comunidad científica era consciente de que era algo muy extraño.
No se trataba del poder de Catalina, si no de Edén. Ella era la causante, la que era inmune a eso.
Su cara se torno relajada para no levantar sospechas en la mujer, pensando en una respuesta suficientemente convincente.
Esa cara... El sabe que algo no anda bien. Carajo, otra cosa a lista de "Cosas que están mal con Edén"
Catalina al no obtener respuesta, decidió dejar el tema "Casi" por olvidado, centrándose en lo que quería discutir desde un principio.
── Bueno, necesito a alguien que me ayude a que Mirco deje de estar pensando en Daisy, en que Mont deje de alucinar con Edén y sobre todo que Julieta deje de estar como una boba frente a la computadora esperando a que Vicente la llame ── Señalo con fastidio.
Ulises solo suspiro cansado. Por otra parte la chica y el infante se voltearon a ver confundidos.
Edén trago saliva. Ese vampiro debe estar demente, apenas me conoce. Hizo una mueca de disgusto.
── Analice la situación y tal vez de pronto lo de Mirco y Daisy pueda llegar a aceptarlo, pero lo de los otros no ── Declaró con firmeza ── Edén es una vampira extraña para mi Mont y Vicente y Julieta son de mundos diferentes.
Como si yo fuera a fijarme en el... La castaña rodó los ojos.
── No me quedaré parado escuchando como atacas a mi hija, estoy seguro de que es mucho para tu hijo ── Hablo Ulises con notable enojo ── Fuera de mi casa.
Ante esas palabras Catalina no tuvo más remedio que irse volando.
Los hermanos subieron al cuarto del menor lo más rápido posible para no ser descubiertos.
Edén no le había tomado tanta importancia al hecho de que Lamont estuviera interesada en ella. O tal vez si, era algo raro...
Le agradaba, pero no de esa manera.
Era extraño, pálido, entrometido, se vestía extraño, sonreía de una manera muy tonta, su mandíbula estaba muy marcada y su pelo demasiado alborotado.
No, definitivamente no podria estar con el.
── Hermanita, ¿Podrías morderme? ── Pidió el niño mostrando su cuello, esto hizo que la castaña dejara atrás sus pensamientos.
── No y no me lo pidas de nuevo ── Se negó la joven.
De repente, algo salió de entre la pared dejando un poco de humo negro como efecto de la separación de la materia.
Se trataba de Julieta Vladimoff, la niña vampiro.
Edén quedó asombrada por contemplar aquel poder.
¡Eran tan exótico!
Vicente se acercó a saludarla con mucho entusiasmo para luego presentársela a su hermana.
── Dejame adivinar, eres hermana de Mirco y Lamont ── Aseguró la castaña.
── He escuchado mucho de ti ── Informo la pequeña con una sonrisa.
── Necesitamos tu ayuda, tu que eres experta en vampiros ── Dijo el ojiazul mirando a su amiga.
La pelinegra no tardo en acceder ante la petición del niño.
Edén cautelosamente le explico el tema de sus poderes, haciendo que la niña quedará confundida.
Debía demostrarle que no estaba mintiendo.
Formó una pequeña bola de agua entre sus manos con una forma perfectamente redonda como lo había practicado.
La movió por el aire hasta que está cayó dentro de un vaso sin derramar una sola gota.
Llegó la hora de la verdad, le aterraba ocasionar algún accidente por la falta de practica pero aun asi decidio arriesgarse.
Giró su dedo suavemente provocando que comenzara a formarse una corriente de aire.
Esta golpeó contra uno de los estantes del niño ocasionando que se cayeran todos sus libros.
── ¡Que cool! ── Reaccionó la niña.
Edén soltó un suspiro de alivio ante eso, no se lo tomó a mal ni la tacho de rara.
── Tratare de investigar lo que pueda en la Vampibiblioteca ── Propuso la pelinegra ── Aunque nunca nos hablaron de algo así en la escuela, el único vampiro con varios poderes es Drácula y bueno también está.... ── Hizo una pausa incómoda ── Lilitzhy.
── ¿Qué sabes de ella? ── Cuestiono Edén.
── No nos gusta hablar de eso ── Declaró Julieta con un tono serio.
Demonios. Esto será más complicado de lo que pensé.
── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚
Daisy llegó a su casa al caer la noche. Debido al mal humor que tenía su madre, no había notado que la chica no estaba.
De ser así, la hubiera castigado un siglo, mínimo.
Las hermanas se reunieron para contarse todo su día, si duda a cada una tenía una historia interesante.
Daisy consultó a la astróloga y luego le confesó su amor a Max delante de todo el colegio. Algo exagerado opino Edén.
Su hermana se encontraba saltando de alegría por ser correspondida y sobre todo tener el título de "Novia" del joven de la Torre.
Drácula, ahora si no la voy a soportar. A ver cuando dura el cuento...
── Esto es una locura, ¿Que podría salir mal? Una chica vampiro y un mortal ── Comentó Edén con su habitual tono de pesimismo.
── No saldrá mal, porque tu me ayudaras ── Aseguro Daisy con una sonrisa ── Solo deseo darle un beso sin tener la tentación de morderlo... Tuve que decirle que se me dolía un diente.
── Oh claro, eso me inspira más confianza. ── Rodó los ojos.
La castaña solo se lamento por dentro, pero no se negó. Aunque odiara todo, deseaba ver a su hermana feliz.
No le importaba si era con el idiota de su vecino.
Solo enserio le rogaba a todo lo divino, a Drácula, al Dios de los mortales. Que el no se convirtiera en vampiro.
Prefería enterarse una estaca en el corazón antes que soportarlo por toda la eternidad.
A la mañana siguiente, las hermanas se alistaron para ir al colegio. Edén aún no se acostumbraba del todo a no dormir por la noche.
Se encontraba descansada pero extrañaba tanto soñar o poder desconectarse de la realidad por unas horas.
Antes de partir rumbo a clases, las jóvenes se detuvieron a tomar el desayuno con su familia.
Daisy se encontraba nerviosa por su reciente relación prohibida con un mortal.
La castaña por su parte deseaba mantenerse alejada de los problemas, pero mientras su hermana fuera un imán para ellos, le sería imposible.
La noticia había corrido rápido por la casa, todos ya se encontraban enterados a excepción de su padre. El cual solía ser muy celoso con sus hijas.
No se le podia culpar, eran sus pequeñas. Para el siempre serian unas niñas.
── Estos Vamplox estan fuera de control ── Anunció Ulises leyendo el periódico vampiro.
Al terminar lo dejo de lado para prestar mas atención a su familia y terminar de desayunar.
── ¿Alguna novedad por aquí familia? ── Cuestiono con una sonrisa.
── ¡Daisy esta enamorada! ¡Daisy esta enamora... ── Canturreo Vicente con burla, pero al ver la cara de todos se detuvo.
Edén lo miro con reproche negando sutilmente con la cabeza. Daisy solo carraspeó mientras la madre sonreía nerviosa.
── ¿Y porque soy el último en enterarse? ── Interrogo el padre indignado.
── Esque eso no es todo papá ── Balbuceo de nuevo el niño con malicia.
Edén lo patio despacio por debajo de la mesa para que guardara silencio.
Su madre normalmente la regañaba por hacer eso, pero era necesario en ese momento.
Tampoco era muy fan de que su esposo se enterara del romance de su hija... en ocasiones era muy exagerado.
──¿Qué es lo que está pasando? ──Preguntó nuevamente viendo a Ana y luego dedicándole una mirada severa a Edén.
──Yo no sé nada, a mí no me veas ── Evitó el tema mientras continuaba el desayuno.
── Daisy esta enamorada de un mortal ── Dijo su madre con delicadeza.
Ulises solo soltó una expresión de sombró mientras colocaba sus dos manos en la mesa. Trato de hablar pero la impresión no se lo permitió.
Edén no pudo evitar hacer una mueca burlona. La cara de preocupación de su hermana no tenia precio.
── Esta si es una noticia fuerte ──Habló finalmente haciendo una pausa ── Edén espero tu no me salgas con alguna sorpresa...
El timbre sonó de imprevisto. Maria, la abuela quien se encontraba en la sala atendió inmediatamente la puerta dejando pasar a Max.
Mierda, murmuró Edén.
El reciente novio de su hermana no se encontraba solo, su mejor amigo Alejandro lo acompañaba. Ambos traían una caja de chocolates para las chicas.
── Familia, miren lo que trajo el viento ── Anunció la abuela con diversión.
Dejaron los regalos sobre la mesa para prestarle atención a las chicas. Ulises solo los miro de mala manera.
── Buenos días ── Saludaron los jóvenes ── Venimos a acompañarlas al colegio ── Comentó Alejandro.
── Yo se por donde es el camino, muchas gracias ── Respondió Edén sin mucho animó tomando su mochila.
── Veo que te levantaste de buen humor, al menos me dirigiste la palabra ── Observó Alejo con un tono coqueto.
── Tienes suerte ── Reconoció ella con una media sonrisa.
Si quería experimentar eso del amor, el no seria mala opcion, pero tampoco estaba tan desesperada.
La castaña tomó su mochila y se la entregó al joven sin decirle nada.
El la tomo con gusto y la ayudó a cargarla.
El padre tenia tantas ganas de asesinar a esos dos mortales, si tuviera ese poder en la mirada seguramente ya lo hubiera logrado.
Lo único que lo tranquilizaba, es que conocía perfectamente a su pequeña Edén.
Ese mortal no tenía alguna opción. Solo esperaba que tampoco la tuviera algun vampiro entrometido.
── Tienes los ojos mas lindos del colegio ── Soltó como Alago el chico cuando logro ver a contraluz los ojos color miel de Edén.
Max y Daisy solo se quedaron asombrados ante eso y soltaron una risita.
Edén por su parte no dijo nada, solo siguió su camino, aunque por dentro le gusto ese comentario.
Lo cursi no era tan malo después de todo.
Sin embargo no se sentía como todos presumían, no lograba tocar las nubes con sus pies, ni sus manos sudaban, y mucho menos salían chispas de sus ojos.
No lograba percibir las famosas "mariposas en la panza" tal vez eran... Pulgas saltarinas.
Sentía algo, pero no lo suficiente.
Solo era Alejandro, el tonto amigo carismático de Max.
── • ꒰ ꕤ⚘ ꒱ ‧₊˚
Mientras tanto en el mundo vampiro los hermanos Vladimoff se encontraban en uno de los bares más famosos terminando de organizar el próximo disco de Mirco.
Lamont odiaba estar en el ojo público sin embargo su gran pasión por la escritura le permitía ayudar a su hermano con la letras de sus canciones.
Ganándose el reconocimiento de la prensa.
Solo pedía estar en paz cada que salía con su hermano a recorrer las calles vampiras.
Nunca faltaban los paparazzi, las fans locas y sobre todo los reporteros chismosos.
Esos si eran unos verdaderos vampiros con sed de información.
Mientras tomaban sus bebidas unos reporteros con cámaras en manos se acercaron a los hermanos interrumpiendo su paz.
── ¡Ay no, aquí vamos de nuevo! ── Se quejo Mont mientras tomaba sus cosas listo para escapar.
Pero a contrario de el, su hermano se quedo para poder hablar con la prensa.
Amaba a las cámaras y era evidente que las cámaras lo amaban a el.
── Hace tiempo no sacan disco nuevo ¿a que se debe? ¿los hermanos Vladimoff perdieron la inspiración? ── Interrogó la reportera.
── No, todo lo contrario en este momento estamos preparando 30 canciones nuevas y el próximo mes se grabaran 12 de ellas ── Anunció mirando a una de las cámaras.
── Excelente entonces eso quiere decir que la inspiración volvió hacia ustedes, se puede saber ¿a que se debe? o ¿a quien se debe? ── Insinuó la mujer nuevamente.
Esta vez se dirigió hacia lamont el cual se encontraba desesperado por salir de ahí.
Tras ver que la reportera, y la cámara se centraron en el no pudo evitar tartamudear y ponerse extremadamente nervioso.
── Se debe a que hace 100 años no encontrábamos a nadie que nos moviera el corazón ── Hablo Mirco rápidamente acaparando la atención ── Y es estos momentos ya las encontramos.
── ¡Los felicito! Podrían decirnos los nombres de las afortunadas ── La reportera cerco mas el microfono.
── Es un tema curioso porque son hermanas ── Agregó el vampiro.
── Unos hermanos enamorados de unas hermanas, ¡Que gran drama! Hasta parece salido de una película ── Comento la mujer.
── Sus nombre son... ── Mont le hizo una seña a Mirco de que se callara pero el la ignoro por completo ── Daisy y Edén O'bryan ── Finalizo.
Estúpido, pensó Lamont llevando sus dedos al puente de su nariz.
Si tenían una mínima oportunidad con ellas, se había arruinado.
No conocía del todo a Edén pero de algo estaba seguro. No le agradaria para nada que su nombre estuviera rondando por los canales vampiros.
Ojala Drácula se apiade de ellos.
──────── AUTHOR'S NOTE 🦇
Espero se encuentren bien. Ojalá les guste este capítulo un poco más relajado que los demás, pero importante 👀👀
Me encanta escribir esta historia y ver todo el amor que recibe. No olviden visitarme en tiktok y dejarme su voto y comentario! ❤️
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