➤ Capitulo 8

Ibas caminando junto a Takemichi a la casa de los Tachibana, primeramente fuiste por que no querías que el Take saliera de noche solo. 

Además de que te al escuchar hablar de Naoto decidiste ir para ver si podías ser de ayuda para él y su hermana.

— _____. Ya le dije que no necesario que venga ocnmigo — repitió por segunda vez Takemichi

—Cállate y avanza.

No dijo nada y asintió con la cabeza, caminaron hasta llegar a la casa de los Tachibana, Takemichi fue el primero en tocar la puerta, recibiéndola Hina.

—Takemichi, y ¿_____? — dijo confundida la chica

—Viene como apoyo— dice derrotado el chico

— ¡Bien! Salgamos primero ¡Naoto saldré un momento! — exclama la chica cerrando la puerta a sus espaldas.

—Okey! — se cucho la voz del menor desde adentro de la casa

Hina suspiro para después empezar a hablar.

— Verán, Naoto últimamente no ha estado durmiendo bien, lo sé por sus ojeras y que siempre lo veo distraído, quise hablar con él para que me dijera que era lo que pasaba, pero evito el tema, creí que tu — le habla a Takemichi — Pudieras hablar con él y saber que sucede

Dice Hina con un rostro de súplica, tu solamente te limitaste a abrazar a la chica, se ve4ia que lo estaba pasando mal.

— Bien

Dice Takemichi, Hina le abre la puerta entrando en solo en la casa mientras tu y Hina esperan afuera.

—Ojala y con Takemichi si hable... — murmura la menor

— Todo saldrá bien, ¿sí? — le dices con una sonrisa a la chica

— Tu también tienes ojeras... — replica la chica al verte

— La escuela es un asco y si quiero mantener buenas calificaciones, dormir mis 8 horas de sueño no es una opción — dices encogiéndote en hombros.

Mientras tanto, adentro de la casa estaba Takemiochi viendo detenidamente al su cuñado, como este estaba en la sala sentado en el comedor, tratando de no quedarse dormido encima de su tarea.

—Naoto... — dice Takemichi bajito, el mencionado alzo la mirada viéndolo

— ¿Y Hina? — pregunta el

—Afuera, me pidió que hablar contigo

El menor roda los ojos y despega su vista de Takemichi y vuelve a ver su libreta de tareas escribiendo en ella.

—Mi hermana hace un escándalo por todo, te llamo en vano, porque no tengo nada que decir — reclama el menor sin ver a Takemichi

—Vamos, no es normal tener esas ojeras a tu edad ¿Qué está pasando?

—Ya te dije, no tengo nada, y ahora si me disculpas, tengo que volver a hacer mi tarea— dice el dejando hasta ahí el tema — Y dile a Hina que no esté tanto tiempo afuera...

Takemichi salió derrotado del lugar, no pudo ni siquiera entablar una conversación con el menor, abrió la puerta encontrándose a las dos chicas.

— ¿Y bien? — pregunta Hina.

— Los siento, no pude logar que me dijera algo... — dice triste el rubio.

Sueltas a Hina y abres la puerta de la casa de los Tachibana para entrar y hablar con el menor de ellos.

—Ya vuelvo...

Es lo único que dices para cerrar la puerta y adentrarte a la casa, caminas por el pasillo hasta llegar a la sala, Naoto en la mesa.

Lo viste y rápido de diste cuenta, claro que tenía ojeras y muy notables, fácil tu podías tener esas ojeras en semana de exámenes.

—Naoto, ¿Por qué tienes esas ojeras? — dijiste de golpe y sin rodeos

— ¿Tú también? Sabes, no necesito un sermón de un adulto...

—Entonces háblame como una amiga, como alguien de tu edad ¿lo que tú quieres es que alguien te escuche? No que te regañen...

El chico alzo la vista para verte, y era cierto, no necesitaba a alguien que le regañara o q1ue le diera un sermón, solo a alguien que lo escuchara, que aunque no dijera nada, con su sola presencia bastaba.

—Vamos a caminar y me hablar de lo que te pasa ¿vale?

El chico suspiro ya aceptó tu propuesta, tal vez si podría llegarse a abrir sus problemas ante ti. 

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