Caminaron como por una media hora en dónde Paul hacía sus críticas al gobierno mientras Cris escuchaba.

Al llegar a su destino, se quedaron afuera del lugar esperando a que la banda favorita de Cris comenzara escucharse.

Mientras tanto, ambos comían unas hamburguesas sentados en una banqueta, la noche era muy hermosa a pesar de que las estrellas no se vieran bien debido a la luz de las farolas y las casas en el pueblo. En el rancho no era así, todo era muy oscuro y eso permitía que las estrellas los iluminaran con su hermoso brillo.

─Uno, dos, tres... ─El pelirrojo señalaba hacia arriba con algo de asombro al ver el cielo tan vacío.

─Qué estás contando? ─Cris le preguntó confundido mientras tiraba en un bote cercano el papel aluminio de su comida y luego se volvió a sentar.

─Las estrellas, son muy poquitas ─Paul dejó de contar, al parecer solo se veían 7 estrellitas

─Si, hay mucha luz aquí ─Se acomodó acercándose más a su amigo.

─Ajá, no es como por nuestra casa. El cielo es más hermoso allá ─Paul se percató del acercamiento por parte del chico de lentes y eso hizo que sintiera un impulso por abrazarlo.

Al ser cubierto el brazo derecho de Paul, Cris también lo rodeo con su brazo y recargó su cabeza en el hombro del más alto.

Parecían una linda parejita aunque eran solo amigos. Paul sostuvo ls muñeca con la que su amigo lo abrazaba notando una textura algo peculiar, se sentía como una especie de líneas así que el chico la volteó revelando unas heridas que parecían recientes. No debían de tener más de unas horas de haberlas hecho.

Cris al principio no notó esto hasta que se percató del silencio en el lugar. Lo único que se escuchaba era la música de fondo. Rápidamente apartó su mano y se alejó un poco del pelinaranja, temblando.

Ambos se miraron, Paul con una cara de preocupación y Cris con nervios.

─Cris? ─El chico de cabello naranja se acercó al de lentes.

─... ─Cris no dijo nada, solo se quedó sentado hundiendo su cabeza en sus rodillas, abrazandolas. Se notaba tembloroso y visiblemente nervioso.

Paul se acercó a él abrazandolo y susurrando algo a su oído.

─Por qué? Qué pasó?

─Es una larga historia... ─Respondió en un tono entrecortado

─Puedo escucharla? ─De la nada, la voz de Paul se escuchó más dulce ¿Por qué? él no es así, pero lo era con Cris.

Eso le inspiró confianza pero aún dudaba si abrirse y desahogarse con él ¿Debía hacerlo? Era su oportunidad, la oportunidad que estuvo esperando durante tanto tiempo.
Tomó aire y cuando estaba a punto de decir algo...
Las palabras no salían de su boca, no sabía por dónde empezar.

Quería contarte sobre ese sentimiento de vacío que estaba presente en su pecho y no sabía porqué estaba. Solo sabía que cada vez crecía más y más que era como caer a un pozo muy profundo y no saber cuando dejaría de caer, que sentía que no había justificación para sentirse así, que se sentía como ahogándose en un mar, que se sentía solo en este mundo.

─Ay Paul ¿Por dónde empiezo? ─Se cubrió con sus manos que estaban temblorosas? Las lágrimas no tardaron en aparecer pero intentó contenerlas. No quería llorar en frente de él.

─Pues... Por lo que más te pese, por lo que más te resulte agotador.

─Mh... ─Se quedó pensando por un momento cuando de repente escucho una canción familiar

La verdad es que que no hay una verdad

Cris se emocionó mucho y se levantó de su lugar

─Lo malo de ser bueno! Lo malo de ser bueno! ─ Una ola de emoción recorrió su cuerpo, de la nada, toda la tristeza se había esfumado. Su voz se hacía cada vez más aguda cada palabra que pronunciaba mientras la canción seguía sonando.

─Valla, el cuarteto te pone bien bipolar

Al escuchar esa palabra, automáticamente Cris lo señaló y dijo

─CUARTETOREFERENCIA

─Cuarteto- qué?

─Que barbaridad! Lo barato sale caro, lo normal es lo raro! Estaré sonado? Me visto despacio si estoy apurado

─Oye Cris-

─Shhhh, amo ser odiado y tener la facha de un repetidor y la nota de un aprobado

─Bueno...

─Siempre hago lo que quiero no lo puedo evitar, tomó para olvidar que el doctor me prohibió tomar ─Se quitó su gorro y lo puso cerca de la cara de Paul simulando un micrófono

─Eh...

─Y gracias a Dios soy ateo! ─Volvió a poner su gorro frente a su boca como si estuviera cantando en un micrófono ─No consigo empleo por mi cara creo, es lo lindo de ser feo Pero si espero desespero si quiero ver el partido entero

Paul escuchó con atención la canción, era la primera vez que veía a Cris así, normalmente era muy introvertido y tímido

─Ya está cuánta ambigüedad! Esta vida me va matar! Mi corazón vacío no soporta una ausencia maaas

─Oye me gusta esta canción ¿Cómo dices que se llama?

─Y sé que dijo una vez el nombre de la paz asesinado al caer ¡Es lo malo de ser bueno en este mundo cruel!

─Es lo malo de ser bueno en este mundo cruel ─Susurró mientras escribía esa frase en su celular buscando la canción ─Es esta? Lo malo de ser bueno?

Cris asintió.

Después de que el cuarteto terminara su show ambos amigos se fueron del lugar. Cris estaba dando saltitos emocionado mientras Paul lo miraba con ternura.

─Te divertiste? ─Preguntó el pelinaranja que de la nada sintió un impulso por tomarle la mano a Cris pero no lo siguió

─Ajá ─Él sonreía como nunca antes, tenía su gorro rojo en manos lo que permitía que la luz de las farolas alumbraran su cabello e hicieran que este brillara

─"Que lindo se veeeee" ─Pensó Paul sonriendo y notando sus mejillas algo calientes ¿Qué estaba pasando?

Cris notó la sonrisa de su amigo quien lo estaba mirando, inconscientemente él también sonrió, se quedaron mirándose unos momentos. Cuando Paul se acercó a él, sus caras estaban muy cerca. Por un momento parecía que se iban a besar Pero en lugar de eso el de la camisa a rayas lo tomó de la muñeca levantandola y envolviendo una venda en ella.

El peliazul se sorprendió por esta acción. Dejaron de caminar y Paul se puso en frente de él para terminar de envolver la venda.

─No lo vuelvas a hacer ¿Si? ─Puso si mano arriba de la de él acariciandola con cariño

─No lo sé... Es muy difícil

─Por favor, Cris ─Dió un paso al frente acercándose más a su oído ─Esto sonará muy cliché pero, hazlo por mi ─Su voz era muy suave y linda ¿Cómo decirle que no?

─Bueno, pero no prometo nada

─Vamos Cris, esto te hace daño

─Es que tú no sabes lo que se siente... ─Pensó un momento en lo que acababa de decir ─...Y no quiero que lo averigües por tu cuenta

─Qué se siente? Por qué lo haces?

Cris se rascó por detrás del cuello dudando si decirle

─Am... ¿Por qué quieres saber

─Para saber porque lo haces y así poder ayudarte mejor

─Pero no es tu obligación, no eres mi psicólogo

El peliazul se arrepintió inmediatamente de lo que había hecho. Tantos años esperando este momento y él desperdiciadolo.

Bajó la cabeza cuando sintió un par de brazos rodeándolo.

─Soy tu amigo, me preocupa tu salud. Esto está mal, Cris. Te estás lastimado y esto puede acabar muy pero muy mal. Incluso puedes terminar en el hospital.

El de lentes comenzó a sentir ganas de llorar, Paul realmente se preocupaba por él y realmente apreciaba eso.

Paul le dió unas palmaditas en la espalda.

─Puedes llorar si quieres ─Él no tenía ni la menor idea de cómo consolar a alguien Pero haría su mayor esfuerzo por Cris. Paul siempre había querido un abrazo, abrazo que nunca recibió pero se aseguraría que con su amigo fuera diferente. Le daría todos los abrazos que necesitara o que quisiera.

Esa propuesta viniendo de Paul, hablándole con esa voz tan dulce y abrazandolo era muy tentadora, no lo había regañado ni lo había insultando por lo que hizo, incluso le envolvió una venda.

Pero tenía miedo de abrirse con él. Si fuera algún amigo de internet que posiblemente sea un señor de 40 años con intenciones de secuestrarlo no lo hubiera pensado dos veces porque de todas formas no se conocían realmente y lo más probable es que no se verían nunca en la vida real.

Intentó contenerse pero Paul hizo que Cris apoyara su cabeza en su hombro y no pudo más.

Las lágrimas del peliazul comenzaron a fluir y él no pudo detenerlas. Lloró en silencio en el hombro de Paul. Cómo deseaba que ese momento pasara pronto. Era demasiado incómodo... Y reconfortante a la vez. Que raro.

Bueno, ya era muy tarde para sobrepensar. Ya estaba llorando y aúnque quisiera no podía parar.

─Paul... Quería decirte algo... ─Cris comenzó a hablar con una voz muy bajita pero no era un susurro

─Qué cosa?

Después de pensarlo un poco, mejor negó con la cabeza.

─Nada, olvídalo ─Lo abrazó más fuerte ─Gracias por estar aquí conmigo.

─No es nada.

─Te quiero... Cómo amigos, claro ─Por alguna razón ambos chicos se sintieron algo mal al escuchar la palabra "amigos".

─Yo igual, como amigos...
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