❪ 𝟭.𝟬𝟱 ❫ 𝖨 𝗍𝗁𝗂𝗇𝗄 𝗍𝗁𝖺𝗍 𝗆𝖺𝗄𝖾𝗌 𝗎𝗌 𝖿𝗋𝗂𝖾𝗇𝖽𝗌 𝖺𝗇𝖽 𝗒𝗈𝗎 𝗐𝗈𝗎𝗅𝖽𝗇'𝗍 𝖽𝖺𝗋𝖾 𝗅𝖾𝖺𝗏𝖾 𝗆𝖾 𝗁𝖾𝗋𝖾.
Volumen Uno
APOCALYPSE SUITE
Capítulo 𝟏.𝟎𝟓
━━━━━━━━① ①━━━━━━━━
I think that makes us friends and you wouldn't dare leave me here
☂︎
Creo que eso nos hace amigos y no te atreverías a dejarme aquí
━━━ NO CONDUJERON LEJOS, SOLO hacía el otro lado de la ciudad.
Cinco aparcaron frente al edificio Meritech en el que habían estado antes con Klaus, cuando le exigieron un archivo a un hombre llamado Lance. La camioneta estaba un poco fuera de la vista, pero no lo suficientemente sospechosa como para que nadie se cansara.
Se sentaron allí durante diez minutos en silencio hasta que Cinco se acercó y abrió la cremallera de su bolso, sacando a Delores y colocándola entre ellos.
─Ay carajo. Hola, perdón por no sacarte antes Delores─
A Lisa le llamó la atención sobre la escena que se desarrollaba frente a ella.
─No, estoy ebrio─ Dijo mirando al
maniquí ─Estoy trabajando─
Observó con atención, preguntándose cómo analizar la situación.
Dios mío, pensó. Está conversando con un maniquí.
─Sí, es por lo del ojo─ Seguía mirando ─Aquí fue donde se fabricó...o se fabricará─ Se volvió y centró su atención en el edificio.
Lisa frunció los labios, preguntándose cómo iniciar una conversación en este momento. Fue a abrir la boca para decir algo cuando él se movió en su asiento y miró a Delores.
─¿Quién, Lisa?─ Él preguntó ─Ella es solo una amiga─
─¡Oh!─ Lisa se rió ─Pensé que solo éramos conocidos─
Chasqueó la lengua, mirando hacia atrás por el parabrisas ─Conseguí que te dispararan. Creo que eso nos hace amigos─
Cuando Lisa no mostró más signos de diversión, movió su cuerpo de modo que se sentó extrañamente en el asiento y el la analizaba con la mirada.
Ella igualó su mirada ─¿Qué? ¿Estás buscando una mejor reacción?─ Preguntó, una leve sonrisa parpadeando en su rostro ─¿Se supone que debo sentirme honrada de que me hayas llamado tu amiga?─
─No. Bueno. Aunque parece que soy el primero─
Ella le dio un rápido asentimiento, confirmando aquello.
─Todavía no vas a conseguir a alguno─
─Ya lo hice─ Lisa se burló y envolvió una mano suelta alrededor de Delores que estaba apoyado entre ellos ─¿Crees esto?─ Ella miró al maniquí ─No sé cómo soportas a este niño─
─Oye─ Él espetó quitándosela de su agarre ─No la toques─
Lisa observó cómo la colocaba cuidadosamente en la parte de atrás, empujándola fuera de su alcance.
Luego se movió para que su espalda estuviera contra el asiento de nuevo, mirando hacia afuera.
Ella frunció el ceño, su humor parecía cambiar cada segundo.
Lisa no sabía cómo hablar con él, no parecía querer que le hablaran en absoluto, al menos por poco tiempo.
─¿Estás bien?─
─¿Disculpa?─
Metió las piernas en el asiento y se volvió hacia
él ─¿Dijiste que estabas atrapado en el futuro durante décadas?─
Él asintió con la cabeza, mirándola lentamente a los ojos.
─¿Alguien preguntó cómo te sentías o si preguntó cómo estaba?─ Preguntó
─Vanya lo hizo─
Lisa frunció los labios ─¿Quieres hablar de eso?─
Él resopló, mirándola una vez más. Levantó las manos y aterrizó de nuevo en su regazo con un ruido sordo.
─Vamos. Pareces bastante angustiado y todo eso. Además, creo que ayudaría si supiera qué diablos está pasando. Ya sabes, ¿Para que no me disparen de nuevo?─ Ella lo empujó ─Y también me gustaría saber sobre la prótesis ocular. Quiero decir, parece bastante importante. Lo llevas en tu bolsillo, lo cual siento que es bastante extraño─
─No hay nada de qué hablar─
Ella lo miró con los ojos
entrecerrados ─¿Hmm?─
La gente caminaba hacia atrás y hacia el cuarto frente a la camioneta, todos siguiendo la acera.
Lisa subió la ventana y vio a un niño caer de rodillas. Una mujer salió de la nada y tomó al niño en brazos, sujetándolo con fuerza contra su cuerpo.
Al otro lado de la calle, un adolescente tropezó sin rumbo por la calle mientras un vagabundo estaba parado en una esquina con un cartel, pidiendo dinero y comida.
─¿Qué tan mal estuvo?─ Lisa preguntó sin dejar de mirar al vagabundo ─¿Estar solo durante tanto tiempo?─
Cinco suspiró, sintió la vacilación ─Yo...yo ni siquiera sé cómo describirlo. Ese sentimiento justo después de darme cuenta de que no podía regresar, que lo arruiné todo─
─¿Qué edad tenías cuando te quedaste
atascado?─
─Trece─
Ella apartó la mirada del vagabundo y se encontró con la de Cinco desde el asiento del conductor.
─Mierda─ Ella murmuró.
─Si─ Él se rió ─¡Y luego de un nuevo descubrimiento, encontré los cuerpos de mi familia enterrados bajo ladrillos! El ojo estaba agarrado por la mano de Luther, pienso que el dueño del ojo es quien causa el fin del mundo─
─¿Cómo sobreviviste?─
─Instinto. Pasaron los años y pensé que me estaba volviendo loco, probablemente me había vuelto loco en ese momento. Estaba teniendo conversaciones conmigo mismo, viendo gente en todas partes─ Él le dijo ─No podía confiar en mí mismo, no realmente─
─¿Y el maniquí?─
Suspiró ─No sé. Me estaba volviendo loco, y luego encontré algo que parecía una persona. Quiero decir, al principio pensé que me había encontrado con otro cadáver, pero luego me di cuenta de que era un maniquí. Se veía tan real, como...Finalmente tenía una cara que coincidía con la voz en tu cabeza─ Él ladeó la cabeza ligeramente hacia un lado y la miró con los ojos entrecerrados ─Sí. Supongo─
Lisa negó con la cabeza, como si rechazara la conversación seria.
Miró hacia donde estaba sentada Delores —Su cabeza está tremendamente brillante. ¿Y su blusa podría cambiarse por algo más elegante?─
Una sonrisa apareció en el rostro de Cinco ─No creo que sea tan malo─
Lisa resopló ─Dice la persona que ha estado aislada de la humanidad por...como por siempre─
─Si,si─ Él asintió con la cabeza, la sonrisa se desvaneció lentamente.
Agarró el ojo en su mano mientras miraba hacia el edificio Meritech una vez más.
─No me lo recuerdes─
Ella frunció los labios ─Lo siento─
─No te disculpes─ Él le dijo ─No es nada que pudieras haber detenido─
La camioneta volvió a quedarse en silencio mientras ambos observaban el edificio de cerca, aunque Lisa todavía no tenía idea de lo que estaban buscando exactamente, todavía se aseguró de estar mirando.
Se sentaron en silencio durante unos diez minutos hasta que Lisa se cansó de solo mirar, se cruzó de brazos y se inclinó hacia Cinco.
─¿Qué estamos esperando exactamente?─
La única respuesta del niño fue llevarse las manos a la cara antes de que su cabeza aterrizara en el claxon, lo que hizo que Lisa y algunos peatones callejeros saltaran ante el fuerte y abrupto ruido.
Tanto por ser astuto.
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Lisa aparentemente se había quedado dormida, cuando se despertó con un rostro que miraba por la ventana.
Pero eso no fue lo más aterrador de los pasajeros, lo que realmente la hizo saltar fue Cinco cuando se inclinó sobre ella para mirar la figura.
─¡No!─ Cinco grito ─Luther, sal de aquí─
Lisa empujó a Cinco y abrió la puerta, Luther asomó la cabeza y miró a su hermano.
─Cinco, ¿Qué estás haciendo?─ Luther
preguntó ─Hola, Lisa─ Él le asintió con la cabeza.
─Hola, Luther─
─¿Estás bien?─ Luther le preguntó a su hermano.
─No deberías─ Cinco lo ignoraron ─¿Cómo me encontraste?─
Hubo movimiento en la parte trasera de la camioneta, Lisa se movió para poder ver la conmoción.
Klaus, sentado de rodillas bailando con
Delores ─Ey, denos privacidad chicos, mi amiga es algo tímida─
La ira brilló en los ojos de Cinco mientras miraba a Klaus ─¡Salgan!─ Gritó ─¡No pueden estar aquí! Estoy en algo importante─
Klaus soltó a Delores ─¿Qué...espera, la chica pueda estar aquí pero yo no puedo? ¿Qué pasó con el amor fraternal?─ Él preguntó ─Por cierto ¿Ya encontraste a tu hombre muerto, Cinco?─
─¿Qué?─ Luther cuestionó apoyándose en la camioneta.
Lisa se movió para que estuviera de rodillas, con la espalda mirando hacia el parabrisas.
Se empujó entre el pequeño espacio entre los dos asientos delanteros y se apretó junto a Klaus en la parte trasera de la camioneta.
─Toma el asiento delantero, Luther─
─No─ Cinco se volvió hacia ella ─Ellos ya se están yendo─
Luther se limitó a negar con la cabeza y se obligó a entrar en el coche, le costó todo lo posible no reírse de las luchas del hombre y de las caras que hizo mientras trataba de entrar.
Finalmente lo hizo y cerró la puerta de golpe.
─¿De qué está hablando?─ Preguntó.
─¿Qué importa? Es Klaus─
Lisa colocó una mano en el hombro de Klaus y ambos intercambiaron expresiones tristes.
─Está bien, amigo─ Ella le dijo ─No te he conocido lo suficiente como para etiquetarlo como algo─
─Me agradas─ Él le sonrió ─Ojalá fueran más como tú─
Cinco suspiró dramáticamente desde el asiento delantero ─¿Qué quieres, Luther?─
─Um, creo que...Grace tuvo algo que ver con la muerte de papá─
─¿Quién es Grace?─ Preguntó Lisa.
─Nuestra madre─ Klaus susurró ─Me sorprende que aún no te hayas encontrado con ella─
Cuando Cinco no respondió, Luther se
inquietó ─Necesito que vuelvas a la academia, ¿Si? Es importante─
El chico miró hacia arriba ─Es importante. No tienes noción de lo que es importante─
─¡Oigan!─ Klaus gritó en un susurro ─¿Nunca les conté sobre la vez que me depilé la cola con postre de chocolate?─ Se rompió a reír ─Dolió muchísimo─
─¿Qué sigues haciendo aquí?─ Cinco preguntaron.
─Oye─ comenzó Klaus, pero Lisa ya había abierto las puertas de la camioneta trasera y lo estaba empujando hacia ella.
Ella no entendió lo que estaba diciendo, pero de alguna manera lo sacó con una pequeña protesta.
─¡Lisa!─ Cinco la estaba mirando ─Tienes que quedarte─
Ella negó con la cabeza ─No soy un maldito perro, Cinco─ Y cerró las puertas.
Klaus se echó a reír y le pasó una mano por los hombros mientras caminaban hacia la acera.
La llevó al otro lado de la calle y entró en una tienda de variedades ─Me encantan los lugares como estos─
Suspiró tocando todo a su paso, se detuvo y se inclinó sobre Lisa, con una sonrisa en su
rostro ─Siempre es tan fácil robar mierda─
Ella rodó sus ojos ─Soy consciente─ Le dijo.
Sus manos aterrizaron en su pecho y soltó un pequeño grito ahogado ─¿Tú, una adolescente, has robado antes? ¿A qué ha llegado este
mundo?─
─No soy un adolescente─ Ella pasó junto a
él ─Y las barras de chocolate son las más fáciles de conseguir. Son pequeñas y fáciles de llevar...y esconder─
Klaus saltó tras ella, su abrigo ondeando detrás de él. Parecía loco, pero tal vez por eso Lisa se estaba encariñando mucho con él.
Rechazó su sección favorita, la sección de dulces.
─De hecho, cuando los dejé a ti y a Cinco el otro día en ese lugar de prótesis, fui y agarré un montón de basura de una tienda de
variedades─ Ella le dedicó una sonrisa ─Sin embargo, al viejo no parecía importarle, así que fue menos divertido, pero lo que sea─
─Es mejor que ser perseguido─ Él le dijo ─A veces tengo calambres. Es posible que sea peor, ¡Oh! Barras crujientes─
Ella se rió rápidamente, tomó algunas barras de kitkat y las metió en el bolsillo de su suéter.
Robar pequeñas cosas como estas de lugares más pequeños era más fácil para ella, incluso si la atrapaban, las consecuencias nunca serían malas porque parecía una niña y solo lloraría hasta que la dejaran ir.
Klaus deambulaba más por la tienda, mientras ella agarraba algunos paquetes de bolos de tamaño completo para Cinco.
Se subió la cremallera del abrigo, asegurándose de que las pocas veces que pasaba no se le cayeran del bolsillo.
El hombre detrás del mostrador era más joven y parecía estar vigilando de cerca tanto a Klaus como a ella. Se dirigió lentamente hacia la puerta cuando Klaus se le adelantó, con las manos llenas de golosinas.
El hombre detrás del mostrador gritó, tratando de llegar a él lo suficientemente rápido.
Klaus solo le guiñó un ojo mientras desaparecía por la puerta, dejándola con los ojos muy abiertos mientras el hombre lo perseguía. Rápidamente recuperó su concentración y corrió hacia la pared de refrigeradores y agarró dos cervezas de raíz y una gran bolsa de papas fritas antes de salir corriendo por la puerta y hacia la camioneta.
Algunos artículos estaban esparcidos por el suelo, sin duda de Klaus. Se las arregló para recoger otra bolsa de patatas fritas, esta más pequeña antes de hacer una pausa para el vehículo.
Luther se había ido cuando ella se arrojó en el asiento delantero y cerró las puertas mientras se apoyaba en el cuero.
─¿Me estás tomando el pelo?─ Miró para ver a Cinco dándole una mirada decepcionante.
─¿Qué?─ Preguntó ella entregándole una botella de cerveza de raíz y la gran bolsa de papas
fritas ─Pensé que tendrías hambre─
─Bueno, pues no la tengo─
Lisa puso los ojos en blanco y sacó dos bolsas de frituras del bolsillo de su suéter, lo miró furiosamente mientras se las arrojaba a la cara.
Golpearon su mejilla y cayeron en su regazo, resopló, pero tomó un paquete y lo abrió, empujando la mitad de ellos en su boca.
─Entiendo que esto es importante para ti, pero también necesitas relajarte un poco─ Lisa le dijo mientras masticaba en voz alta ─¿Alguna vez te has parado a pensar que, tal vez, no lo haces ni por un mínimo tiempo? ¿Se supone que debo salvar el mundo?─
Él frunció el ceño, tragando lo que tenía en la boca y la miró ─No lo hago─ Él le dijo limpiándose la boca ─¿Por qué crees que te dispararon?─
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─¡Oye!─ Lisa quejo, escondiendo su rostro.
Se había vuelto a quedar dormida y no estaba de humor para moverse.
Ese era otro talento suyo, poder dormir absolutamente en cualquier lugar, incluso en presencia de un hijo varón loco pero impulsivo.
─Oye, oye─
Los dedos tocaron su frente donde sus manos no pudieron proteger, lo siguiente que supo fue que manos que no eran las suyas la estaban sacudiendo para despertarla.
─¡Multa!─
Siseó moviéndose hacia arriba ─Estoy despierta. ¿Estás feliz ahora? Maldita sea─
─Ese es nuestro hombre─ Cinco señalaron el edificio. Un hombre, a quien reconoció como Lance, salió del edificio agarrando una bolsa.
Lisa observó atentamente mientras un coche se detenía y caminaba hacia él, mirando a su alrededor antes de empujar la bolsa por la ventana y regresar corriendo al edificio.
─¿Qué demonios esta haciendo?─ Ella preguntó.
─No lo sé─ Cinco le dijo al abrir la
puerta ─Vamos─
─¿Qué?─ Corrió tras él, cerrando la puerta de golpe mientras se arrastraba.
Cruzó la calle a toda velocidad, dando un paso atrás y cuarto donde acababa de aparcar el coche.
─Qué estás buscando─
─Cualquier cosa─
─¿Cualquier cosa?─
─Ninguna cosa─ Él refunfuñó ─¡Aquí no hay nada!─
Lisa suspiró mirando hacia el edificio. Todavía había muchas luces encendidas y podía ver la sombra de alguien caminando por una habitación. Las farolas parpadearon, un ruido estático llenó el aire.
El edificio no se sentía bien para ella, pero no tenía idea de por qué, considerando que no sabía que este lugar existía hasta que Cinco la trajo allí. Incluso después de todas las preguntas, todavía no había recibido una respuesta clara de él sobre su parte en su gran plan. Supuso lo obvio, pero no creía que su poder no pudiera alcanzar los límites de lo que fuera que él estuviera planeando.
Cinco resopló metiéndose las manos en el bolsillo mientras se giraba para mirar hacia el edificio, un pie golpeando furiosamente el cemento.
─¿Por qué no volvemos a la camioneta?─ Lisa cuestionó ya se dio la vuelta ─¿Y ver si se va de nuevo?─
Cinco no dijo nada, pero la siguió lentamente de todos modos, manteniendo un ojo en la puerta principal del edificio mientras lo hacía. Estaba casi a punto de cruzar la calle cuando unas manos rodearon la capucha de su suéter y la tiraron hacia atrás.
Tropezó hacia atrás por la acera y se estrelló contra una pared de cemento, bloqueando la vista de las puertas. Se volvió para ver a Cinco mirando hacia afuera, ella lo miró fijando su suéter.
─¿Cuál es tu problema?─ Ella le dio una palmada en el hombro ─No podrías haberme dicho─
─Se va─ Cinco siseó, golpeando su mano al aire libre hacia ella ─Tengo que seguirlo─
─Podemos volver a la camioneta─
─No tengo tiempo─
Los ojos de Lisa se agrandaron ─¡No,
Cinco!─ Ella gritó cuando él dio un paso
atrás ─No te atrevas a dejarme aquí─
Pero era demasiado tarde, se había desvanecido en un abrir y cerrar de ojos.
Lisa se quejó levantando las manos en el aire, pensando ¿qué iba a hacer ahora? Ella no tenía las llaves de la camioneta, Cinco también se las había llevado.
La Academia no estaba muy lejos, pero no estaba segura de querer ir allí.
Lisa no se sentía como si perteneciera allí, como había sugerido Pogo. Ese lugar era extraño para ella, pero tal vez cualquiera de los habitantes podría ayudarla a encontrar a Cinco. Sus pies la llevaron de regreso al otro lado de la calle, corriendo por callejones y vecindarios tranquilos.
Le había empezado a doler el hombro, y al descubrir que se movía el suéter fuera del camino, vio que el vendaje que Pogo se había puesto estaba completamente empapado en sangre. Hizo una mueca cubriéndolo de nuevo, imaginando que lo golpeó cuando Cinco tiró de ella hacia atrás contra una pared de piedra.
Tardó otros diez minutos en darse cuenta de que estaba perdida y otros cinco en encontrar el camino hacia Main Street.
Esta vez le resultó familiar, pudo ver la valla de metal negro que protegía las grandes puertas dobles.
Lisa estaba a mitad de camino cuando las puertas se abrieron y una figura salió cojeando. Su respiración se atascó en su garganta cuando alguien con un traje azul y una máscara de niño desapareció al otro lado de la calle.
─Oh no─ Lisa susurró, golpeando el hombro como si respondiera.
Subió corriendo las escaleras y entró en el edificio, deteniéndose en el candelabro gigante que ahora estaba en el suelo, destrozado.
Allison estaba de pie contra la pared, Lisa juró que vio los pies de otra persona desapareciendo por las escaleras.
─¿Qué diablos pasó?─ Lisa preguntó caminando alrededor del objeto gigante ─¿Están bien?─
─Sí, estamos bien─ Allison frunció el
ceño ─¿Dónde estabas?─
─Cinco saltó y me dejo al otro lado de la ciudad. Opté por venir aquí, pensé que tal vez uno de ustedes sabría adónde fue─
La mujer se rió molesta ─No sabemos nada, él no dice lo que hace. Y quienquiera que estuviera aquí, lo estaban buscando─
Mierda. Pensó.
No era su lugar contarle a Allison lo que sucedió en los grandes almacenes, pero sintió que podría ayudar.
Al final, Lisa abrió la boca para decirle, pero fue interrumpida.
─Destruyeron la casa buscándolo─ Allison la condujo a la gran sala de estar, señaló todos los agujeros de bala esparcidos por la
habitación ─Casi no lo logramos─
Su boca se secó. Mientras ella y Cinco acechaban a un trabajador farmacéutico, su familia estaba siendo atacada por un problema que solo lo involucraba a él.
─Lo...lo siento. Ojalá estuviera aquí...─
─No, no. No necesitamos a nadie más herido. Además, ya estás herida─
─¿Qué? No, estoy bien─ Lisa asintió con la cabeza.
Sonaron pasos y Diego dio la vuelta a la esquina.
─¿Diego?─ Allison cuestionó, él la miró, su respiración temblorosa.
─¿Estás bien?─ Él la miró a ella y luego a Lisa, pero Vanya capturó su atención cuando entró poco a poco en la habitación.
La mujer se veía tan pequeña en comparación con sus hermanos, su piel estaba pálida y la sangre que corría por su frente estallaba.
─¿Por qué sigues aquí?─ Diego espetó.
Vanya se movió sobre sus pies ─Intentó ayudar nada más─ Ella le dijo.
─No. Podrías haber muerto─ Escupió: ─O hacer que nos maten─
─Diego─
─Ella nos entorpece─
Envió una mirada a Allison antes de pasar a su lado. Vanya miró a su hermana ─¿Allison?─
Lisa frunció los labios, realmente no pertenecía a este lugar. Estas personas habían crecido juntas y ella era solo una forastera en territorio extranjero.
Lisa frunció el ceño mientras las mujeres continuaban mirando a su hermana, esperando una respuesta.
─Él no quiere decir eso─ Ella suspiró ─Lo que intenta decir es que estas cosas son peligrosas...y no eres...─
─Como ustedes─ Decretó Vanya y solo la pasó furiosa, dirigiéndose directamente a las puertas de entrada.
Lisa la vio salir, mirando entre Allison y las puertas de entrada antes de ir tras Vanya.
Pasó junto a las puertas de entrada, maldiciendo en voz alta en su hombro. Ella lo miró y vio el parche de algodón empapado. Podía sentir su camiseta pegada a su piel donde estaba la herida, pero a pesar de todo eso milagrosamente no le molestaba que su hombro estuviera sangrando. Se ocuparía de eso más tarde, o cuando se desmayara por la pérdida de sangre.
─Vanya─ Lisa llamó poniéndose al día con
ella ─Oye, a dónde vas─
─¿Importa?─
Las mujeres sisearon corriendo calle abajo.
─¿Siempre han sido así?─ Dijo ella haciendo que se detuviera, Lisa dejó escapar un suspiro de alivio ─Tu familia, quiero decir─
Vanya se obligó a soltar una carcajada ─Desde el día en que me dijeron que no era especial─
La forma en que lo dijo, esa palabra, estaba llena de tanto odio.
Lisa se sintió mal por la mujer, parecía que había crecido con el abandono de una familia que se suponía que estaba tan unida.
─Y además─ La mujer agregó continuando su caminata al otro lado de la calle ─De todos modos, no es de tu incumbencia─
Vanya dejó a Lisa afuera por mucho más tiempo del que le gustaría admitir.
En verdad, podría haberse quedado más tiempo allí, de pie al aire libre, y ¿alguna vez olió tan bien cuando empezó a llover? Pero, el dolor en su hombro creció, y con una mirada más se dio cuenta de que debería haber cambiado el vendaje hace horas.
Entonces, se apresuró a regresar a la academia y se encontró en la cocina, sin molestarse en ir a buscar a Pogo.
Además, probablemente estaba haciendo algo realmente significativo.
Se quitó el suéter, junto con la camisa, y la tiró al suelo, sin importarle que continuara con una primera impresión.
Lisa pensó que Vanya tenía razón, que nada de esto era asunto suyo y todo lo que había querido hacer en el fondo de su mente era irse, salir porque sabía que ella no pertenecía aquí también.
Aunque ahora, sentada en una cocina gigante quitándose un parche de vendaje empapado en sangre sin camisa, no estaba tan segura de estar puesta, quería irse. Era agradable tener un lugar adonde ir después de un largo día.
Tener un lugar cómodo para dormir, gente con quien hablar, y no solo bichos raros que solo te hablaban porque pensaban que tenías drogas para vender.
Lisa quería pertenecer a algún lugar, y tal vez por lo que podía hacer, tal vez pudiera. Sin embargo, en el fondo sabía que nunca lo haría.
Lisa suspiró, agarró un fajo de toallas de papel y comenzó a buscar cinta adhesiva en los muchos cajones.
─¿Qué estás haciendo?─ Preguntó.
Se volvió con los ojos muy abiertos para ver a Diego mirándola.
Sus ojos encontraron su hombro y sacudió la cabeza, dirigiéndose hacia ella. La sangre le corría por el brazo y las gotas caían al suelo.
Echó un vistazo a la toalla de papel arrugada que tenía en la mano y se rió en voz baja, sus ojos pasaron de la tristeza a la diversión.
─¿Me estás tomando el pelo?─ Él se lo
arrebató ─¿No pudiste molestarte en pedir ayuda?─
La niña puso los ojos en blanco ─Todos parecían estar de buen humor, así que quería evitar arruinar el día de alguien─
─Y aquí estamos de todos modos─
Lisa resopló ─¿Estás usando spandex?─
Dejó caer la toalla sobre el mostrador y levantó las manos ─¿No quieres ayuda?─
─Bien, está bien. Si quiero─ Ella le dijo, mientras agarraba la toalla ─¿Por favor?─
Diego suspiró rasgando unos cuatro pedazos de papel toalla nuevo, doblándolos cuidadosamente antes de ponerlos en su hombro. Luego abrió el grifo del fregadero y sumergió un poco de papel en el agua antes de volver a secarse.
─¿Qué demonios crees que estás haciendo?─
Lisa miró para ver a Pogo mirándolos entre ellos, trató de no reírse de su expresión.
Avanzó poco a poco y luego golpeó a Diego con su bastón ─¿De verdad están usando toallas de papel para una herida de bala?─
─Una herida de bala de un día, en realidad─ Lisa gorjeó.
─Venga conmigo, señorita Lisa. La curaremos nuevo─ Pogo le hizo un gesto para que avanzara, miró hacia atrás y le lanzó una mirada furiosa a Diego ─Y tú, ve a ver cómo está tu hermano─
Diego resopló y desapareció mientras Lisa seguía a Pogo por toda la casa, de regreso a donde habían comenzado la noche anterior.
・.❑────・.𝖽 𝗂 𝗑 𝗌 𝗐 𝖺 𝗒.・────❑.・
OLÉ !
Nada que decir a excepción de que tengo que informarte que ya vas a la mitad del primer Volumen.
( De aquí en adelante los capítulos se vuelven más largos y pesados )
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Publicado el: 28/03/21
Editado el : 08/12/21
4221 palabras
edición 2023
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