capitulo veinte.
si me necesitan.

Sarah estaba en la oficina de su papá, desesperada por no saber nada al respecto sobre lo que estaba pasando con sus amigos y hermano.

─Linda, debieras ir a descansar. Esto va a tardar un poco. ─le habló una mujer, compañera de su padre al entrar.

Estaba por decirle que esperaría, pero un mensaje de Allison pidiéndole que vaya urgente a su casa le llegó.

─Creo que será buena idea. Le avisas a mi papá y hermano que me fui. ─dijo con una sonrisa amable.

─Con gusto. Descansa.

─Usted igual.

Al salir de la habitación, cruzó miradas con Jackson, quien la miró con una gran sonrisa. Aterradora para los ojos de la chica.

🌙

Allison le platicó lo sucedido con Lydia, quien logró traducir el bestiario. Ahora Sarah se encontraba leyendo mientras Allison hablaba por teléfono con los tres chicos que aún seguían en comisaria.

─Si Jackson no sabe lo que hace, tal vez no sepa que hay alguien controlándolo. ─Hablo Allison, colocando la llamada en altavoz para que su amiga lograra escuchar.

─O no lo recuerde. ─contestó Scott.

─¿Y si es el mismo tipo de cosa que le pasó a Lydia cuando huyó del hospital? ─cuestiono Stiles.

─Un estado de fuga. ─dijeron Allison y Sarah a la vez.

─Tendría que olvidarlo todo. ─dijo Scott.

─El homicidio, las manchas de sangre. ─hablo Samara, quien estaba pensativa.

─Pero alguien lo ayudo con algo, con el video. ─hablo Sarah. ─Alguien más le ayudo a olvidar eso.

─Quien lo está controlando. ─dijo Scott

─¿Están seguros de que Jackson no sabe nada? ─cuestiono Sarah comenzando a morderse las uñas.

─Piensa que se convertirá en hombre lobo y haber estado con Lydia lo está atrasando

─¿Intentamos convencerlo de lo contrario? ─preguntó Allison

─Si eso nos ayuda a saber quien lo controla. ─contesto Scott.

─¿Crees que nos hable después de lo que hicimos? ─pregunto Samara mirando a ambos chicos

─Si. Somos nosotros, nos hablará. ¿Cierto?

Con eso dieron finalizada la llamada. Ya que los tres fueron llevados con sus respectivos padres para hablar con el Sheriff y el Sr. Whittemore.

Allison y Sarah se quedaron en silencio. Tratando de analizar la situacion.

─¿Lograste hablar con Lydia?

─No. ─contestó con un suspiro.

─No estamos las mejores amigas... Creo que tendré que visitarla. También ya casi es su cumpleaños.

─No tienes que presionarte tanto. ─hablo Argent al notar su nerviosismo. ─Se que no estás en una posicion muy buena con esto de los bandos. Pero tú tienes que elegir dónde te sientes cómoda, sin que los demás decidan por ti, aunque sea tu hermano o pareja.

Sarah sonrió acercándose a ella para abrazarla.

─Gracias.

🌙

Al día siguiente, quedaron de verse en la biblioteca para discutir mejor sobre Jackson y lo que habían leído.

Allison le paso la talbet por la estantería de libros, quien de otro lado estaban ambos McCall y Stiles.

Samara la tomo para leer. Justo llegó Sarah colocándose a lado de Allison, quien le regalo una sonrisa.

─Es todo lo que Lydia tradujo. Y créanme se siente confundida.

─Si, ¿qué le dijiste?

─Que somos parte de una comunidad virtual que pelea con criaturas míticas.

Ambos hermanos McCall rieron por lo bajo, al igual que Allison.

─Yo si soy parte de una comunidad que pelea con criaturas míticas. ─contestó Stiles mirando a los presentes. Una de las razones por las cuales Sarah no se rio.

─¿Dice como encontrar a quien lo controla? ─cuestiono Samara para pasar ese pequeño mal rato.

─No. No lo dice, pero es cierto lo de los asesinos. ─Contestó su novia. Stiles festejo por lo bajo. ─Llama al Kanima una arma de venganza.

─Hay una historia sobre un sacerdote sudamericano que lo uso para ejecutar a los asesinos de su aldea. ─les informo Sarah.

─Lo vez. Puede que no sea tan malo. ─dijo Stiles mirando a sus amigos.

─Hasta que el lazo fué tan fuerte que podría matar a quien quisiera. ─volvió a decir Sarah.

─Muy malo, pero muy muy malo.

─Escuchen esto. ─hablo Allison en susurro. ─Se supone que el Kanima es un hombre lobo que no puede... ─se quedo calla al ver que una chica dejaba un libro en la estantería de enfrente.

─Hasta que resuelva lo que en su pasado lo hizo manifestarse asi. ─Leyó Samara entendiendo lo que dijo su novia.

─Bien. Si eso significa que Jackson necesita mil horas de terapia yo podría decir que es eso.

─Y si... ¿Tiene algo que ver con sus padres? Los biológicos. ─cuestionó Allison

—Tal vez Lydia sepa algo. —comentó Stiles

—¿Y si no sabe nada? —cuestionó Sarah.

—No tiene una orden de restricción contra mi.. Hablaré con él. —dijo Allison.

—¿Segura que puedes sola? No me agrada la idea de que vayas sola. —dijo Sarah algo nerviosa.

—A mi tampoco me agrada esa idea. —dijo Samara tomando la mano de Allison.

—Sarah puede estar cerca, cualquier cosa gritaré y te recuerdo que puedo defenderme sola.

La castaña asintió, no tan convencida.

—¿Y yo qué hago? —cuestionó Scott.

—Tienes que presentar un examen, ¿ya lo olvidaste? —le recordó Sarah.

—Y tú clases de francés. —dijo Allison mirando a su novia.

Ambos McCall miraron a Stiles indignados, pero él estaba de acuerdo.

Allison acarició la mano aún por el leve hueco que había en el estante.

Scott miró esa acción y volteó a ver a Sarah, quien ya la estaba viendo.

—Promételo.

—Si te hace algo, corre en dirección contraria.

—Puedo cuidarme yo sola. —volvió a repetir.

—Allison, si sales lastimada mientras estoy ocupado con ese estúpida clase, alguien tendrá que cuidarme. Sí te hace algo..

—¿Cómo?

—Lo que sea.. raro y bizarro.

—¡Cualquier cosa mala! —se asomó Stiles por el hueco.

Sarah le dio un leve golpe en la frente y Allison lo empujó para sacarlo.

🌙

Sarah iba atrás de Allison, quien ella iba de Jackson, buscando una oportunidad de poder acercarse a él.

Justo se cruzó con Matt. Sarah rodó los ojos y se escondió.

—¿De quién te escondes? —le susurró Isaac, asustándola.

—¿Qué quieres Isaac?

—¿Por qué no has ido con Derek?

—Eso no te incumbe. —el rubio levantó las manos al notar la molesta de la chica. —No me digas que te mando a buscarme.

—Solo soy curioso. También te gusta Scott, ¿verdad? —Sarah rodó los ojos. —Lo siento, me equivoqué. A Scott le gustas.

—Te recuerdo que la curiosidad mató al gato. —dijo amenazadora dando la vuelta al escuchar el profesor gritar.

—¿Qué diablos pasa aquí? —gritó el profesor acercándose a los adolescentes.
—¿Qué creen que hacen? ¡Jackson! ¡Cálmate!

Sarah se acercó a Samara quien estaba tan molesta mirando con odio a Jackson

—Sr. McCall, ¿quiere explicarme esto? —pregunta el mayor, pero no recibe respuesta. —¿Stilinski?

—Se te cayó esto. —dijo Matt pasando la tablet a Scott, pero el profesor se la arrebató.

—Tú y tu.. —señaló a Scott y Jackson. —De hecho.. Todos ustedes.. detención a las tres.

🌙

Ahora todos estaba en la biblioteca cuando la hora de salida había llegado.

Sarah odiaba de nuevo estar tan involucrada, pero ya parecía están acostumbrada. Samara la puso al tanto de lo que había sucedido.

Si no fuera por Isaac y sus tontas preguntas, hubiera ayudado.

¿Hubiera ayudado? ¿Cómo? No tiene habilidades para luchar con alguien tan fuerte como Jackson. No tiene súper fuerza. No es una mujer lobo.

De nuevo llegó la pregunta que le hizo Érica. Y la cual Derek también le había hecho.

¿Y si realmente si quiere ser mujer loba?

—No puede castigarnos juntos. Tengo una orden de alejamiento en contra de estos idiotas. —habló Jackson señalando a Scott y ambos hermanos.

La voz de Jackson interrumpió los pensamientos de Sarah, quien se sentó aún lado de Érica.

—¿Estos idiotas? —cuestionó el profesor señalando a todos.

—No, solo estos tres idiotas. —dijo Stiles señalado a su amigo y amiga.

—Bien. Ustedes dos, para allá.

Sarah miró a la rubia a su lado.

—¿Todo bien? —cuestionó al notarla algo disgustada.

—Si eres parte de nosotros, ¿verdad?

—¿A qué te refieres?

—Con Derek y nosotros.

Se quedó pensativa. Pero fue interrumpida por sus amigos y hermano volviéndose a colorar en la mesa.

—¿Sabes cómo murieron los padres de Jackson? —susurró Scott mirando a Érica.

—Tal vez. —contestó indiferente.

—Habla.

Érica miró a Sarah, esperando aún respuesta de su pregunta antes de ser interrumpidas.

La castaña asintió, sintiendo esa presión al saber si no contestaba, estará perdiendo su amistad.

—En un accidente de auto. —regresó su mirada a Scott. —Mi papá fue el investigador del seguro, y cada vez que ve a Jackson pasar en su Porsche hace algún comentario acerca de la enorme liquidación que recibirá cuando tenga dieciocho.

—Entonces, Jackson no solo es rico ahora, ¿Sino que será rico a los dieciocho? —cuestionó indignado Stiles

—Si.

—Esto cada vez empeora más.

—¿Saben que? Puedo buscar el reporte en el correo de mi papá, siempre guarda todo. —dijo encendiendo tu laptop.

—Samara McCall, por favor repórtese a la oficina del director. —se escucha en los altavoces la Sra. Argent. Confundiendo a los amigos y nombrada.

Sarah miraba con atención de lo que estaba realizando Érica.

—Mira las fechas. —señaló la castaña

—"Los pasajeros llegaron al hospital sin vida. La hora de muerto estimada... 9:26 P.M. 14 de Junio, 1995.

—El cumpleaños de Jackson es del 15 de junio. —Intercambiaron miradas.

El profesor Harris cerró su maletín colocándose de pie, indicando que estaban por marcharse, así que todos hicieron lo mismo.

La risa del mayor llamó la atención de todos.

—No, lo siento. Si, me voy. Pero ninguno de ustedes lo hará. Quizá puedan irse cuando acaben de colocar de nuevo en los estantes. —señaló el pilar de libros que había en tres carritos
—Disfruten el resto de la tarde.

Érica y Sarah tomaron un carro para ir ordenando juntas.

—No has hablado con Derek.

La castaña soltó un suspiro, rodando los ojos.

—No me corresponde, pero Sarah de verdad él te quiere.

—Quiero apoyar a mis amigos también. No quiero estar de un lado y luego al otro. Y si mis amigos me necesitan, estaré para ellos.

—¿Me incluye ahí?

—Claro que sí.

Ambas se sonrieron.

—Ya casi es luna llena...

—Estaré ahí, lo prometo. Tranquila.

—Es que de verdad, tu presencia cuando estás con nosotros es tranquila. Lo confirma Boyd. También te necesitamos.

—¡Érica! ¡Sarah!

El grito de Scott alarmó a ambas. Por instinto de la rubia cubrió a la chica, ya que comenzó a caer el techo a su alrededor.

Después de que Jackson dejara un mensaje en la pizarra, un mensaje amenazador. Salió por la parte del techo.

Allison fue axilar a Matt. —Está vivo.

Sarah sostenía a Érica quien estaba teniendo un ataque de epilepsia.

—Hay que llevarlos a un hospital. —dijo Samara

—Derek... Solo con Derek. —pidió Érica temblando.

—Cuando lleguemos al hospital...

—Con Derek. Con Derek. —volvió a pedir la rubia.

Samara cargó a Érica después de acercarse a su novia, ya que no le agradaba la idea de dejarla sola nuevamente.

Al llegar a la estación abandonada, entraron a un vagón para recostar a Érica, quien un temblaba frecuentemente.

—¡Sostenla! —Pidió Derek y entre Stiles y Samara la tomarán para ayudar.

—¿Se está muriendo? —preguntó Stiles preocupado.

—Puede ser, yo... Esto le va a doler. —tomó su brazo y lo rompió. Haciendo que Érica saltara un gran grito de dolor.

—¡Le rompiste el brazo! —grito desesperado.

—Está disparado el proceso de curación. Aún así voy a sacar el veneno. Es por eso que en verdad va doler. —comenzó a hacer presión sacándole sangre del mismo brazo.

El grito de Érica comenzó a disminuir, cayendo casi desmayada en los brazos de Stiles

—Stiles... eres un buen Batman.

Fue lo último que dijo al desmayarse.

Derek y Scott salieron del vagón para platicar.
Sarah se quedó aún lado de Érica, no quería dejarla sola hasta que despertara. Se despido de sus amigos y hermano, quienes entendían el quedarse. Era evidente el vínculo que se había formado gracias a Derek.

Sarah acomodó las cosas que ella había traído para que ella durmiera cómoda.

—¿Estás bien? —habló Derek cuando la chica se sentó cerca de Érica.

—Solo unos pequeños raspones que seguro se quitan en unos días. ¿Tú cómo estás?

—¿Estás molesta conmigo?

—No. Pero descubrí que quiero ser parte de ti y de mis amigos.

—De Scott.

—Mis amigos. Si ellos me necesitan, estaré ahí. Si tu me necesitas, aquí estaré.

Derek sonrió y se acercó a ella para dejarle un pequeño beso en la frente.

—Te entiendo perfectamente. Y entiendo que quieras quedarte con Érica hasta que despierte. —volvió a dejar un corto beso ahora en sus labios. Haciéndola sonreír.

Cuando Derek salió del vagón. Entró el rubio junto con Boyd, haciendo que Sarah rodara los ojos al ver a Isaac sonreír.

—¿No contestarás mi pregunta?

—Que molesto eres. —contestó ella acostándose a un lado de Érica.

—Te recuerdo que no soy un gato, Sarah.

—Lo pareces y terminarás muerto si la sigues molestando. —se metió Boyd sentándose cercas de las chicas.

Sarah soltó una pequeña risa.

—Yo soy humana y necesito dormir. Así que guarda silencio Isaac.