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Ochako le pidió amablemente a Yaoyorozu que le dijera a Denki que estudiarán. Al final del día en la sala de espera de los dormitorios, todos se apiadaron de Ochako y decidieron dejar vacío ese lugar para que hablara con él, Mina le dijo a Ochako que si lo volvía a lastimar la golpearía pero que la ayudaría por que Denki estaba igual de triste que ella.

El momento llegó y Denki llegó a la sala principal de los dormitorios, al llegar se encontró con una arrepentida Ochako sentada en uno de los sillones, estaba a punto de darse la vuelta y marcharse pero ella lo detuvo.

- ¡Denki! Por favor hablemos. -

- ¿Que es de lo que quieres hablar? Todo quedó bastante claro ¿no? - Respondió con frialdad.

- No, entiendo que me equivoque, debi ser sincera contigo... - agachó la mirada. - Pero ahora me doy cuenta que yo... Si te quiero. -

El chico de cabellera mostaza suspiro, dirigió su vista a la ajena con el ceño fruncido.

- No hagas eso. -

- ¿hu? -

- No me digas que me amas con la boca llena de mentiras. - Estaba herido era normal que lo expresará. - No fuimos, no somos, tampoco seremos porque para ser hay que estar y para estar hay que querer. -

La castaña comenzó a derramar lágrimas, era verdad pero ella está vez si quería estar esta vez si quería ser.

- Si estoy, por eso estoy aquí rogándote que me perdones. - Cerró sus párpados para retener su llanto.

Todo ese tiempo Denki no la había visto a los ojos, en un momento los abrió y observó a la joven castaña llorar arrepentida por sus actos, su semblante cambió a uno más preocupado no le gustaba verla llorar, debería olvidar su orgullo se acercó a ella y la tomó de los hombros.

- No llores... Es solo que Deku y tú son perfectos juntos... Yo solo sería un estorbo en todo. -

Ochako secaba su llanto avergonzado, no le gustaba que la vieran llorar. - Somos demasiado perfectos para funcionar. - Fue lo único que pudo decir.

- Y nosotros somos demasiado diferentes para congeniar. - Bajo la mirada.

- Siempre podemos encajar de otras maneras. - La castaña tomó las manos del chico.

- ¿Y si no funciona? -

- Nos habremos quedado con la experiencia. - Emitió una risa entre dientes cerrado sus párpados mientras sonreía.

El la miró, su risa era contagiosa no pudo evitar sonreír. Fue acercando su rostro al de ella, sus narices se juntaron y él corazón de ambos se aceleró, unieron sus labios en un profundo beso.

- ¡No coman enfrente de los pobres! - Bromeó Sero entrando con los demás.

El de cabellera mostaza y la castaña se separaron rápidamente avergonzados, todos los chicos de la clase 1-A entraron entre risas mirándolos a ambos.

- Hay ya perdónala. - la chica rosada opino.

Denki comenzó a reír, tomó de las cintura al castaña la acercó más a él volvió a juntar sus labios en otro profundo beso. Después volvió a separarlos y la miró con una sonrisa.

- ¿Quieres intentarlo de nuevo? - Susurró el chico en el oído de la chica.

- Si a todo. - Emitió una risa junto con Denki.

Todos en el lugar aplaudieron, al final Ochako entendió que todo pasa por algo y Denki y ella ahora estaban embarcándose a una nueva etapa, juntos.

Sin darse cuenta que afuera desde la ventana una chica de piel morada observaba junto una de sus amigas la escena con una sonrisa de satisfacción.

-Me debes dinero Kendou. - Exclamo la piel morada.

La peli-naranja emitió una pequeña risa. -Al parecer si. -

-Definitivamente soy cupido. - Se alago la morada a sí misma.

Kendo solo comenzó a reír al escucharla.

Sin duda había unido a dos personas que nada que ver con solo usar su kosei.

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