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Al llegar a la empresa de su papá, la más conocida del mundo "The Park's lovers ". Siendo la mejor ropa de marca del mundo; bueno también tenía sus competencias pero para Jimin el mejor su padre Jin.

Bajo del coche y entró siendo recibido por los empleados del lugar, todos hicieron una reverencia ante él a lo que Jimin les regresó él gesto.

Muchos siempre rumoraban cosas del castaño como que era un consentido y un mimado niño rico, pero no, él era amable y tierno con los empleados de su papá, siempre sacaban las cosas de contexto sin conocerlo o tratarlo realmente. Miró a la secretaria de su padre y la saluda amablemente.

─Hola, Mariela.

La mujer sonríe y se levanta de su escritorio para hacer una reverencia ante él.

─Buenas tardes Joven Park.

─Ya te dije que no me digas Joven Park, sólo dime Jimin. ─era una buena empleada y odiaba que siempre fuera tan formal con él, estaban en confianza. Mariela es una mujer extranjera que vino de Edimburgo para trabajar en Corea, es muy hermosa y le cae demasiado bien.

─Está bien Jimin. ─dice ella─ Su padre lo espera en el salón de juntas está muy nervioso, lo espera para dar su opinión.

Le dice preocupada.

─Claro ya voy, nos vemos Mariela.

La mujer agita su mano y Jimin camina a paso prisa hasta el salón, cada uno de los salones tenía diferentes nombres dependiendo de la temporada del año, su favorito era spring flower amaba ese salón porque tenía colores pastel que él usaba mucho y amaba completamente.

Miró el salón y entró mirando a su papá Jin todo alterado, caminaba por ahí, caminaba por allá. El rubio carraspeó haciendo voltear a su padre y a los demás qué estaban igual de preocupados que su papá, parecía que morirían si no hacían algo rápido.

─¿Papá, qué pasa?. ─Le pregunta el rubio sentándose en un sofá que está en salón, se cruza de piernas como todo un profesional.

─Que bueno que llegas amor. Lo que pasa es que mañana sábado hay una pasarela importante para mostrar las nuevas colecciones de The Park's Lovers, pero al parecer los de costura se equivocaron con los colores de la ropa y ahora todo está mal y no se que hacer. ─explica desesperado.

Jimin miró frustrado a su papá, odiaba verlo así y más con su pancita abultada por su embarazo, porque si, su papá tiene 3 meses de embarazo a sus 35 años, sus papás tuvieron a Jimin cuando tenían 15 años los dos. Papás precoces. Por eso decidieron tener otro bebé ya que el castaño ya era demasiado independiente.

─¿Hijo ayuda tu crees que haya alguna solución?. ─le pregunta preocupado.

─Yo creo que sí, sólo déjame pensar.

Todos se callaron porque cuando Park Jimin pensaba en soluciones siempre quería silencio. Miraba fijamente los vestuarios frente a él, si se equivocaron mucho pero tampoco estaba del todo perdido. Se paró del sofá y fue en busca de chaquetas y mascadas con algunos cinturones, convino cada cosa en el maniquí frente a él, sabía que la moda de antes estaba regresando así que sólo usó su imaginación para poder combinarlos. Todos los demás miraban el gran talento que tenía el hijo de su jefe, estaba combinando todo a la perfección.

Seokjin miró orgulloso a su hijo cuando terminó.

─Cariño hiciste un buen trabajo. ─halaga, su padre.

El menor sonrió orgulloso. ─La moda de ahora es la ropa de antes. Con el desastre que hicieron los costureros, lo combiné con la moda del pasado, además que también se ve genial con la ropa de hoy en día. ─miró a su madre sonriente─ No fue nada papi.

El castaño abrazó a su hijo mientras los demás aplaudían contentos por la buena combinación.

El joven Park era grandioso, todo un chico prodigio.

─Dios te amo hijo, sabía que sacaste más de mí que de tu papá Namjoon. ─sonríe feliz mientras mira la ropa.

─Qué bueno que pude ayudar en algo. Papá ¿puedo tomar ropa del salón de Sexy Black?. ─pregunta pestañeando sus ojitos almendrados.

Era ahora o nunca.

─¿Para qué exactamente? ─ cuestiona.

Jimin muerde su labio inferior con su carita suplicante.

─Pues mañana habrá una fiesta de la universidad para celebrar el primer fin de semana así que quiero tomar ropa de tu colección por fis ¿Puedo ir?. ─puso carita de cachorro, de esas que su Padre jamás puede resistir.

Seokjin sabía que Jimin jamás iba a esas fiestas, pero su pequeño bebé está creciendo y tenía que dejarlo volar.

─Muy bien, tienes mi permiso pero coméntaselo a tu padre cuando llegue del trabajo.

Jimin abulta sus labios. ─¿Pero si dice que no?

─Pues yo puedo Interferir. No creo que se niegue, pídelo de todos modos ¿está bien?

El castaño se siente conforme con eso.

─¿Entonces puedo ir por la ropa?

El mayor suspira mientras echa su cabello castaño hacía tras.

─Por supuesto que si toma lo que quieras mi amor. ─le guiña el ojo.

Lo abraza sin aplastar su vientre y corrió hacía el salón Sexy black para mirar los diferentes vestuarios que había, pero sólo uno llamó su atención.

Era una camisa blanca trasparente con brillos a los lados de las mangas, un pantalón de cuero negro con algunas cadenas colgando más unos botines negros con brillos blancos, amaba ser hijo de un gran diseñador de modas. Salió con las bolsas en sus manos mientras sonreía de oreja a oreja, miró a la secretaria de su papá y la miró algo triste, tuvo curiosidad y fue a ella.

─Hola, Mariela ¿Te pasa algo? ─pregunta curioso el rubio.

La mujer limpia su mejilla por la lágrima que salía de ella, miró al menor y puso sus lentes, carraspeó tratando de calmarse.

─No me pasa nada Jo... ─corrige─ Joven Jimin. Estoy bien.

Este no le cree y mira que ella voltea a ver a uno de los empleados del lugar, era el amigo de su padre; Min Yoongi, quien hablaba con otra chica mientras sonreía feliz, parecían estar coqueteando.

─¿Es por el señor Min. ─pregunta y la mujer se altera un poco por lo obvia que era.

─Sí, algo así. ─murmuró apenada.

─¿Te gusta?

─¡Que! No, además él no se fijaría en mí, él parece que le gusta mucho esa mujer tan bonita y de buen cuerpo, yo sólo soy un cero en su vida. ─dice triste.

─Vamos no eres fea, eres super bonita. Creo que te falta ponerte sexy, algo más atrevida.

─Joven Park. ─expresó sonrojada.

─El lunes vendré por ti aquí y te haré un buen cambio para que dejes con la boca abierta al señor Min.

La Mujer sonríe ante lo lindo que es el hijo de su jefe. Un cambio no le vendría mal.

─Claro me gustaría pero....

─Nada de peros, me tengo que ir ahora, pero nos vemos lunes, así conquistarás al señor Min. Si el no ve lo hermosa que eres déjalo ir conseguirás algo mejor.

La mujer le sonríe amablemente agradecida por sus palabras, lo despide y sigue con su trabajo. Lo que ninguno de los dos noto es que el Señor Min miraba a la pelinegra sonriendo.

Le gustaba pero era tímido para decírselo.

...{🎨}...




Jungkook llegó su departamento mirando los múltiples mensajes de su madre, siempre le preguntaba si ya avanzó con él plan sobre Park Jimin.

Jeon estaba harto de que su madre lo presionara de esa manera. Desde que nació siempre lo crió con aquella historia de su hermana con el padre de Jimin, desde niño quería vengarse de ese maldito hombre por lo que le hizo a su hermana, pero también obligado a toda esa venganza contra ellos. Lo que su madre quería era simple, enamorarlo y llevarlo al mismo dolor que sufrió su hermana mayor, pero no tan grave como lo que el padre de Jimin le hizo a su hermana Jennie. Tenía odio dentro de él, tenía mucho resentimiento, quería golpear al maldito de Park Namjoon y a su esposo Park Seokjin.

Los odiaba a muerte pero cuando miraba a ese pequeño rubio de mejillas sonrojadas cuerpo de tentación se le olvidaba todo ese odio. No debía, no podría enamorarse del enemigo, sólo quería su venganza y desprestigiar a la familia Park por todo lo que ellos sufrieron.

Todos en Busan los acusaron de fraude por las acusaciones falsas contra el gran Park Namjoon. Tuvieron que irse de Busan para hacer otra vida en un pequeño pueblo de Daegu. Fue tranquilo todo y aunque Jungkook no conoció a su padre, el cual los abandonó desde que era pequeño, para él y su madre nunca fue un obstáculo para salir adelante. Pero ahora con toda la presión y el odio sólo lo agobia, lo asfixiaba. Tenía que acatar las órdenes de su madre y acercarse a Park Jimin esta noche en la fiesta.

Con un gran suspiro fue a darse una ducha para esta noche, tenía que impresionar a Jimin, ese pequeño de ojos marrones y mejillas abultadas, todo en él era perfecto, pero por desgracia era un Park y tenía que hacerlo sufrir.

─¡Maldita sea!─ golpeó con sus puños contra las baldosas. ¿En serio tenía que hacerlo?

Sí. Es su venganza. Su hermana lo hubiera querido de esa manera.


...{🎨}...




Jimin terminó de arreglarse se miró al espejo una y otra vez, tenía los nervios de punta pues presentía que miraría al bello pelinegro en la fiesta. Bueno era obvio pues ambos están en la misma universidad.

Su padre le dio permiso de ir, ya que Jimin siempre era un niño bueno y no desconfiaría de él en lo absoluto.

Tomó su billetera más su teléfono y sus llaves, suspiro y salió de su habitación contento con su atuendo y maquillaje, llegó a la sala mirando a sus padres sentados en el sofá, su papá miraba algo en su laptop y su padre Jin tejía un bonito traje pequeño de bebé.

─Papis ya estoy listo. ─llamó la atención de sus padres quienes lo miraban con la boca abierta al ver cómo estaba vestido.

─¿Y bien, como veo? ─pregunta entusiasmado con los nervios de cómo lucía.

─Por dios mi niño, estás precioso y... sexy ─canturrea Seokjin impresionado con su hijo.

Su padre lo mira con el ceño fruncido a su pequeño hijo con esos pantalones ajustados y esa camisa transparente.

─¿No vas a salir así verdad? ─cuestiona celoso.

El menor rueda los ojos por lo sobreprotector que era su papá Namjoon. ─Claro que sí papá, además muchos de mi edad usan estos outfits así que si saldré.

Seokjin rio por la cara de su esposo. ─Vamos cariño, Jimin es joven además recuerda lo que yo me ponía para ti cuando éramos jóvenes.

Namjoon se sonrojó al recordar las prendas que su esposo usaba para sus "encuentros". Carraspea la garganta algo sonrojado.

─Te quiero aquí temprano y llévate un gas pimienta por si las dudas, uno nunca sabe lo que pase en esa fiestas, recuerda no aceptar bebidas abiertas, podrían tener alguna droga. ─le advirtió su padre.

Se quería negar pero su papá Jin le dijo que lo hiciera, tomó uno y escuchó el auto de Daniel en la entrada de su casa.

─Llegaron por mí, adiós los quiero.

─¡Temprano jovencito!. ─gritó su padre.

Jimin sólo gritó un ¡Si! Y se fue corriendo al auto de su mejor amigo. Saludó a Jihyo y subió a la parte de atrás. Sería una gran noche, también sería el comienzo a unos nuevos sentimientos por cierto pelinegro.




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