🗾࿐「 𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 26 」

«𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎́𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗏𝖾𝗂𝗇𝗍𝗂𝗌𝖾́𝗂𝗌» [26]

❝𝗩𝗼𝗹𝘃𝗲𝗿 𝗮 𝘁𝗶❞...

La recuperación de Jin fue un proceso lento pero constante. Los días en el hospital se transformaron en semanas, y cada pequeño progreso se celebraba como un milagro. Jimin y los demás amigos de Jin no se apartaban de su lado, asegurándose de que nunca se sintiera solo. Las visitas eran constantes, y las historias compartidas entre risas y lágrimas le daban a Jin la fuerza necesaria para seguir adelante.

Un mes después del despertar de Jin, el hospital ya no se sentía como un lugar de desesperanza. Las visitas de los amigos y los cuidados intensivos del personal médico comenzaron a dar frutos. Jin, aunque aún débil, mostraba signos claros de mejoría. La palidez de su rostro comenzaba a desvanecerse, y sus ojos recuperaban ese brillo característico que siempre había tenido. Su voz, aunque todavía frágil, volvía a llenarse de la calidez y el humor que sus amigos tanto extrañaban.

Durante una de las visitas, Jimin entró en la habitación de Jin con una sonrisa que apenas podía contener. Tras saludar y hablar un poco, se acercó al lecho de Jin con una expresión llena de emoción.

━ ¿Sabes? ━ comenzó Jimin, tomando la mano de Jin ━. Creo que ha llegado el momento de hacer algo que todos estábamos esperando.

Jin lo miró con curiosidad.

━ ¿Qué tienes en mente, Jimin?

━ Hoy es un día especial ━ respondió Jimin ━. Y creo que alguien necesita una gran sorpresa.

Jin levantó una ceja, pero una sonrisa comenzó a formarse en sus labios. Habían hablado muchas veces sobre lo difícil que debía estar siendo todo para Namjoon, especialmente sin noticias frecuentes sobre la recuperación de Jin.

━ ¿Estás sugiriendo lo que creo que estás sugiriendo? ━ preguntó Jin, sintiendo cómo su corazón comenzaba a latir con más fuerza.

Jimin asintió.

━ Creo que es hora de que vayas a ver a Namjoon.

Los días que siguieron a esta conversación estuvieron llenos de preparativos. Jin todavía no estaba al cien por ciento de sus capacidades, pero estaba decidido. El personal del hospital, comprendiendo la importancia del momento, ayudó a organizar todo. Con la aprobación de los médicos y la ayuda de sus amigos, Jin se preparó para hacer el viaje hasta la prisión donde Namjoon estaba cumpliendo su condena.

La mañana del día planeado llegó con un aire de anticipación. Jin, con un bastón que le ayudaba a caminar y el apoyo de Jimin y Taehyung, se subió a la camioneta que los llevaría a la cárcel. Durante el trayecto, Jin no pudo evitar que su mente se llenara de recuerdos y emociones. El sacrificio de Namjoon, la lucha desesperada por salvarlo y el amor incondicional que siempre habían compartido. Ahora, finalmente, tendría la oportunidad de agradecerle y mostrarle que su sacrificio no había sido en vano.

Al llegar a la prisión, el personal de seguridad, ya informado de la visita especial, les permitió el acceso sin demoras. El sonido metálico de las puertas de la prisión abriéndose y cerrándose resonó en el aire, cada una marcando un paso más cerca de Namjoon. Jin sentía su corazón acelerarse con cada paso, pero la presencia tranquilizadora de Jimin y Taehyung a su lado le daba la fuerza para continuar.

Finalmente, llegaron a la sala de visitas. La atmósfera en la prisión era densa, llena de una mezcla de tristeza y resignación. Pero Jin sabía que para Namjoon, ese día cambiaría todo. Se acomodó en una silla frente a la mesa de visitas, tomando un respiro profundo para calmar sus nervios. Jimin y Taehyung se quedaron cerca, dándole el espacio necesario pero estando ahí para apoyarlo en todo momento.

El sonido de pasos acercándose hizo que Jin levantara la vista. A través de la puerta de metal, vio a Namjoon entrar escoltado por un guardia. La expresión de Namjoon era de sorpresa y asombro, sus ojos agrandándose al reconocer la figura de Jin sentado allí. Por un momento, el tiempo pareció detenerse. Ninguno de los dos podía creer lo que estaba viendo.

Namjoon se acercó lentamente, su mirada fija en Jin, como si temiera que al parpadear, él desaparecería. Jin, con lágrimas en los ojos, sonrió ampliamente, sus labios temblando por la emoción contenida.

━ Hola, Namjoon ━ dijo Jin con una voz suave pero firme ━. Te extrañé.

Namjoon se quedó sin palabras, su mente procesando la realidad de la situación. Finalmente, logró encontrar su voz, aunque esta sonó rota y llena de emoción.

━ Jin... ¿cómo es posible? ¿Estás aquí de verdad?

Jin asintió, extendiendo una mano hacia Namjoon, quien la tomó con una mezcla de cuidado y desesperación.

━ Estoy aquí, Namjoon. Gracias a ti. Gracias a tu sacrificio, a tu amor. No puedo ni empezar a decirte cuánto te agradezco.

Namjoon apretó la mano de Jin, sus ojos llenos de lágrimas.

━ Pensé que te había perdido. Cada día aquí dentro ha sido una tortura pensando en ti, en si estarías bien.

Jin sonrió, su corazón llenándose de amor y gratitud.

━ No me perdiste, Namjoon. Estoy aquí, y vamos a superar esto juntos. Tú me salvaste, y ahora yo estoy aquí para apoyarte a ti.

La emoción en la sala era palpable. Jimin y Taehyung observaban la escena con lágrimas en los ojos, sintiendo la profundidad del amor y la conexión entre los dos hombres. Había sido un camino largo y doloroso, pero en ese momento, todo el sufrimiento parecía valer la pena.

Namjoon y Jin pasaron el tiempo de visita hablando, compartiendo sus experiencias y renovando sus promesas de estar siempre el uno para el otro. Aunque la situación era difícil, el hecho de que estaban juntos, aunque fuera por un breve momento, les daba la fuerza para seguir adelante.

Finalmente, el tiempo de visita terminó. Jin se levantó con la ayuda de su bastón, y antes de irse, abrazó a Namjoon con todas sus fuerzas.

━ Volveré, Namjoon. Cada vez que pueda, vendré a verte. No estás solo.

Namjoon asintió, sus ojos llenos de determinación.

━ Esperaré, Jin. Y cuando salga de aquí, vamos a empezar de nuevo, juntos.

La despedida fue emotiva, pero llena de esperanza. Jin salió de la prisión con el corazón más ligero, sabiendo que había dado a Namjoon la fuerza para seguir luchando. Y mientras caminaba hacia la salida, apoyado por sus amigos, una nueva resolución se formaba en su mente. No importaba cuán difícil fuera el camino, no se rendirían. Porque en su amor, encontraban la fuerza para enfrentar cualquier adversidad.

Las visitas de Jin a Namjoon en la cárcel se habían convertido en un bálsamo para ambos. Cada encuentro era una mezcla de emociones: alegría, tristeza, esperanza y, sobre todo, amor. Jin había tomado como misión personal el animar a Namjoon, recordándole constantemente que su sacrificio no había sido en vano. La recuperación de Jin continuaba progresando, y cada vez que se sentaba frente a Namjoon, veía en sus ojos la chispa de esperanza que les mantenía a ambos en pie.

Sin embargo, la realidad de la prisión era dura y, en muchos aspectos, cruel. En una de esas visitas, mientras Jin caminaba por el pasillo hacia la sala de visitas, sintió las miradas lascivas y los comentarios vulgares de algunos reclusos. Los gritos y murmullos llenaron el aire, impregnando el ambiente con una sensación de peligro y degradación. Jin trató de ignorarlos, manteniendo la cabeza en alto y enfocándose en llegar a Namjoon.

Cuando finalmente llegó a la sala de visitas y se sentó frente a Namjoon, notó la tensión en los hombros de su amado. Namjoon había escuchado los comentarios y visto las miradas, y aunque trataba de ocultar su enojo, Jin podía ver la furia ardiendo en sus ojos.

━ ¿Estás bien? ━ preguntó Jin, aunque sabía la respuesta.

Namjoon respiró hondo, tratando de calmarse.

━ No puedo soportar ver cómo te miran esos tipos, Jin. No es justo que tengas que pasar por esto cada vez que vienes a verme.

Jin le sonrió con ternura, tratando de aliviar su preocupación.

━ No te preocupes por eso, Namjoon. Estoy aquí por ti. Nada de lo que digan o hagan me importa mientras podamos estar juntos.

Pero Namjoon no podía dejarlo pasar tan fácilmente. La idea de Jin siendo objeto de deseo y burla en ese entorno hostil lo enfurecía. No quería que el hombre que amaba estuviera expuesto a ese tipo de degradación, especialmente cuando ya habían pasado por tanto.

━ No, Jin ━ dijo Namjoon con firmeza, su voz temblando ligeramente por la emoción contenida ━. No puedo permitir que sigas viniendo aquí. No quiero que te pongan en peligro.

Jin lo miró sorprendido, sin comprender del todo.

━ ¿Qué estás diciendo, Namjoon?

Namjoon apretó los puños, luchando contra sus propios sentimientos.

━ Estoy diciendo que no quiero que vuelvas a visitarme aquí. No quiero verte hasta que salga de este lugar. Quiero que estés lejos de todo esto, lejos del peligro.

Jin sintió como si el suelo se abriera bajo sus pies. La idea de no ver a Namjoon durante todo el tiempo que le quedaba en la cárcel era insoportable. Había encontrado fuerzas en esas visitas, en el contacto con su amado, y ahora Namjoon le pedía que renunciara a eso.

━ Namjoon, no puedes pedirme eso ━ dijo Jin con voz temblorosa ━. No puedes pedirme que te deje solo aquí.

Namjoon cerró los ojos, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con brotar. Odiaba hacerle esto a Jin, pero sabía que era lo mejor.

━ Lo hago por tu bien, Jin. Aquí no es seguro para ti. Quiero que estés a salvo, y lo estarás lejos de aquí. Prométeme que no volverás hasta que haya salido.

Jin sintió una mezcla de dolor y comprensión. Sabía que Namjoon lo decía porque le importaba, porque quería protegerlo. Pero eso no hacía que fuera menos doloroso. Tomó la mano de Namjoon a través de la mesa, apretándola con fuerza.

━ Te prometo que estaré esperando por ti ━ dijo Jin, susurrando las palabras con una mezcla de tristeza y determinación ━. Pero me rompe el corazón saber que no podré verte.

Namjoon asintió, sintiendo el mismo dolor.

━ Lo sé, Jin. Pero debemos ser fuertes. Esto no es un adiós, solo un hasta luego. Cuando salga de aquí, quiero que podamos estar juntos sin estos muros entre nosotros.

La despedida fue amarga. Jin salió de la sala de visitas con lágrimas en los ojos, sintiendo el peso de la decisión que habían tomado. Los comentarios y miradas de los reclusos no importaban tanto como el vacío que sentía al saber que no volvería a ver a Namjoon durante mucho tiempo.

Los días siguientes fueron difíciles para ambos. Jin trataba de llenar su tiempo con actividades y visitas de amigos, pero siempre sentía la ausencia de Namjoon. Sus pensamientos volvían constantemente a esa última visita, a las palabras que habían compartido y al amor que los unía.

Namjoon, por su parte, se concentró en sobrevivir en la prisión, manteniéndose alejado de problemas y contando los días hasta que pudiera reunirse con Jin. La ausencia de las visitas de Jin era como una herida abierta, pero sabía que había tomado la decisión correcta.

Jin se sumergió en su recuperación física y emocional. Sabía que Namjoon quería que estuviera fuerte y listo para cuando él saliera. Se enfocó en mejorar su salud, en estar rodeado de amigos y en mantener vivo el espíritu de lucha que Namjoon siempre admiraba en él.

Pasaron semanas, luego meses. Cada día que pasaba era un día más cerca de la liberación de Namjoon. Jin mantenía la esperanza viva, sabiendo que su amor era lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstáculo. Escribía cartas a Namjoon, aunque no siempre podía enviarlas, y leía sus viejos mensajes y recuerdos, aferrándose a cada palabra.

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Ⓒ︎𝖧𝖨𝖲𝖳𝖮𝖱𝖨09

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