Volverte a ver -Jung HoSeok (𝘗𝘖𝘝)
Mientras terminaba de ordenar las fotografías reveladas de mi escritorio y me deshacía de copias inútiles que acumulaban polvo en mi pequeña oficina encontré algo que llamó toda mi atención. Se deslizó hasta abajo del escritorio una fotografía y me vi en la obligación de hincarme para sacarla desde el lugar donde se había escondido, encontrándome con una chica en ropa interior recostada en un sillón.
La contuve en mis manos y cerré la puerta con seguro, bajé las persianas evitando que alguien me viera desde afuera si es que pasaban por ahí quedando en completo silencio. Me apoyé contra la puerta de la oficina atreviéndome a ver de más de cerca la imagen; habían pasado ya cuatro meses de aquella vez en que vi a semejante mujer con es cuerpo estupendo y piel suave con olor a cereza dulce.
Caminé para acomodarme en la silla del escritorio a contemplar la foto como un completo pervertido. Debía admitir con sinceridad que no me había tocado hace semanas por el estrés de tener tres trabajos a la vez, uno con la revista de modas de momento, un periódico y el ser el camarógrafo personal de un chico influencer. Al menos tenia bastante de dinero para solventar mis gastos.
Tomé la hebilla de mi cinturón jalándola hacia un costado desencajándolo del ojal para luego desabrochar mi pantalón metiendo mi mano dentro de ellos rozando mi entrepierna hasta que mi pene tomara más volumen. No solía hacer esto en la oficina porque es muy poco privado, sin embargo, la foto de DeJi era muy ardiente como para desperdiciarla y como si se tratara de un adolescente en su cuarto de baño con la revista porno me acaricié como un final satisfactorio.
Necesitaba verla, quería un servicio de DeJi lo antes posible.
Armé mis maletas para quedarme dos días en Ulsan con la excusa de una noticia local de la zona, una completa mentira que debía enmendar luego para el periódico en el cual trabajaba. Todo lograba justificarse en mi cabeza si pensaba en DeJi, la mujer que había logrado que disfrutara el sexo luego de años de soltería.
Mientras conducía de camino a Ulsan me replanteaba el hecho de que aun seguía soltero y mi vida dentro de una burbuja que yo mismo había construido, era una de las razónes por las cuales no accedí a usar el servicio del hotel Gippeum. Ahora todo era diferente, quería tener ese contacto piel a piel y si era necesario más que eso.
—Jung HoSeok— respondí a la recepcionista entregando mis documentos. La muchacha de cabello ondulado y labios rojos miró la computadora devolviéndome la sonrisa.
—¿Alguna habitación en especial?— deslizó los documentos sobre la madera de la recepción.
—Yo vine por alguien en especifico— me causaba timidez tener que decir su nombre, me hacía sentir un psicópata.
—Minah unnie faltan más bandejas en el salón— su voz me hizo girar hacia ella hasta se encontró al otro lado de recepción y me miró con esos ojos marrones de cachorrito.
—Te cambio entonces, mantente aquí hasta que vuelva— la otra muchacha caminó directo al salón mientras yo me quedaba a solas con —DeJi— la miré con una sonrisa en los labios.
—No creí que volverías— su mirada ya no estaba sobre en mi sino que en la pantalla de la computadora —. ¿Tienes alguna habitación en particular para elegir?—.
—Me gustaria estar en tu piso. Siento no recordar el numero— rasqué mi nuca algo nervioso y tomé mi bolso de mano que descansaba en el piso.
—¿Quieres algún servicio especial?— sonrió de la unica forma que tenia, con un toque de picardía y hermosura en ella, podría decir que tras de esa leve muestra de jugueteo había más que solo simpatía.
—Sí. He venido hasta aquí por eso— con ella no me costaba ser directo ahora, todo salía tan natural.
—Te parece si te dejo todo agendado ahora y lo solicitas en unos minutos más cuando Minah vuelva del relevo— sacó una tarjeta de bajo del escritorio y me la entrego —. 707—.
Tomé la tarjeta mientras la miraba a los ojos, asentí dejándole claro que lo haría, como si fuera una especie de promesa al aire que si o si cumpliría. El ascensor me llevó a mi piso y lo primero que hice fue dejar mi bolso junto a la cama y darme una ducha.
Mientras me secaba el cuerpo y buscaba que la humedad del ambiente se la llevara el extractor cogí el teléfono para dejar el mensaje de alerta sobre el servicio que deseaba. No había nada que quisiera comer por el momento así que el Servicio exclusivo de intimidad era perfecto, luego podría pedir la cena.
No cogí nada más que la bata de seda negra que tenia el logo del hotel en un bordado plateado. Me serví una soda del mini bar descubriendo que ya era de noche, había pasado una hora y yo seguía manoseando el condón que me había llevado al bolsillo desde la mesita de noche junto a la cama. Hombre precavido todo el tiempo.
—Siento haber tardado. A un hombre se le rompió una copa de champaña en recepción y tuve que arreglar el lio— DeJi ingresó por el pasillo hasta la habitación encontrándome junto a la ventana alisando con sus manos la falda tubo que se subía por sus muslos.
—He aprovechado de darme un baño y relajarme— le mostré mi lata de soda en mano y me acerqué a dejarla en el mueble más cercano.
—El ambiente huele muy bien— ella se quedó en su lugar esperando a que llegara junto a ella —.Eres tú, de hecho— se acercó a mi cuello a oler —¿Acaso es mandarina con un toque amaderado?—.
—¿Sabes de perfumes?— sonreí al darme cuenta que le había acertado en las notas de mi perfume.
—Tengo buen olfato pero cero conocimientos en perfumería. Es un olor muy rico y único, dulce y sofisticado, varonil pero no marcado—se apartó de mi para bajar la intensidad de la luz n el panel de la pared.
—No tenia idea de que se podía hacer eso— ella se giró hacia mi a paso lento sin quitarme los ojos de encima.
—Hay muchas cosas que no sabes del hotel, HoSeok— acarició mi mentón con sus dedos como si lo delineara —. ¿Por qué tardaste tanto en volver? ¿Conseguiste novia o algo así?—.
—Si tuviera novia no estaria aquí, no soy de ese tipo de chicos— cerré los ojos al sentir sus labios rozándome el cuello —. Encontré una de tus fotos en mi despacho y te recordé—.
—¿Qué recordaste?—sus dedos comenzaron a moverse contra mi cabello llegando a la zona de mi nuca haciendo masajes relajantes. Yo cerré los ojos encantado —. ¿Recordaste que te hiciste el difícil conmigo y con otras damas del hotel?—.
—La verdad es que recordé mis manos al rededor de tu cuello mientras te follaba— abrí los ojos para mirarla con una expresión de excitación —. Recordé mucho de ti y me toqué imaginándote en mis brazos—. acaricié desde sus hombros hasta sus manos y una de ellas la acerqué a mi miembro el cual ya estaba erecto —. Si gustas te puedo mostrar todo lo que imaginé—.
—Estoy dispuesta a ser muy servicial— se relamió los labios y retrocedió hasta la cama.
Me quité la bata para que sus manos juguetearan en mi cuerpo. Quería sentirme deseado después de tanto tiempo y que mejor que sentir sus labios besando mi pecho hasta mi vientre bajo donde pasó directo a mi miembro lubricándolo con su cálida saliva, dejándolo brilloso desde la base a la punta.
—Me encanta como lo haces— le acaricié el cabello en aprobación.
La levanté y comencé a desnudarla como quien abre un regalo en navidad. Dejé su ropa regada por el piso para luego acariciar cada extensión de su cuerpo con mis manos, mis labios, incluso mi cara.
El olor y la calidez de sus pechos me hacia sentir tan excitado, rozar sus pezones mas que erectos contras mi nariz y oler si piel antes de besarla y lamerla era una experiencia unica, yo podía notar que lo disfrutaba.
—Siento si me tardo tanto en llevarte al limite pero estoy disfrutando esto parte por parte— me apoyé con mi codo cargando el peso de mi cuerpo contra la cama y su cuerpo cubriéndola con mi calor corporal.
—Tomate todo el tiempo del mundo, me encanta como lo haces— sonrió y me acarició el rostro.
"¿Por qué no tengo una mujer así en casa para hacer esto todas las noches?" me cuestioné mientras acariciaba entre sus piernas y ella las abría a voluntad, gimiendo ante el roce de mis dedos en su vulva ya húmeda y tibia.
—¿Te gusta así o voy más rápido?— le pregunté mirándola al rostro donde nuestros ojos se encontraron.
—Me gustaria que lo hicieras mientras me besas— sus ojos de cachorrito me flecharon y no pude evitar hacerle caso a su orden.
Mis labios se acercaron a los suyos con un delicado toque donde parecía que nuestros alientos eran los únicos protagonistas. Hundí mis dedos en ella atrapando el gemido entre mis labios y me fui directo a esa pequeña porción rugosa dentro de su vagina que me apretaba bastante, hice presiones cortas según lo que me permitía mientras la besaba. Mas de alguna vez me mordisqueó los labios con un erotismo que me hacia querer bombearla de la forma mas sucia existente.
Cuando la sentí venirse me detuve y me posicioné entre sus piernas colocándome el condón. Muy concentrado me acomodé en su entrada pero antes de ello me interrumpió.
—Mis pezones son muy sensibles, quisiera que hicieras algo con ellos mientras me follas— parecía avergonzada de pedírmelo, sus mejillas estaban algo rojizas por el calor del momento —. También... ¿Podrías hacer lo de la última vez?
—Si me lo pides así me veré en la obligación de retenerte aquí por más tiempo— mi voz se hacía más roca al pasar el momento y la calentura que tenia dentro —. Haré todo lo que me pidas—.
La penetré lento disfrutando como sus paredes humedad hacían un sonidito de humedad mientras mi pene las separaba por completo hasta el tope. Miré sus pechos separados por la posición y tomé sus manos haciendo que ella los colocara mas juntos y me los ofreciera con gusto. Busqué equilibrio en mis muslos y rodillas iniciando un vaivén constante y corto buscando el placer de ambos pero también darle en el gusto a lo que me pedía.
Con sus pechos apretados y sus pezones lascivamente alzados hacia mi me incliné hacia adelante recostando mi vientre contra el de ella y mi frente la apoyé contra su piel. Mi boca buscó con desesperación su pezón que yacía frio y duro para mi, lo lamí y succioné al ritmo de mis caderas en coordinación. Es increíble lo que uno podía hacer con calentura en el cuerpo.
Alcé mi pecho colocándome más erguido. Subí sus piernas más a su pecho apoyándome contra sus rodillas flectadas. Mi pelvis se movía de una forma pronunciada buscando rozar su clitoris sensible y rosado, expuesto y visible para mi. Sus senos se agitaban con mis movimientos repetitivos y su cabeza se apoyaba hacia atrás como buscando esconderse entre las almohadas dejando salir gemidos lastimeros. Sus músculos se tensaban cada vez más sus piernas tenían espasmos musculares de vez en cuanto.
—Voy a hacerte estallar de placer, bebé— de tanto que me gustaba el momento decirle algo con cariño no me venia mal, debía admitir que se me da lo romántico y con DeJi es con quien he estado en este ultimo tiempo, extrañaba decirlo quizás o tenia poca sangre en mi cerebro para pensar con lo duro que tenia mi miembro dentro de ella.
—Sí, por favor— gemía repetidamente mientras su vientre se endurecía.
Mi mano izquierda se fue hacia su cuello y la derecha a su clitoris. Regulaba las frotaciones contra su clitoris con la presión que hacía contra su cuello haciendo que su rostro se pusiera más colorado y su ceño se frunciera.
—Más— dijo a duras penas y sumé a esa sensación penetraciones cortas y duras dentro de ella según lo que me permitía mi cuerpo ya que estaba haciendo mi mayor esfuerzo por esperar correrme con ella.
Hasta que pasó y los espasmos se hicieron presentes, los lloriqueos por la contracción muscular, vaginal y los fluidos que mojaron mi condón que casi pierdo dentro de ella por el efecto al vacío que hacia sus paredes vaginales. Correrme al mismo tiempo de ella fue lo mejor que había experimentado jamás.
DeJi mantenía los ojos cerrados junto a mi mientras sus piernas aun tiritaban. Me recosté junto a su cuerpo y con mis dedos juguetee con sus pezones viendo como seguía teniendo más espasmos hasta que me atreví a abrazarla y dejarla estar contra mi pecho hasta que su cuerpo volviera de su orgasmo.
—Ven más seguido, HoSeok— rió con cansancio contra mi pecho.
—¿Y si tu te vienes conmigo?— le besé la frente sintiendo sus manos afirmándose contra la piel de mi espalda desnuda.
Subo este capitulo a las 1:27 am porque a esta hora Diosito esta dormido en LATAM y despierto en Corea. Así no ve que estoy escribiendo estas cosas Uff...
¿Qué tal el capítulo? ¿Quién debe visitar el hotel ahora?
Veo que muchas están pidiendo más capítulos de JungKook ¿Tendré que hacer una historia exclusiva de él de este tipo de contenido más fogoso? ¿A quién más desean leer en modo hot? tipo historia completa de ellos...
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