03. Refused
Esto era una mala idea, una malísima idea.
La verdad era que Jeno la conocía solo por ser compañeros en una clase.
Porque el simple hecho de verla vestida con los pantalones negros holgados, adornados por un cinturón negro y cadenas cayendo de este. Una camiseta blanca fajada con las mangas de rejillas negras hasta llegarle a las muñecas. Botas de combate negras y su cabello castaño con un mechón rosado teñido en el, recogido en una coleta alta dejando ver así sus pendientes de borla góticos y plateados, le parecía un chiste.
Todo en ella era extraordinariamente raro, hasta los mismos accesorios de las cadenas y pulseras que lleva puestas en su cuello y muñecas.
Lo único normal que parecía estar bien en ella era su rostro; ligeramente maquillado y dándole una expresión un poco más natural comparado con el de una verdadera gótica.
Y aunque no pareciera como una, su vestimenta no era como tal.
La chica miró hacia arriba sin quitar la mano de su mejilla que su codo apoyaba sobre la mesa, sin dejar también el lápiz que sostenían sus dedos. Ella levantó la vista hacia Jeno, quien se percaptó de sus enormes ojos de gato que estaban expuestos sobre él. Lo cual le pareció algo divertido verla de esa forma.
— ¿Jeno?
— Así es como me llamo. — respondió con una sonrisa burlona. Yeji pareció quedar un poco confundida puesto que se movió acomodandose en su lugar. — ¿Me puedo sentar? — Jeno apuntó hacia el banco y ella le dio un pequeño asentimiento.
— ¿Qué necesitas?
— Primero que nada me gustaría saber por que tú y yo no nos hablamos. — le dio una pequeña sonrisa amistosa con las manos entrelazadas sobre la mesa.
— ¿Porqué no somos amigos? — contestó en forma de pregunta mirando hacia un lado y luego a él, frunciendo su ceño. Jeno reprendió una risita entre dientes.
— Sí, bueno, tal vez sea por eso.
— ¿Qué es lo qué quieres? — aunque ella le estaba contestando de una manera muy tranquila, en el fondo Jeno sabía que le estaba empezando a molestar el hecho de que hiciera tantas preguntas, sin decirle lo que realmente quería.
— No quiero que te enojes pero, me gustaría preguntarte algo.
— Dime. — ella se encogió de hombros cambiando su expresión a una más suave e intrigante, aunque no supiera lo que Jeno estaba apunto de preguntarle.
— ¿Te gustaría tener una cita conmigo? — sin vacilar y con una dulce sonrisa preguntó a la chica. Ella se quedó perpleja por unos segundos hasta que dejó escapar una pequeña sonrisa, mirando hacia abajo. Luego miró a Jeno deteniendo esta misma.
— ¿Yo? — él asintió. — ¿Y por qué querría yo tener una cita contigo? — su melodiosa voz cambió a una de indiferencia dejando a Jeno todo desconcertado. Sus ojos estaban completamente perplejos y su extrañez se hizo más notable para la chica.
— ¿Por qué no? — frunció el ceño con una risa nerviosa, Yeji dejó salir una risa sarcástica negando con la cabeza.
— ¿Enserio quieres qué te lo diga? — preguntó con incrédulidad y Jeno se encogió de hombros asintiendo — ¿Crees qué porque tienes dinero voy a caer rendida a tus pies? — arqueó una ceja hacia él. — Sigue soñando, Jeno.
— ¿Y no crees qué sería más fácil si me conocieras? Te podrías hasta impresionar — sonrió seguido de un guiño y Yeji rodó sus ojos.
— No necesito conocerte teniendo en cuenta la clase de persona que eres. Así que no molestes. — severa regresó su vista a su cuaderno ignorando a Jeno. Pero él no pensaba irse hasta no conseguir una aprobación de ella.
— ¿Puedo saber al menos por qué te niegas? — su mano sostuvo su cabeza y su codo en la mesa, poniendo una cara de cachorro sabiendo que no podría resistirse a su encanto.
Yeji pronto lo notó y oprimió sus labios para retener una risa. Delante de él bajó su vista ocultando su expresión y Jeno se rió por dentro de ella.
Bueno, al menos es graciosa.— pensó.
— No tiene caso que te lo diga.
— Anda, no seas así. — formó un puchero esperando que se convenciera. Yeji casi se rió pero se contuvo esta vez, y rodó sus ojos de lado con un suspiro de fastidio al final.
— Si crees que porque todas caen con unas palabras bonitas y también a mí me vas a convencer, dejame decirte que no. Conmigo no va a funcionar. — soltó directa de brazos cruzados, con una sonrisa dibujada en sus labios rosados y una mirada que decía todo menos mentiras.
Aunque Jeno lo supiera se echó a reír entre dientes de lado, ganandose una mirada furiosa de parte de la castaña pelirosa.
— Osea que por que a todas les hablo bien ¿no puedo ser amable contigo tampoco?
— No te hagas idiota, sabes a lo que me refiero ¿y sabes qué? Mejor me voy. — sin ver a su libreta Yeji la cerró de un golpe seco y la metió en su mochila junto con el bolígrafo para colgarsela en el hombro y salir de la cafetería.
Jeno se levantó rápido yendo detrás de ella tomando de su muñeca para que se detuviera. No quería perder su oportunidad de convencerla, al menos no para demostrar que también podía con gente como ella.
— ¿Qué haces? — lo miró extrañada y luego a su mano sujetada por la de él.
— Aun no has respondido a mi pregunta. — susurró en una voz ronca y profunda, haciendo a Yeji tiritar y tragar saliva. Pero se mantuvo firme mirandolo con fríaldad.
— Agh, que insoportable eres. — renegó entre dientes recibiendo otra risita burlona de él. — No quiero salir contigo y no me interesa hacerlo. Así que dejame en paz y no te me acerques más. — se zafó de su agarre bruscamente hacuendo a Jeno sorprenderse.
Su cara estaba tornada roja como un tomate, claramente molesta con él. Yeji se dio la vuelta para desaparecer por detrás la puerta de la cafetería.
Jeno gruñó entredientes antes de irse con sus amigos.
— ¿Y bien, cómo te fue? — preguntó Haechan, él y Mark tenían los brazos cruzados sobre la mesa, esperando por escuchar lo que pasó con su amigo y la chica friki.
Jeno se puso al lado de Mark pero no se sentó. Su semblante estaba sombrio, molesto y una mano la apoyó en la mesa mientras la otra en la cadera, con una respiración afanosa.
— Jeno...
— ¡Es una estúpida! — blasfemó mirando por donde la había visto irse, antes de sentarse junto a Mark. Él y Haechan se miraron extrañados pero con impresión a la vez.
— Dejáme adivinar, te rechazó. — contestó Mark como si pudiera adivinar.
— ¡Sí! ¿Puedes creerlo? Ninguna mujer me había rechazado antes. Nin.Gu.Na. — su dedo apuntó hacia arriba mientras los otros dos se veían entre ellos y luego a él, tratando de no reírse por el berrinche que Jeno estaba haciendo en ese momento.
— Bueno, ella lo hizo. – Mark señaló con su pulgar hacia donde antes estaba Yeji, con la mirada hacia abajo. Jeno le dedicó una mirada furiosa. Luego volteó hacia Haechan, quien yacía riendose con el puño sobre su boca y las lágrimas saliendo.
— ¿Y tú de qué te ríes, imbécil?
— Te rechazaron. — Haechan se burló sin evitar que una fuerte carcajada saliera de su boca, llamando así a todas las miradas que voltearon hacia ellos.
Haechan, eres una vergüenza. — pensó Jeno, negando en sus adentros.
— Te dije que ella no te haría caso.
— Fue Haechan quien me obligó hacerlo, nada más te lo recuerdo. — dijo haciendo un mohín mirando a otro lado.
— Bueno, por lo menos lo intentaste. — le animó el moreno.
— Que consuelo. Aunque no lo necesito, no pienso intentarlo con ella otra vez. Es una...
— Una friki. — Mark y Haechan dijeron al unísonido con pereza.
— Lo sabemos, Jeno. — le dijo Haechan.
— Iba a decir que es una rara, pero viene siendo lo mismo.
(...)
A la mañana siguiente Jeno había llegado como de costumbre a la Universidad. Ya tenía en claro que nadie le seguía hablando, pero era cosa que no le importaba. Y aunque no tuviera tantas opciones para conseguir una próxima cita tan rápido, él estaba 100% seguro de que la conseguiría en cualquier momento.
Así fuese lo último que tendría que hacer.
Mientras pasaba por los pasillos para llegar a su aula un grupo de chicos se aproximaban caminando hacia él y en su descuido uno de ellos lo empujó haciendolo caer de rodillas al suelo. Jeno cerró los ojos con fuerza antes de levantarse para gritarles a esos idiotas. Pero al hacerlo se encontró frente a él a nada más y nada menos que la sonrisa de Jaemin recibiendolo.
¡Que alegría! — pensó sarcástico.
— Eso debió doler bastante. — Jaemin frunció su ceño mientras una sonrisa sarcástica salía de sus labios y sus brazos se mantenían cruzados. Jeno se levantó sacudiendo su ropa para quedar frente a él.
— Cállate.
— ¿Y bien, ya conseguiste algo? — preguntó refiriendose a quien sería su nueva cita.
— ¿No se supone qué yo te avisaría? — le fulminó con cara asesina, pero eso cambió en cuanto vio que a su lado de Jaemin estaba Hyunjin.
— Hola, Hyunjin. — saludó causal, pero el pelinegro de cabello largo lo evitó con la mirada hacia abajo, claramente como apenado.
Luego volvió su vista hacia Jaemin.
— Estoy en eso.
— Eso espero, porque si no lo haces ya sabes lo te espera. — sonrió ampliamente con falsedad y pasó por su lado a irse junto con Hyunjin detrás de él.
Jeno se quedó mirando con determinación hasta que desapareció doblando la esquina del pasillo.
— ¿Qué le pasa a él? — Mark apareció por su lado con el ceño fruncido. Jeno se encogió de hombros al instante.
— No sé ni quiero saberlo más. — evadió la pregunta dandose la vuelta y junto a Mark empezaron a caminar.
— Oye, pude notar aquello. — Jeno frunció confundido mirandolo.
— ¿De qué hablas?
— De Hyunjin. — Jeno dejó salir un "ah" despreocupadamente.
— ¿Y qué?
— ¿Qué pasó entre ustedes dos?
— Mark, no seas metiche. — Jeno le dio una sonrisa divertida pero también molesta a la vez. El rubio le miró con los ojos en blanco.
— No creo que tengas nada que ocultar ¿o sí? — dijo provocando más hasta que Jeno dejó salir un pequeño quejido de su boca.
— Digamos que cada quien debió estar donde debe estar. — contestó sin aflicción en su voz, aportando su aspecto rudo mientras seguían caminando a clases.
Al llegar al aula lo primero que notaron sus ojos fue ver a Yeji en su asiento del rincón con la vista en un libro. Jeno caminó a su asiento y antes de que pudiera llegar a este Yeji alzó la mirada hacia él. Jeno le miró con menosprecio mientras que ella rodó los ojos regresando a su libro.
Jeno se sentó y el profesor de mercadotecnía entró haciendo un gran silencio en el aula.
— Buenos días, Jovénes. — todos contestaron con cortesía un "buenos días, Mr Jung". El profesor se paró frente a la clase captando la atención de todos. — Clase, haremos un trabajo en equipo como reemplazo del exámen final. — todos empezaron a comentar entre ellos con entusiasmo. — Pero yo haré las parejas. — y los abucheos se empezaron a desparcir por todo el aula.
El profesor comenzó a dictar los nombres de las parejas y Jeno deseaba internamente que Haechan fuera su compañero de equipo.
— Lee Donghyuck, con Shin Ryujin. — Jeno soltó una mueca con decepción, pero se volteó hacia su amigo con una cara burlona y divertida mientras que él le fulminó un "cállate" susurrando.
— Lee Jeno, con Hwang Yeji.
Ya volví, solo estoy editando algunas faltas de ortografía y coherencia para una mejor experiencia, así que puede que me tarde un poco jsjs. 💕 Gracias por leerme.
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