Capítulo siete:
Hola chicos, les habla el alien Hiwi.
Me he dado cuenta que hay muchas cosas que la torpe (vamos a decirlo así) de Riley no ha explicado. NO LA JUZGEN ELLA ESTABA BAILANDO TUSA.
Mi google maps dice que la granja se situa en Murcia (España). He investigado y sí, existe aunque muchos digan que no.
LOS TRABAJADORES TAMBIEN SON INFERMEROS, que aquí todos están piripi. INFERMEROS, NO DOCTORES. Un respeto al Doctor milagros.
También me gustaría enseñaros una foto de los personajes principales.

Esta es Riley. Lista para hacer cosas absurdas.

Este es Klaus Observando como castigan a todos los chicos del recinto menos a él, porque se ve que está de moda no castigar a Klaus. Que raritos los humanos.

Esta es Obiana con mucho Photoshop. Su cara es más fea, pero en el mercado de humanos alias Pinterest esta era la que más se parecía. Ella nunca se ha hecho fotos, dice que sus ojos desaparecen cuando sonríe.

Esta es Romberly, pensando como ahogar un pez dentro de un contenedor lleno de espirales hechas por cacahuetes.

Esta es Robin. La tía no quería mirar en la foto, porque pensaba que el gobierno le mesuraría las dilataciones de los ojos, y harían un clon de ella para matarla. Es lista, pero no sabe que yo sí la espio.

Este es Derek, él es calladito, pero para el sexo atrevido. Sorry es broma. No les cuento nada, ya que próximamente lo veréis.

Esta es la regla de Klaus. Perfecta para azotarte en la cara. Y para medir. Medir las veces que te han rechazado, lo que son muchas.

Este es Pingu, Pangu, y Pongo. Los tres a la vez. Son raritos, pero se quieren. Ellos se sentirán amados, no como tú.

En fin, sigamos con las historia (Riley sigue en el armario)
Narra Hiwi: parte de las chicas
Riley se fue corriendo hacia su habitación, y al instante, Derek se levantó.

Robin sabía las intenciones del muchacho, pero le pareció extraño que no reaccionara, al contrario, se veía calmado, incluso pudo imaginarse una pequeña sonrisa en su delicado y perfecto rostro.

Cosa que no le gustó. Miró a sus compañeras, que estaban igual de sorprendidas que ella.

Tomás gritó de alegría, Obiana y Romberly se sumaron a su victoria.

Estaban haciendo la conga, Robin, aún sin saber que decir, se unió a su triste baile, mientras Tomás cantaba una canción, ellas optaron por hacer una cover de la canción lo hicimos de una Doris la exploradora o algo así.

Por un momento la chica intelectual pareció feliz, sabía que era vergonzoso lo que estaba haciendo, pero pudo dejar sus pensamientos atrás por unos instantes.

Estaban tan contentas que no vieron como Klaus se les acercaba silenciosamente, y acto seguido agarró un cuchillo, y se lo clavó a la frente de Tomás.

Romberly y Robin callaron al momento, pero Obiana siguió cantando y bailando, ahora celebraba el incidente de Tomás.

El chico gritaba muy fuerte, pero al poco tiempo se quedó tieso al suelo.

~ ¿Cómo sabía que era idea de Tomás y no de Riley~ se preguntó Robin?

Segundos después, aparecieron dos enfermeros para poner orden, esto ya sobrepasaba los límites, todo esto estaba en contra de las normas.

Las estrictas y amenazantes normas.

Pero todo estaba controlado, Robin siempre lo tiene todo calculado. Un error, solo cometió un error en su vida, con el cual no repitió. Enamorarse no será nunca más uno de sus planes.

Hay que intenso. Mira que cuando me expreso, me pongo tontito. Hiwi, o sea yo, casi no tiene sentimientos. Pero se los cuento así porque:

1: la historia sería una mierda sin drama.

2: hay que recalcar los sentimientos. Perdonen la interrupción.

Antes de que el enfermero llegase, Robin cogió sus pastillas de la mano del posible cadáver, y volvió a su sitio.

-Esta vez, os habéis pasado, chicas- dijo con un tono cansado Jack.

Jack es un chico al que le vale todo. Esta hasta las narices de todo el mundo. No le importa que se maten entre ellos, él solo quiere dormir y ser feliz.

Además, los espectáculos que les daban esas tres mosqueteras eran de lo más divertidos.

Siempre se cogía el turno de noche, ya que suelen pasar cosas más extrañas, a veces paranormales.

No lo entiendo, no quiere trabajar, pero si estar cuando las chicas se meten en líos. Qué vida más aburrida.

Volvemos a lo más importarte: Robin.

-Pss, Obiana- dijo mientras Jack le quitaba el cuchillo a Tomás. - ¿Quieres un plátano? - preguntó sacándose un plátano de su bolsillo y sacudiéndolo como si fuese un hueso para un perro.

-Si piensas que voy a coger ese plátano que misteriosamente has sacado de tu panza, estás en lo correcto- espetó estirándole el brazo para cogerlo.

-Bien, pues toma- y se lo lanzó a su cara.

Romberly se sorprendió ante el lanzamiento de la fruta. Obiana la miró con cara desafiante.

-Como te atreves, - expulsó como si fuese un vaquero del oeste- ¡Voy a denunciarte por violación doméstica! Mira que hay rumores de una posible tercera guerra mundial, la clase de los girasoles contra la clase de las rosas... Y ¿Adivina a qué clase voy yo? - comentó con intriga- ¡YO NO VOY AL COLEGIO! - acto seguido sacó dos mandarinas de sus pechos, y se las lanzó a Robin.

~Perfecto~ pensó la chica. ~puta que daño añadió en su mente. ~

- ¡SUFICIENTE!- gritó Jack- ¿NO DEBERÍAIS ESTAR EN VUESTRO CUARTO?- preguntó mirando el reloj. Aún faltaban 5 minutos.

-¿Y tú no deberías estar casado?- replicó Romberly señalando con su mugroso dedo sus canas.

Las chicas eperazaron a reír, tanto, que Obiana quiso apoyar su mano en la mesa para no caerse en el suelo, y sin querer (o queriendo) tiró un plato de comida al suelo.

-Oops, I did it again... I played with your he- no terminó su frase, ya que Jack les interrumpió muy enfadado:

-¡LAS TRES, A SU CUARTO SÍN SALIR, YA!-

Asintieron haciendo ver que estaban muy triste, como unos perritos abandonados.

Se despidieron de Tomás con un besito en la uña y siguieron a Jack para ir a su habitación.

Antes de salir, Robin lanzó una mirada a Derek, el único que había observado toda la escena. Él le devolvió la mirada con intriga, seguro que quería un poco más de espectáculo.

Por el camino hablaron sobre si Donald Trump tenía o no pelo. Llegaron a la conclusión de que era reptiliano.

- Recordad que los plátanos no son pájaros, y que las mandarinas no son peces.- anunció un poco más calmado Jack.

-No quiero más shows durante este mes, o llamare a Milagros- amenazó.

La puerta automática se cerró, y seguidamente salió una Riley asustada, con la fastidiosa regla en su mano.

-Misión completada, sujeto valido para posibles guerras mundiales- dijo Robin mirando sus pastillas.

El plan de Robin funcionó, estar encerradas en la habitación para que Klaus no entráse.

Para ella, esto es una de las múltiples veces que les ha salvado la vida a sus compañeras, aunque ellas no lo supiesen. Lo hacía siempre, ella se encargaba de que no fueran descubiertas, incluso cuando ella no tenía la culpa, a escondidas siempre buscaba una solución.

No lo quería admitir, pero la compañía de esos dos bichos raros le gustaba. Le encantaba. Pero eso no lo podía decir, claro que no, Robin no expresa sus emociones ni sentimientos. Robin es seria, y no le cae bien nadie.

Siempre está en contra del gobierno, con sus teorías que tanto le interesaban y que para nada era una excusa para estar sola. Además, está muy segura de sí misma. Nunca estaría dudaría de su persona. Nadie es mejor que Robin.

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Hola soy Hiwi de nuevo :v ready para bailar salsa...

Ya están todas juntitas, eso quiere decir que yo me voy...

NO LLOREN QUERIDAS MÍAS, VOLVERÉ, LO PROMETO.

Si hay faltas pues sorry :(