➤ɪ ʀᴇᴀʟʟʏ ʟᴏᴠᴇ ʏᴏᴜ!
❝ 𝑺𝒐𝒎𝒆 𝒅𝒂𝒚𝒔 𝒊𝒕’𝒔 𝒉𝒂𝒓𝒅 𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒆
𝑰𝒇 𝑰 𝒘𝒂𝒔 𝒂 𝒇𝒐𝒐𝒍, 𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖, 𝒂 𝒕𝒉𝒊𝒆𝒇 ❞
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Fue la semana más dura para ambos.
Ninguno quería salir de sus habitaciones o siquiera hacer cualquier cosa, ambos tenían la autoestima por los suelos y no parecía querer subir.
Dipper se sentía traicionado, utilizado y lastimado en gran manera, por mucho que lo evitaba, cada mínimo recuerdo de la felicidad mutua que compartió con aquel rubio lo hacía estallar en lágrimas en ese mismo instante, quería olvidarse de él, pero no lo conseguía, pues se había enamorado perdidamente de quien creyó que era una buena persona hasta que descubrió quien realmente era.
Si bien, Dipper no sabía lo que el demonio había planeado para vengarse de su tío, o si se iba a vengar, él no era tonto, era obvio que sí había regresado a pesar de haberlo derrotado en la mente de su tío Stanley, su motivo de regreso al pueblo no sería para convivir pacíficamente. Con lo poco que sabía de Bill, era suficiente para saber que se trataba de un demente, pero… ¿Por qué sintió que con él fue distinto? ¿Estaba viendo dos facetas de Bill? ¿O simplemente otro engaño más?
¿Realmente todo había sido mentira? ¿Nada de lo nuestro fue real? ¿Solo me usó?
Cuando su hermana llegaba a su habitación a intentar consolarlo o alejarlo de ese dolor, una parte de él quería decirle la verdad acerca de Bill, quería decirle que había sobrevivido y luego seguir esperando a que sus tíos volvieran al pueblo y encargarse del demonio nuevamente, esta vez sin darle la más mínima oportunidad de regresar, pero otra no quería hablar; no que tía preocupar a su hermana más de lo que ya estaba al verlo en ese estado, además, no sabía de qué sería capaz si se enteraba de que lo delató, quizá por pura represalia iniciaría otra vez el fin del mundo o algo peor, así que decidió quedarse callado e inventar cualquier otra excusa para cuando su hermana le preguntara el motivo de su tristeza.
En cuanto a Bill, él se arrepentía totalmente de lo que había hecho, si bien a última hora reflexionó y optó por no seguir con ese plan, de nada le sirvió, pues Dipper se había enterado de su verdadera identidad, por más que intentó comunicarse con el castaño, este no respondía sus llamadas ni mensajes, estaba la opción de ingresar a su mente o aparecer en su habitación, pero en el estado en el que se encontraba Dipper solo conseguiría que lo siguiera alejando y atemorizarlo al sentir que no tiene un lugar donde esté seguro y no quería eso, lo que deseaba era arreglar las cosas entre ambos, no empeorarlas aún más.
Aiden lo acompañaba constantemente e intentaba ayudarlo a superar ese trago amargo, sin embargo, sus intentos no parecían estar dando éxito, Bill era un manojo de lágrimas, arrepentimiento, remordimiento, ira, tristeza, en fin, todas las emociones negativas que se podían decir. Él estaba tan dolido que sus poderes eran incontrolables, por lo que tuvo que hacer un hechizo para que la locura sin control de su hermano no saliera de la casa y se esparciera por doquier.
Una noche, mientras Bill se había quedado dormido después de tanto llorar, fue a hablar con su mellizo en su habitación, ya que a ninguno de los dos les gustaba ver a su hermano de esa forma, Bill podía ser un desquiciado sin corazón, pero a fin de cuentas, era su hermano y nunca lo vieron tan feliz como cuando estuvo saliendo con el joven Pines, ni con el Raromagedon expresó tal alegría, en ese entonces solo estaba cegado por el poder y su misma locura, pero con Dipper pudieron notar que lo que él sentía en realidad era felicidad. Así que estaban dispuestos a traer a ese Bill, antes de que las cosas se descontrolaran debido a los poderes de su hermano.
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—Bien, ¿cuál es el plan? —consultó el pelirrojo. Aiden suspiró.
—Ni idea. —Caín rodó los ojos. —La situación de Bill no es tan fácil y-¡Auch! —un rayo impactó contra su brazo, causando una cortadura que rápidamente se curó.
—Adivinaré, los poderes de Bill. —expresó con obviedad.
—Sí, su magia está cada vez peor y no creo que el hechizo que hice sobre la casa resista más si él sigue así. —aclaró.
—Si por toda la casa parece un caos apocalíptico, no me imagino como está dentro de esa habitación.
—Volviendo al tema, hay que hacer algo ya, no soporto ver a mi hermano así. —pronunció con preocupación.
—¿Y qué podemos hacer? Está la opción de hablar con Dipper, pero eso no resultará ahora que sabe que Bill está vivo y que somos familia, no sé que tanto escuchó, pero por su reacción, diría que bastante.
—¿Y si hablamos con su hermana? —propuso.
—… Es buena idea, pero como sabemos si Dipper no le dijo que somos. —cuestionó.
—Maldición, es verdad. Pero de igual manera hay que resolver esto o nos enfrentaremos a un Raromagedon de tristeza y arrepentimiento eterno.
—Está bien, mañana ella irá con la chica Nortwest al centro comercial, tal vez podría hablar con ella. —dijo Caín, su hermano lo vio con cara de sospecha.
—¿Y tú como sabes eso? —interrogó.
—Hey, nada importante pasa en este pueblo sin que yo me entere. —le guiñó a su hermano y este seguía con mueca de sospecha. —¡Bien! He estado siguiéndolas porque hacen linda pareja y no hay nada más que hacer aquí. —confesó, Aiden se carcajeó como nunca.
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Al día siguiente, en la cabaña del misterio, Mabel se dirigía nuevamente a la habitación donde estaba su hermano, iba a avisarle que saldría con Pacífica y quería invitarlo o por lo menos hacer que le pidiera que le trajera algo del centro comercial, tocó la puerta y escuchó un leve “pasa” de su hermano, abrió la puerta y lo encontró sentado en la esquina de la cama, viendo a la ventana, se adentró en la habitación y camino hasta él para hablar directamente y notó la apariencia desaliñada de este; sus cabellos estaba totalmente desordenado y varios mechones cubrían la mayor parte de su rostro, su mirada apagada y con un semblante sin emociones y las notables ojeras debajo de sus ojos hinchados de tanto llorar.
Ella se sintió fatal al verlo así, por lo que se sentó a su lado y lo atrajo hacia ella para abrazarlo, Dipper no se inmutó ante tal acción por lo que su hermana después de unos segundos lo soltó e inició una corta platica.
—Oye Dipp, voy a salir con Pacífica, ¿quieres algo? —preguntó con delicadeza, su hermano negó. —Dipper, no puedes estar así para siempre, ¿qué fue lo que pasó? ¿Peleaste con Philip? —nuevamente no contestó. —¿De verdad no vas a decir nada? —no obtuvo respuesta, solamente vio con el castaño bajaba la mirada al suelo.
De repente, el celular de Mabel sonó, ella lo revisó y era una llamada de la chica rubia, luego se levantó y Antes de salir de la habitación dijo lo siguiente…
—Dipper, sea lo que sea que haya pasado, deben resolverlo, no soporto verte así, no pueden permitir que lo que tenían se vaya por culpa de un pequeño error, ustedes eran muy felices, tanto que ya casi ni pasabas en la cabaña y solo pasaban platicando de cada cosa insignificante, quiero volverte a ver sonreír Dipp, ve a hablar con él, te aseguró que las cosas se pueden solucionar, hermanito. —
Dicho eso, salió y dejó la puerta levemente entreabierta, aquellas palabras tocaron un punto débil en Dipper que lo hizo divagar nuevamente en la situación que deseaba olvidar, pero para su desgracia no podía, no podía simplemente arrancarlo de su corazón y pretender que nada pasó; no podía negar que lo quería.
No es solo un pequeño error.
Repentinamente, sonó su celular, él lo tomó y vio en la pantalla la llamada de aquel rubio, sin que se diera cuenta, una lágrima cayó en la pantalla, luego otra, y una más, al percatarse de eso, apagó el aparato y lo volvió a colocar en la mesita al lado de su cama y luego se dejó caer sobre su cama y se puso a pensar mientras veía el techo de su habitación, como si fuese la cosa más interesante en el mundo mientras su mente divagaba sin sentido.
«Ustedes eran muy felices.»
Aquella frase de su hermana sonó de repente.
Pero… ¿Cómo sé que era de verdad ese sentimiento?
Se preguntó.
Luego se dispuso a reflexionar más en otro lado del asunto, en un lado donde su relación pudo haber sido parte de algún plan en contra de su tío, que Bill pudo haberlo estado usando y manipulando hasta que su tío Ford regresara al pueblo para luego lanzar algún ataque sádico para deshacerse de él.
En ese momento, su tristeza se desvaneció y la intriga llegó, si su hipótesis era cierta, tenía que aclarar las cosas con ese demonio de una vez, aunque fuera muy doloroso verle a la cara, sabía que tenía que proteger a su familia, y depende de la reacción que llegara a tener le advertirá a Ford sobre la amenaza.
Decidido, se reincorporó y tomó su celular, buscó la conversación con Philip y le envío un mensaje después de pensarlo durante varios minutos, se alistó y salió de su habitación, cruzando por la cabaña e ignorando los llamados de Soos y de Melody, dirigiéndose con media seguridad al bosque a prepararse mentalmente para hablar con aquel que le había robado y roto el corazón.
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En la casa de los hermanos Cipher, Caín estaba a punto de salir a buscar a la gemela Pines y hablar con ella, cuando su mellizo lo detuvo en la puerta para repasar lo que iba a hacer.
—¿Sabes lo que harás? —el pelirrojo asintió con seguridad. —¿No lo arruines, es nuestra única oportunidad viable para traer de vuelta al loco Bill, ¡no lo arruines!
—Qué confianza me tienes. —dijo sarcástico. —Si te pones así, ¿por qué no vas tú?
—¿Quieres quedarte a controlar este caos de magia? —Caín se quedó callado. —Eso pensé, ahora vete y no hagas nada estúpido.
Justo cuando iba a salir, alguien los detuvo; Bill.
—No hagas nada. —habló serio. Ambos voltearon a verlo. —No es necesario que hagan este tipo de cosas.
—¿Qué cosas, hermanito? —Aiden rio incómodo.
—¿Saben que puedo escucharlos, no? Ya sé que planearon ir a hablar con Mabel, pero no hace falta, eso no resolverá nada; Dipper no quiere saber nada de mí. —dijo desanimado, sus hermanos se sintieron apesarados al ver a su hermano de ese modo.
Un silencio inundó el ambiente, hasta que se escuchó la notificación de un celular, el de Bill, este lo revisó y se sorprendió al ver el mensaje que había recibido, inconscientemente dejó caer un par de lágrimas en lo que respondía el mensaje, Aiden y Caín se acercaron al ver la reacción del rubio y al ver la pantalla del celular entendieron todo, y en ese instante Bill salió corriendo de la casa, dejando caer su celular al suelo.
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• Pines niño🌲
¿Podemos hablar? Encontremos en el bosque.
Claro, ahora voy. •
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Bill salió corriendo a través del bosque en busca del castaño, quería verlo, quería abrazarlo en el momento en que sus ojos se encontrarán con los ajenos, quería besarlo, durante esa horrible semana que estuvieron separados anhelaba las caricias mutuas entre ambos, anhelaba ver la sonrisa angelical del castaño y escuchar aquella melodiosa risa cuando hacía chistes malos; lo anhelaba.
Sabía que sería difícil que las cosas volvieran a ser las mismas, pero haría todo lo posible porque así fuese, estaba dispuesto a todo, con tal de volver a estar con él.
Después de correr unos minutos se detuvo a tomar aire y luego pudo divisar a la distancia la silueta de aquel adolescente, su corazón se aceleró y su mente quedó en blanco, los nervios amenazaban con apoderarse de él a medida que se acercaba al castaño, al estar lo suficientemente cerca, llamó su atención.
—Dipper. —el mencionado sintió escalofríos al oír aquella voz que lo estaba llamando, se dio la vuelta lentamente hasta encontrarse con aquel rubio; tenía un semblante decaído y su apariencia desaliñada, justo como él.
Ambos se acercaron, dejando una prudente distancia entre ambos, ninguno decía nada, solo hacían contacto visual evitando a toda costa no ceder al llanto ni al impulso de abalanzarse sobre el otro y besarse sin control para recuperar todos los besos que no se dieron y las caricias en sí que no compartieron estos días.
Dipper, con la poca seguridad que le quedaba, decidió iniciar la conversación para dejar las cosas en claro con el rubio frente a él.
—Philip o Bill, cualquiera que sea tu nombre, solo vengo a decirte algo… —suspiró pesado. —… No sé porque decidiste empezar esto en primer lugar, lo único que se me ocurre es que quieres tomar venganza contra mi tío a través de mí, pero eso no funcionará…
Bill quedó perplejo, vaya que Dipper era listo, dedujo su antiguo plan en casi nada de tiempo, esa era otra de las razones por las que había caído por él.
—Solo te diré que no le he dicho a nadie sobre ti y no planeo hacerlo si me juras no meterte con mi familia, o con nadie en general, de lo contrario se lo haré saber a mi tío para que él se encargue de ti, y sobre lo que sea que pasó entre nosotros… Olvídalo todo y… Mantengámonos alejados para que ninguno de los dos salga afectado… —habló con seriedad, o eso aparentó, pues en el fondo era un manojo de nervios.
Bill aún no había respondido ante ese intento de amenaza de parte de Dipper, pero no podía cumplir con la parte de terminar y alejarse, porque no lo iba a dejar ir, no cuando descubrió lo que se siente amar a alguien, y ser amado de vuelta.
—Eso… Eso es todo, yo ya- —fue interrumpido.
—No. —pronunció. Dipper se congeló ante ello. —No puedo alejarme de ti tan fácilmente… —dio unos pasos hacia Dipper. —… Sé que tengo muchas cosas que explicar, pero no me pidas que me aleje de ti porque eso no va a pasar… —su voz, antes firme, ahora comenzaba a quebrarse. —... Dipper, si es cierto que intenté tomar represalias contra Ford a través de la persona que más amaba, pero todo cambió a medida que estaba contigo, me hiciste desistir de mis deseos de venganza y solamente querer pasar tiempo junto a ti…
Con cada palabra que salía de los labios del rubí, Dipper quedaba aún más confundido y ansioso, ¿a dónde quería llegar con todo eso?
—… Dipper, sé que no hay justificación para lo que te hice, pero tienes que saber que cada momento feliz que compartimos era verdad, todos y cada uno de ellos lo fueron, no hubo un solo momento en que no te amara. Así que no me pidas que me aleje, porque quiero estar contigo, estoy dispuesto a renunciar a todo para estar contigo porque… —ya era inevitable contenerse, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos descontroladamente. —… ¡Yo realmente te amo!
El mundo se detuvo para Dipper, aquellas palabras resonaron en su cabeza como un eco incesante mientras sentía como su corazón palpitaba muy rápido, sintió sus mejillas arder y sus ojos cristalizarse mientras veía al rubio sollozar cubriendo su rostro con una mano.
En ese momento, sin dudarlo, se acercó y lo abrazó con fuerza, tomando por sorpresa al otro, quien instintivamente lo envolvió con sus brazos y se fundieron en un cálido y necesitado abrazo.
El silencio era acogedor, y al estar en esa posición ambos se fueron calmando poco a poco, Bill acariciaba con suavidad el cabello de Dipper, respirando con tranquilidad al volver a sentirse de esa manera tan dulce cuando lo abrazaba, mientras tanto, el castaño acariciaba con delicadeza la espalda del mayor con sus manos, acurrucándose en su pecho mientras se calmaba al sentir la calidez del abrazo, podía sentir que no había necesidad de separarse nunca, que deseaba quedarse así para siempre, no quería soltarlo; ninguno de los dos quería soltarse, hasta qué…
—Yo… También te amo… —Bill escuchó aquella frase en un leve susurro, eso lo dejó boquiabierto. —No sé si esto está bien o no, pero lo cierto es que… —Dipper hizo que ambos se separaran lo suficiente como para poder mirarse a los ojos, sin dejar de abrazarse. —... Yo también te amo, maldito demonio. —Bill bufo ante lo último, sacándole una risilla al más bajo.
Sin nada más que decir, junto con una sonrisa de parte de ambos, se acercaron para compartir un anhelado beso, donde dejaron plasmados los sentimientos tan intensos que compartían el uno por el otro en sus corazones.
Habían comprobado de forma dolorosa que, por más grande que fuera el secreto, si se ama de verdad, las cosas pueden resultar.
❝ 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒉𝒕 𝒘𝒆 𝒃𝒖𝒊𝒍𝒕 𝒂 𝒅𝒚𝒏𝒂𝒔𝒕𝒚 𝒇𝒐𝒓𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅𝒏'𝒕 𝒃𝒓𝒆𝒂𝒌 𝒖𝒑 ❞
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