🌵 𝓛𝓪 𝓿𝓲𝓼𝓲𝓽𝓪 𝓭𝓮 𝓵𝓸𝓼 𝓪𝓵𝓮𝓶𝓪𝓷𝓮𝓼 🌵

Vayan agarrando sus Kleeneks que esto se va a descontrolar...

Todos estaban sentados en la mesa. Había un silencio incómodo dominaba el lugar. Nadie hablaba. Rusia respiró hondo y fue el primero en iniciar la conversación.

Папа, что он здесь делает? (Papá, ¿qué hace el aquí?) —dijo el eslavo refiriéndose al mayor de los alemanes.

Третий рейх здесь, потому что я хочу подписать с ним мирный договор. Посмотрим, оставит ли это Польшу в покое (Third Reich está aquí porque quiero firmar un tratado de paz con el. A ver si así deja a Polonia en paz)

—Polen ist still. Tatsächlich ist es jetzt Teil meines Territoriums (Polonia está tranquila. De hecho, es parte de mis territorios ahora) —sonrió con malicia. Aquellos dientes afilados le dieron escalofríos a Rusia.

En ese momento, notó cómo la puerta que daba a la cocina se abría dejando ver a un único mesero cargando con demasiados platos sobre sus manos, brazos y cabeza. Era México. Rusia trató de levantarse y ayudarlo, sabía que no debía caminar sin su muleta, pero la mirada de su padre lo detuvo. México sirvió los platos tembloroso por el frío y por el miedo al Nazi.

Provecho —estaba por irse cuando Nazi le pidió una botella de vino.

Finalmente México se retiró. La cena siguió completamente normal. México se maldecía por no haber usado su muleta, su tobillo lo estaba matando. Rusia comía algo incómodo por la situación. Prefirió no decir nada al respecto. México trajo la botella que Nazi pidió y se paró en una esquina esperando que nadie lo notara.

México tenía que ocultar su rostro, era una orden que URSS le había dado, por lo que usaba un cubrebocas. Más que nada, era por seguridad, Third Reich podría reconocerlo y atacar sus tierras.

El pequeño tricolor se había esforzado de más preparando tanta comida. Un delicioso pozole calientito junto con unos tacos dorados les ayudarían a quitar un poco el frío. Vio las salsas y se dio cuenta de la enorme estupidez que había cometido. Había cambiado la salsa que no picaba por la que te dejaba un ardor en los labios por la cantidad de chile que tenía. ¿Cómo pudo ser tan tonto?

Rusia notó que México había palidecido. Pensó que seguro no era nada importante a pesar del mal presentimiento que se generaba en su mente. Vio a Third Reich servirse un poco de la salsa de México sobre sus tacos. Ahora entendía lo que pasaba.

Мистер Рейх... (Señor Reich...)

—Россия, я же говорил, что невежливо перебивать (Rusia, te he dicho que es de mala educación interrumpir) —URSS reprendió a su hijo.

Nein, leise. Es stört mich nicht (No, tranquilo. No me molesta) —el Alemán dio una mordida a su taco.

Fue lo suficiente para ver el rostro del contrario volverse completamente rojo y tomar agua como un desquiciado. México trató de darle algo de agua y ayudarlo, pero el otro estaba tan desesperado que terminó por derramar el agua que le ofrecía el latino.

Sie (Tu) —Third Reich lo tomó de la camisa y lo sacó de ahí completamente enfurecido.

Alemania corrió detrás de su padre. Rusia trató de seguirlos pero su padre lo detuvo. Lo miró molesto e ignoró completamente su orden.

Россия! Вернись сюда! (¡Rusia! ¡Vuelve aquí!)

La cena se había salido completamente de control. Rusia encontró a Alemania justo afuera del comedor. No logró alcanzar a su padre. Rusia corrió buscando a México, sabia que justo en ese momento debía estar sufriendo de alguna tortura del Nazi.

México se quejaba, gritaba y gemía de dolor al ser golpeado de nuevo. Su frágil piel resentía los puños y volvió a ser marcada por moretones. No podía defenderse, le iría peor. Ya tenía un ojo morado, el labio partido y le sangraba la nariz.

Third Reich lo tomó del cuello haciéndolo perder el poco aire que tenía y jadear en busca de recuperar la respiración. Rusia llegó justo en ese momento. Vio a su amigo perder su vida a manos del Alemán. México lo vio y le sonrió a pesar de encontrarse en aquella horrible situación.

Достаточно! Оставь это в покое! (¡Basta! ¡Dejalo en paz!)

Todo quedó en silencio. El Nazi apretó su agarre en el cuello de México haciéndolo suplicar por más aire. Rusia miró desesperado cómo la cara de México se ponía morada. Sus jadeos se hacían más sonoros.

Allí estaban los tres, Rusia al principio del largo pasillo observando temeroso. Third Reich del otro lado sujetando a México en el aire. México forcejeando porque lo soltara mientras el otro iba apretando el agarre en su cuello. Una voz grave se escuchó de la nada.

достаточно (Suficiente)

URSS estaba detrás de Rusia. Le daba una mirada fría al Alemán. Fue entonces cuando el otro soltó de golpe al latino dejándolo caer al suelo. México tosió desesperado en busca de aquel necesitado aire mientras su cara recuperaba su color normal. Tird Reich lo miró con asco y le dio una última patada en las costillas. Acomodó su traje y regresó al comedor con URSS.

México estaba resistiendo sus ganas de llorar. Ahora más que nunca se sentía una basura. Respiraba con dificultad, le dolían los pulmones. Se apoyó en uno de sus brazos para no quedar totalmente acostado en el frío suelo. Vio la sombra de alguien pararse frente a el. Alzó la cabeza y vio a Rusia.

Are you all right? (¿Estás bien?) —Rusia le quitó el cubre bocas al Mexicano para que pudiese respirar mejor.

Y-Yes... (S-Si...) —Rusia lo ayudó a ponerse en pié, pero el Mexicano no resistía su propio peso—. Dejame aquí, wey. Regresaré yo sólo.

Pero Rusia ya lo estaba cargando para llevarlo a su habitación. Lo acostó en su cama mientras Paco ladraba desesperado. Le limpió la sangre de la cara y se fue por un hielo. Al llegar a la cocina vio que alguien más estaba llevando los platillos a la mesa. Tomó el hielo en un trapo y regresó con México. Se lo puso en el ojo para quitarle aquel horrible color morado verdoso. Sabía ese sería un moretón que perduraría ahí varios días.

Vendó el resto de las heridas del cuerpo de México y revisó si su tobillo se encontraba bien. México lo miró y trató de reincorporarse. Rusia lo detuvo.

Russia I need to go to the dinning room to serve the food (Rusia tengo que ir al comedor a seguirles sirviendo la comida)

—No, you need to stay here until you recover yourself (No, tienes que quedarte aquí hasta que te cures por completo)

México no opuso resistencia. Igualmente se sentía demasiado mal como para volver a bajar al comedor. Rusia lo arropó y lo dejó solo pues tenía que volver a la cena con su padre y los alemanes. Lágrimas rodaron por las mejillas de México, más que nada por el dolor. Finalmente se quedó dormido.

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