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Un auto que era conducido por la directora Weems, transportaba a Merlín y TN al pueblo de Jericho, estando el joven delante y TN en los asientos de atrás.
Cuando llegaban, el auto estacionada en frente de un edificio, ya que era el día en que ambos tendrían su sesión de terapia cada uno, siendo Merlín el primero en iniciar.

-El consultorio de Kimbot está en el segundo piso. Muchos estudiantes de Nunca Más la adoran-Informaba la directora con una sonrisa, mientras el joven volteaba a verla

-¿Esperará aquí hasta que terminemos?-

-Tal vez después podemos ir al Veleta por chocolate caliente-Proponía la mujer, intentando darles una sonrisa

-Directora Weems, este débil intento de vinculación es bajo-Admitía Merlín antes de tomar su mochila y bajar del auto
-Y transportar estudiantes, claramente no es para lo que le pagan-

-Por tu historial, estoy segura de que pretenden escapar-Mencionaba recibiendo la mirada de ambos chicos
-Vine para evitar que eso pase-

-Le deseo suerte-Mencionaba el chico antes de cerrar la puerta con molestia

Antes de entrar al edificio, le mandaba una mirada a TN, la cual esta solo asentía, asegurando de que encontraría forma de salir de ese auto y se verían en algún punto.

Cuando este entraba, TN pensaba en la idea del Veleta, por lo que se giraba a ver a la directora.

-¿Podría ir al Veleta?-Al oírla, la mujer se giraba a verla con una sonrisa

-Buen intento, pero tú igual querrías escapar-

-Querría escapar con Merlín... No hay forma de que me vaya sin él. Así que le recomendaría vigilar principalmente a mi novio-Explicaba su punto, lo cual era cierto, ya que ella no iría a ningún lado sin él

Luego de que la mujer lo pensara, vería a TN para asentir con la cabeza. Ante esto, la chica daba una leve sonrisa, para tomar su bolso y bajar del auto, mientras caminaba hacia el lugar que le indicaría la directora donde estaba el Veleta. Esperaba que Merlín tuviera suerte y pudiera salir de ahí sin ser visto, así ambos se verían y podrían irse, siendo ella la que se encargaría de tratar de encontrar información para irse.

(...)

-Leí las notas de tu consejera escolar-Diría una mujer de cabello rubio que era la terapeuta, dejando entrar al chico de negro

-La señora Bronstein. Tuvo un colapso mental después de la última sesión y se tomó 6 meses sabáticos-Contaba Merlín mientras entraba al lugar junto a la mujer

-Adelante, siéntate-Indicaba la mujer para sentarse en otro asiento frente a él
-¿Cómo te sientes con eso?-

-Reivindicado. Pero una persona que teje en su tiempo libre, no es digno adversario-Admitía aquello el chico, además de pensar que había sido presa fácil

-¿Adversario? Espero que podamos forjar una relación basada en la confianza y respeto mutuo. Es un lugar seguro Merlín, un santuario donde se puede discutir lo que sea. Lo que sientes, piensas, tu visión del mundo, filosofía personal-Proponía la mujer con una sonrisa

-Sencillo. Creo que esto es una pérdida de tiempo, veo el mundo como un lugar en el que se sufre, y mi filosofía personal es matar o morir-Respondía a todas las cosas mientras miraba con seriedad a la mujer

-Y por ejemplo, cuando alguien molesta a tu hermano, tu respuesta y la de TN es arrojar pirañas a la piscina-Recordaba la mujer, sabiendo que por lo que había leído, TN era su pareja y cómplice

-Ya conoce el dicho, "No lleves un cuchillo a una pelea de espadas"... A no ser que esté oculto-

-¿Y si TN fuera la que lo hiciera?-

-Ella puede molestar a mi hermano, la única persona que tiene derecho. Y donde alguien le tocara un pelo a ella, terminaría muerto-Admitía sin dudarlo aquel chico

-El punto, es que atacaste al muchacho y no mostraste rencor por tus acciones. Por eso estamos aquí-

-Perdió un testículo-Interrumpía el joven a lo que quería llegar la mujer
-Le hicimos un favor al mundo. Las personas como Dalton no deberían procrear. Ya respondí sus preguntas-

Diría para levantarse, con intenciones de irse inmediatamente, de no ser porque la mujer volvía a hablar.

-No hemos terminado-Al oírla, lentamente volvía a sentarse resignado
-La terapia es una valiosa herramienta que te ayuda a entenderte a ti mismo. Te enseña nuevas formas de tratar con tus sentimientos, y puede ayudarte a construir la vida que quieres-

-Ya sé que vida quiero tener-

-Cuéntame de eso. Cualquier cosa que digas en esta sesión, es confidencial-Diría aunque Merlín dudaba, mirando a los lados de reojo al creer que habría grabadoras
-¿Tus planes son convertirte en autor? Tengo entendido que escribiste tres novelas sobre un adolescente, el detective serpiente de la muerte. ¿Qué me cuentas sobre él?-

-La serpiente es astuto, perceptivo y siempre incomprendido-Comentaba rápido para que pudiera dejar de insistirle en eso

-¿Quisieras que te publicaran?-

-Los editores son seres temerosos, con falta de visión. Una describió mi escritura como excesivamente morbosa y sugirió que buscara ayuda psiquiátrica-Comentaba recordando aquella respuesta de la editorial
-Irónico, ¿no cree?-

-¿Cómo lo tomaste?-Preguntaba la mujer, viendo al joven pensarlo un poco hasta que lo veía dar una leve sonrisa

-Le di las gracias-Diría cuando eso significa que había colocado trampas de rata en un regalo, aún logrando imaginar los gritos de esa mujer
-Siempre estoy abierto a la crítica constructiva-

-Me alegra oír eso... Me enviaron los manuscritos como parte de tu evaluación. La relación que me pareció más intrigante, fue la de la serpiente con su madre, Dominica. ¿Por qué no hablamos de eso?-

Ante aquella información, el joven tenía una clara incomodidad y disgusto por esta situación, preguntándose en qué momento habían tomado todas las hojas, incluidas las últimas de estos días aquí, para que ella logrará leerlas a todas.

-Merlín, parte de este viaje requiere que vayamos a lugares emocionalmente incómodos-Intentaba explicarle la mujer

-No me gusta viajar-Se negaba para verla en silencio, pensando que era mejor salir de una buena vez
-¿Le importaría si voy al baño primero?-

Al no ver más opción, la mujer le indicaba con su mano cuál era el baño, para verlo levantarse y entrar.
El joven colocaba el seguro, mirando a los lados del baño, cuando su mochila chocaba con un vaso de vela que caía al suelo.

-Merlín, ¿todo en orden?-Llamaba la señora Kimbot mientras esperaba una respuesta
-No puedes esconderte ahí el resto de la sesión-

-Estoy bien. Solo.. me preparo para nuestro incómodo viaje-Diría en alto para no preocuparla, viendo hacia la ventana antes de dar leves golpes en la mochila
-Lima, ya-

De la mochila, saldría Dedos que le extendía dicha herramienta a Merlín, para que este se acercara a la ventana y pudiera abrirla al estar con seguro, escapando por ahí y caminando por el techo que daba a la ventana.

Cuando se asomaba a ver la calle, vería el auto de la directora, sabiendo que debía bajar con cuidado y rapidez.
Se deslizaba por el tubo pegado a la pared de la casa, para lograr llegar al suelo a salvo, mientras pasaba detrás del auto, sin ser visto por Weems al estar en una llamada.

Al estar concentrado en que la mujer no lo viera caminando fuera, no llegaba a ver a un hombre con una caja de manzanas, chocando con este cuando su cabeza iba hacia arriba y sus ojos se abrían en grande.

Unas visiones pasaban por su cabeza, mostrando al hombre mirar su teléfono mientras conducía, hasta que luego se estrellaba contra un camión, las manzanas caían y su cuello terminaba en mal estado que causaba su muerte.

Al volver en si, miraba al rededor confundido, mientras el hombre de mayor edad recogía las manzanas con molestia.

-¿Quién te dejó salir? Rarito mugroso-Insultaba al levantar sus manzanas, colocándolas en el camión

Merlín no le respondía, solo miraba hacia la camioneta de Weems y al ver que no lo notó, se iría del lugar lo más rápido que podía, pensando que seguramente TN lo esperaría en la cafetería que la directora antes habría mencionado, esperando que ella haya conseguido saber como irse los dos del pueblo.

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