𝕹𝖚𝖊𝖛𝖊
Era inicio de semana, algo agotador y aburrido para el castaño pero que en ese momento lo sentía más llevadero, como si un gran peso de su espalda se hubiera esfumado, además de estar en una de sus clases favoritas, historia. La materia siempre le había interesado, tanto la historia de su origen, como la se su país, o la de otras culturas, todo era algo fascinante para Eijun. Por esa razón era el mejor de la clase y eso era realmente difícil ya que ese profesor en particular era el mismísimo descendiente de Mim, uno de los Dioses más sabios y poderosos en la mitología Nórdica.
-Sawamura responde una pregunta.- claro que el profesor tenía a su favorito, nunca en su larga carrera como profesor había conocido a un alumno tan entusiasta como el castaño.- ¿cómo era el asunto de la vida después de la muerta en la mitología Nórdica?-
-En realidad la vida después de la muerte es algo complicada en la mitología Nórdica. Según la religión, los muertos pueden ir al reino de Hel, mundo gobernado por un ser femenino del mismo nombre.
Otra opción es ser guiado por las valkirias al Valhalla, salón ubicado en Asgard donde la mitad de los muertos en combate son elegidos por Odín. Por otro lado, estos muertos pueden ser elegidos por la diosa Freyja para descansar en Fólkvangr lugar donde ella habitaba en Asgard.-
El adulto a cada palabra que decía su alumno más sonreía, mientras que sus compañeros no podían creer el gran conocimiento del chico en historia. Eijun era malo en la mayoría de materias, no por no entender, sino que el ritmo de esa escuela era algo nuevo para él y aún no se acostumbraba a ello. Cuando participaba solía equivocarse pero en sus exámenes siempre era uno de los primeros en los puestos de ranking.
-Perfecto Sawamura, tu respuesta además de ser correcta es muy completa. Me alegra que aún existan jóvenes tan entusiastas como tú.- Eijun estaba feliz por el cumplido, desde pequeño sabía lo que quería estudiar y en un futuro próximo trabajar de ello. Profesor de historia era una idea que siempre rondó en su cabeza, enseñar a otras personas el amor que él tenía hacía esa asignatura lo emocionaba de sobremanera.
La clase acabo y todos esperaron a su siguiente profesor, el señor Kataoka y su clase de literatura. Para Eijun era una persona intimidante pero que sabia hacer bien su trabajo, nunca se aburría en sus clases y los debates entre ellos eran de los más divertidos ya que siempre terminaba ganando.
-Buenos días jóvenes.- saludó formal.
-Buenos días profesor.- contestaron todos al unísono.
-Hoy se integrará alguien más al curso por lo que espero lo traten bien y le den la bienvenida- todos estaban extrañados ya que no se había anunciado el traslado de nadie- pasa por favor.- un joven de mediana altura, rubio cenizo, ojos color celeste tan pálido que parecíamos grises. Su aura detonaba tranquilidad y fuerza, además de que su expresión intimidaba un poco.
-Mucho gusto, mi nombre es Okumura Koushuu y me han trasladado desde un pequeño pueblo. Espero nos llevemos bien.- con esa presentación el profesor le indicó su asiento, justamente a un lado de Eijun.
-Dime quién es tu madre o padre Okumura.- Kataoka necesitaba esa información.
-Adonis señor Kataoka.- todos exclamaron sorpresa ante ello, eso explicaba su gran atractivo, sin embargo el único en no sorprenderse fue Sawamura ya que estaba muy ocupado esperando el comienzo de la clase como para prestarle atención a su compañero de al lado.
-Bien hoy continuaremos con "La felicidad paradójica" de Gilles Lipovetsk. Recordemos que este libro planteaba el idóneo de entender mejor los problemas que padecemos en el siglo XXI, ya que ustedes están tan familiarizados con siglos pasados debido a su origen ¿cómo creen que los afecta esta nueva era?-
-Yo creo que nos ha facilitado la vida.- comentó uno de los jóvenes.
-Podemos sentirnos más seguros debido a toda la seguridad de hoy en día.- dijo otra chica.
-¿En serio creen eso?- preguntó Eijun- ¿creen que por tener un poco de internet y saber que sucede en el mundo exterior estarán a salvo?-
-Explica tu punto Sawamura.- Kataoka era muy curioso respecto al menor, sus pensamientos y opiniones no parecían encajar con un chico de su edad, no podía imaginar en la clase de ambiente que creció para que tenga una opinión tan madura.
-Veanlo así, la tecnología nos facilita la vida, nos da mayores comodidades y ese es el problema. Nuestros padres y madres vivían en una era donde la experiencia era lo que valía, no lo que contaban los rumores. Claro que no debemos vivir como ellos pero la idea de experimentar las cosas por uno mismo es lo importante.-
-¿Piensas que debemos matarnos entre nosotros?- Okumura pensaba igual que Eijun pero quería indagar más en su lógica.
-Por supuesto que no! solo míralo desde este ángulo, somos un grupo de semidioses que no importa la era o la tecnología siempre seremos rechazados y perseguidos. Tal vez no hay tantas personas con ese pensamiento pero siempre habrá alguien que este en contra y siga sus ideales más haya de lo enfermos que sean. Por esa razón nos valemos de nuestra propia fuerza y poderes heredados, no influye la tecnología allí porque no puede hacer nada por nosotros. Nos vuelve débiles por su dependencia en ella.-
-Que interesante eres.- soltó de la nada el rubio, ocasionando que Eijun se sonroja y todo el salón quede en silencio.
-Bien.- interrumpió el profesor.- dejáramos el debate hasta aquí y seguiremos con la lectura.-
Así fue como prosiguieron las siguientes clases, Koushuu observando de ves en cuando de reojo al castaño y este aparentando que no lo notaba. Era algo incómodo ya que no conocía a ese chico de nada, esperaba no lo acosara como otras personas intentaron en su momento, en su mayoría chicas.
-Oye!!- alguien había captado su atención cuando se estaba dirigiendo camino a la cafetería, estaba junto a Haruichi y Furuya hablando de cosas triviales cuando alguien gritó en su dirección.
-¿Cuál es tu nombre?- era el mismo chico que se sentaba junto al castaño.
-Sawamura Eijun, un gusto lobo solitario.- sonrió.
- ¿Lobo solitario...?- no entendía el "apodo" que el otro le había dado.
-Te vez como un lobo solitario, eres muy serio, distante...relájate un poco.- volvió a sonreír.
-Claro...¿a dónde te dirigías?-
-Es la hora del almuerzo ¿a dónde crees que voy?- preguntó sarcástico.
-Es que quería proponerte si podrías mostrarme la escuela, soy nuevo y no conozco a nadie aquí.-
-Claro! pero ¿te parece hacerlo luego de clases?, en serio muero se hambre. Puedes aconpañarnos si gustas.-
-¿Qué?- dijeron sus dos amigos al unísono, había algo en ese chico nuevo que no les causaba confianza. Tal vez todo el rato que se la pasaba mirando al castaño.
-Me gustaría, gracias.-
-Eres uno de los nuestros, solo debes ganarte la amistad de los demás.-
-"¿De los nuestros?"- preguntó.
-Oh claro, ya que los semidioses griegos son muy pocos, somos un grupo de amigos. Ellos también lo son.- dijo señalando a los dos chicos a su lado.
-¿Tu también lo eres?-
-S-Si...claro que lo soy.- ahora debía fingir con Okumura hasta tener la suficiente confianza para contarle la verdad, por el momento diría que es hijo de Ares como lo hacía antes.
-¿Quién es tu padre o madre?-
-Ares.- contestó con simpleza.
-Que tal! Soy Haruichi, voy al mismo salón que tu.- el pelirosa se presentó con una vena en su frente, le estaba molestado el hecho de que él y Satoru eran olímpicamente ignorados.
-Hola.- respondió el saludo con desgana.
-Y yo soy Furuya.-
-Que tal.-
El ambiente era tenso y Eijun lo había notado por lo que inconscientemente apresuró el paso para llegar más rápido con su gran grupo de amigos. Podía ver como Haruichi y Furuya fulminaban con la mirada a Okumura y este simplemente los ignoraba.
-Chicos por aquí!!- gritó Nori, uno de los senpais.
-Gracias a los Dioses...- murmuró el castaño, ya podría salir de ese incómodo ambiante.
-¿Quién es él?- preguntó Chris.
-Soy Okumura Koushuu, un gusto de conocerlos.- se inclinó en forma de saludo.
-Que serio!- rió divertido Kuramochi.
-Yo dije lo mismo!!- siguió Sawamura, aquellos dos tenían un humor particular que solo ellos entendían.
-¿También eres un semidiós griego?- preguntó esta vez Yuki.
-Si, mi padre es Adonis.-
-Wow eso explica tu aspecto.- dijo Jun.
-¿Almorzamos ya?- dijo Haruichi entre dientes, en serio le estaba cayendo pésimo el nuevo chico.
-¿Sucede algo hermanito?- preguntó divertido Ryo cuando su pequeño hermano se sentó junto a él.
-Nada.- el pelirosa menor se concentró en comer, aunque de vez en cuando miraba de reojo a su amigo Sawamura que estaba hablando con el rubio cenizo.
-¿Vienes de muy lejos?- Miyuki comenzó a interrogar al nuevo, tampoco le gustaba lo cercano que era con Eijun.
-Algo así, un pequeño pueblo en el sur. Rei-san me encontró por casualidad y...aquí estoy.-
-Eso es genial!! yo también provengo se un pequeño pueblo. Extraño un poco el ambiente tranquilo que se disfrutaba allí.- dijo al aire Eijun.
-¿Puedo llamarte Eijun?- preguntó confiado Okumura.
Todos estaban sorprendidos por la osadía del chico, en especial tres de ellos que aún no trataban a su amigo por su nombre de pila. En cambio Haruichi estaba a punto de larzarse su tenedor rezando por que se clabara en medio de su frente, él era el único con ese privilegio de llamar al castaño por su nombre. Nadie más lo hacía. Por esa razón se sentía especial y cercano a él.
-Claro!! no hay problemas, somos de la misma edad después de todo.- sonrió feliz, nunca había tenido tantos amigos y estos solo aumentaban.
-Puedes llamarme por mi nombre si gustas.- el ojiamabar asintió en señal de que lo haría con mucho gusto.
La hora del almuerzo siguió en conversaciones, ya sea conociendo al nuevo integrante o hablando de cómo venía siendo su día. El castaño les comentó lo que había sucedido en la clase de historia y literatura, recibiendo burlas por parte de Kuramochi y Miyuki argumentado que su aspecto no iba para nada con su inteligencia. Esto hizo que Eijun hiciera pucheros en más de una ocasión causando ternura en todos los presentes pero en especial de cinco jóvenes que con mucho cuidado observaban al castaño.
Aún quedaban clases por delante, además de su recorrido con Okumura, por lo que debía mantener la guardia alerta y no causar sospechas en el rubio.
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Un capítulo más largo de lo normal, perdonen la primera parte pero mi lado profesora salió a la luz jajajajajaj además de que tal vez había algo que ustedes no sabían o una opinión nueva que pudieron leer. No es la gran cosa pero me gusta reflejar que Eijun no es solo un chico gritón y muy efusivo, tiene su lado académico y más que nada por experiencias de su vida personal.
Gracias por haber leído el capítulo y espero lo hayan disfrutado. Nos leemos pronto bye bye~
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