Aviso antes de iniciar:
Estoy al tanto del tema de las nuevas normas de Whattpad, y aunque no creo que en mi caso se vaya a tirar abajo alguna historia o cuenta, por seguridad de que algo vaya a surgir, esta historia y el resto por estarán también disponible en Inkitt.

Pueden encontrarme con el mismo nombre de usuario.
No significa que no actualice aquí, voy a seguir publicando los capítulos en esta plataforma y en la otra, así en caso de eliminar me la historia (cosa que dudo), puedan encontrarla también en otra plataforma.

Ya con eso, disfruten el cap uwu♡

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Una vez habían logrado llegar al cuarto donde estaba el tapiz, los tres miraban la cortadura de este, separando el bordado donde estaba Merid de su madre.

-"Remienda el vínculo"-Murmuraba el joven pensativo, la frase de la bruja
-"Remienda el vínculo"... Coser el tapiz.. Eso hará que cambies. Necesito hilo y aguja-

Al voltear a su madre, esta asentía, sabiendo donde guardaba esas cosas.
Sin embargo, al acercarse a un estante, miraba un bol de frutas, por lo que quedaba su vista en este.

-¿Majestad?-Diría TN confundida al verla extraña, llamando la atención de Merid que volteaba a verla

Ambos veían a Elinor tirar las frutas con su ocico, dándose cuenta los dos, que había vuelto a convertirse completamente en un oso.

-¿Mamá? Ahora no.. no, por favor, ahora no-Murmuraba el chico algo nervioso por estar en esa condición su madre en el castillo

-Majestad, reaccione-Diría la chica viendo al oso acercarse a ella para olerla

-TN, quédate detrás-Mencionaba Merid tomando a la chica para dejarla detrás suyo, después de todo le preocupaba que le haga algo, y las visiones no eran de ayuda

Cuando escuchaban una risa y pisadas, se daban cuenta que eran de Fergus que pasaba por el lugar. Elinor gruñía al escucharlo, pero Merid se apresuraba a cubrir su ocico para que no fuera a escucharla.

Una vez su padre pasaba de largo, Merid volteaba a ver a la chica.

-Debemos quitar el tapiz pronto-

Ambos corrían al tapiz, para intentar quitarlo, aunque al ser bastante grueso, esa difícil desprenderlo.

(...)

Por parte de Fergus, este caminaba hacia el cuarto donde creía que descansaba su mujer, estando con una sonrisa, luego de que todo se resuelva.

-Elinor, cielo. Ni te imaginas quien resolvió nuestro problema del matrimonio de nuestr--

Una vez entraba al cuarto, las palabras se quedaban en el aire, cuando veía el interior del lugar.
Todo estaba a oscuras, los muebles rotos, la cama destrozada y múltiples zarpazos en el lugar. Al bajar la mirada, se encontraría con la ropa de su esposa, estando destrozada, mientras la única luz que entraba en el lugar, era por los rayos de una posible tormenta.

Fergus se dejaba caer de rodillas al suelo, mirando la ropa mientras la tomaba en sus manos, sorprendido y shockeado de pensar que su esposa había muerto, y que un animal la había asesinado.

-¡¡¡Elinor!!!-

El hombre rápidamente salía del cuarto, mirando a los lados mientras miraba por los diferentes cuartos.

-¡Esto no puede ser! ¡Elinor! ¡Contéstame linda! ¡¡Elinor!!-Gritaba y llamaba a su esposa, mientras veía por todos los cuartos, hasta que entraba al del tapiz

Dentro estaban TN que intentaba quitar el tapiz, mientras Merid intentaba que su madre reaccione.

-¡Merid, TN!-Al escuchar un gruñido, lograba capar al oso, sorprendido por ello y sin saber quién era

-¡Papá, no! ¡No es lo que crees!-Intentaba Explicar Merid mientras se acercaba a su padre

-¡Merid, apártate!-Empujaba a su hijo, haciendo que caiga detrás suyo

-¡No!-

-¡Majestad, no!-Diría la joven, mientras veía al hombre sacar su espada

Elinor siendo un oso, se paraba en dos patas, comenzando a pelear con Fergus, quien intentaba darle con su espada, pero esta lograba esquivarlo.

-¡No, alto!-Gritaba Merid mientras se levantaba

-¡No le haga daño!-TN se interponía, tomando el brazo del hombre donde tenía la espada

-¡Huyan de aquí!-

-¡TN, cuidado!-

Antes de hacer algo, Elinor había dado un arañazo en el brazo de la joven, sacando un grito en esta mientras cubría rápido su herida.

-¡TN!-Merid iba rápido para alejarla, mientras su padre intentaba atacar al oso, pero la osa lo empujaba hacia una pared de un solo golpe
-¡No!-

Al rugir, Elinor lograba cobrar la conciencia, para mirar lo que había hecho. Se paraba en dos patas y miraba sus garras arrepentida, mirando a sí esposo que intentaba recomponerse en el suelo.

-Mamá-Llamaba Merid preocupado

Elinor al voltear a verlos, veía en el brazo de TN un rasguño, por lo que está soltaba un sonido de preocupación y culpa, cosa que la joven notaba.

-Estoy bien, no pasa nada Majestad. Solo es un rasguño-Intentaba calmarla la castaña, cubriendo su brazo con una sonrisa nerviosa

-¡Mamá!-Llamaba el joven al ver que se iba corriendo del cuarto, temiendo hacer más daño y más esta vez hacia su hijo

(...)

-Mi señor-Llamaba lord Macintosh junto al resto que subía las escaleras entre risas

Pero esas risas se iban, cuando justamente Elinor llegaba corriendo, asustando a todos y a ella también de ser descubierta.

-¡Un oso!-

(...)

-¡Papá!-Llamaba Merid al ver al hombre levantarse

-¿Se encuentra bien?-Preguntaba la chica preocupada

-Ay, casi los alcanza. ¿Están heridos?-Preguntaba a ambos jóvenes, pero Merid intentaba explicarle todo

-¡Es tu esposa, Elinor!-

(...)

Elinor salía del castillo, corriendo en cuatro patas mientras esquivaba lanzas y flechas que todos le tiraban.

-¡Cierren la entrada!-Gritaba un guardia a los de la reja que impedía la entrada

Al momento de bajarse esta, Elinor se apresuraba para escapar, logrando pasar antes de que bajara por completo, escapando hacia el bosque.

(...)

-¡¿Qué cosas dices?!-

-¡Es la verdad, había una bruja y me dio un encantamiento! ¡No es Mord'du!-

-¡Mor'du o no, vengaré a tu madre! Pero no me arriesgaré a perdernos ahora-Diría el hombre decidido, saliendo del lugar para cerrar la puerta con llave, dejando encerrados a los dos chicos

-¡Papá, no! ¡Escúchame, escucha!-

-¡Majestad, no lo haga!-

-¡¡Es tu esposa, Elinor!!-

Ambos jóvenes gritaban intentando hacer que entienda, pero lejos de eso, Fergus solo caminaba a las escaleras, ignorando los gritos.

-¡Muddie, guarda esto! ¡Y no dejes que salgan!-Ordenaba el hombre dándole la llave a la mujer que estaba asustada

-¡¿Y qué pasará con el oso?!-Preguntaba temerosa mientras lo veía bajar las escaleras con los perros

-¡No te muevas de aquí!-

(...)

Merid tomaba sus cabellos desesperado, para mirar la banqueta y tomarla en brazos, corriendo hacia la puerta para lanzar esta, pero solo logrando que se rompa la banca sin éxito.

TN miraba al rededor, para tomar un fierro de la chimenea y comenzar a intentar romper la puerta, dando golpes a esta e incluso metiendo la entre la puerta y la pared para empujar, pero solo provocando que se doblara, frustrando a ambos chicos.

(...)

-¡¿Qué esperan?! ¡Todos en marcha!-Ordenaba el rey a todos, para subirse a su caballo e ir rápidamente hacia donde el oso se había ido

(...)

Merid miraba lo que sucedía por la ventana, para usar el fierro y romper el vidrio, intentando buscar una manera de salir, pero la ventana era muy pequeña, y la roca no era fácil de mover.

Al ver como todos cabalgaban para perseguir a su madre, no podía creer lo que sucedía, sintiendo que todo esto era por su culpa.

-¡Mamá!-Gritaba sacando su brazo, sintiendo las lágrimas que bajaban por sus mejillas
-No... Mamá...-

El joven se dejaba caer de a poco hasta el suelo derrotado, mientras sus rizos cubrían su rostro entre lágrimas.

TN que lo veía de esa manera, no sabía que decirle. Pero al mirar hacia el tapiz, entendía que no podían darse por vencidos ahora.
Se acercaba al tapiz, para tirar con fuerza de este, teniendo algunos intentos fallidos, hasta que lograba tirar con la fuerza suficiente para desprenderlo, provocando que cayera al suelo.

Ante el ruido, Merid la volteaba a ver, notando que la chica se levantaba, para verlo con una sonrisa decidida y acercarse a él.

-Debemos salvar a tu madre, así que no es momento de lágrimas-Diría mientras le extendía su mano, dándole una sonrisa
-Aún tenemos tiempo si nos apresuramos-

Al escucharla, no podía estar más agradecido y enamorado de la chica, siendo la fuerza y palabras que necesitaba para lograr cobrar sentido.
El joven tomaba su mano, para levantarse con su ayuda y limpiar sus lágrimas, viendo ambos el tapiz en el suelo, para pensar como salir de ahí.

-Muddie-Dirían al mismo tiempo, volteando a verse con una sonrisa

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