ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟙



21. Posesivo.

Rin Haitani

Su piel suave recorre todo mi cuerpo, y es que habían pasado meses desde que la toque.

Sentí que mi mente se nublaba completamente al ritmo de sus caderas...ese jodido vaivén de ambos cuerpos se completaban más que perfecto.

— uhm...¿lo disfrutas cariño?

Ella me miro a los ojos con complicidad.

— Disfrutarlo es una palabra que quedaría muy chica...— Interrumpí.

— Shh...no digas nada más .— Mis labios nuevamente se apoderaron de su hermosa boca y es que ella me tenía como quería.

Estuvimos jugando por unos minutos, solo ella sabía como me ponía jodidamente loco.

Cuando ambos estuvimos listos de estar más juntos que nunca tocan la puerta...la maldita puerta.

Así que inmediatamente la mire a los ojos pidiendo disculpas y arrepintiéndome con todo el dolor del mundo y es que había pasado tantos meses sin ella...que sentí que en cualquier momento no podría aguantarlo.

T/N, me sonrió con su preciosa sonrisa y sus ojitos de bambi que brillaban como la luz.

Después de eso decidí pararme atender "ese asunto".

Molesto abrí la puerta y era Kagi, la nueva ama de llaves de esta casa.

— Espero que sea algo importante, trataba de descansar .— Ella me miro nerviosa, lamentando haberme interrumpido.

— Perdón, señor Haitani.— En ese momento gire mi cabeza ladeando de lado a lado.

— Ah...llámame Rin, llevas aquí un par de meses, así que deja las formalidades ¿No crees?

— Si-si...— Habló con nerviosismo.

— Y bueno muchacha ¿a que venías?.— Levante una ceja.

— Su hermano lo espera abajo, el señor Ran Haitani .— Hizo una pequeña reverencia y yo la miré confundido, no se porque aún lo seguía haciéndolo a pesar de que le dije que ya no lo haga.

Suspire.

— Dile que bajó en unos minutos .— Kagi asintió y se fue.

Entre nuevamente al cuarto y pude notar que t/n se había quedado dormida, su piel suave cubierta por sábanas descansando como un ángel...mi ángel.

Algo que me mantiene feliz es que en estos meses que han pasado, ella se recuperó completamente de la rehabilitación y aunque no fue fácil por los viajes y tratamientos que hubo de por medio, yo siempre estuve a su lado en todo momento y nunca me fui.

Hace un par de meses la nueva ama de llaves, vino aquí por una recomendación de Ran, ya que no quería que t/n haga esfuerzos con  cosas de la casa y necesitaba ayuda, así que accedí.

¿Las condiciones? Que le ayude a terminar de pagar sus estudios y parte de su sueldo para sus gastos, creo que he sido muy generoso, pero en lo que estoy seguro es que si puedo ayudar no tendré excusa para poder hacerlo...la verdad es que es algo que me complace.

Maldecí por dentro a recordar que Ran había malogrado este momento.

Así que no lo pensé más y tan solo salí de la habitación.

Llegando a la primera planta vi a Ran bebiendo un vaso de whisky dándome la espalda.

— ¿Y bien? .— Pregunté. Y no tuve respuesta. Así que con toda la paciencia del mundo le pregunté nuevamente .— ¡Ran! .— Grite y en ese momento noté que el pudo salir de ese trance.

— mmm...oh Rin ¿Porque gritas? .— Yo solo rodee los ojos.

— Eres un imbecil.

— ¿Ahora que hice?

Tan solo suspire.

— ¿Que te trae por aquí Haitani?

— Una invitación de Bonten.

— ¿Uhm? Pero la última ve fui claro que ya no quería asistir a las fiestas que ellos hacen...tú más que nadie sabe como terminan esas fiestas. — Saque un cigarrillo y lo prendí. Ran y yo salimos hacia el patio mientras el seguía bebiendo.

— Losé y muy bien, pero sabes cómo es Sanzu de intenso y no deja de reventarme el celular .— En ese momento sonó su celular .— ¡Woola! Adivina quien es.

— ¿Sanzu? Solo cuélgale y ya.

— ¡Que gran idea! Como no se me ocurrió antes, gracias a ti se solucionaron todos mis problemas .— Habló sarcásticamente. — Sabes que Mikey esta detrás de esto ¿no?

— ¿Y?

— Parece que aún no lo entiendes Rin, por más que nosotros hagamos nuestras vidas lejos de la mafia es algo que no te dejará salir así tan fácilmente.

Suspire .— Solo no quiero tener problemas con Haruchiyo nuevamente.

— No creo que Sanzu vuelva acercarse así tan descaradamente después de lo qué pasó la última vez entre ustedes...aunque conociéndolo es más probable que lo vuelva hacer ya que después de todo el es el único que no respeta reglas ni códigos cuando de mujeres se trata.

Reí .— Por eso mismo, y estaba pensando en que quizás no debería llevarla a t/n .- Pausó.— lo que menos quiero es arriesgar su vida de nuevo.

— Si es así el caso, quizás sea la mejor decisión pero ¿estás seguro? — Habló confundido.

— Si, estaba pensando que se quede con Kagi.

— ¿La empleada?

— Si, tienen casi la misma edad y se llevan bien así que porque no?

— Puede ser, la chica es linda después de todo.

— ¿Y eso que tiene que ver?

— ¿Que sea linda? .— Ran rio .— Tu casa es una fantasía, tienes una ama de llaves muy linda eh.

— Si quieres llévatela, así tendré más tiempo a solas con t/n.

— No, así estoy bien....aunque deberías ya sabes mantener tu distancia, la chica es joven y por cualquier trato lindo podría enamorarse de ti.

— Parece que nadie te quita lo estupido, sabes que si eso llegase a suceder aunque lo dudo ella no podría seguir trabajando en esta casa, ademas ni siquiera quiero pensarlo.

— Bueno, si tú lo dices y bien ¿vas a la fiesta o no?

— Si, confirma mi asistencia.

Ran sonrió.

— Mañana en la noche pasó por ti guapo. — Me guiño el ojo.

— Idiota .— Le si un golpe en la cabeza y Ran no dejo de reírse hasta que desapareció de mi vista.

Termine de fumar un par de cigarrillos más y subí hacia mi habitación.

Al llegar t/n, aún seguí descansando así que aproveche para alistar algunas ropas en una maleta pequeña, ya que estaría por una semana.

De tan solo pensar en Bonten y sus fiestas me dolía la cabeza.

Aún así es muy cierto lo que dijo Ran, por más que trates de rehacer tu vida fuera de la mafia nunca te puedes salir al cien por ciento...lastimosamente es un echo real.

Solo aliste lo esencial, tampoco tenía planeado salir mucho.

A veces solo quisiera irme tan lejos con mi chica, sin que nadie nos moleste solo ella y yo.

Esa idea vagaba por mi mente cada vez más, y es que en un futuro no muy lejano lo cumpla, ella sabía de mis ideas y mis planes a futuro con ella, siempre le comenté sobre este tema y ella con esos ojitos de bambi que representa nunca me decía que no.

Más allá de lo que yo quiera para mi, siempre puse sus necesidades de ella por encima de las mías, así que t/n le faltaba poco por terminar de estudiar así que pensar en esa idea es algo que me pone muy contento.

Si, lo mejor sería que vaya a ese lugar sin ella, no quiera exponerla nuevamente a los peligros después de todo lo que pasamos no sería lo indicado para ella y su salud, siento que en casa estará mejor, si...se que ella lo entenderá.

Termine lo que tenía que alistar probablemente habrán pasado unos 30 minutos o menos, tampoco había mucho que guardar en la maleta.

Mi barriga sonó de hambre así que no dude y tan solo baje a prepararme algo.

No había nadie y las luces ya hacían apagadas, a pesar de que aún no era tan noche, así que lo dejé pasar porque sabía que la empleada Kagi, estudiaba a estas horas.

Mejor para mi, disfruto mucho cuando no hay nadie en la cocina metiéndose para así poder cocinar tranquilamente.

La verdad es que disfruto de las cosas simples... el café amargo y sus besos por la mañana.

Reí.

Realmente estoy jodidamente enamorado de esa mujer.


•T/N•

No recuerdo en que momento me quede dormida, pero lo que si se es que un aroma sutil y unos brazos largos me rodearon completamente la cintura.

— Quiero quedarme enredado por ti por siempre...uhm me encantas.

Sonreí de lado e hice leves caricias en sus brazos.

— Ese olor es creo lo que es?

— Así es, té con limón, tú favorito princesa .— Beso mi cuello.

— Lo que necesitó en estos momentos, siento que el tiempo se detiene cuando estamos los dos, la verdad es que no hay comparaciones ninguna, te amo Rin .— En ese momento giré para poder verlo directamente a los ojos y así disfrutar de este momento tan intimo.

Su mirada con la mía, hipnotizados completamente el uno con el otro...esos ojos violetas que me derretía.

— Eres tan preciosa, mi niña bonita .— Se acercó para besar mis labios delicadamente y yo correspondí.

Estuvimos así por unos minutos, hasta que Rin me ayudo a levantarme de la cama.

De hecho ya podía caminar solo que a veces me costaba un poco, pero era casi mínimo, en estos meses qué pasó Rin ha sido la persona más paciente en este mundo.

Por otro lado, en el tiempo que estuve en casa pude estudiar desde casa y sin presiones y preocupaciones, ya que recibí mucha ayuda.

Solo un mes más en casa para realizar unos últimos chequeos y luego regresaría a la universidad a terminar lo que empecé.

Tome el té que me sirvió y lo disfruté completamente, él sabía como me gustaba, de hecho no había cosa que ese hombre no haga bien...sentirme afortunada es poco.

Rin jugaba con mi cabello y se que cuando el suele hacer eso es porque algo quiere decirme pero le causa dificultad.

Rin Haitani

Desde que Ran vino a mi casa, andaba muy pensativo y siempre tengo esa costumbre de jugar con su cabello, es algo que en todo este tiempo ha sido inevitable cambiarlo.

Siento que de alguna manera ella ya conoce esa faceta mía, así que volteo cuidadosamente.

— ¿Bonten, eh?

Me quedé sin respuesta.

— Oh cariño, como si no hubiese supiera

— Eres una brujita...¡bruja!

Ella rió.

— Uhm...la verdad es que es algo que pude adivinar y di con la respuesta, pero se que aunque pasen los años no es algo que fácilmente te puedes librar Haitani.

Agarre de sus cachetes.

— No quiero ir .— Hice pucheros.

Ella me abrazo.

— Vamos. — Habló sin más.

— No cariño, sabes que después de todo lo qué pasó anteriormente prefiero que te quedes en casa .— Suspire .— Estaré con Ran, así que sólo serán unos días y vuelvo por ti.

— ¿Seguro?

— Si, cariño estoy más que seguro, mientras más alejada estés de ese loquito del centro mejor.

— ¿Sanzu? .— Asentí, ambos hemos reímos como dos niños, tanto así que me agité.

Si pudiera capturar los momentos por siempre, definitivamente sería este...junto a ella.

— Solos eran unos días, quizás una semana, pero estarás con Kagi, prometo llamarte todos los días .— Suspiré.— Prefiero quedarme en un cuarto y llamarte hasta quedarme dormido, tu voz me relaja mucho.

— Si son unos días, pasará rápido, ya verás.

— ¿Cómo es que estás tan segura?

— No es la primera vez que nos separamos y más por unos días.

— Uhm...tienes razón, aún así estoy yendo en contra de mi voluntad .— Volví a renegar.

— Tonto.

— Ahora soy tonto, pero hace unas horas no pensabas así .— Hablé coquetamente, colgándome de su cintura.

Inmediatamente se sonrojó ante mi acción.

— Bueno...es que...— Interrumpí.

— Aún estoy con ganas de ti ¿me permites señorita? ...— Susurré con delicadeza en su oído y pude notar que se estremeció.

Sabía que hoy sería la mejor noche de mi vida.

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