𝙲𝚑𝚊𝚙𝚝𝚎𝚛 𝚇𝙸

Sus ojos contemplaban la belleza natural del chico humano, no sabía que carajos tenía el humano a diferencia de las mujeres que él ha conocido.

¿Qué tenía él para que El Rey de las maldiciones empiece a sentirse atraído al humano?

Quizá la falta de senos es algo que le atrajera sin que siquiera lo supiera.

Lo cual es raro, sus sacrificios humanos eran mujeres, todas eran bellas, jóvenes y de buen cuerpo, eso era lo que él exigía, cuando recibió su último sacrificio, se quedó confundido obviamente, había sido estafado con toda las letras. Pero quizá pensó que sería interesante probar algo nuevo.

Vaya interés que despertó el humano en el gran Sukuna.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos, Por un pensamiento más importante

¿Por qué carajos el humano se comportó así?

Su curiosidad lo invadió, ¿cómo el joven humano de ser a un niño tímido y miedoso a ser un chico lujorioso y atrevido?

-Le dieron de comer al humano en nuestra ausencia? -preguntó Uraume en un tono serio-

-Sí, Uraume-Sama, una vez que se acabaron los refrigerios, fuimos a recorrer más en el bosque oculto de Flutterlost -dijo uno de sus sirvientes-

-Hmm... Ciertamente sus frutos son frescos y sin cosechar por los humanos, si no me equivoco, se los conoce como fruto prohibido, El humano no sufrió algún efecto secundario? -preguntó nuevamente mirando-

-No lo sé señor, yo me fui después de entregarle su plato -dijo el inferior disculpándose con una reverencia-

-Ah... Tendré que verlo -suspiró Uraume y se fue a los aposentos del humano-

Uraume llegó a los pasillos cerca en dónde estaba el dormitorio del humano en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando estaba apunto de abrir la puerta, está fue abierta antes dejando ver a Sukuna.

-Sukuna-Sama, Qué hace usted aquí? -preguntó Uraume inclinándose-

-Estás cuestionándome? -habló Sukuna con su ceño fruncido cerrando la puerta detrás suyo-

-N-No es eso Sukuna-Sama, discúlpeme -se disculpó rápidamente- Pensé que usted ya se encontraba en el baño, vine a ver a él humano, creí que había sufrido algún efecto secundario en él, uno de los sirvientes me informó que cosecharon frutos del bosque Flutterlost, no sabía sí él como un humano que tal vez le hizo efecto en algún sentido... -

-Efecto secundario... -pensó Sukuna en sus adentros- No, No hay nada raro en él... Ya me aseguré de eso -Dijo mientras se iba por los pasillos-

-Iré a despertarlo, Amo, Él debe atenderlo -dijo Uraume apunto de entrar al dormitorio-

-Déjalo, ese humano está dormido, quizá ese haya sido su efecto de esa cosecha -dijo Sukuna evitando su nerviosismo de que Uraume descubra la verdad- Llama a otro que ocupe su lugar o lo que sea -

-Sí, Amo -asintió Uraume-

_________ estaba despertando después de un par de horas, sus ojos se abrieron lentamente con pesadez, encontrándose con el otro lado de la cama vacío, tal y como pensó que lo había dejado, no recordó nada de lo que pasó, solamente recordaba que se quedó dormido Después de haber comido, Pero al intentar moverse sintió un dolor en su cuerpo, sus piernas dolían, sentía pesadez en su cuello y le dolía su cabeza, cuando agarró fuerzas para levantarse notó que marcas de mordidas en su pecho que subían hacía su cuello.

¿Qué había pasado realmente?

-Sukuna-Sama regresaba hoy -dijo ________ saliendo de sus pensamientos-

Escuchó la puerta abrirse revelando que se trataba de Uraume.

-Sukuna-Sama te espera -le avisó Uraume con un tono serio-

-Sí, me da gusto saber que regresaron Uraume-Sama -hizo una pequeña reverencia mostrando su respeto-

Uraume no dijo nada pero alcanzó a ver unas marcas en su nuca, decidió pasarlo por alto, quizá la comezón era parte del efecto secundario, Pero su curiosidad volvió al momento en el que _____ recobró su postura pudo tomar más a claridad las marcas que volvían más notorias, tenía varias marcas iban bajando de su cuello a su pecho.

Supo que algo andaba mal y extraño, no parecía irritación, comezón o alergía, parecían mordidas, unas muy notorias marcas de mordidas.

________ acomodó su ropa y evitaba cojear, sus piernas dolían bastante, pero no quería que Uraume o Sukuna preguntarán qué le pasaba porque ni siquiera sabría que responder.

_______ entró a la habitación en la que se encontraba Sukuna esperándolo, ahí se encontraba él, sentado en su trono hecho por cráneos de sus víctimas, con una mirada de superioridad hacia él, mientras apoyaba su rostro en una de sus manos.

-Es un gusto tenerlo de vuelta, Sukuna-Sama -se arrodilló en aquel piso que ardía e hizo una reverencia hacia él-

-Como sea... -dijo con un notable desinterés- Toca para mí -hizo aparecer la flauta que le había obsequiado en las manos del humano- No estoy de humor, así que espero que no te equivoques-

-Sí, Sukuna-Sama -asintió _______-

Posicionó sus labios en el soplador de su flauta, y empezó a soplar y al instante empezó a provocar un sonido proveniente de la flauta, está cambiaba las melodías conforme _______ moviera sus dedos de forma delicada.

Su música era atrayente a los oídos de Sukuna, toda su atención se centraba en él, pero más que la música, su interés estaba en el humano, ni siquiera le interesaba una inservible flauta, tan sólo era una excusa para contemplarlo.

Observaba esa expresión tranquila y serena, una expresión que solamente podía ver en esta situación, ya que mayormente sabía que _______ estaba con miedo y nervios hacia él, Pero aquí era diferente, su expresiones pacíficas eran únicas, eran hermosas. No solamente sus expresiones, todo.

Su cabello brillante y suave que llegaba a sus hombros, sus ojos hipnotizantes que ahora permanecían cerrados, sus suaves y sonrosadas mejillas, sus labios, labios que besó una y otra vez y que quiere seguir probando de ellos mil veces más.

Aquel sacrificio era una joya preciada para él, una joya que no compartiría con nadie, que alejaría de todos sólo para tenerla para él.

La avaricia de Sukuna crecía más y más, quería todo del humano, todo lo que es él, todo lo que hace sólo para él, quiere todo lo que tuvo aquel guardia que cautivó el corazón del humano, Kaoru, quiere su atención, sus caricias, sus besos, sus miradas, su cuerpo y también aquel sentimiento que no conocía del todo.

Su amor.

La melodía finalizó y ______ separó sus labios de la flauta, abrió sus ojos lentamente y se topó con la mirada penetrante del de ojos rojos.

_______ tragó saliva algo nervioso, pensando que quizá su melodía no le ha gustado. Pero nunca se le habría cruzado en su mente que Sukuna estaba contemplándolo, tanto su melodía, su belleza y a él.

-Estuvo bien... -dijo Sukuna ladeando su cabeza hacia un lado- Veo que practicaste mientras no estaba, no es así? -sonrió levemente-

-S-Sí Sukuna-Sama -asintió ______ con su cabeza-

-Bien... -Observó con detalle al humano y notó aquellas marcas que había dejado anteriormente en su cuerpo marcando su territorio en él- Muy bien... -pasó su lengua por sus labios al recordar ese momento y su sonrisa se extendió más-

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