𝟏𝟖
Dejo los cinco vasos de vidrio y colocó sus manos sobre la isla de su cocina para luego dejar caer su peso en ellas y soltar un largo suspiró.
Lo aceptaba...
Aceptaba el hecho de que su hermano entrara y se quedara de su apartamento cuando quiera. Es más, le agradaba pasar tiempo con él.
También aceptaba que hasta el propio héroe alado de vez en cuando aunque ahora muy pocas veces gracias a la constante vigilancia del Todoroki menor, se colara en su hogar.
Pero...
—¿Cómo fue? —de sus labios salieron un diminuto balbucear en tono de pregunta.
No entendía por qué cuatro estudiantes más se habían colado de esa forma a su hogar.
—¿Cómo fue que llegamos a esta extraña situación?.
Aki suspiró quizás por décima vez. Mientras que se recostada en una de las esquinas de su living y sus orbes plateados no se despegaban del grupo de cinco estudiantes que se encontraban "estudiando" al rededor de la mesada del centro.
Cinco estudiantes de la clase 1-A de la Yūei, incluyendo a su propio familiar.
—¿Ti..tienes....la respuesta...de la pregunta 5 Kirishima-kun? —preguntó el pequeño de pelo verde con los nervios al aire al sentir la punzante mirada de la heroína sobre ellos.
—N..no...¿Y tú Iida? —contestó el pelirrojo también intimidado por la presencia de la mayor.
Cuando el último nombrado iba a responder, la voz de la fémina hizo sobresaltar al grupo.
—¿Exactamente qué están planeando? —murmuró de brazos cruzados acercándose a la mesada sin apartar su vista del grupo—. ¿Por qué finjen estudiar cuando la época de exámenes ya ha pasado?.
En ese momento, los alumnos de la clase 1-A sintieron el verdadero terror.
Pues su mentira había sido descubierta.
Su objetivo había sido el siguiente.
Recordando el incidente en donde ellos y sus su compañera se habían involucrado, explicando mejor en la batalla de All Might y All For One. El grupo de amigos habían querido disculparse con la heroína, por no haberla podido ayudar.
Es por eso que los tres jóvenes, Midoriya, Iida y Kirishima, habían pedido a Todoroki el favor de poder visitar a su hermana.
El de cabellos bicolores no tenía problemas de llevarlos, pero antes de que pudiera responderles, el grupo de amigos ya se había hecho la idea de que la mayor no estaría a gusto de que fueran de la nada y sin motivo importante a su casa, al parecer su personalidad frívola la hacía ver como alguien carente de emociones.
Es por eso que habían ideado el plan de fingir una sesión de estudio en el departamento de la albina, donde por suerte su hermano se había quedado antes y asi tener la oportunidad de poder hablar con la mayor.
Y Todoroki, sabiendo que, aunque todo ese plan no era necesario pues su hermana no haría nada contra sus amigos, decidió seguirles la corriente y ver que resultado obtenían.
Y sobre la presencia de Bakugou en ese plan.
Pues el solo se había colado.
—¿Qu....qué quiere decir Todoroki-san? —habló Izuku mientras su cuerpo comenzaba a temblar y soltaba el bolígrafo que antes fingía utilizar.
Shiro suspiró cansada y se sentó a un lado de la mesa, frente a los cinco menores que se encontraba frente suyo. Dos nerviosos, uno estudiando de verdad y dos sin importarles la situación en la que se encontraban.
—Reformulare mi pregunta —suspiró recostando su mentón en su brazo izquierdo, que se encontraba descansado sobre su pierna del mismo lado—. ¿Por qué han decidido estudiar aquí, siendo que desde hace unos días se encuentran viviendo todos juntos dentro de las instalaciones de la Yūei?.
Así los pobres estudiantes quedaron en blanco, mientras imaginaban como la mayor de los dos Todorokis lo regañaba por mentir.
—Además —volvió a hablar la mayor esta vez en tono divertido causando curiosidad en los estudiantes—. Sho-kun ha estado comiendo soba y Bakugou gruñendo todo el tiempo, sin haber jodeado susibros ni una vez.
—¡¿Qué quién dices que estaba gruñendo?! —la voz del rubio explosivo hizo saltar al peliverde y al pelirrojo, mientras que el presidente de la clase lo regañaba por alzar la voz e interrumpir su estudio.
Al parecer era el único que sí fue para estudiar.
—¡Responde mocosa invernal! —rugió de nuevo mientras la mata a con la mirada.
—Mi hermana es mayor que tu Bakugou —dijo Shouto con su común tono sin comprender la situación.
Mientras el rubio volvía a gritar esta vez a él diciendo que ya lo sabía.
Aki no pudo con tanta situación extraña y a la vez cómica, por lo cual dejó salir una carcajada limpia que hizo que todos callaran y la observarán sorprendidos al menos los cuatro estudiantes invitados.
Pues nunca habían visto a la heroína No. 4 rei tan libre y relajadamente.
—Si querían hablar conmigo —habló la mayor ya más tranquila mientras sonreía a los menores con calidez—. Tan solo debían hacerlo directamente.
Así todos observaron al menor de los Todoroki con un gesto desencajado, por no haberles dicho que toda esa actuación no había sido necesario.
Hasta Iida que no había parado de estudiar, se había detenido para observarlo igual.
Pero el joven bicolor tan solo siguió comiendo su soba fría, para limitarse a contestar.
—No me preguntaron...
—Ya veo, querían disculparse conmigo...
La voz de Aki sonó serena mientras notaba como el rostro de los menores se volvían arrepentidos, hasta la de Bakugou.
Suspiró y volvió a cruzarse de brazos mientras pensaba en su respuesta.
—No aceptó sus disculpas —respondió de forma helada causando que los menores se sorprendiera y la observarán de una forma desanimada.
La albina no cambió su actitud fría, sino que endureció aún más la mirada. Haciendo pensar a los menores que se encontraba enojada con ellos.
Pero...
—Ya que no me deben ninguna...
Esa no era la verdad.
Los estudiantes se sorprendieron aún más mientras veían como la albina les regalaba de nuevo una bonita sonrisa.
—Pero....nosotros..
Trató de hablar Midoriya pero la mayor lo interrumpió de nuevo.
—Sí, actuaron de forma imprudente y pudieron haber estado en peligro —lo interrumpió Aki, mientras no despegaba sus orbes plateados de los ellos—. Pero eso no quiere decir que deban arrepentirse de la decisión que habían tomado.
Los estudiantes seguían mudos, mientras la oían hablar.
—Lograron sus objetivos, rescataron a su amigo —notó cómo el joven rubio fruncia las cejas y desviaba la mirada—. Y permitieron que los héroes lucharán sin problemas.
—Quizás no fue la mejor decisión, pero no hay tiempo para arrepentirse de eso —se levantó y colocó una de sus manos sobre los cabellos del peliverde y la otra sobre la del rubio mientras que los desordenaba con lentitud para hacer los mismo con los otros dos estudiantes—. Pues un verdadero héroe no lo hace.
Sonrió mientras volvía a alejarse notando como los cuatro se encontraban con las mejillas teñidas de rosa, uno hasta maldiciendo en voz baja por sentirse de esa forma.
—Actuar, ayudar, proteger esas son las verdaderas cualidades de un héroe. No dejarse doblegar por las más difíciles situaciones y poder pensar y actuar por el bien común, sin importar qué tan descabellada sea la idea que ha tenido —explicó mejor mientras colocaba uno de sus mechones albinos detrás de su oreja—. Y es lo que ustedes estudiantes de primer año.
Y esta vez acariciaba la propia cabellera bicolor de su hermano.
—Han demostrado —sonrió mientras observaba cómo los cinco estudiantes tenía diferentes reacciones a sus palabras—. Así que felicidades...
—¡Han demostrado que tienen lo necesario para ser un héroe!.
Sus alas carmesines se sacudieron al estar por fin libres de las gotas de agua que caían del cielo.
De aquella inesperada tormenta que se había formado a las trampanas horas de la noche.
—¿Dónde estará Aki? —pensó el héroe alado mientras se alejaba de la ventana por la que había entrado al departamento de su compañera.
Quedando en el pasillo que conectaba las dos habitaciones con el living del departamento.
—Mmm....
Aquel extraño sonido similar a un ronquido lo hizo voltear hacia donde quedaba la cocina y el living principal.
Pensando en que su Copo de Nieve se había quedado dormida en el sofá de nuevo, decidió revisar primero allí.
Con pasos silenciosos y una enormes ganas de verla el héroe de cabellos rubios cenizos se dirigió a su destino.
Pero no se encontró con su amada albina como esperaba.
Sino con cuatro estudiantes de primer año durmiendo cómodamente.
En los sofás que conformaban el living del departamento de la chica.
Su chica.
Nota de la Autora:
Hola!
Me había pedado dormida antes de comenzar a escribir el capítulo que debía haber publicado ayer.
Así que disculpen jajaja.
También como había prometido les dejo los dibujo que hice de Todoroki Aki —aunque no sean mi mejor trabajo—. Me divertí haciéndolas.
Espero que les guste el capitulo, tanto como los dibujos.
Gracias por leer!
Y ¿a quién el nombre del capítulo le hizo pensar en otra cosa? :3
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